Rockdrigo

Rodrigo Eduardo González Guzmán (Tampico, Tamaulipas, 25 de diciembre de 1950-Ciudad de México, 19 de septiembre de 1985), conocido como Rockdrigo, fue un cantante y músico mexicano. Se le considera como el principal promotor del rock rupestre.[1]

Rockdrigo

Rockdrigo en 1985 durante el videoclip de su canción, «Balada del asalariado».
Información personal
Nombre de nacimiento Rodrigo Eduardo González Guzmán
Apodo el Profeta del Nopal
el Sacerdote del Rock
Nacimiento 25 de diciembre de 1950
Tampico, Tamaulipas, México
Fallecimiento 19 de septiembre de 1985 (34 años)
Ciudad de México, México
Nacionalidad Mexicana
Familia
Hijos Amanda Lalena Escalante Pimentel. (1979)
Educación
Educado en Universidad Veracruzana (hasta 1975)
Información profesional
Ocupación
  • Cantante
  • Músico
Años activo 1977-1985
Género Rock
folk
rock rupestre
Instrumentos Voz, guitarra, armónica.
Discográfica Independiente
Discos Pentagrama
Productora de onda
Sitio web www.rockdrigo.com.mx

De su autoría, destacan algunas de sus canciones como; «No tengo tiempo de cambiar mi vida», «Estación del Metro Balderas», «Tiempos híbridos (Rancho electrónico)», «Vieja ciudad de hierro», y «Aventuras en el Distrito Federal».[2]

Originario de Tampico, migró a la Ciudad de México en donde inició su actividad artística en 1976. A principios de los años 80, inició presentaciones cantando composiciones propias en las que usaba sólo voz y guitarra acústica en estilo folk. Junto a músicos como Rafael Catana, fue el principal promotor del Colectivo Rupestre,[3] un colectivo de artistas que destacaron[3][4] en el panorama contracultural de dicha época y que serían influencia para el rock mexicano posterior.[4][3]

Biografía y carrera

Estatua de Rockdrigo ubicada en la estación del metro balderas en Ciudad de México.

Rockdrigo nació en la colonia Altavista de Tampico, Tamaulipas, siendo su padre el ingeniero naval Manuel González Sámano y su madre la señora Angelina Guzmán. Estudió en los colegios Federico Froebel y Félix de Jesús Rougier. Durante su infancia y adolescencia, Rockdrigo se nutrió de la tradición musical de la huasteca tamaulipeca y del rock y el blues en lengua inglesa, y conoció la obra del cantautor Chava Flores. Tras concluir su educación media superior, formó parte de varios grupos de rock en su natal Tampico, y también incursionó en el teatro y la literatura.

Abandonó la carrera de psicología en la Universidad Veracruzana y hacia 1975 se fue a vivir a la Ciudad de México. Durante sus primeros años en la ciudad, formó un dueto de canto nuevo con su amigo Gonzalo Rodríguez.[5]

En 1976, Rodrigo González, Gonzalo Rodríguez y otros amigos músicos interpretaron algunas piezas originales en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

En 1979 nació su hija Amanda Lalena Escalante Pimentel. Amanda, como la canción de Te recuerdo Amanda de Víctor Jara y Lalena, como la canción de Donovan.

Rockdrigo trabajó al lado de Javier Bátiz [6] en un bar de la glorieta de Insurgentes llamado Wendy's Pub,[7] alternando con muchos grupos, entre ellos el Grupo Dama. Fue ahí donde lo conoció José Agustín, quien le escribió una reseña en el diario Unomásuno, en la cual declaraba: «si ya hay en el rock de México quien domine a la perfección la técnica, la cadencia y el ritmo junto con un talento para componer canciones que retraten nuestra realidad a la altura de nuestros grandes compositores como José Alfredo Jiménez o Chava Flores, no puedo más que decir que, de entrada, con Rodrigo González tenemos un rock más complejo, crítico e inteligente...».

Ya entrada la década de los ochenta, Rockdrigo, junto a artistas como Nina Galindo, Rafael Catana, Eblén Macari, Roberto Ponce, Roberto González, Fausto Arrellín y Alain Derbez [8] fue un promotor del Colectivo Rupestre, un núcleo de artistas de importancia para el desarrollo del rock mexicano. Hacia 1984 se presentó en diversos foros patrocinado por el CREA y editó un casete de manera independiente, Hurbanistorias, que a la postre sería el único material que él supervisó.

Placa de Rockdrigo González en el Metro Balderas

Entre 1984 y 1985 su carrera musical tuvo un despegue. Aparecía en periódicos y revistas, en la televisión (programas Música urbana[9] y Flores de asfalto de Imevisión[10] y en películas (Un toke de roc de Sergio García Michel y ¿Cómo ves? de Paul Leduc) y se presentaba en conciertos ya fuera en solitario[11] o acompañado de su banda Quál,[12] con los músicos Fausto Arrellín, Adrián Gasca y Francisco Acevedo.

En 1985 El Tri hizo una versión de su canción Metro Balderas, en la que, según Rockdrigo, Álex Lora quitó la referencia a Sigmund Freud y le cambió el sentido (en la original un joven pierde a su novia entre las multitudes del metro, mientras que en la versión de Lora la novia se vuelve prostituta) para hacerla más comercial, algo con lo que Rockdrigo no estuvo conforme.[13]

En septiembre de 1985, Rockdrigo entabló una negociación con el productor José Xavier "Pepe" Návar, de la compañía discográfica WEA, con la finalidad de realizar un disco profesional, proyecto que nunca se llevó a cabo debido primero a la muerte de Rockdrigo y después debido a que Pepe Návar no se puso de acuerdo con el papá de Rockdrigo ni en términos de desarrollo del concepto ni en términos del porcentaje de regalías.[14]

El rock rupestre

En noviembre de 1984 se realizó el Segundo Festival de la Canción Rupestre del Museo Universitario del Chopo de la UNAM, una serie de presentaciones de músicos pertenecientes al movimiento de rock en español en la ciudad de México, cantautores como Jaime López, Guillermo Briseño, Roberto González, Eblen Macari, Nina Galindo, Rafael Catana, Roberto Ponce, Álex Lora (por entonces recién separado de Three souls in my mind) y el propio Rockdrigo.[15]

Aunque ya desde 1982 entre Jaime López y el saxofonista Alain Derbez habían organizado las primeras Jornadas de la Creación Rupestre en el Centro Cultural Ollin Yoliztli, Rockdrigo fue el autor del Manifiesto rupestre[16] un texto humorístico que acompañó a la difusión de la serie de conciertos en el Museo Universitario del Chopo:

No es que los rupestres se hayan escapado del antiguo Museo de Ciencias Naturales ni mucho menos del de Antropología, o que hayan llegado de los cerros escondidos en un camión lleno de gallinas y frijoles. Se trata solamente de un membrete que se cuelgan todos aquellos que no están muy guapos ni tienen voz de tenor ni componen como las grandes cimas de la sabiduría estética, o (lo peor) no tienen un equipo electrónico sofisticado lleno de sintes y efectos muy locos que apantallen al primer despistado que se les ponga enfrente. Han tenido que encuevarse en sus propias alcantarillas de concreto y en muchas ocasiones quedarse como el chinito ante la cultura: nomás milando. Los rupestres por lo general son sencillos, no la hacen mucho de tos con tanto chango y faramalla como acostumbran los no rupestres, pero tienen tanto que proponer con sus guitarras de palo y sus voces acabadas de salir del ron... son poetas y locochones, rocanroleros y trovadores, simples y elaborados. Gustan de la fantasía, le mientan la madre a lo cotidiano, tocan como carpinteros venusinos y cantan como becerros en un examen final del conservatorio

Muerte

Lentes y guitarra de Rockdrigo, rescatados por Gonzalo Rodríguez de entre los escombros del edificio que habitaba en la Ciudad de México.

La vida de Rockdrigo y su última pareja, Françoise Bardinet, profesora de francés en la Alianza Francesa, llegó a su fin con el terremoto del 85,[17] horas después de una última presentación en ocasión del primer aniversario del periódico La Jornada. Su departamento estaba ubicado en un edificio de la calle Bruselas (número 8), en la colonia Juárez.[18]

Legado

Amanda Lalena, hija de Rockdrigo.

A la muerte de Rockdrigo, con la anuencia de su padre, don Manuel González Sámano, sus amigos constituyeron la Asociación Civil Rancho Electrónico [19] con el objetivo de recopilar su obra y destinar a un fideicomiso las regalías que generara la venta de sus discos.

Este fideicomiso tuvo como fin contribuir a la educación y manutención de la hija que tuvo con Mireya Escalante, su pareja desde los años de juventud en Tampico: Amanda Lalena González Escalante (identidad oficial: Amanda Lalena Escalante Pimentel), nacida en 1979. Se ha dicho que el manejo de ese fideicomiso, que se extinguiría cuando Lalena tuviera 18 años, momento a partir del cual ella podría disponer de la obra como ella lo deseara, fue opaco.[20]

Cabe señalar que hasta el año de 2015, ninguna de las canciones o creaciones de Rockdrigo estaba registrada ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor.[21]

La hija de Rodrigo estudió literatura en la SOGEM. De manera paralela a su trabajo como escritora (p. ej. Trece latas de atún), decidió hacer una carrera musical bajo el pseudónimo de Amandititita,[22] en el género de la anarcumbia, basado en la narración historias urbanas y de crítica social,[23] reservándose, salvo excepciones, su opinión sobre la herencia de Rockdrigo.[24][25]

Obra

Gran parte de su obra ha sido editada en cuatro discos por Ediciones Pentagrama: Hurbanistorias, El profeta del nopal, Aventuras en el Defe y No estoy loco.[26]

Fausto Arrellín (con el grupo Quál) y Roberto Ponce también han grabado canciones que no aparecen en los discos de Ediciones Pentagrama, como A ver cuándo vas (del álbum Los rupestres a Rockdrigo) y El tren de los locos (del álbum In a revisionist mood de La Escalera de Jacob).

En el disco de Los rupestres a Rockdrigo, Arturo Meza musicalizó el poema de Rockdrigo El hombre de plata.

También existen algunas grabaciones no oficiales distribuidas a través de internet: Rockdrigo en vivo en el café de los artesanos, de la cual se retomaron algunas pistas para producir sus discos póstumos en Ediciones Pentagrama y Rockdrigo en Radio Mexiquense, que incluye varios de sus temas más conocidos y una larga entrevista sobre su obra musical, su experiencia como músico callejero y sus proyectos a futuro.

Rockdrigo y Pepe Návar en el viejo Tianguis del Chopo en Oyamel. Foto del libro Guaraches de ante azul de Federico Arana

José Xavier Návar, productor elegido por Rockdrigo para producir profesionalmente su primer disco de larga duración con una compañía discográfica internacional,[27] resguarda las últimas grabaciones del compositor tampiqueño,[28] mas hasta septiembre de 2018 no había llegado a un acuerdo con Genoveva González Guzmán para editar las que fueron las últimas grabaciones de Rockdrigo.[cita requerida]

Hay algunas canciones de Rockdrigo que se consideran perdidas, como El guapo, El Mercenario, Escuela de desempleados y El compadre que se va al espacio.

Discografía oficial

Tras la muerte de Rockdrigo, Ediciones Pentagrama publicó los siguientes cuatro discos:

(En 2013, cuando se anunciaron nuevas grabaciones de Rockdrigo con Sony Music, Ediciones Pentagrama señaló que supuestamente Hurbanistorias fue editado por esta compañía en vida de Rockdrigo,[32] lo cual es falso).[33]

Grabaciones inéditas

Estas grabaciones, inicialmente lanzadas como bootlegs por algunos fanes del músico a través de Napster, pueden descargarse en el sitio rockdrigo.com.mx.[34]

Participaciones

En 1983 acompañó a Javier Bátiz en el disco Radiocomplacencias con el tema Blowin' in the Wind, original de Bob Dylan, tocando la guitarra y la armónica.[35]

Filmografía

Se han hecho algunos documentales sobre Rockdrigo:

  • Rockdrigo a diez años/ ¿Por qué no me las prestas?, de Sergio García Michel.
  • Rockdrigo. La ciudad del recuerdo, de Alejandro Ramírez.
  • No tuvo tiempo, la hurbanistoria de Rockdrigo (2004) de Rafael Montero[36]

Referencias

  1. Violeta Torres Medina: Rock-eros en concreto (Apéndice sobre géneros y subgéneros). pp. Apéndice.
  2. Rossana Reguillo (coord.) - Tiempo de híbridos. pp. Título del libro.
  3. Agustín, José (3 de octubre de 2013). La contracultura en México: La historia y el significado de los rebeldes sin causa, los jipitecas, los punks. Penguin Random House Grupo Editorial México. ISBN 9786073119504. Consultado el 30 de abril de 2016.
  4. «Recuerdan al movimiento rupestre con un libro». El Universal. Consultado el 30 de abril de 2016.
  5. Crisol de palabras (Gonzalo Rodríguez y Rockdrigo). pp. s/p.
  6. Javier Bátiz bautizó a Rockdrigo. pp. s/p.
  7. Chava Rock - Wendy's Pub de Insurgentes. pp. s/p.
  8. Alain Derbez sobre Rockdrigo González y el colectivo Rupestre. pp. s/p.
  9. Música urbana o Hurbanistorias (monográfico sobre Rockdrigo). pp. s/p.
  10. Programa Flores de asfalto (monográfico sobre Rockdrigo y los rupestres). pp. s/p.
  11. Rockdrigo como solista, interpretando Tiempos híbridos en la TV. pp. s/p.
  12. Rockdrigo y su banda Quál en la televisión. pp. s/p.
  13. Rockdrigo y Alex Lora, una confrontación radiofónica. pp. s/p.
  14. Cintas perdidas de Rockdrigo. pp. s/p.
  15. Mac Masters, Merry (12 de noviembre de 1984). «El rock, un pretexto para hacer un festival de la canción rupestre.». Periódico El Nacional. Consultado el 25 de mayo de 2013.
  16. Manifiesto rupestre en voz del locutor Emilio Ebergenyi. pp. s/p.
  17. Bruselas 8 esquina con Liverpool en la Colonia Juárez (escombros del edificio). pp. s/p.
  18. Bruselas 8 esquina con Liverpool en la Colonia Juárez (antes del terremoto). pp. s/p.
  19. Un "Rockdrigo" González inédito. pp. s/p.
  20. Sentencia a su favor. Amanda Lalena, albacea de Rockdrigo. pp. s/p.
  21. Libro "La obra de Rockdrigo" (Adelanto). pp. s/p.
  22. Discografía de Amandititita. pp. s/p.
  23. Amandititita - La Descarada (Festival Le Grand Soufflet 2013). pp. s/p.
  24. Amandititita: Algo de suerte (Opinión sobre la herencia de Rockdrigo). pp. s/p.
  25. 11 Mas (28 de julio de 2020). «Historia de Rockdrigo'». Rock111. Consultado el 5 de agosto de 2020.
  26. Catálogo 71-96 Ñ-Z. pp. 84-85. Archivado desde el original el 22 de septiembre de 2016. Consultado el 19 de septiembre de 2016.
  27. 'La Noche W' del lunes 20 de septiembre. Con Pepe Navar, recordando a Rockdrigo González. pp. s/p.
  28. Dan a conocer grabaciones inéditas de Rockdrigo, a casi 28 años de su muerte. pp. s/p.
  29. El Profeta del Nopal. pp. s/p.
  30. Aventuras en el Defe. El tercero de Rockdrigo. pp. s/p.
  31. Rockdrigo a siete años del sismo. Celebración y luto (No estoy loco). pp. s/p.
  32. Aclara Pentagrama que editó Hurbanohistorias en 1984, antes de que el músico muriera. pp. s/p.
  33. Hurbanohistorias (sic), único caset de Rockdrigo. pp. s/p.
  34. El mito de "Rockdrigo" pervive en su página web. pp. s/p.
  35. Javier Bátiz - Blowin' in the wind (feat. Rockdrigo González. pp. s/p.
  36. «No tuvo tiempo, la hurbanistoria de Rockdrigo (2004)».

Enlaces externos

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