Tlaximaltepoztli

El tlaximaltepoztli (del náhuatl, tlāximaltepōztli; de tlaximalcarpintería’ y tepoztli ‘hacha de metal’), también llamado tepōztli, era una arma de los pueblos de Mesoamérica la cual estaba formada por un mango de madera en la cual la culata de la cabeza de bronce estaba incrustada en el mango por medio de un orificio. Se utilizaba para la guerra o como herramienta. Su uso está documentado en los códices Mendoza y Fejérváry-Mayer. Las autoridades del Imperio mexica exigían estas hachas como parte de los tributos a los diversos pueblos sometidos.

Tlaximaltepoztli

Hacha de bronce perteneciente a la cultura mixteca en el códice Laud
Tipo Hacha
País de origen Bandera de México México
Historia de servicio
En servicio Entre 600 a. C. a 1590 d. C.
Especificaciones
Peso 1.5 a 3 kg
Longitud entre 0.3 y 0.55 m
Anchura 3 a 5 cm
Tipo de hoja Bronce endurecida por trabajo en frío
Puño Caoba con recubrimiento en piel, papel amate o pintura

En la mitología mexica, el tlaximaltepoztli era utilizado por el dios Tepoztécatl, dios de la fermentación y la fertilidad.[1] En el códice se le representa con una hacha de bronce, significado que figuraba que los moradores eran hacheros, cortadores de leña.

Descripción

El tlaximaltepoztli era una arma común utilizada por las fuerzas militares aztecas y otras culturas de Mesoamérica, que se observó durante la conquista española de la región durante el siglo XVI.

Su uso se reporta más extendido para el ámbito militar por parte del Imperio purépecha del cual se han recuperado muchas piezas originales.

De acuerdo al tamaño de las cabezas de bronce exhibidas en el Museo Nacional de Antropología de México y con ilustraciones del códice Fejérváry-Mayer, el tlaximaltepoztli se estima que era de 0,4 a 1 metro de largo y 3 cm de ancho, con una ranura en el mango, en la que se insertaba la cabeza de bronce, y firmemente fijada con un adhesivo hecho a base de resina vegetal y carbón.

Propiedades metalúrgicas

Las hachas mesoamericanas eran hechas principalmente de bronce en el período posclásico, con valores muy altos de dureza Vickers (VHN) con valores entre 130 y 297 VHN para las aleaciones de bronce. Solamente las hachas del preclásico, que eran más antiguas y primitivas su valor variaba entre 80 y 135 VHN[2]

El uso de la metalurgia en el oeste de México por medio de la vía marítima durante el periodo clásico, dado que la mayoría de los objetos encontrados han sido encontrados cerca de la costa[3]. Esta tecnología parece ser que fue importada por medio de la liga de mercantes la cual comercializaba objetos tan al sur como Ecuador y tan al norte como Culiacán, México.[4] Los objetos de Ecuador y del oeste de México muestran que estos artefactos fueron encontrados en contextos arqueológicos análogos, comparten composición química y técnicas de manufactura idénticas y sus diseños son muy similares.[5]

El tamaño de grano de la aleación metálica es variable a lo largo del objeto, mostrando un trabajo en frío intensivo por martilleo en sus filos.[6] Este tratamiento de trabajo en frío incrementa la dureza de la hacha en esta parte importante, dejando el resto de la estructura más suave de manera que pueda resistir los impactos de su uso cotidiano.

Ejemplos de valores de dureza Vickers (VHN) para algunos metales[7] y algunas hachas mesoamericanas de aleación de bronce[8]

MaterialValue
Bronce Cu-Sn274HV
Bronce Cu-As-Sn297HV
Bronce Cu-As195HV
Acero inoxidable 347L180HV
Hierro30–80HV

Orígenes y distribución

El tlaximaltepoztli estaba distribuido en muchas regiones de Mesoamérica, ya que muchas culturas eran experimentados en la metalurgia de joyería,[9][10] además de utilizar las herramientas de bronce para la talla de piedras y lápidas mortuorias. Varias minas de cobre se encontraban cerca de la civilización purépecha en lo que es ahora el estado mexicano de Michoacán, las cuales fueron explotadas también durante el Virreinato de Nueva España.

Las hachas de bronce también están documentadas en el Imperio incaico y otras civilizaciones de América del Sur, las cuales fueron utilizadas como armas para subyugar regiones locales o para defenderse de invasiones extranjeras.

Véase también

Referencias

  1. Michael Jordan (2004). Library of Congress, ed. Dictionary of Gods and Goddesses (en inglés). EE.UU. p. 309. ISBN 0-8160-5923-3.
  2. Hosler, Dorothy (1994). The sounds and colors of Power: The sacred metallurgica technology of ancient West Mexico. Londres: MIT Press. p. 160. ISBN 0-262-08230-6.
  3. Hosler, Dorothy (1994). The sounds and colors of Power: The sacred metallurgica technology of ancient West Mexico. Londres: MIT Press. p. 46. ISBN 0-262-08230-6.
  4. Norton, Presley (1986). El señorío de Salangone y la liga de mercaderes. Miscelánia Antropológica Ecuatoriana 6. Ecuador. pp. 131-143.
  5. Mountjoy, Joseph (1969). On the Origin of West Mexican Metallurgy: Mesoamerican Studies 4. pp. 26-42.
  6. Hosler, Dorothy (1994). The sounds and colors of Power: The sacred metallurgica technology of ancient West Mexico. Londres: MIT Press. p. 76. ISBN 0-262-08230-6.
  7. Smithells Metals Reference Book, 8th Edition, ch. 22
  8. Art popular mexicano al estilo FONART/FONART’s style in Mexican popular art. México, D. F.: Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías. 1992. pp. V1-V17. ISBN 968 29 4019 2.
  9. Aprahamian, p 58
  10. Bodo Spranz (1975). Fondo de Cultura Económica México, ed. Los Dioses en los Códices Mexicanos del Grupo Borgia: Una Investigación Iconográfica. María Martínez Peñaloza (Traducción). México. ISBN 968-16-1029-6.

Enlaces externos


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