Tratado de Constantinopla (1736)
El tratado de Constantinopla (en turco: İstanbul Antlaşması, en persa: معاهده استانبول) fue un tratado de paz entre el Imperio otomano y la Persia afsárida firmado el 24 de septiembre de 1736, que ponía fin a la guerra turco-persa de 1730-1736.
Antecedentes
Con el tratado de Ahmet Paşa de 1732 ninguno de los dos países se había quedado satisfecho. El sultán otomano Mahmud I no aprobó el abandono de Tabriz y Nader Kan, el futuro shah destronó al safávida Tahmasp II por aceptar el control otomano del Cáucaso.
Guerra
Poco después del Tratado de Ahmet Paşa, Nader declaró la guerra y atacó Irak y el Cáucaso. En Irak, tras algunas victorias iniciales como la captura de Kirkuk, fue rechazado. Pero en el Cáucaso tuvo más éxito. En menos de dos años los otomanos se vieron obligados a abandonar tanto Tiflis como Ereván.[1] Mientras tanto el Imperio ruso se preparaba para atacar a los otomanos en Crimea y Ucrania (guerra ruso-turca (1735-1739),[2] en la que también participaría el Imperio austríaco como aliado de Rusia. Por todo ello, la Sublime Puerta se vio obligada a firmar un tratado de paz.
Términos del tratado
Las discusiones iniciales entre Ali Paşa, por el lado otomano, y Mirza Muhammed, por el persa, en Irán sobre los cambios territoriales no representaron un gran problema. Pero la competición entre las dos sectas del Islam, sunníes y chiíes, resultó en acaloradas discusiones en las siguientes sesiones en Constantinopla. Finalmente los términos serían.
Consecuencias
Por el tratado de Ahmet Paşa, Nader Shah conseguía Irán occidental, mientras que por este de Constantinopla se hacía con el Cáucaso. Pero Nader no se conformaba, planeaba anexar a sus dominios Irak y posiblemente Anatolia oriental. Por ello reanudaría la guerra en 1743 (guerra turco-persa (1743-1746), en la que no tendría éxito -véase tratado de Kerden). En el que se mantuvo el statu quo ante bellum.