Septiembre Negro en Jordania
Septiembre Negro (en árabe, أيلول الأسود aylūl al-aswad) es el nombre con el que se conoce el conflicto civil que tuvo lugar en Jordania en septiembre de 1970 entre la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y Hussein de Jordania. Aunque la mayoría de los historiadores lo consideran el comienzo de la expulsión de la OLP de Jordania, ya se habían dado constantes escaramuzas entre la OLP y las Fuerzas Armadas Reales de Jordania antes de septiembre de 1970 y el conflicto fue sólo la cristalización de las malas relaciones entre el reino y los militantes palestinos.
Septiembre Negro en Jordania | ||||
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Parte de Guerra Fría, Guerra Fría Árabe y Conflicto Árabe-Israelí | ||||
Columna de humo sobre Ammán durante los combates entre el Ejército jordano y los fedayines, 1 de octubre de 1970. | ||||
Fecha | 6 de septiembre de 1970–17 de julio de 1971 | |||
Lugar | Jordania | |||
Resultado | Ambas partes se adjudican la victoria | |||
Consecuencias |
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Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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Fuerzas en combate | ||||
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Después de que Jordania perdiera Cisjordania a manos de Israel en la Guerra de los Seis Días, en 1967, combatientes palestinos, conocidos como fedayines, trasladaron sus bases a Jordania e incrementaron sus ataques contra Israel y los territorios que el país hebreo había ocupado. Un ataque de represalia israelí llevado a cabo en la localidad jordana de Karameh, cerca de la frontera con Cisjordania, se transformó en una batalla y la aparente victoria conjunta entre las Fuerzas Armadas Reales Jordanas (FARJ) y los fedayines palestinos condujo a un aumento del apoyo árabe a los palestinos en Jordania. La OLP ganó notoriedad y en 1970 algunas facciones dentro de dicha organización comenzaron a reclamar el derrocamiento de la monarquía hachemí. Operando como un Estado dentro de otro Estado, la OLP ignoró las leyes y regulaciones locales, e incluso intentaron asesinar al rey Hussein en dos ocasiones. Esto desencadenó violentos enfrentamientos entre la OLP y el ejército jordano en junio de 1970. Hussein quería deshacerse de los palestinos, pero se mostró reacio a atacarlos para impedir que sus enemigos lo usaran contra él y equipararan a los fedayines con la población civil. Las acciones de la OLP culminaron con los secuestros de Dawson's Field, en los que tres aeronaves fueron forzadas a aterrizar en Zarka, sus pasajeros extranjeros tomados como rehenes y los aparatos vacíos detonados en la pista frente de la prensa internacional. Hussein vio el suceso como la gota que rebasó el vaso y ordenó a su ejército atacar.[1]
El 17 de septiembre, el ejército jordanos rodeó ciudades con importante presencia de la OLP, incluyendo la capital Amán e Irbid, y bombardeó a los fedayines que se encontraban atrincherados en los campos de refugiados palestinos. Al día siguiente, unos 250 tanques sirios se adentraron en Jordania por su frontera norte[2] en apoyo del Ejército por la Liberación de Palestina y avanzaron hacia Irbid, que previamente había sido declarada como ciudad «liberada» por los guerrilleros. Hussein se vio forzado a solicitar ayuda militar de Estados Unidos y del Reino Unido y a permitir que aviones israelíes sobrevolasen el espacio aéreo jordano para atacar a las fuerzas sirias.[2] El 22 de septiembre, los sirios se retiraron tras haber sufrido importantes bajas luego de un ataque aéreo jordano. La presión de otros países árabes llevó a Hussein a detener la ofensiva. El 27 de septiembre firmó un acuerdo con Arafat en el que se hacían concesiones a los palestinos[2] y se regulaba la presencia de los fedayines. Sin embargo, el ejército jordano volvió a atacarlos en enero de 1971. Los fedayines fueron expulsados uno a uno, hasta que el último contingente de 2000 combatientes palestinos se rindió al verse acorralado en un bosque cerca de Ajlun, el 17 de julio, marcando el fin del conflicto.[1]
Jordania permitió a los fedayines dirigirse hacia el Líbano a través de Siria, en donde participarían en la guerra civil que asolaría dicho país. La organización Septiembre Negro fue creada durante el conflicto para llevar a cabo represalias. El grupo se adjudicó el asesinato del primer ministro jordano Wasfi el-Tell en 1971, y la matanza de atletas israelíes durante los Juegos Olímpicos de Múnich 1972.[3]
Trasfondo
Los palestinos en Jordania
Tras finalizar el Mandato Británico de Palestina y con la expulsión o el exilio de más de 800 000 palestinos durante la guerra de 1948, los palestinos pasaron a vivir en campos de refugiados en países limítrofes de Israel como Líbano, Siria y Jordania, para nunca poder regresar a su tierra. De todos aquellos estados, solo el Reino de Jordania les dio ciudadanía, aunque en otros lugares como la Franja de Gaza, ocupada por Egipto, estuvieron bajo una administración militar. Los palestinos en Cisjordania, por ejemplo, no hacían discriminación entre ellos y los árabes jordanos. Pero entre los palestinos había una fuerte desconfianza hacia el reino jordano y radicales como el Jeque Haŷ Amín al-Husseini catalogaban a los dirigentes jordanos de traidores que querían hacer la paz con Israel. En 1951 el Rey Abd Allah ibn Husayn, el primer monarca de Jordania, fue asesinado en Jerusalén por un palestino en una conspiración misteriosa que implicó al Coronel Abdullah el-Tell, un aliado del Jeque Al-Husseini. Le sucedieron primero su hijo Talal y luego su nieto Hussein.
El rey Hussein y los palestinos
Durante los años 50 se formaron muchos grupos revolucionarios en el reino jordano, incluyendo el Partido Comunista Jordano y los Hermanos Musulmanes, quienes conspiraron para formar un Estado en Jordania a imagen de sus ideas. En las décadas de los 50 y 60, Hussein acordó permitirle a grupos militantes formados inicialmente por fedayines, y luego a grupos más organizados como Fatah y el Frente Popular para la Liberación de Palestina, construir bases cercanas a la frontera jordano-israelí. Los grupos trataron de atacar objetivos militares y civiles en Israel, fallando la mayoría de las ocasiones, pero causando numerosas pérdidas cuando tuvieron éxito. En junio de 1967, Israel atacó a Egipto iniciando la Guerra de los Seis Días, y la respuesta de los Estados árabes aliados de Egipto (Irak, Siria y Jordania) acabó suponiendo la mayor derrota en el conflicto por parte de los árabes. Israel ocupó militarmente la península del Sinaí y la Franja de Gaza de Egipto, los Altos del Golán de Siria, y Cisjordania (incluido Jerusalén Este) de Jordania. A causa del avance de las tropas israelíes, cientos de miles de palestinos huyeron a Jordania y se sumaron a una población palestina enfrentada con el reino. Aunque el ejército de beduinos leales sufrió muchos muertos y heridos en la Guerra de los Seis Días, Hussein culpó de la derrota a los nuevos refugiados y a los veteranos en la orilla Este.
Karameh
En marzo de 1968, después de que un autobús israelí pisase una mina en el Néguev con resultado de dos muertos, una fuerza especial de las Fuerzas de Defensa de Israel lanzó un ataque de represalia e invadió Jordania, lo que desencadenó la batalla de Karameh entre el ejército israelí de un lado, y las milicias palestinas y el ejército jordano del otro.[4][5] Aunque, militarmente hablando, Israel ganó la batalla asegurando sus objetivos, Karameh representó la mayor victoria de las guerrillas hasta ese momento.[6] La guerrilla palestina tuvo una participación limitada, pero varios factores convirtieron esta batalla en un mito político y en el símbolo de la dignidad de la resistencia palestina.[4] En primer lugar, el simbolismo del lugar, pues "Karameh" significa "dignidad" en árabe.[7] En segundo lugar porque, por primera vez, una fuerza palestina logró hacer frente de una manera organizada al ejército israelí, deteniendo a una fuerza abrumadoramente superior y causándole 28 muertos por 61 de los jordanos y 120 palestinos.[7] Además, los israelíes dejaron atrás un tanque, un semioruga y varios camiones, cuyas fotografías ayudaron a reforzar la imagen de la resistencia palestina.[7] Los propios israelíes admitieron que Karameh había sido una "victoria moral" para los palestinos.[7]
El objetivo israelí de acabar con los comandos de la guerrilla palestina había fracasado.[8] El prestigio de los fedayines como combatientes contra Israel aumentó y la batalla se convirtió en el símbolo de la resistencia palestina.[5][9] El reclutamiento de voluntarios para las distintas milicias palestinas aumentó fuertemente, como también lo hicieron los envíos de armamento desde Irak, Egipto y Siria.[7] Las guerrillas palestinas se reforzaron a raíz de esta batalla y esto las ha convertido en un factor significativo en el mundo árabe. El fortalecimiento de las organizaciones palestinas en Jordania llegó hasta el punto de hacer que el régimen hachemita se sintiese amenazado y desencadenó, en última instancia, los acontecimientos del Septiembre Negro.[10] La interpretación palestina del Septiembre Negro hace hincapié en la actitud negativa del régimen hachemita de Jordania hacia el movimiento de liberación palestino, mientras que la interpretación jordana presenta la lucha entre Jordania y el movimiento de resistencia palestino como una lucha por el gobierno de Jordania, debido a que las fuerzas militantes palestinas que se habían establecido en Jordania desafiaron la autoridad del gobierno de este país presentando una amenaza militar e incluso existencial al dominio hachemita.[9]
Hacia la guerra
Desde 1967, los militantes convirtieron gradualmente a la policía y al ejército jordano en fuerzas impotentes. Había muchos asesinatos de un lado y otro, pero Hussein no contestó a las provocaciones porque quería mantener la paz entre sus leales y los palestinos, y también con los países árabes radicales como Argelia, Siria e Irak.
La fortaleza de las bases palestinas era una gran amenaza para Hussein y creaba una situación en que había dos leyes en Jordania, la de Hussein y la de los guerrilleros. Frecuentemente, ciudadanos jordanos sufrían robos por parte de guerrilleros palestinos en los caminos entre ciudades, y en muchos pueblos jordanos los pillajes eran moneda corriente. Aunque las fuerzas militares del reino atacaron frecuentemente los campamentos de refugiados palestinos, el rey trataba de mantener la disciplina en su ejército.
Los acuerdos
Cuando los guerrilleros comenzaron a hacer "chequeos" para inspeccionar automóviles jordanos y recolectar impuestos, el rey actuó para detener tal situación, la cual consideró como desagradecida.
Para los palestinos parecía el comienzo de la revolución que daría el poder en Jordania a las organizaciones palestinas, y el triunfo contra Israel que haría un estado unido de Palestina y Jordania. Muchos líderes palestinos en 1968 declararon que «Jordania es Palestina; Palestina es Jordania.»
Acuerdo de los Siete Puntos
En noviembre de 1968, ocho meses después de Karamé, la OLP y Hussein negociaron el Acuerdo de los Siete Puntos. Pues los guerrilleros de la OLP renegaron del acuerdo y siguieron funcionando como un estado independiente.
Desde la negociación del acuerdo y el término en 1969 tuvieron lugar unas 500 escaramuzas entre la FARJ y guerrilleros palestinos, incluyendo un incidente en el que dijo el jefe de la corte suprema de Jordania Ziad al-Rifai que «los fedayines mataron a un soldado jordano, lo decapitaron y jugaron al fútbol con su cabeza en la zona en la que vivía.»
Cuando facciones en la OLP empezaron a extorsionar tiendas y negocios jordanos en Amán, invocando como razón la "causa palestina", la policía en la capital habitualmente les detenían y los devolvían a la frontera.
La paz entre ambos partidos se mantuvo temporalmente porque dichas fuerzas no entraron a la capital en números grandes. Pero la violencia en las calles era un fenómeno común en Amán, ya sea entre guerrilleros con civiles como entre guerrilleros y las autoridades jordanas. Sin embargo, Hussein, además de soportar la lucha en su capital, ya bastante preocupado, tenía que enfrentarse a las represalias de Israel contra las FARJ y civiles jordanos por la campaña de terror que realizaban los palestinos.
Edicto de los Diez Puntos
En 1970, trece meses después del acuerdo de los Siete Puntos, Hussein viajó a Estados Unidos para encontrarse con el Presidente Richard Nixon, y el de Egipto donde habló con el Presidente Gamal Abdel Nasser para consultarles sobre sus problemas domésticos. Decretó el Edicto de los Diez Puntos, un documento basado en el Acuerdo de los Siete Puntos. Su intención fue restaurar el orden en Amán y otras ciudades jordanas. Pero el 11 de febrero los guerrilleros palestinos y las autoridades lucharon en las calles de Amán. Las muertes se han estimado en trescientas personas. El rey declaró entonces: «Todos nosotros somos los fedayines», y despidió a su ministro de interior, pero su apaciguamiento no le ayudó. Los fedayines siguieron construyendo un estado para sí mismos, tomaron el control de varias partes en la frontera jordano-israelí, y formaron servicios de aduanas, visas, y chequeos.
El Plan Rogers (1970) del Secretario de Estado estadounidense William P. Rogers, solo agrandó las diferencias entre ambos lados. El Plan establecía que Cisjordania estaba bajo la soberanía de Hussein, un detalle que enojaba a los grupos radicales palestinos de la FPLP y FDLP. Aquellos grupos empezaron a decir en sus declaraciones que "Jordania es Palestina; Palestina es Jordania". Cuando el presidente de Egipto, Nasser, aceptó al Plan, la FDLP y FPLP rompieron sus relaciones con el líder del movimiento panárabe. En realidad, el desacuerdo entre Nasser y los grupos radicales fue una equivocación, porque el Plan Rogers no obligaba a ningún partido a cumplir sus capítulos, y tampoco lo aceptó Israel. Pero para el Dr. George Habash de la FPLP y su excompañero Dr. Naif Hawatmeh de la FDLP, el Plan fue un desacato al pueblo palestino, lo que a ellos les parecían una disminución en el plan por presiones de Hussein.
Para Hussein, su presión era lo que más molestaba a sus enemigos. Es anecdótico que durante un inspección de sus tropas, Hussein vio un corpiño colgado de la antena de un tanque, y al preguntar el por qué, los soldados beduinos respondieron que si él les ordenaba ser mujeres, lo serían.
Septiembre negro
Los secuestros
En 1968 el jefe del FPLP, Dr. Jabash, comenzó una campaña de secuestros de vuelos internacionales en Europa y el Oriente Medio. Jabash usó rehenes occidentales para negociar la liberación de miembros del movimiento encarcelados y lograr otros objetivos. Aunque otras organizaciones rechazaron involucrar a estados europeos en el conflicto, Jabash rápidamente hacía famosos en la prensa mundial, y dijo que el secuestro de una aeronave vale más que el asesinato de diez soldados israelíes porque dicho acto consigue que el extranjero preste atención a la guerra y la simpatía de europeos o norteamericanos.
La campaña tuvo su costo: muchos asaltos a los vuelos fallaron, y los otros grupos empezaron a copiar la táctica. En septiembre de 1970, Jabash decidió empezar una campaña acelerada: Guerreros de la FPLP trataron de asesinar al Rey varias veces el 1 de septiembre. Pero aquellos intentos fallaron. El 6 de septiembre, tres vuelos internacionales, uno de Swissair y uno de TWA a Zarqa, y uno de BOAC a El Cairo fueron secuestrados. El día 9 fue secuestrado un vuelo de British Airways a Ammán. Bajo la luz de las cámaras de la prensa mundial, el FPLP declaró la liberación de Irbid y entonces detonó los aviones. Los secuestrados fueron liberados en los siguientes días.
Ataques jordanos
En la noche del 15 de septiembre, Hussein convocó una reunión de emergencia en su residencia de Al-Hummar, en la periferia occidental de Amán.[11] Amer Khammash, Habis Majali, Sharif Shaker, Wasfi el-Tell y Zaid al-Rifai fueron algunos de los presentes, y habían reclamado largamente a Hussein resolver el asunto de los fedayines.[11] Los generales estimaron que tardarían dos o tres días en desalojarlos de la principales ciudades.[11] Hussein disolvió el gobierno al día siguiente y nombró a Muhammad Daoud, un palestino leal a Amán para que presidiera un gobierno militar, quedando entonces declarada la ley marcial.[11] También se hallaban incluidas en el nuevo gobierno otras figuras palestinas, tales como Adnan Abu Oudeh, oficial del mukhabarat.[11] Abu Oudeh preguntó luego a Hussein cuál había sido la decisión más difícil que había debido tomar, a lo que el monarca respondió: "La decisión de recuperar mi capital."[11]
El 17 de septiembre, elementos de la 60.ª Brigada Acorazada penetraron en la capital desde varias direcciones y bombardearon los campos de refugiados de Wehdat y Hussein, en donde los fedayines se habían acuartelado, con artillería, tanques y morteros.[11] Los fedayines, bien preparados, opusieron una tenaz resistencia y los combates se prolongaron ininterrumpidamente por lo siguientes diez días.[11] Simultáneamente, el ejército rodeó y atacó otras ciudades en manos palestinas como Irbid, Jerash, As-Salt y Zarqa.[12] La predicción de los generales jordanos no se cumplió, y el punto muerto motivó a los países árabes a presionar aún más a Hussein para que detuviese la ofensiva.[12]}
Intervención de terceros países
El Presidente baazista de Siria, Ahmad al-Khatib, vio el contra-ataque jordano como una amenaza, y el apoyo iraquí a Hussein como una interferencia en su dominio (baazismo sirio cree en la Siria Grande, con Siria moderna, Líbano, Palestina, y Jordania unidos). Envió una división del Ejército por la Liberación de Palestina (ELP), leal a Siria, a cruzar su frontera sur con Jordania y luchar contra las fuerzas de Hussein. Pero Nixon, que no quería perder a Hussein, su único aliado árabe en el Oriente Medio, pidió a la primera ministra de Israel Golda Meir que interviniera. La fuerza aérea israelí amenazó al ELP con vuelos rasantes sobre sus fuerzas, por lo que la intervención siria se abortó antes de empezar. El incidente humilló a Yadid, y aceleró su caída en la Revolución Correctiva del jefe militar sirio Hafez al-Assad. La Armada estadounidense envió al USS Guam y fuerzas especiales al Mar Mediterráneo para frenar a los sirios.
Acuerdos de El Cairo
Hussein y Arafat se reunieron el 27 de septiembre en El Cairo para acordar el fin de las matanzas. El Acuerdo de Cairo de 1970 reconoció ambos lados como iguales, que los grupos palestinos tuvieron el derecho estar en Jordania, pero que sus actividades armadas deberán estar limitadas al frente del borde jordano-israelí, y no en las ciudades de Jordania. Siguiente a los palestinos ha añadido una derrota más, Pres. Nasser murió por un infarto agudo de miocardio en el 28 de septiembre de 1970. Además de su importancia como el líder del mundo árabe, Nasser era el último aliado con autoridad por la OLP desde los estados árabes.
El número de bajas de Septiembre Negro no se conoce con exactitud, ya que la prensa mundial estaba atrapada en el Intercontinental Hotel en Amán durante la lucha. Hay fuentes, sobre todo israelíes, que afirman que fueron encontrados guerreros palestinos desesperados huyendo de la orilla oriente del Río Jordán en dirección a Israel, porque temían que el trato bajo los jordanos fuese peor que el que recibirían en dicho estado. Pero en la confusión de los hechos, no es posible saber cual versión de Septiembre Negro es la correcta: la palestina e israelí, que afirmó que era una genocidio, o por lo menos la muerte de miles de guerreros o refugiados palestinos después que capitularon, o la jordana que decía que los palestinos estaban armados y usaron a los civiles como escudos.
Meses posteriores
El 31 de octubre de 1970, Arafat aprobó una versión nueva del Acuerdo de los Siete Puntos que devolvió autoridad al Rey en Jordania. El Consejo Nacional Palestino, el cuerpo que gobierna la OLP encontró al día siguiente, y la FDLP y FPLP rechazaron el acuerdo, y en su lugar llamaron a Jordania a unirse con el estado futuro de Palestina. El Primer Ministro Jordano Wasfi el-Tell, un oponente extremo de la OLP declaró en el 9 de noviembre que todas las armas ilegales serían confiscadas, y entonces se llegó a un acuerdo adicional entre Arafat y Hussein para el desarme de la OLP en Jordania, lo que quebró la OLP. Durante este periodo ambos lados siguieron librando pequeñas acciones, pero Jordania realizó las acciones decisivas, y lentamente las fuerzas palestinas fueron detenidas y controladas por las FARJ, especialmente después que un almacén de armas fue descubierto en Irbid en la primavera de 1971. Las fortalezas palestinas en Yerach y Alchoun cayeron también. Ambos lugares fueron excelentes para el empleo de métodos de guerrillas.
Consecuencias
Septiembre Negro fue el fin del sueño de panarabismo para muchos árabes en todo el Oriente Medio. La guerra de hermanos contra hermanos (fueron palestinos que sirvieron por FARJ) y también de jordanos e iraquíes contra palestinos destruyó la visión de Nasser de un mundo árabe unido. Casi todos los historiadores opinan que los hechos de Septiembre Negro eran inevitables. La OLP no pudo aumentar su poder sin disponer del rey, lo que el mundo reconoció como el rey de los palestinos y tan Jordania, como que Plan Rogers probó. El rey sabía que si se continuaba restringiendo su autoridad disminuiría hasta que él controlaría solo su palacio, o los palestinos le asesinarían.
En la OLP, los eventos causaron que los elementos más radicales en el grupo, como la FDLP y FPLP, realizaran ataques más espectaculares, y al mayor grupo, Fatah, a formar una organización terrorista pantalla llamado Septiembre Negro. Los guerrilleros de todos los grupos en la OLP huían de Jordania al sur del Líbano o a Siria. En Jordania Hussein comenzó una política llamada "Jordanización" del país, y la retrocedía del conflicto árabe-israelí. El reino no participaría en la Guerra de Yom Kippur, en 1973. En Siria, la revolución baazista se movió a la derecha, con la caída de Yadid, y la subida de Hafez al-Assad, que dominará el país por treinta años. La participación de soldados iraquíes abría la rivalidad entre Siria e Irak, aunque ambos estados tenían gobiernos baazistas.
Referencias
- Shlaim, 2008, pp. 311-340.
- Enciclopedia Británica. «Jordania» (en inglés).
- Enciclopedia Británica. «Septiembre Negro» (en inglés).
- Terrill, W. Andrew (2001). «The Political Mythology of the Battle of Karameh». Middle East Journal 55 (1): 91-111. ISSN 0026-3141. Consultado el 17 de enero de 2021.
- Giacaman, Faris (1 de noviembre de 2013). «Political Representation and Armed Struggle». Journal of Palestine Studies (en inglés) 43 (1): 24-40. ISSN 0377-919X. doi:10.1525/jps.2013.43.1.24. Consultado el 17 de enero de 2021.
- «Middle East History: Battle of Karameh Establishes Claim of Palestinian Statehood». WRMEA (en inglés británico). Consultado el 17 de enero de 2021.
- Black, Ian (2017). «1968-1972». Enemies and Neighbours: Arabs and Jews in Palestine and Israel, 1917-2017 (en inglés). Penguin Books. p. 212-213. ISBN 978-0-141-97914-4.
- Brady, Thomas F. (23 de marzo de 1968). «GUERRILLAS BACK AT JORDAN CAMP; Attack by Israelis Failed to Destroy Base at Karameh or Wipe Out Commandos (Published 1968)». The New York Times (en inglés estadounidense). ISSN 0362-4331. Consultado el 17 de enero de 2021.
- Fruchter-Ronen, Iris (1 de septiembre de 2008). «Black September: The 1970–71 Events and their Impact on the Formation of Jordanian National Identity». Civil Wars 10 (3): 244-260. ISSN 1369-8249. doi:10.1080/13698240802167991. Consultado el 17 de enero de 2021.
- «1968: Karameh and the Palestinian revolt». The Telegraph (en inglés británico). Consultado el 17 de enero de 2021.
- Shlaim, 2008, p. 325.
- Shlaim, 2008, p. 326.
Véase también
Bibliografía
- Bregman, Ahron (2002). Israel's Wars: A History Since 1947. Londres: Routledge. ISBN 0-415-28716-2.
- Kissinger, Henry (1999). Years of Renewal. Phoenix Press. ISBN 1-84212-042-5.
- Raab, David (2007). Terror in Black September: The First Eyewitness Account of the Infamous 1970 Hijackings. Nueva York: Palgrave Macmillan. ISBN 1-4039-8420-4.
- Shlaim, Avi (2007). Lion of Jordan; The Life of King Hussein in War and Peace. ISBN 978-0-7139-9777-4.