Plerogyra sinuosa

Plerogyra sinuosa es una especie de coral de la familia Scleractinia incertae sedis, clase Anthozoa.[2]

Plerogyra sinuosa
Estado de conservación
Casi amenazado (NT)
Casi amenazado (UICN 3.1)[1]
Taxonomía
Dominio: Eukaryota
Reino: Animalia
Filo: Cnidaria
Clase: Anthozoa
Subclase: Hexacorallia
Orden: Scleractinia
Familia: Scleractinia incertae sedis
Género: Plerogyra
Especie: P. sinuosa
(Dana, 1846)
Sinonimia
  • Euphyllia cultrifera Dana, 1846
  • Euphyllia sinuosa Dana, 1846
  • Plerogyra excavata Milne Edwards & Haime, 1848
  • Plerogyra laxa Milne Edwards & Haime, 1848

Es un coral hermatípico, que secreta carbonato cálcico para formar un esqueleto de aragonita, contribuyendo al crecimiento o la formación de arrecifes. Es una especie común y ampliamente distribuida en aguas tropicales del océano Indo-Pacífico.[1]

Su nombre común es coral burbuja, y es uno de los corales más solicitados en acuariofilia.

Morfología

Forma colonias masivas a submasivas, con series largas de cálices dispuestas en forma meandroide, y algunos cálices monocéntricos. Las series de cálices no están unidas lateralmente a las series adyacentes, lo que distingue al género del emparentado y similar Physogyra. Los septa son muy largos, hasta 10 mm por encima de los muros de los coralitos, y están separados entre sí unos 5 mm, siendo sus extremos suaves y los laterales curvos. Los valles tienen entre 15 y 25 mm de ancho y no tienen columnela.[3]

P. sinuosa con vesículas retraídas y expandidas

Su esqueleto es ligero. Las colonias son grandes y pueden alcanzar varios metros de diámetro. Durante el día recubre su cuerpo con vesículas de forma ovalada, que recuerdan a los granos de uva, de entre 1 a 2,5 cm. Estas vesículas contienen zooxantelas, lo que contribuye a su alimentación. Por la noche, retrae parcialmente las vesículas y extiende tentáculos urticantes, de entre 7 a 10 cm, para alimentarse. Su color es gris perla, crema, rosa, o, en ocasiones, verde pálido.

Hábitat y comportamiento

Ocurre en un amplio rango de hábitats de los arrecifes, tanto en lagunas, como en áreas arenosas o rocosas entre arrecifes, arrecifes interiores y exteriores.[1] Suele encontrarse en cuevas protegidas y grietas, donde crece en caras verticales o bajo salientes.[4] Localizado en aguas tranquilas y superficiales, en ocasiones túrbidas y sin mucha iluminación.

Su rango es de 3 a 35 m de profundidad,[1] aunque se localizan entre 1 y 65 m. Su rango de temperatura es entre 25.10 y 28.95 °C.[5]

Varias especies de gambas, como Thor amboinensis o Vir philippinensis, y diminutos cangrejos como Achaeus japonicus, mantienen relaciones de mutualismo con las colonias de P. sinuosa.

Galería

Distribución geográfica

Se encuentra en los océanos Índico y Pacífico, desde Mozambique y el mar Rojo hasta el sur de Japón, norte de Australia y las islas Fiyi.

Es especie nativa de Arabia Saudí; Australia; Birmania; Camboya; Comoros; Islas Cook; Egipto; Eritrea; Filipinas; Fiyi; Guam; India; Indonesia; Israel; Japón; Jordania; Kenia; Kiribati; Madagascar; Malasia; Maldivas; islas Marianas del Norte; islas Marshall; Mauritius; Mayotte; Micronesia; Mozambique; Nauru; Nueva Caledonia; Niue; Palaos; Papúa Nueva Guinea; Polinesia Francesa; Reunión; Samoa; Samoa Americana; Seychelles; Singapur; islas Salomón; Somalia; Sri Lanka; Sudán; Taiwán (China); Tanzania; Tailandia; Tokelau; Tonga; Tuvalu; Vanuatu; Vietnam; Wallis y Futuna; Yemen y Yibuti.[1]

Alimentación

Plerogyra sinuosa, Ras Muhamad, Egipto, mar Rojo.

En la naturaleza se nutre principalmente de plancton, y de la fotosíntesis realizada por las algas zooxantelas que habitan el tejido de sus pólipos. Las algas realizan la fotosíntesis produciendo oxígeno y azúcares, que son aprovechados por los corales, y se alimentan de los catabolitos del coral (especialmente fósforo y nitrógeno).[6] Es el coral con mayor densidad conocida de zooxantelas.[7]

Reproducción

Hay colonias de Plerogyra macho y hembra. Producen esperma y huevos que se fertilizan externamente en el agua. El desove masivo de las colonias ocurre en verano, durante tres noches, dependiendo de la fase lunar. El tamaño de la colonia no influye en el número de huevos o esperma por pólipo, ni en la cantidad de testículos por pólipo.[8]

Los huevos una vez en el exterior, permanecen a la deriva arrastrados por las corrientes varios días. En su interior contienen agentes bloqueantes de radiación ultravioleta para protegerles durante su fase planctónica.[9] Más tarde se forma una larva plánula[10] que, tras deambular por la columna de agua marina, y, según estudios de biología marina,[11] en un porcentaje de supervivencia que oscila entre el 18 y el 25 %, debido a factores físicos, como el viento, el oleaje o la salinidad, y biológicos, como la abundancia de predadores,[12] cae al fondo, se adhiere a él y comienza su vida sésil. Entre el asentamiento y las larvas recién asentadas la mortalidad es muy alta. Una vez asentadas, las larvas se metamorfosean a pólipo, secretando carbonato cálcico para conformar un esqueleto, o coralito.

Posteriormente, forman la colonia mediante la división de los pólipos por gemación.

Conservación y amenazas

Ejemplar con una colonia reducida.

La Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza califica esta especie como de Casi Amenazada, a partir de una evaluación de 2008.[1] No obstante, el creciente aumento de la temperatura del mar está incrementando dramáticamente la muerte de corales por blanqueo en todo los océanos, y las proyecciones actuales de los expertos auguran para todo el siglo XXI episodios anuales severos de blanqueo de corales en el 99% de los arrecifes de todo el mundo.[13] De hecho, recientes estudios han constatado que en 2016 ha muerto aproximadamente el 35% de los corales en 84 áreas de las secciones norte y centro de la Gran Barrera de Coral australiana, debido al blanqueo de coral producido por el aumento de la temperatura del mar.[14] También durante 2016, el principal arrecife de Japón, en el archipiélago de Okinawa, sufrió una decoloración por blanqueo del 70% de su extensión, y el arrecife más septentrional del mundo, situado frente a las costas de la isla japonesa de Tsushima, dónde sus aguas templadas suelen evitar episodios de blanqueo, ha sido afectado por primera vez en el 30% de su extensión, según afirma un estudio realizado en diciembre de 2016 por el Instituto Nacional de Estudios Medioambientales de Japón (NIES).[15]

P. sinuosa es un coral común, pero en las últimas décadas ha descendido notablemente, y en determinadas zonas continua en declive, debido al blanqueo de coral producido por el calentamiento global. Y dado el que está comprobado que el aumento de la temperatura de la superficie marina supone un incremento directo de las enfermedades de los corales,[16] la previsión de la población global de la especie es incierta.

Las amenazas incluyen: enfermedades como el blanqueo de coral; los daños de tormentas; la sobre-pesca; el turismo sin control, y la actividad humana. Todos estos factores han creado un efecto sinérgico que disminuye en gran medida la supervivencia y el éxito reproductivo del coral. La recuperación natural de los corales es un proceso lento, y se dificulta porque hay muchos inhibidores que influyen en su supervivencia.

En general, la mayor amenaza para la supervivencia de los corales es el cambio climático global, en particular el aumento de la temperatura del agua, que provoca el blanqueo de los corales, incrementa la susceptibilidad a las enfermedades, la severidad del fenómeno climático El Niño-Oscilación del Sur, y la acidificación del océano. Por otro lado, las enfermedades coralinas han emergido como una seria amenaza para los arrecifes de coral en todo el mundo y una causa mayor para el deterioro de los mismos,[17] habiéndose incrementado notablemente en la última década.[18]

Las medidas recomendadas para la conservación de esta especie incluyen la investigación en taxonomía, la población, la abundancia y tendencias, el estado de la ecología y hábitat, amenazas y resistencia a las amenazas, la acción de restauración; identificación, creación y gestión de nuevas áreas protegidas; expansión de las áreas protegidas; gestión de la recuperación; y gestión de la enfermedad, y los parásitos patógenos. La propagación artificial y técnicas como la criopreservación de gametos pueden ser importantes para la conservación de la biodiversidad de corales.

P. sinuosa está incluida en el Apéndice II de CITES, lo que significa que en los países firmantes de este tratado se requiere un permiso, tanto para su recolección, como para su comercio.[19] En Estados Unidos está prohibida la recolección de corales para fines comerciales.

Referencias

  1. Turak, E., Sheppard, C. & Wood, E. (2008). «Plerogyra sinuosa». Lista Roja de especies amenazadas de la UICN 2017.1 (en inglés). ISSN 2307-8235. Consultado el 2 de agosto de 2017.
  2. Hoeksema, Bert (2017). «Plerogyra sinuosa (Dana, 1846)». Registro Mundial de Especies Marinas (en inglés). Consultado el 2 de agosto de 2017.
  3. Sheppard CRC (1998) (en inglés) Biodiversity patterns in Indian Ocean corals, and effects of taxonomic error in data. Biodivers Conserv 7:847–868
  4. Veron,J.E.N. (1986) (en inglés) Corals of Australia and the Indo-Pacific. Angus & Robertson Publishers.
  5. http://www.iobis.org/mapper/?taxon_id=493921 IOBIS: Sistema de Información Biogeográfica Oceánica. Consultado el 2 de agosto de 2017.
  6. Debelius, Helmut y Baensch, Hans A. (1998) Atlas Marino. Mergus.
  7. http://animal-world.com/Aquarium-Coral-Reefs/Bubble-Coral
  8. Hall, V. (1996) (en inglés) Reproductive strategies of modular organisms: comparative studies of reef-building corals. Ecology (Washington DC), 77, no. 3 (1996): 950-963.
  9. Dubinsky, Z. (1990) (en inglés) Ecosystems of the World 25: Coral Reefs. New York, NY 10010 USA: Elsevier Science Publishers B.V.
  10. http://es.wiktionary.org/wiki/pl%C3%A1nula
  11. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/15846048
  12. Gilmour, J. (1999) (en inglés) Experimental investigation into the effects of suspended sediment on fertilization, larval survival, and settlement in a scleractinian coral. Marine Biology (Berlin), 135, no. 3: 451-462.
  13. van Hooidonk, R. et al. (2016) Local-scale projections of coral reef futures and implications of the Paris Agreement. Sci. Rep. 6, 39666; doi: 10.1038/srep39666 . Disponible en línea en: https://www.nature.com/articles/srep39666
  14. https://elpais.com/elpais/2016/05/30/ciencia/1464593568_417289.html?rel=mas
  15. http://www.lasexta.com/noticias/ciencia-tecnologia/confirman-blanqueo-corales-arrecife-mas-septentrional-mundo-muchos-estan-muriendo_20170719596f0d130cf20d3cbe8ea207.html
  16. Bruno, J.F., Selig, E.R., Casey, K.S., Page, C.A., Willis, B.L., Harvell, C.D., Sweatman, H., and Melendy, A.M. (2007). Thermal stress and coral cover as drivers of coral disease outbreaks. PLoS Biology 5(6): e124. (en inglés)
  17. Weil, E. (2006) (en inglés) Coral, Ocotocoral and sponge diversity in the reefs of the Jaragua National Park, Dominican Republic. Rev. Bio. Trop. 54(2): 423-443.
  18. Willis, B., Page, C and Dinsdale, E. (2004) (en inglés) Coral disease on the Great Barrier Reef. In: E. Rosenber and Y. Loya (eds), Coral Health and Disease, pp. 69-104. Springer-Verlag Berlin Heidelberg.
  19. http://www.cites.org

Bibliografía

  • Veron, J.E.N., Pichon, M. (1980). Scleractinia of Eastern Australia – Part III. Family Agariciidae, Siderastreidae, Fungiidae, Oculinidae, Merulinidae, Mussidae, Pectinidae, Caryophyllidae, Dendrophylliidae. Australian Institute of Marine Science Monograph Series. 4: 1-459 (en inglés)
  • Veron JEN. (2000). Corals of the World. Vol. 1–3. Australian Institute of Marine Science and CRR, Queensland, Australia. (en inglés)
  • Sprung, Julian y Delbeek, J.Charles. (1994) The Reef Aquarium. Ricordea Publishing. (en inglés)
  • Debelius, Helmut. (2001) Guía de especies del arrecife Asia-Pacífico. IKAN.
  • Borneman, Eric H. (2001) Aquarium corals: Selection, Husbandry and Natural History. Microcosm.T.F.H. (en inglés)
  • Nilsen, Alf J. & Fossa, S.A. (2003) Reef Secrets. TFH Publications. (en inglés)
  • Tullock, J.H. (2001) Natural reef aquariums. T.F.H.Publications. (en inglés)
  • Veron,J.E.N. (1986) Corals of Australia and the Indo-Pacific. Angus & Robertson Publishers. (en inglés)

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