Santo patrón
En la creencia religiosa, un santo patrón (en latín: sanctus patrōnus) es un santo que tiene una afinidad especial hacia una comunidad o a un grupo específico de personas. Los términos patrón y patrono son sinónimos de defensor y protector.
El concepto de Santo patrón se define como intercesores y abogados ante Dios, sea de una nación, un pueblo, un lugar, una actividad, una clase, una congregación, un clan o una familia.[1]
Veneración
La Iglesia católica considera la veneración a los santos como una práctica que tiene base en la Biblia, entre otros ejemplos se citan:[2][3]
Ningún santo está muerto, todos están vivos en el cielo:
¿No habéis leído aquellas palabras de Dios cuando os dice: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? No es un Dios de muertos, sino de vivos.Mateo 22, 31-32.
Los santos del cielo reciben las oraciones de los que están en la tierra y pueden presentarlas ante Dios:
Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos.Ap 5,8.
Los apóstoles intercedieron para lograr sanaciones en la gente común:
Había un hombre, tullido desde su nacimiento, al que llevaban y ponían todos los días junto a la puerta del Templo llamada Hermosa para que pidiera limosna a los que entraban en el Templo. Este, al ver a Pedro y a Juan que iban a entrar en el Templo, les pidió una limosna. Pedro fijó en él la mirada juntamente con Juan, y le dijo: «Míranos». El les miraba con fijeza esperando recibir algo de ellos. Pedro le dijo: «No tengo plata ni oro; pero lo que tengo, te doy: en nombre de Jesucristo, el Nazareno, ponte a andar». Y tomándole de la mano derecha le levantó. Al instante cobraron fuerza sus pies y tobillos, y de un salto se puso en pie y andaba. Entró con ellos en el Templo andando, saltando y alabando a Dios”.Hech 3,1-8.
San Pablo de Tarso oró por un tullido, no lo mandó a que le pidiera directamente a Jesús:
Había allí, sentado, un hombre tullido de pies, cojo de nacimiento y que nunca había andado. Este escuchaba a Pablo que hablaba. Pablo fijó en él su mirada y viendo que tenía fe para ser curado, le dijo con fuerte voz: «Ponte derecho sobre tus pies». Y él dio un salto y se puso a caminar.Hech 14,8-10
El Concilio Vaticano II expresó el vínculo de veneración hacia los santos cuyos carismas los hacían recomendables a la devoción e imitación de los fieles:
La Iglesia de los viadores [...], ya desde los primeros tiempos de la religión cristiana guardó con gran piedad la memoria de los difuntos y ofreció sufragios por ellos, porque santo y saludable es el pensamiento de orar por los difuntos para que queden libres de sus pecados (2 Macabeos 12, 46). Siempre creyó la Iglesia que los Apóstoles y mártires de Cristo, por haber dado el supremo testimonio de fe y de caridad con el derramamiento de su sangre, nos están más íntimamente unidos en Cristo; les profesó especial veneración junto con la Bienaventurada Virgen y los santos ángeles e imploró piadosamente el auxilio de su intercesión. A éstos pronto fueron agregados también quienes habían imitado más de cerca la virginidad y pobreza de Cristo y, finalmente, todos los demás, cuyo preclaro ejercicio de virtudes cristianas y cuyos carismas divinos los hacían recomendables a la piadosa devoción e imitación de los fieles. [...] Es, por tanto, sumamente conveniente que amemos a los amigos y coherederos de Cristo, hermanos también y eximios bienhechores nuestros; que rindamos a Dios las gracias que le debemos por ellos; que los invoquemos humildemente y que, para impetrar de Dios beneficios por medio de su Hijo Jesucristo, nuestro Señor, que es el único Redentor y Salvador nuestro, acudamos a sus oraciones, protección y socorro. Todo genuino testimonio de amor que ofrezcamos a los bienaventurados se dirige, por su propia naturaleza, a Cristo y termina en Él, que es la corona de todos los santos, y por Él va a Dios, que es admirable en sus santos y en ellos es glorificado.[4]
En España la mayor parte de las localidades tienen un patrón y una patrona, en cuyo honor se celebran las fiestas mayores de la localidad. Los patrones son santos o advocaciones de Cristo y las patronas santas o advocaciones de la Virgen.
La veneración de los santos en la Iglesia católica se sustenta (aunque no explícitamente) en la Biblia (en libros como Macabeos) y en la Sagrada Tradición, que ésta atestigua que los primeros cristianos sí creían en la intercesión y por ende veneración de los santos.
Oposición
Algunas sectas y congregaciones protestantes desconocen el patronazgo de los santos y su veneración basándose en su interpretación bíblica y desestimando escritos posteriores de cualquier otra autoridad humana por considerarlos carentes de la inspiración del Espíritu Santo que sí le atribuyen a los escritos canónicos. Sin embargo, protestantes como los luteranos y los anglicanos sí que aceptan la veneración de los santos y su patronazgo.
Al ser Cristo el único mediador entre Dios y los hombres, niegan la necesidad de terceras figuras que intercedan, siguiendo los escritos de 1.ª Timoteo 2:5 (Primer Epístola del apóstol San Pablo a Timoteo)[5] y Hebreos 4:14-16 (Epístola a los Hebreos).[6]
Patronazgos de los santos
Por continentes
Por regiones
Ubicaciones extraterrestres
Lugar | Santo patrón |
---|---|
Luna | Virgen María, madre de Jesús[19][20] |
Espacio exterior | José de Cupertino[21] |
Por colectivos
- abogados - Santo Tomás Moro, san Ivo de Kermartin, san Raimundo de Peñafort y san Alfonso María de Ligorio;
- protección de datos - San Judas Tadeo;
- acólitos y monaguillos - San Tarsicio, santo Dominguito de Val, santo Domingo Savio y san Juan Berchmans;
- actores - San Ginés de Roma;
- administradores de fincas - Santo Domingo de la Calzada;
- arqueólogos - San Dámaso y santa Helena;
- artilleros y bomberos - Santa Bárbara y san Florián;
- artistas - Beato Fra Angélico y San Lucas el Evangelista;
- aviadores - Ntra. Sra. de Loreto y san José de Cupertino;
- bancos de sangre - San Jenaro;
- banqueros - San Carlos Borromeo;
- cesárea - San Cesáreo de África;
- campaneros - San Paulino de Nola;
- carpinteros - San José;
- cerrajeros - San Quintín y san Pedro;
- cerveceros - San Arnulfo de Metz;
- cineastas - San Juan Bosco;
- comerciantes - San Martín de Tours;
- delineantes - San Francisco de Paula;
- dentistas - Santa Apolonia de Alejandría;
- destechados (personas sin hogar) y vagabundos - San Pedro de Betancur y San Benito José Labre;
- discriminaciones - Santa Laura Montoya;
- divorciados - Santa Fabiola de Roma;
- ecólogos - San Francisco de Asís;
- economistas - San Pablo y san Mateo;
- electricistas - Virgen de la Candelaria;
- encuadernadores - San Juan;
- enfermeros - San Camilo de Lelis y san Juan de Dios;
- enfermos - Nuestra Señora de Lourdes y san Juan de Dios;
- Se declararon además patronos de enfermos con una dolencia específica, a santos que, por lo general, experimentaron la misma dolencia, o una similar en cuanto a sus implicancias sociales.
- enfermos de artrosis - San Alfonso María de Ligorio;
- enfermos de cáncer - San Ezequiel Moreno y san Peregrino Laziosi;
- enfermos de cáncer de huesos - Santa Tecla;
- enfermos de celiaquía - San Antonio de Padua;
- enfermos de escoliosis - San José de Anchieta;
- enfermos de lepra - San Damián de Veuster, San Lázaro de Betania y San Gil;
- enfermos de sida - San Damián de Veuster (por combatir la discriminación) y san Peregrino Laziosi;
- enfermos de tuberculosis - Santa Rosa de Lima[22]
- enfermos de la garganta - San Blas y san Suitberto de Kaiserswerth;
- enfermos de la vista y que padecen ceguera - Santa Lucía;
- Se declararon además patronos de enfermos con una dolencia específica, a santos que, por lo general, experimentaron la misma dolencia, o una similar en cuanto a sus implicancias sociales.
- esclavos - San Pedro Claver;
- escritores - San Juan y san Francisco de Sales;
- estudiantes - Santa Catalina de Alejandría, santo Tomás de Aquino, San José de Calasanz, san José de Cupertino, san Gabriel de la Dolorosa, Virgen de los estudiantes (Virgen de las Escuelas Pías), santa Brígida de Kildare;
- farmacéuticos - Inmaculada Concepción y santos Cosme y Damián;
- filosofía, escritores e informáticos - Santa Catalina de Alejandría, san Isidoro de Sevilla, beato Raimundo Lulio y San Héctor Valdivielso Sáez;
- historiadores - San Beda el venerable;
- huérfanos - Santa Laura Montoya y santa Luisa de Marillac;
- humoristas - San Felipe Neri y san Ginés de Roma;
- hosteleros - Santa Marta;
- iglesia universal - San José; Inmaculada Concepción;
- ingenieros - San José;
- ingenieros de caminos, canales y puertos - Santo Domingo de la Calzada;
- ingenieros de minas - Santa Bárbara;
- ingenieros de montes - San Francisco de Asís;
- ingeniería politécnica - San Fernando Rey;
- inmigrantes - Santa Francisca Javiera Cabrini;
- internet - San Isidoro de Sevilla y beato Santiago Alberione;
- jóvenes - San Luis Gonzaga y san Juan Bosco;
- juristas - San Raimundo de Peñafort;
- juventud cofrade - San Juan;
- kinesiología - Santa Teresa de Calcuta;
- labradores - San Isidro Labrador;
- lactantes - San Mamés;
- libreros - San Juan;
- loteros - Nuestra Señora de Gracia y Esperanza;
- maestros - San José de Calasanz y San Juan Bautista de La Salle;
- madres y esposas - Santa Mónica;
- mar y fuerzas armadas - Virgen del Carmen;
- marinos - Stella Maris; Virgen del Carmen; San Telmo;
- matrimonios - San Valentín de Roma;
- médicos - San Rafael Arcángel, San Lucas, santos Cosme y Damián, san José Moscati, san Ricardo Pampuri y san Pantaleón;
- militares - Santa Bárbara, san Miguel Arcángel y san Jorge;
- mineros - San Lorenzo, santa Bárbara;
- misioneros - Santa Teresita del Niño Jesús y san Francisco Javier;
- misioneros entre los negros - San Pedro Claver;
- músicos - Santa Cecilia, san Ambrosio de Milán y san Gregorio I Magno;
- niños - San Nicolás y los Santos Inocentes;
- objetos extraviados - San Antonio de Padua;
- oculistas y oftalmólogos - Santa Lucía;
- ópticos y optometristas - Santa Otilia;
- panaderos - San Honorato y Virgen de Regla;
- parejas - San Antonio de Padua y San Valentín de Roma;
- pastores - Divina Pastora de las Almas;
- periodistas y reporteros - San Francisco de Sales y beato Manuel Lozano Garrido;
- pescadores - San Pedro;
- pintores - Beato Fra Angélico y San Lucas el Evangelista;
- pobres y afligidos - San Sebastián y Santa Juana Jugan;
- poetas - San Juan de la Cruz;
- policías - Santo Ángel Custodio;
- políticos - Santo Tomás Moro;
- prestamistas - San Nicolás;
- psicólogos - Santa Dimpna de Irlanda;
- químicos - San Alberto Magno;
- radioaficionados - San Maximiliano María Kolbe;
- operadores y locutores de radio - San Gabriel Arcángel;
- sacerdotes - San Juan María Vianney;
- sastres - San Homobono;
- servidores de los enfermos o servidores de salud - San Pedro de San José de Betancur;[23]
- soldados y scouts - San Jorge;
- técnicos dentales - San Lucas el Evangelista;
- tejedores - Santa Anastasia de Sirmio;
- teólogos - San Juan, san Pablo y san Agustín;
- tintoreros - Santa Lidia de Tiatira;
- toreros - San Pedro Regalado;
- trabajadores - San José;
- traductores - San Jerónimo;
- transportistas - San Cristóbal y beato Sebastián de Aparicio;
- para evitar el aborto - San Ramón Nonato, Nuestra Señora de Guadalupe y santa Catalina de Suecia;
- de las muchachas casaderas - Santa Catalina de Alejandría y san Antonio de Padua;
Por grupo étnico o nacional
Varios pueblos cristianos han tomado santos como sus patronos étnicos. Otros son santos que se los identifica generalmente con una determinada comunidad o grupo étnico, entre ellos:
- Pueblo vasco - San Ignacio de Loyola;[24]
- Pueblo andaluz - San Juan de Ávila;
- Pueblo canario - Nuestra Señora de la Candelaria;[25] San Pedro de San José de Betancur;[26]
- Pueblo búlgaro - San Juan de Rila;
- Pueblo córnico - San Piran; San Petroc;
- Pueblo croata - San José;[27]
- Pueblo inglés - San Jorge de Capadocia;[28] Nuestra Señora de Walsingham; Eduardo el Confesor; Eduardo el Mártir; Miguel Arcángel;
- Pueblo francés - Santa Juana de Arco;[28]
- Pueblo gaélico - San Columba;
- Pueblo alemán - Arcángel Miguel;
- Pueblo húngaro - San Esteban de Hungría;[29]
- Pueblo irlandés - San Patricio;[28] Santa Brígida;
- Pueblo italiano - San Francisco de Asís; Santa Catalina de Siena;[30]
- Pueblo macedonio - San Clemente de Ocrida;
- Pueblo manés - San Maughold;
- Pueblo polaco - San Estanislao Kostka;[28]
- Pueblo rumano - San Andrés;
- Pueblo escocés - San Andrés; Santa Margarita de Escocia; San Columba de Iona;[28]
- Pueblo serbio - San Sava;[31]
- Pueblo galés - San David de Gales;[28]
- Pueblo gitano - Beato Ceferino Giménez Malla;
- Pueblo armenio - San Gregorio el Iluminador;[32]
- Pueblo bicolano - Nuestra Señora de Peñafrancia;
- Filipinos chinos - San Lorenzo Ruiz;
- Pueblo georgiano - San Jorge de Capadocia;[33]
- Pampangueños - Virgen de los Remedios de Pampanga;
- Pangasinenses - Nuestra Señora de Manaoag;[34]
- Cristianos sirios de Kerala - Santo Tomás Apóstol;
- Canadienses franceses - San Juan Bautista;
- Pueblos indígenas de las Américas - San Juan Diego;
- Mexicanos - Nuestra Señora de Guadalupe;
- Amerindios de Canadá - Santa Catalina Tekakwitha;
- Pueblo argentino - Nuestra Señora de Luján;
Bibliografía
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Referencias
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