Sardes

Sardes (en lidio: 𐤳𐤱𐤠𐤭𐤣 Sfard; en griego αἱ Σάρδεις, en jónico Σάρδιες, forma contraída Σάρδῑς Sardis; en persa Sparda; en hebreo: ספרד Sfarad) fue una antigua ciudad de Asia Menor fundada por el rey lidio Giges (680-644 a. C.) como capital del antiguo reino de Lidia. Se corresponde con la actual Sart, en la provincia turca de Manisa, en la ladera septentrional del monte Tmolo (actual Boz Dag), en el valle medio del río Pactolo (actual Gediz), que desemboca en el mar Egeo.

El antiguo gimnasio de Sardes.
Ubicación de Sardes en Anatolia.

Historia

Un templo de Afrodita en Sardes.
La sinagoga en Sardes.
La sinagoga en Sardes.
Mapa de las revueltas de las ciudades jonias previas a las guerras médicas, de las que Sardes fue uno de los escenarios destacados.

Si bien durante el siglo VIII a. C. Lidia permaneció eclipsada por la vecina Frigia, con la llegada al poder de la Dinastía Mermnada (c. 687 a. C.) se inicia un período de expansión, el cual se plasma en el crecimiento de su capital, Sardes. Hacia el 644 a. C., invasores cimerios saquearon la ciudad baja de Sardes. A pesar de ello, siguió funcionando como capital de Lidia, hasta la conquista persa por Ciro el Grande, hacia el 546 a. C. Los persas dieron el nombre de Sardes a toda la satrapía (Sparda en persa). En Sardes comenzaba el camino real que conducía a la capital persa de Susa.

Fue incendiada por los jonios, apoyados por los atenienses en el 499 a. C., durante la revuelta jónica.

Tras la conquista macedonia en el siglo IV a. C., pasó a formar parte del reino seléucida. Tras la batalla de Magnesia, que enfrentó a las fuerzas seléucidas de Antíoco III contra el ejército de Roma, la región pasó a formar parte del reino helenístico de Pérgamo, aliado de Roma. Al morir el rey Átalo III de Pérgamo, dejó su reino en herencia a la República romana (133 a. C.), convirtiéndose en la provincia de Asia en 129 a. C.

Sardes fue destruida por un terremoto en el año 17, durante el reinado de Tiberio, si bien fue reconstruida. Llegó a ser posteriormente cabeza de conventus durante el Imperio romano, y capital de la provincia de Lidia durante la última etapa del Imperio y durante el devenir del Imperio bizantino.

Empezó a decaer tras los saqueos del rey sasánida Cosroes II (617).

Fue perdiendo importancia al estar alejada de las más importantes rutas de comunicación bizantinas. Los turcos selyúcidas invadieron la región a finales del siglo XI, si bien los bizantinos pudieron recuperarla. Los selyúcidas volvieron a asolar la zona, tomando la ciudadela de Sardes por traición en 1306. Finalmente, la ciudad sería definitivamente destruida con la invasión de Tamerlán de Asia Menor, en 1402.

Restos arqueológicos

Sardes es actualmente una de las zonas arqueológicas más gratificantes de Turquía, enmarcada en un medio ambiente bien conservado, y que resulta un gran punto turístico.

Las ruinas de la ciudad quedan divididas en dos por una carretera. La zona norte está ocupada por un camino monumental flanqueado por tiendas, un gimnasio y una sinagoga, que datan de la época de los asentamientos judíos en Sardes. Siguiendo el camino se encuentran las ruinas de un teatro helénico y un estadio.

Entre los templos destaca el de Artemisa, en cuyas inmediaciones se conserva el altar, una torre de mármol de la época de Antíoco III el Grande (finales del siglo III a. C.) y ruinas bizantinas.

A cierta distancia se enclava una necrópolis, en la que destacan dos grandes túmulos antiguos.

Referencias posteriores

Templo de Artemis en Sardes.

Sardes y el cristianismo primitivo

Sardes era una de las Siete Iglesias de Asia menor en el libro del Apocalipsis. Según las Escrituras, la iglesia en Sardes estaba muerta, aunque conserve el nombre de cuando estaba viva. Esto es aplicado según los protestantes y dispensacionalistas al estado espiritual de los integrantes de esas comunidades cristianas, ya que el estar muerto bíblicamente significa «estar o vivir en apostasía». Sardis como se sabe significa "los escapados" o "sobrevivientes", lo que da idea de cual es el significado del mensaje de Juan para esa iglesia.

Las ruinas de Sardes

El recuerdo del nombre antiguo no se perdió nunca: sus ruinas fueron identificadas por Ciríaco de Ancona en 1426. Cuando durante la primera mitad del siglo XVII fue descrita por el explorador y viajero francés Jean-Baptiste Tavernier aún estaban en pie, coronadas por el arquitrabe, seis columnas del gran templo de Atenea.

Bibliografía

  • Sardis from Prehistoric to Roman Times: Results of the Archaeological Exploration of Sardis 1958-1975, George M. A. Hanfmann y otros, ISBN 0-674-78925-3, Harvard University Press
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