Poblada de abril de 1984

La poblada de abril de 1984 fue una serie de protestas durante los días 23, 24 y 25 de abril de 1984 en República Dominicana durante el gobierno de Salvador Jorge Blanco del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) ante los altos precios de los alimentos de primera necesidad, la corrupción política imperante, la devaluación del peso dominicano y la firma de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).[1]

Poblada de abril
La Poblada de abril de 1984
Fecha 23 de abril de 198425 de abril de 1984
Lugar República DominicanaBandera de la  República Dominicana República Dominicana
Causas Crisis económica, inflación, corrupción
Métodos Protestas violentas, saqueos, incendio de autobuses.
Resultado Movilización de Las Tropas Cazadores de Montaña
Consecuencias Inestabilidad política, caída del apoyo popular de la gestión de Salvador Jorge Blanco, devaluación del peso dominicano
Partes enfrentadas
Sectores molestos de la población Gobierno dominicano Policía Nacional Logo del Ejército de la República Dominicano Ejército
Figuras líderes
Claudio Encarnación Montero Salvador Jorge Blanco
José Francisco Peña Gómez
Saldo
Muertos: 125 (oficial) Medios de prensa de la época aseguraban que los muertos pasaban de 200

El nombre de "poblada" a las protestas le fue dado por el profesor Juan Bosch.

Inicio

La protesta de abril de 1984 ” enarbolada por el FMI era la propuesta de los economistas formados en la Escuela Económica de Chicago (Chicago Boys), y que encabezaba el Premio Nobel de Economía Milton Friedman, la cual planteaba que en medio de la conmoción y confusión interna se pueden hacer reformas impopulares que recuperen la economía.[2]

Para entonces, el tercer gobierno del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) que encabezaba Jorge Blanco atravesaba por una situación económica difícil caracterizada por una inflación galopante, la cual había iniciado en 1981 y que obligaron a adoptar las primeras medidas restrictivas, lo que generó el rechazo de los sectores populares.

En 1981 la crisis presupuestaria obligó al gobierno a limitarse económicamente y a adoptar las primeras medidas de austeridad, lo que se complicaba con el aumento de los precios del petróleo y por ende con el encarecimiento de los productos de primera necesidad.

El lunes 23 de abril de 1984 los barrios marginados de Santo Domingo y el interior del país iniciaron un levantamiento popular que culminó tres días después con un saldo de cientos de personas muertas (más de 500 muertos). El levantamiento popular bautizado por el profesor Juan Bosch como “poblada”, estuvo precedido de más de un año de denuncias y protestas en todo el país por parte de los Comités de Lucha Popular (CLP), dirigidos por la izquierda, y las comunidades Cristianas de Base (CCB), influenciadas por sacerdotes católicos militantes de la Teología de la Liberación, en contra las negociaciones que el gobierno de Jorge Blanco realizaba con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que estrenaba en América Latina la llamada “Política de Shock”.[3]

En los meses de enero y febrero de 1984, la inflación se disparó en un 700%, lo que se tradujo en un aumento de los precios de los productos básicos. Estos factores, unidos a otros provocaron una manifestación popular espontánea cuando el martes 24 de abril de ese año el pueblo se lanzó a las calles. Finalmente las protestas terminaron con la muerte de cientos de personas y miles de personas apresadas, pues Jorge Blanco luego de relevar la policía de lidiar con los manifestantes ordenó a las fuerzas armadas atacar la población civil lo que culminó con una horrenda masacre.

Los reportes de las radioemisoras más populares de entonces Radio Mil, Radio Popular y Radio Comercial, despertaron a la población dominicana informando de protestas, incendio de neumáticos en el sector de Capotillo, en la parte norte de la ciudad.

De barrios populares de Santo Domingo como Simón Bolívar, Cristo Rey, Gualey, Villa Juana y Villas Agrícolas, el movimiento pasó a Los Mina, Villa Duarte, Herrera y Los Alcarrizos y zonas aledañas, arropando para la media mañana toda la capital, con excepción de aquellos sectores del casco central y otros exclusivos habitados por las clases media alta y alta.

Ya para el mediodía se informaba de violentas protestas en ciudades y municipios de Santiago, San Francisco de Macorís, La Vega, Sánchez Ramírez, Salcedo, Puerto Plata, Valverde, San Juan de la Maguana, Barahona, San Cristóbal, Baní, San Pedro de Macorís, Higuey, La Romana, El Seibo y Hato Mayor, entre otros pueblos.

Reacción del gobierno

Aunque en principio el Gobierno pensó que se trataba de un movimiento con dirección política dirigido a socavarlo, lo cierto es que la explosión social sorprendió a todos los grupos políticos, aunque en medio de la situación sí trataron de sacar provecho político en contra del gobierno del Partido Revolucionario Dominicano (PRD).

Distintas versiones atribuyen al doctor José Francisco Peña Gómez, síndico del Distrito Nacional (1982-1986) y líder del PRD, haberse presentado al Palacio Nacional y advertirle al presidente Jorge Blanco que si no sacaba a las Fuerzas Armadas (Ejército Nacional, Marina de Guerra y Fuerza Aérea) de seguro lo tumbarían, ya que la Policía Nacional no podía contener las violentas protestas, aunque si apoyó públicamente las acciones de Jorge Blanco.

El entonces secretario de las Fuerzas Armadas, Manuel Antonio Cuervo Gómez, ordenó la movilización de las tropas élites de Constanza, conocidas como “Cazadores de Montaña” para que tomaran el control de los barrios de Santo Domingo.[4]

Consecuencias

Los tres días de enfrentamientos callejeros de abril de 1984 marcaron al gobierno y al PRD, perdiendo las elecciones presidenciales de 1986 y el juicio y apresamiento del expresidente Jorge Blanco.

Una poblada similar se produjo años más tarde en contra del gobierno de Carlos Andrés Pérez en Venezuela, (caracazo) lo que obligaría al FMI a abandonar la imposición de las del shock y a negociar reformas con los gobiernos. A partir de este momento empezó la devaluación del Peso dominicano. Las protestas llevaron al FMI a revisar su política para América Latina[5]

Las protestas dejaron millones de pesos en pérdidas con saqueos de negocios, quemas de vehículos públicos y privados, bloqueos de carreteras y paralización de todas las actividades durante más de 72 horas.

Muertes

Oficialmente las autoridades aceptaron que más de 125 personas murieron, pero fuentes de prensa de la época, aseguraban que los muertos superaban los 200, ya que las morgues de los hospitales no daban abasto, las emergencias de los hospitales estaban repletas de heridos y todas las dotaciones policiales y militares llenas de detenidos y golpeados.

Véase también

Referencias



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