Tutankamón

Tutankamón (c.1342-c.1325 a. C.),[1][2] llamado en vida Tutankatón,[lower-alpha 1] fue un faraón del Antiguo Egipto, último monarca de su familia real en el final de la dinastía XVIII que gobernó entre 1334 y 1325 a. C. —según la cronología convencional del Imperio Nuevo de la Historia de Egipto—. Su padre era el faraón Akenatón, que se cree que estaba enterrado en la tumba KV55, mientras que su madre era la hermana de este, identificada como tal por una prueba de ADN realizada a una momia desconocida llamada La Dama Joven, que fue encontrada en la tumba KV35.[3]

Tutankamón
Faraón de la Dinastía XVIII de Egipto

Reinado
c. 1334 a 1325 a. C.
Predecesor Neferneferuatón
Sucesor Ay
Información personal
Nacimiento c. 1342 a. C.
Antiguo Egipto
Fallecimiento c. 1325 a. C. (18 o 19 años)
Antiguo Egipto
Sepultura Tumba KV62 del Valle de los Reyes, Egipto
Familia
Casa real Dinastía XVIII de Egipto
Padre Akenatón
Madre «The Younger Lady» de la tumba KV35.
Consorte Anjesenamón

Tutankamón accedió al trono con ocho o nueve años bajo la tutela del visir Ay, que finalmente sería su sucesor y probablemente también era pariente. Tutankamón contrajo matrimonio con su media hermana Anjesenamón, con quien concibió dos hijas que murieron, la primera a los 5 o 6 meses de embarazo y la segunda poco después de nacer.[4] Los nombres del faraón —Tutanjatón y Tutankamón— se cree que significan «imagen viviente de Atón» e «imagen viviente de Amón», aunque el reemplazo de Atón por Amón se hizo después de su muerte.

Tutankamón reinstauró la religión politeísta del Antiguo Egipto después de las reformas monoteístas de su padre, enriqueció y fue generoso con las órdenes de dos importantes cultos, entre ellos el de los sacerdotes de Amón, y comenzó a restaurar los monumentos antiguos dañados durante el anterior periodo amarniense. Trasladó los restos de su padre al Valle de los Reyes y movió la capital desde Ajetatón de nuevo a Tebas. Sufría una discapacidad física por una deformidad en su pie izquierdo junto a una osteonecrosis que le obligaron a apoyarse en bastones, varios de los cuales fueron hallados en su tumba junto a bumeranes y arcos, en cuyo uso debía estar instruido. Estaba aquejado de otros problemas de salud como una leve escoliosis y había contraído malaria, patologías que pudieron causar su prematuro fallecimiento a los 18 o 19 años y obligar a la inhumación de su cuerpo en un modesto hipogeo destinado a otra dignidad.

En 1922 Howard Carter descubrió su tumba casi intacta en el transcurso de unas excavaciones sufragadas por Lord Carnarvon,[5] un hallazgo que captó la atención de la prensa de todo el mundo. El descubrimiento de este hipogeo con más de 5000 artefactos, entre ellos la máscara funeraria de Tutankamón, expuesta en el Museo Egipcio de El Cairo, despertó un renovado interés en el Antiguo Egipto. Las muertes poco tiempo después de varios de los implicados en el descubrimiento de su momia se han atribuido popularmente a la maldición del faraón. Desde el descubrimiento de su enterramiento en el mundo anglosajón se lo conoce también como «Rey Tut».

Parte de su enorme ajuar funerario ha viajado por todo el mundo despertando una expectación sin precedentes. El Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto autorizó esas exposiciones desde 1962, cuando se celebró la primera en el museo del Louvre de París. Esas exhibiciones atrajeron millones de visitantes hasta 1979, aunque después no se celebró ninguna más hasta que se retomaron en el período 2005-2011, cuando además se incluyeron objetos de los predecesores de Tutankamón en la dinastía XVIII, como su padre Akenatón o la reina Hatshepsut.

Familia

Tutankamón era hijo de Akenatón —originalmente llamado Amenofis IV—,[6] cuya momia se cree que es la encontrada en la tumba KV55.[7] Su madre era una de las hermanas de Akenatón. Al nacer fue nombrado Tutankatón, un nombre que refleja las creencias atonistas de su padre. Su ama de cría fue una mujer llamada Maia, conocida por su tumba en Saqqara.[8][9][10] Se llegó a sugerir que la madre de Tutankamón era Meketatón, segunda hija de Akenatón y Nefertiti, basándose en un relieve de la Tumba Real en Amarna que muestra a un niño en brazos de una niñera junto a una estancia en la que sus padres y hermanos lloran a Meketatón, dando así a entender que ha muerto en el parto.[11] Sin embargo, el hecho de que ella muriera cuando tenía solo diez años lo hace imposible.[12] Sobre la base de ese relieve también se había interpretado que Nefertiti fuera su madre.[13]

Tutankamón y su gran esposa real, Anjesenamón, bajo los rayos de Atón. Detalle del respaldo del trono ceremonial de Tutankamón.

En 2008 un equipo de investigadores de la Universidad de El Cairo realizó unos análisis genéticos sobre los restos momificados de Tutankamón y otros cuerpos que se creían o se sabía que pertenecían a la realeza del Imperio Nuevo. Los resultados indicaron que su padre era la momia de la KV55, identificada como Akenatón, y que su madre era La Dama Joven de la tumba KV35, que resultó ser hermana de su esposo.[3][14] Eso significa que La Dama Joven no puede ser identificada como Nefertiti porque no hay constancia de que ésta fuera hermana de Akenatón.[15] Los investigadores afirmaron que estaban seguros al 99,99 % que Amenofis III era el padre del individuo de la KV55, quien a su vez era el padre de Tutankamón.[16] Sin embargo, se ha cuestionado la validez y confiabilidad de los restos genéticos de cuerpos momificados debido a su posible degradación por la descomposición.[17] Investigadores como Marc Gabolde y Aidan Dodson afirman que Nefertiti era en realidad la madre de Tutankamón porque interpretan que la cercanía genética no se debe al emparejamiento entre hermanos, sino a una consecuencia de tres generaciones de matrimonios entre primos hermanos que harían que Nefertiti fuera prima hermana de Akenatón.[18][19]

Cuando Tutankamón se convirtió en faraón, se casó con su media hermana, Ankesenpaatón, que más tarde cambió su nombre a Anjesenamón.[20] El matrimonio concibió dos hijas, ninguna de las cuales sobrevivió a la infancia.[3] Si bien solo se obtuvo un perfil genético incompleto de los dos fetos momificados, fue suficiente para confirmar que Tutankamón era su padre.[3] Del mismo modo, hasta ahora solo se han obtenido datos parciales de las dos momias femeninas de la tumba KV21. Se ha sugerido que KV21A es la madre de los fetos, pero los datos no son estadísticamente significativos como para permitir su identificación segura como Anjesenamón.[16] Los datos de tomografía axial computarizada (TAC) publicados en 2011 revelaron que una hija nació prematuramente a los 5 o 6 meses de embarazo y la otra poco después de nacer tras una gestación de 9 meses.[21] La muerte de Tutankamón marcó el final de su línea real en la dinastía XVIII.[22]

El análisis paleogenético de su momia arrojó que su linaje paterno (ADN-Y) es el caucasoide-europeoide R1b-M343 y su linaje materno (ADNmit) el también caucasoide-europeoide K (Clan de Katrina).[23],[24],[25]

Reinado

El joven rey Tutankamón. Talla en madera policromada.

Tutankamón tenía ocho o nueve años cuando ascendió al trono de Egipto y se convirtió en faraón,[26] tomando el nombre Real de Nebkheperure.[27] Su reinado duró unos nueve años,[28] durante los cuales el cargo de visir estuvo dividido entre el Alto y el Bajo Egipto. El visir principal del Alto Egipto fue Usermont; otro personaje llamado Pentu también fue visir, pero no está claro en cuál de las tierras. Tampoco se sabe con certeza si Ay, sucesor de Tutankamón, ocupó en realidad este cargo. Un fragmento de lámina de oro de la KV58 parece indicarlo, pero no con certeza porque se menciona a Ay como sacerdote de Maat junto con el epíteto «visir, hacedor de Maat». Este epíteto no concuerda con la descripción habitual usada para los visires, pero podría hacer alusión a un título informal o que Ay empleara ese título de una forma que no tiene precedentes.[29]

Un sacerdote egipcio llamado Manetón escribió en el siglo III a. C. una historia completa de Egipto en griego —la Aegyptiaka— en la que se refiere a un faraón llamado Orus que reinó durante 36 años y tuvo una hija de nombre Acencheres que también reinó durante doce años y un hijo llamado Ratotis que ejerció como monarca durante nueve.[30][31] Si bien la famosa lista Real de Manetón se presenta confusa en este punto, se acepta de manera bastante generalizada que esos son los gobernantes del período de Amarna, entre ellos Tutankamón y Akenatón.[32]

Los faraones eran venerados después de su muerte a través de cultos funerarios y templos a ellos dedicados. Tutankamón fue uno de los pocos faraones adorados de esta manera en vida.[33] Una estela descubierta en Karnak y dedicada a Amón-Ra y Tutankamón indica que se puede apelar al faraón como deidad para que perdone y libere a un súbdito que le pide alivio para un padecimiento causado por el pecado. Llegaron a levantarse templos dedicados a su culto en lugares tan lejanos como Kawa y Faras en Nubia. El título de la hermana del virrey de Kush (Nubia) incluía una referencia al faraón deificado, indicativo de la universalidad de su culto.[34]

Sello de anillo con su nombre de Trono: Neb-Jeperu-Ra.

Se crearon epítetos especiales para que cuando fuera coronado el faraón, que ejercía el oficio divino, se vinculara con el pueblo y los dioses. La titulatura real en el Antiguo Egipto también tenía la finalidad de demostrar las cualidades de cada uno y vincularlas con el reino terrestre. Durante siglos los cinco nombres de los faraones se colocaban comenzando con el nombre de Horus.[lower-alpha 2][37][38] El nombre de Sa-Ra original de Tutankamón,[lower-alpha 3] de nacimiento, era Tutanjatón,[39] que no tenía el nombre de Nebty[lower-alpha 4] o un nombre del Dios Halcón[lower-alpha 5] asociado a este[40] debido a que no se ha encontrado nada que contenga sus cinco nombres protocolarios.[lower-alpha 6] Desde 1877 se cree que Tutanjatón significa «imagen viva de Atón», sin embargo, no todos los egiptólogos están de acuerdo con esta interpretación. El egiptólogo británico Battiscombe Gunn pensaba que esa antigua interpretación no casaba con la teología de Akenatón porque habría resultado blasfemo y sostenía que Tut era un verbo en lugar de un sustantivo. El profesor Gerhard Fecht también creía que la palabra Tut era un verbo y señaló que Akenatón usaba tit como la palabra para «imagen», no tut. Fecht tradujo el verbo tut como «ser perfecto/completo». El bloque de Hermópolis descubierto en la actual localidad egipcia de El-Ashmunein tiene una versión única del nombre de Sa-Ra escrito como Tutankhuatón, donde se usa ankh como verbo y ratifica la vieja interpretación del nombre de este faraón como «imagen viviente de Atón».[40]

Final del período amarniense

Tutankamón ofrendando a la divina pareja: el dios Ptah y su consorte Sejmet. Colgante que muestra el retorno al politeísmo tras el período amarniense.

Una vez coronado y después de «celebrar consejo» con el dios Amón, Tutankamón hizo donaciones que enriquecieron a los sacerdotes de los cultos de Amón y Ptah. Encargó nuevas estatuas de deidades de los mejores metales y piedras, así como nuevas barcas sagradas fabricadas del mejor cedro del Líbano y embellecidas con oro y plata. Los sacerdotes y todos los cantantes, bailarines y asistentes regresaron a sus puestos, y se les otorgó un decreto de protección real para asegurar su estabilidad futura.[41]

En el segundo año de Tutankamón como faraón comenzó el regreso al antiguo orden egipcio. Puso fin oficial a la adoración única al dios Atón y recuperó la supremacía de Amón levantando la prohibición de su culto, reinstaurando la forma politeísta de la Religión del Antiguo Egipto y devolviendo los privilegios tradicionales a sus sacerdotes. Tanto él como su reina eliminaron «Atón» de sus nombres, reemplazándolo con Amón; asimismo la capitalidad regresó a la ciudad de Tebas, mientras que Ajetatón, fundada por su padre, fue abandonada.[42] Su primer acto como faraón fue sacar la momia de su padre de su tumba en Ajetatón y enterrarla en el Valle de los Reyes cerca de Tebas, un gesto que ayudó a fortalecer su reinado. También reconstruyó las estelas, santuarios y edificios en Karnak. Ordenó levantar nuevos edificios en Luxor y dio orden para que restauraran otros templos por todo Egipto que habían sido saqueados por Akenatón.[43]

Campañas militares, monumentos y construcciones

El reino era económicamente débil y se encontraba en crisis después del rupturista reinado de Akenatón. Las relaciones diplomáticas con otros reinos habían sido descuidadas, por lo que Tutankamón buscó restaurarlas, en particular con Mitanni. Los regalos de otros reinos encontrados en su tumba indican que tuvo éxito en este empeño, pero a pesar de sus esfuerzos diplomáticos, en su templo funerario en Tebas también hay registro de batallas con nubios y asiáticos. Su ajuar funerario contenía una armadura, taburetes plegables apropiados para campañas militares y arcos, en cuyo uso estaba entrenado.[44] Sin embargo, dada su juventud y discapacidades físicas, que parecían requerir el uso de un bastón para caminar, la mayoría de los historiadores creen que no participó personalmente en ninguna batalla.[3][45] Debido también a su corta edad, el faraón probablemente tenía asesores, entre los que presumiblemente estaba Ay —el sucesor de Tutankamón— y el general Horemheb, posible yerno de Ay y su sucesor en el trono. Horemheb dejó registrado que el faraón lo nombró «señor de la tierra» como príncipe hereditario para mantener la ley. También señaló su habilidad para calmar al joven monarca cuando estallaba su temperamento.[45]

Estatua de Tutankamón en Karnak.

Como parte de su restauración del orden tradicional egipcio, el joven faraón inició varios proyectos constructivos, en particular en el templo de Karnak en Tebas, donde ordenó crear la avenida (dromos) de esfinges que conducen al recinto de Mut. Esas esfinges fueron en origen esculpidas para Akenatón y su esposa Nefertiti, pero ahora les añadieron unas nuevas cabezas de carnero y pequeñas estatuas del faraón.[46] En el templo de Lúxor completó la decoración de la columnata de entrada de Amenofis III.[47] Además, se restauraron los monumentos desfigurados bajo el reinado de Akenatón y se crearon nuevas imágenes de culto al dios Amón. Se volvieron a celebrar los festivales tradicionales, incluidos los relacionados con el toro Apis y la Fiesta de Opet. Su estela de restauración erigida frente al templo de Karnak dice:

«Los templos de los dioses y las diosas... estaban en ruinas. Sus capillas estaban desiertas y cubiertas de vegetación. Sus santuarios eran casi inexistentes y sus patios se usaban como caminos... los dioses dieron la espalda a esta tierra... Si alguien rezara a un dios pidiendo consejo, nunca respondería».[48]

Un edificio llamado el Templo de Nebkheperure-Amado-de-Amón-Que-Puso-A-Tebas-En-Orden se construyó con sillares de piedra (talatat) de los templos de Atón levantados por Akenatón en el este de Karnak, lo que indica que el desmantelamiento de estos templos ya estaba en marcha.[49] Muchos de los proyectos arquitectónicos de Tutankamón quedaron inconclusos cuando murió y fueron completados o usurpados por sus sucesores, especialmente por Horemheb. La avenida de esfinges fue completada por su sucesor Ay y Horemheb usurpó el conjunto. La estela de restauración también fue usurpada por este último, mientras que las piedras del Templo de Nebkheperure se reciclaron en los edificios de Horemheb.[50]

Patologías

Tutankamón era un joven de contextura liviana y su estatura era aproximadamente 1,67 m.[51][52] Tenía grandes dientes incisivos frontales y una mandíbula superior saliente muy característica de la familia real tutmósida a la que pertenecía.[53] El análisis de la ropa encontrada en su tumba, particularmente las dimensiones de sus calzones y cinturones, indica que tenía una cintura estrecha y caderas redondeadas.[54] En los intentos de explicar tanto su representación inusual en el arte como su muerte prematura, se llegó a teorizar que Tutankamón sufriría de ginecomastia,[55] síndrome de Marfan, herencia recesiva ligada al cromosoma X de Wilson-Turner, síndrome de Fröhlich (distrofia adiposogenital), síndrome de Klinefelter, síndrome de insensibilidad a los andrógenos, síndrome de exceso de aromatasa junto con síndrome de craneosinostosis sagital, síndrome de Antley-Bixler o una de sus variantes.[56] También se ha sugerido que sufría de epilepsia del lóbulo temporal congénita en un intento por explicar la religiosidad de su bisabuelo Tutmosis IV y su padre Akenatón y sus muertes prematuras,[57] aunque se ha pedido precaución en este diagnóstico.[58]

En enero de 2005, se realizó una tomografía axial computarizada (TAC) de la momia de Tutankamón. Los resultados mostraron que tenía un caso leve de paladar hendido y posiblemente un caso también leve de escoliosis.[59][60] La exploración también mostró que su pie derecho era plano y con hipofalangismo, mientras que su pie izquierdo era equinovaro o zambo y sufría osteonecrosis del segundo y tercer metatarsianos (enfermedad de Freiberg o enfermedad de Köhler II).[61] Esta aflicción pudo haber obligado a Tutankamón a caminar apoyado en un bastón, de hecho, se encontraron muchos en su tumba, varios con signos de uso.[62] Las pruebas genéticas a través del análisis STR rechazaron la hipótesis de ginecomastia y craneosinostosis o síndrome de Marfan.[3] Las pruebas genéticas para genes STEVOR, AMA1 o MSP1 específicos para el parásito Plasmodium falciparum revelaron indicaciones de malaria tropical en la momia de Tutankamón,[3] lo que la convierte en la prueba genética más antigua conocida de esta enfermedad. El equipo descubrió el ADN de varias cepas del parásito, lo que indica que fue infectado repetidamente con la cepa más grave de la malaria, la cual pudo haberle causado una respuesta inmune fatal o desencadenar un choque circulatorio.[63] La TAC también mostró que había sufrido recientemente una fractura en la pierna izquierda, y se descartó que fuera producto de una manipulación moderna de su momia porque un daño reciente hubiera dejado bordes afilados. Había además sustancias del embalsamado dentro de la fractura, lo que indica que fue una herida abierta y además sin signos de curación.[64]

Fallecimiento

Momia de Tutankamón en el valle de los Reyes (Egipto).

No se conservan registros de las circunstancias de la muerte de Tutankamón, por lo que este asunto ha generado un debate considerable e importantes estudios.[65] En última instancia, se ha determinado que su muerte probablemente fue el resultado de la combinación de sus múltiples trastornos debilitadores, una fractura en la pierna como resultado de una hipotética caída y una infección grave de malaria.[66] La incisión de embalsamamiento se le realizó en un lugar inusual[67] y además dentro de su cráneo se hallaron dos niveles de resina, lo cual ha llevado a sugerir que la momificación inicial del joven faraón fue practicada por un embalsamador inexperto.[68]

Se llegó a proponer la teoría que Tutankamón fue asesinado con un golpe en la cabeza cuando en 1968 un análisis con rayos X mostró dos fragmentos de hueso dentro de su cráneo.[69] Sin embargo, esta teoría fue refutada por un análisis posterior de los rayos X y de la TAC. Se determinó que esos fragmentos óseos intracraneales eran el resultado de la retirada moderna de la envoltura de la momia, ya que estaban sueltos y sin adherir a la resina de la momificación.[70] No se encontraron pruebas de osteoporosis o membranas calcificadas, que podrían ser indicativo de un golpe mortal en la cabeza.[71] También se ha sugerido que el joven rey murió en un accidente de carro debido a un patrón de lesiones aplastantes descubiertas en su momia, como la ausencia de la parte frontal de la caja torácica y las costillas.[72][73] No obstante, las fotografías tomadas en 1926 tras el final de las excavaciones de Howard Carter muestran que el pecho del faraón estaba intacto, luciendo un enorme collar de cuentas con remates de cabezas de halcón. Las ausencias de este collar y de parte de su caja torácica fueron advertidas en la prueba con rayos X de 1968,[74] por lo que es probable que esta parte de la momia fuera arrancada por ladrones para robar el rico collar en algún momento posterior al final de las excavaciones de Carter. También había desaparecido ya en 1968 una elaborada cinta que rodeaba su cabeza y que sí aparecía en las fotografías de 1926.[75]

En 2005 el Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto y National Geographic elaboraron una reconstrucción forense del rostro de Tutankamón. Para ello, encargaron a tres equipos distintos —de Egipto, Francia y Estados Unidos— que trabajaran por separado para recrear el rostro del joven faraón. Mientras que egipcios y franceses sabían que trabajaban sobre los restos de Tutankamón, a los estadounidenses se les ocultó ese dato. Los tres equipos produjeron resultados similares, aunque fue la reconstrucción facial francesa la que finalmente fue moldeada en silicona.[76]

Tumba intacta

Tutankamón fue inhumado en una tumba que era inusualmente pequeña para un faraón. Su muerte quizá sucedió de manera inesperada antes de la finalización de una tumba real de mayores dimensiones, obligando al enterramiento de su momia en una tumba destinada a otra persona de menor rango, con lo cual se respetaba la observancia habitual de setenta días entre la muerte y el entierro.[77] Su tumba fue saqueada al menos dos veces en la Antigüedad, pero viendo los artículos sustraídos (como aceites y perfumes perecederos) y la evidencia de que la tumba fue restaurada tras estos hurtos, los hechos debieron ocurrir pocos meses después de la inhumación. La ubicación de la tumba se perdió porque quedó enterrada bajo los escombros de posteriores hipogeos cercanos y porque encima de su entrada se construyeron casas de obreros del Valle de los Reyes.[78]

Redescubrimiento

Lord Carnarvon, su hija Lady Evelyn Herbert y Howard Carter en la entrada de la tumba en 1922.

El abogado y financiero estadounidense Theodore Davis tuvo los derechos de concesión para excavar en el Valle de los Reyes desde 1905 hasta 1914. En ese tiempo había desenterrado diez tumbas, incluido el hipogeo casi intacto, aunque no de la realeza, de los padres de la reina Tiy, Yuya y Tuyu. Sin embargo, sus trabajos no dieron más frutos destacables en años posteriores.[79] Lo que sí halló fueron varios objetos en la tumba KV58 relacionados con Tutankamón, como botones y empuñaduras con su nombre, así como su pozo de embalsamamiento (KV54). Pensó que esa era la tumba perdida del faraón y publicó sus hallazgos como tales con la frase «Me temo que el Valle de las Tumbas está agotado».[80][81] En 1907, los egiptólogos William Garstin y Gaston Maspero invitaron al arqueólogo británico Howard Carter a excavar en el valle para George Herbert, conde de Carnarvon. Lord Carnarvon y Carter deseaban conseguir la concesión de excavación cuando expirara la de Davis, pero tuvieron que conformarse con excavar en otros lugares de la necrópolis tebana durante los siguientes siete años.[82]

En 1915 iniciaron una búsqueda sistemática y en noviembre de 1922 Carter descubrió la verdadera tumba de Tutankamón (KV62).[83] Ya en febrero de 1923 la antecámara se había limpiado de todo excepto de dos estatuas centinelas. Se designó un día y una hora para abrir la tumba delante de unos veinte testigos selectos entre los que estaban Lord Carnarvon, varios funcionarios egipcios, representantes de museos y el personal de la Oficina de Prensa del Gobierno. El 17 de febrero de 1923, justo después de las dos en punto, rompieron el sello.[84]

Ajuar funerario

Aspecto de la antecámara de la tumba de Tutankamón nada más ser descubierta. Fotografía de Harry Burton (1922).

Se encontraron 5398 artefactos dentro de la tumba, incluidos un ataúd de oro macizo, la máscara funeraria, tronos, arcos de tiro con arco, trompetas, un cáliz de loto, varios carros desmontados, comida, vino, sandalias y ropa interior de lino. Howard Carter tardó 10 años en catalogar los objetos.[85] Análisis recientes sugieren que una daga encontrada en la tumba tenía una hoja de hierro procedente de un meteorito metálico. El estudio de este y otros artefactos de hace más de tres mil años ha proporcionado y podría seguir proporcionando información valiosa sobre las tecnologías de la metalurgia en todo el Mediterráneo en ese momento.[86][87]

Casi el 80 % de los objetos proceden de los bienes funerarios de la reina faraón Neferneferuatón, incluida la célebre máscara de Tutankamón.[88][89] En 2015, el egiptólogo inglés Carl Nicholas Reeves publicó evidencias que muestran que un cartucho inscrito en la famosa máscara de oro de Tutankamón decía «Ankhkheperure mery-Neferkheperure» («Anjetjeperura, amada de Akenatón»). Por lo tanto, la máscara fue hecha originalmente para Nefertiti, la reina esposa de Akenatón, quien usó el nombre real de Anjetjeperura cuando probablemente asumió el trono después de la muerte de su esposo.[90][30][91] Neferneferuatón pudo haber sido depuesta en una lucha por el poder y posiblemente privada de un entierro real, o fue inhumada con otro ajuar funerario por los funcionarios de Tutankamón, quien la sucedió como faraón[92] como parece indicar la presencia de objetos de su ajuar funerario en la tumba de este.[90][93]

El 4 de noviembre de 2007, 85 años después de su descubrimiento por Howard Carter, la momia de Tutankamón fue devuelta a su tumba subterránea en Luxor para ser vista envuelta en lino dentro una caja de vidrio con condiciones de temperatura y humedad controladas. Su nuevo ataúd fue diseñado para prevenir la descomposición de la momia por la humedad y el calor emanado por los turistas que visitan la tumba.[94] En 2009, la tumba fue cerrada por el Ministerio de Antigüedades y el Instituto de Conservación Getty para realizar trabajos de conservación. Si bien el cierre iba a durar cinco años para restaurar las paredes afectadas por la humedad, la revolución egipcia de 2011 retrasó el proyecto. La tumba se volvió a abrir en febrero de 2019.[95]

Supuesta maldición

Howard Carter examinando el ataúd interior de Tutankamón.

Durante muchos años persistieron rumores de la existencia de una «maldición del faraón», probablemente alimentada por periódicos que buscaban ventas en el momento del descubrimiento de la tumba.[96] Esta supuesta maldición se cimentaba sobre las supuestas muertes prematuras de algunos de los primeros en entrar en la tumba, el más destacado de todos ellos el mecenas de las excavaciones, Lord Carnarvon, que falleció el 5 de abril de 1923, solo cinco meses después del descubrimiento del primer escalón que conducía a la tumba.[97]

La causa de la muerte de Lord Carnarvon fue una neumonía unida a la erisipela facial, una infección estreptocócica de la piel y los tejidos blandos subyacentes.[98] El conde había sufrido un accidente automovilístico en 1901 que le había debilitado la salud. Su médico le recomendó un clima más cálido, por lo que en 1903 los Carnarvon viajaron a Egipto, donde el conde se interesó en la egiptología.[97] El estrés de las excavaciones unido a su débil salud hizo que la infección de la piel llevara a la neumonía.[99]

Un estudio mostró que de las 58 personas que estaban presentes cuando se abrieron la tumba y el sarcófago, solo ocho murieron en los doce años siguientes.[100] Howard Carter murió de linfoma en 1939 a la edad de 64 años.[101] Entre los últimos sobrevivientes estuvieron Lady Evelyn Herbert, la hija de Lord Carnarvon, quien fue una de las primeras personas en entrar en la tumba después de su descubrimiento en noviembre de 1922 y vivió durante otros 57 años hasta su muerte en 1980,[102] y el arqueólogo estadounidense John Ora Kinnaman, que murió en 1961, 39 años después del evento.[103]

Legado

Portada de la revista Life del 19 de abril de 1923. El descubrimiento de la tumba de Tutankamón atrajo la atención sobre el Antiguo Egipto.

La fama de Tutankamón es principalmente el resultado de su tumba bien conservada y de las exposiciones por todo el mundo de artefactos de su ajuar funerario. Como dijo el escritor Jon Manchip White en 1977, «El faraón que en vida fue uno de los menos estimados de Egipto se ha convertido en el más famoso en la muerte».[104] Los sucesivos descubrimientos en la tumba fueron muy publicitados en la década de 1920. El faraón comenzó a ser conocido en inglés por un neologismo, el «Rey Tut». Las referencias a la antigua cultura egipcia se popularizaron, como demuestran las canciones del Tin Pan Alley, especialmente la conocida «Old King Tut» compuesta por Harry Von Tilzer en 1923 e interpretada por artistas famosos de la época como Jones & Hare y Sophie Tucker. «King Tut» pasó a ser el nombre de diversos productos, negocios e incluso el perro del presidente de Estados Unidos Herbert Hoover.[105]

Exposiciones internacionales

Los artefactos de Tutankamón han viajado por todo el mundo innumerables veces con gran éxito.[106] Las exposiciones de algunos de los objetos de su inmenso ajuar funerario empezaron en 1962 cuando Argelia obtuvo su independencia de Francia. Con el final de este conflicto, el Museo del Louvre de París organizó rápidamente una exhibición de objetos del faraón a través de las gestiones de la egiptóloga Christiane Desroches Noblecourt, que se encontraba en Egipto en una misión de la Unesco. Esta exposición en la capital francesa atrajo 1,2 millones de visitantes. Además, Noblecourt había convencido al ministro de cultura egipcio para que permitiera al fotógrafo británico George Rainbird volver a fotografiar en color toda la colección de la tumba faraónica. Esas fotografías y la exposición en el Louvre iniciaron el renacimiento de Tutankamón.[107]

Las siguientes exposiciones se celebraron en 1965 en Tokio y en 1979 en Nueva York, repitiendo el éxito e incluso aumentando el número de visitantes.[106][108] Entre 1972 y 1979 se realizó la gira «Tesoros de Tutankamón», que comenzó en Londres atrayendo 1,6 millones de visitas entre marzo y septiembre de 1972.[106][109] En los años siguientes, la exposición recaló en Estados Unidos, la Unión Soviética, Japón, Francia, Canadá y Alemania Occidental. La exposición en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York estuvo abierta desde noviembre de 1976 hasta abril de 1979 y en ese tiempo atrajo a más de ocho millones de personas.[110][111]

Exposición de piezas de Tutankamón en Los Ángeles en 2018.

En 2005, el Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, en asociación con Arts and Exhibitions International y la National Geographic Society, lanzó un recorrido por los tesoros de Tutankamón y otros objetos funerarios de la Dinastía XVIII, esta vez llamados «Tutankamón y la Edad de Oro de los Faraones».[112] La exposición incluía 80 piezas, cincuenta de la tumba de Tutankamón y el resto de monarcas anteriores como la reina Hatshepsut, cuyas políticas comerciales aumentaron en gran medida la riqueza de esa dinastía. Sin embargo, esta vez no estaba incluida la famosa máscara funeraria porque el gobierno egipcio temía que resultara dañada, como ya había pasado con otros objetos en exposiciones previas.[113] La exposición comenzó en Los Ángeles, luego se mudó a Fort Lauderdale, Chicago, Filadelfia y Londres antes de regresar finalmente a Egipto en agosto de 2008.[114] En 2011 los tesoros de Tutankamón llegaron a Australia.[115]

En 2018 se anunció que la colección más grande de artefactos de Tutankamón, que representa el cuarenta por ciento del total, saldría de Egipto nuevamente en 2019 para una gira internacional titulada; «Rey Tut: Tesoros del faraón dorado».[116] La gira 2019-2022 comenzó con una exposición llamada «Tutankamón, los tesoros del faraón», que se estrenó en Los Ángeles y luego viajó a París. Esta vez se incluyen ciento cincuenta monedas de oro, junto con varias joyas, esculturas y relieves, así como la famosa máscara de oro de Tutankamón. La gira internacional completa terminará con la apertura del nuevo Gran Museo Egipcio de El Cairo, donde los tesoros se expondrán permanentemente.[117]

Titulatura

Primer nombre de nacimiento

Bajo influencia de la teología de Amarna

Titulatura Jeroglífico Transliteración (transcripción) - traducción - (referencias)
Nombre de Sa-Ra:
it
n
N5tG43tS34n
Aa1
twt ˁnḫ ỉtn (Tutanjatón)
Imagen viviente de Atón

Cambio de titulatura

Titulatura Jeroglífico Transliteración (transcripción) - traducción - (referencias)
Nombre de Horus:
G5
E2
D40
tG43tF31stG43Z3
kȝ nḫt twt mswt (Kanaj Tutmesut)
Toro victorioso, nacido perfecto
Nombre de Nebty:
G16
nfrO4
p
G43M40Z2sssW11
r
V28D36
N17
N17
N21
N21
nfr hpw sgrḥ tȝ.wy (Neferhepusegeregtauy)
Quien con perfecta justicia pacifíca las Dos Tierras
Nombre de Hor-Nub:
G8
U39N28
Z2s
O34
R4
t p
R8A
wṯs ḫˁw s ḥtp nṯrw (Udyesjau sehotepnecheru)
Aquél que lleva las coronas, quien alegra a los dioses
Nombre de Nesut-Bity:
N5L1Z3nb
nb ḫprw rˁ (Nebjeperura)
El Señor de las manifestaciones es Ra
Nombre de Sa-Ra:
imn
n
tG43tS34
twt ˁnḫ ỉmn (Tutankamón)
Imagen viviente de Amón
Nombre de Sa-Ra:
imn
n
tG43tS34S38O28M26
twt ˁnḫ ỉmn ḥḳȝ iwnw šmˁ (Tutankamón Heqaiunushema)
Imagen viviente de Amón, gobernante de Heliópolis del sur
(Museo Egipcio de El Cairo)


Ancestros

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
16. Amenofis II
 
 
 
 
 
 
 
8. Tutmosis IV
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
17. Tiaa
 
 
 
 
 
 
 
4. Amenofis III
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
9. Mutemuia
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
2. Akenatón
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
10. Yuya
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
5. Tiy
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
11. Tuya
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
1. Tutankamón
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
24. Amenofis II
 
 
 
 
 
 
 
12. Tutmosis IV
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
25. Tiaa
 
 
 
 
 
 
 
6. Amenofis III
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
13. Mutemuia
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
3. The Younger Lady
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
14. Yuya
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
7. Tiy
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
15. Tuya
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 


Notas

  1. Neb-jeperu-Ra Tut-ank-Amón es la transcripción al español de los jeroglíficos de los nombres de trono y nacimiento del faraón, según las convenciones académicas. También copiado de otros idiomas como Tutankhamun (inglés), Tutankhamon (francés) o Tutanchamun (alemán). Otras grafías de su nombre: Bibhurria, Heqaiunushema, Kanakhtutmesut, Kheperunebre, Nebkheperure, Nebkheprura, Nebkheprure, Nibkhururia, Pifururiya, Touatankhamanou, Tutankhaton, Tutankhuaten, Tutenchamun, Uerakhamon, Utkheskhauitefre.
  2. El nombre de Horus de Tutankamón era Ka nakht tut mesut,[35] traducido como; Toro victorioso, la (auténtica) imagen del (re)nacido.[36]
  3. Su segundo nombre completo, el nombre de Sa-Ra, era Tut ankh imen, heqa iunu shemau, traducido como La imagen viviente de Amón, Gobernante de Heliópolis Meridional.[36]
  4. El nombre de Nebty de Tutankamón era (1): Nefer hepu, segereh tawy,[35] traducido como; Perfecto legislador, quien ha calmado las Dos Tierras.[36] (2): Nefer hepu, segereh tawy sehetep netjeru nebu, traducido como; Perfecto legislador, quien ha calmado las Dos Tierras y pacificado a todos los dioses.[36] (3): Wer ah imen, traducido como; El grande del palacio de Amón.[38]
  5. Su nombre de Hor-Nub era: (1): Wetjes khau, sehetep netjeru[35] traducido como; Elevado de apariencia, que ha satisfecho a los dioses.[36] *Nombre de Halcón de Oro (2): Wetjes khau it ef ra, traducido como; Quien ha elevado las apariencias de su padre Ra.[38]
  6. El nombre de trono de Tutankamón era: Neb kheperu re,[35][38] traducido como: El poseedor de la manifestación de Ra.[36] que tenía añadido un epíteto: Heqa maat, traducido como; Gobernante de Maat.[38]

Referencias

  1. Ficha Fundación del Español Urgente, consultado el 31 de diciembre de 2011
  2. ««Tutankamon» o «Tutankamón», pero no «Tutankhamon»». Fundéu. 4 de noviembre de 2022. Consultado el 4 de noviembre de 2022.
  3. Hawass, 2010, pp. 638–647.
  4. Hawass, Zahi; Saleem, Sahar N. (1 de noviembre de 2011). «Mummified Daughters of King Tutankhamun: Archeologic and CT Studies». American Journal of Roentgenology 197 (5): W829-W836. ISSN 0361-803X. PMID 22021529. doi:10.2214/AJR.11.6837.
  5. Hawass, 2004, p. 73.
  6. Roberts, 2006, p. 187.
  7. Cooney y Jasnow, 2015, p. 219.
  8. Zivie, 1998, pp. 33–54.
  9. Chyla, Rosińska-Balik y Debowska-Ludwin, 2017, p. 113.
  10. Gundlach y Taylor, 2009, p. 160.
  11. Arnold et al., 1996, p. 115.
  12. Brand y Cooper, 2009, p. 88.
  13. Gabolde, 2000, pp. 107–110.
  14. Jo Merchant (21 de enero de 2011). «Royal rumpus over King Tutankhamun's ancestry | New Scientist». New Scientist LTD. Consultado el 29 de agosto de 2019.
  15. Dodson, Aidan; Hilton, Dylan (2004). The Complete Royal Families of Ancient Egypt. Thames & Hudson. p. 146. ISBN 978-0500051283.
  16. Hawass, Zahi (September 2010). «King Tut's Family Secrets». National Geographic. Consultado el 4 de enero de 2019.
  17. Eaton-Krauss, 2015, pp. 6–10.
  18. History, Megan Gannon 2013-02-13T20:47:36Z. «King Tut's Parents Were Cousins, Not Siblings: Researcher». livescience.com (en inglés). Consultado el 23 de septiembre de 2019.
  19. Dodson, Aidan (2018). Amarna sunset : Nefertiti, Tutankhamun, Ay, Horemheb, and the Egyptian counter-reformation (Revised edición). Nueva York: The American University in Cairo Press. pp. 16-17. ISBN 978-977-416-859-8.
  20. Hawass y Saleem, 2016, p. 89.
  21. Hawass y Saleem, 2011, pp. 3104–3112.
  22. Morkot, 2004, p. 161.
  23. Ancestry and pathology in King Tutankhamun's family'. Zahi Hawass, Yehia Z Gad, Somaia Ismail, Rabab Khairat, Dina Fathalla, Naglaa Hasan, Amal Ahmed, Hisham Elleithy, Markus Ball, Fawzi Gaballah, Sally Wasef, Mohamed Fateen, Hany Amer, Paul Gostner, Ashraf Selim, Albert Zink, Carsten M Pusch. PMID: 20159872. DOI: 10.1001/jama.2010.121 https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/20159872/
  24. Gad, Yehia Z; Hassan, Naglaa Abu-Mandil; Mousa, Dalia M; Fouad, Fayrouz A; El-Sayed, Safaa G; Abdelazeem, Marwa A; Mahdy, Samah M; Othman, Hend Y; Ibrahim, Dina W; Khairat, Rabab; Ismail, Somaia (2020-10-15). "Insights from ancient DNA analysis of Egyptian human mummies: clues to disease and kinship". Human Molecular Genetics. 30 (R1): R24–R28. doi: https://doi.org/10.1093%2Fhmg%2Fddaa2233. ISSN https://www.worldcat.org/issn/0964-6906. PMID https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33059357.
  25. "An investigative study was carried out on the familial relationships of a number of late 18th dynasty mummies (ca. 1550–1295 b.c.), including that of Tutankhamen. The study was based on the analysis of the autosomal and Y-chromosome STR markers in addition to mitochondrial hypervariable region 1 sequences. A 4-generation pedigree of Tutankhamun’s immediate lineage and the identity of his ancestors were established. The Royal male lineage was the Y-chromosome haplogroup R1b that was passed from the grandparent (Amenhotep III) to the father (KV55, Akhenaten) to the grandchild (Tutankhamen). The maternal lineage, the mitochondrial haplogroup K, extended from the great-grandmother (Thuya) to the grandmother (KV35 Elder lady, Queen Tiye) to the yet historically unidentified mother (KV35 Younger lady) to Tutankhamen." (Insights from ancient DNA analysis of Egyptian human mummies: clues to disease and kinship. Yehia Z Gad, Naglaa Abu-Mandil Hassan, Dalia M Mousa, Fayrouz A Fouad, Safaa G El-Sayed, Marwa A Abdelazeem, Samah M Mahdy, Hend Y Othman, Dina W Ibrahim, Rabab Khairat. Human Molecular Genetics, Volume 30, Issue R1, 1 March 2021, Pages R24–R28, https://doi.org/10.1093/hmg/ddaa223. Published: 15 October 2020. https://academic.oup.com/hmg/article/30/R1/R24/5924364)
  26. Hawass, 2004, p. 56.
  27. «Classroom TUTorials: The Many Names of King Tutankhamun». Michael C. Carlos Museum. Archivado desde el original el 19 de octubre de 2013. Consultado el 10 de julio de 2013.
  28. Rosalie F. Baker; Charles F. Baker (29 de noviembre de 2001). Ancient Egyptians: People of the Pyramids. Oxford University Press, USA. p. 137. ISBN 978-0-19-512221-3.
  29. Aidan Dodson (15 de noviembre de 2009). Amarna Sunset: Nefertiti, Tutankhamun, Ay, Horemheb, and the Egyptian Counter-Reformation. American University in Cairo Press. p. 112. ISBN 978-1-61797-050-4.
  30. Cooney, 2018, p. 361.
  31. John M.G. Barclay (1 de diciembre de 2006). Flavius Josephus: Translation and Commentary, Volume 10: Against Apion. BRILL. p. 62. ISBN 978-90-474-0405-7.
  32. Orientalia: Vol.52. Gregorian Biblical BookShop. p. 274. GGKEY:NXAUAZR9PCK.
  33. Oxford Guide: Essential Guide to Egyptian Mythology, Editor Donald B. Redford, p. 85, Berkley, ISBN 0-425-19096-X
  34. Booth, 2007, p. 120.
  35. «Digital Egypt for Universities: Tutankhamun». University College London. 22 de junio de 2003. Consultado el 5 de agosto de 2006.
  36. Ronald J. Leprohon (30 de abril de 2013). The Great Name: Ancient Egyptian Royal Titulary. SBL Press. p. 206. ISBN 978-1-58983-736-2.
  37. Toby A.H. Wilkinson (11 de septiembre de 2002). Early Dynastic Egypt. Routledge. p. 172. ISBN 978-1-134-66420-7.
  38. Ronald J. Leprohon (30 de abril de 2013). The Great Name: Ancient Egyptian Royal Titulary. SBL Press. pp. 1-15. ISBN 978-1-58983-736-2.
  39. The Journal of Egyptian Archaeology. Egypt Exploration Fund. 1998. p. 212.
  40. Marianne Eaton-Krauss (17 de diciembre de 2015). The Unknown Tutankhamun. Bloomsbury Publishing. pp. 28-29. ISBN 978-1-4725-7563-0.
  41. John Coleman Darnell; Colleen Manassa (3 de agosto de 2007). Tutankhamun's Armies: Battle and Conquest During Ancient Egypt's Late Eighteenth Dynasty. John Wiley & Sons. p. 49. ISBN 978-0-471-74358-3.
  42. Erik Hornung, Akhenaten and the Religion of Light, Ithaca, Nueva York: Cornell University Press, 2001, ISBN 0-8014-8725-0.
  43. Mey Zaki (2008). Legacy of Tutankhamun: Art and History. American Univ in Cairo Press. p. 19. ISBN 978-977-17-4930-1.
  44. Gilbert, Holt y Hudson, 1976, pp. 28–9.
  45. Booth, 2007, pp. 86–87.
  46. Forbes, D. C (2000). «Seven Battered Osiride Figures in the Cairo Museum and the Sphinx Avenue of Tutankhamen at Karnak». Amarna Letters 4: 82-87.
  47. Dodson, Aidan (2018). Amarna sunset : Nefertiti, Tutankhamun, Ay, Horemheb, and the Egyptian counter-reformation (revisada edición). United States of America: The American University in Cairo Press. p. 70. ISBN 978-977-416-859-8.
  48. Hart, George (1990). Egyptian Myths. University of Texas Press. p. 47. ISBN 978-0-292-72076-3.
  49. Dodson, Aidan (2018). Amarna sunset : Nefertiti, Tutankhamun, Ay, Horemheb, and the Egyptian counter-reformation (revised edición). United States of America: The American University in Cairo Press. pp. 66-67. ISBN 978-977-416-859-8.
  50. Dodson, Aidan (2018). Amarna sunset : Nefertiti, Tutankhamun, Ay, Horemheb, and the Egyptian counter-reformation (revisada edición). United States of America: The American University in Cairo Press. pp. 66-68. ISBN 978-977-416-859-8.
  51. Hawass y Saleem, 2016, p. 94.
  52. Carter, Howard; Derry, Douglas E. (1927). The Tomb of Tutankhamen. Cassel and Company, LTD. p. 157.
  53. Pausch, Niels Christian; Naether, Franziska; Krey, Karl Friedrich (December 2015). «Tutankhamun's Dentition: The Pharaoh and his Teeth». Brazilian Dental Journal 26 (6): 701-704. doi:10.1590/0103-6440201300431. Consultado el 8 de enero de 2020.
  54. Vogelsang-Eastwood, G. M. (1999). Tutankhamun's Wardrobe : garments from the tomb of Tutankhamun. Rotterdam: Barjesteh van Waalwijk van Doorn. pp. 18-19. ISBN 90-5613-042-0.
  55. Paulshock, Bernadine Z. (11 de julio de 1980). «Tutankhamun and His Brothers». JAMA 244 (2): 160-164. doi:10.1001/jama.1980.03310020036024.
  56. Markel, H. (17 de febrero de 2010). «King Tutankhamun, modern medical science, and the expanding boundaries of historical inquiry». JAMA 303 (7): 667-668. PMID 20159878. doi:10.1001/jama.2010.153.
  57. Ashrafian, Hutan (September 2012). «Familial epilepsy in the pharaohs of ancient Egypt's eighteenth dynasty». Epilepsy & Behavior 25 (1): 23-31. doi:10.1016/j.yebeh.2012.06.014.
  58. Cavka, Mislav; Kelava, Tomislav (April 2013). «Comment on: Familial epilepsy in the pharaohs of ancient Egypt's eighteenth dynasty». Epilepsy & Behavior 27 (1): 278. doi:10.1016/j.yebeh.2012.11.044.
  59. Hawass, 2010, p. 642.
  60. Hawass y Saleem, 2016, p. 95.
  61. Hussein, Kais; Matin, Ekatrina; Nerlich, Andreas G. (2013). «Paleopathology of the juvenile Pharaoh Tutankhamun—90th anniversary of discovery». Virchows Archiv 463 (3): 475-479. PMID 23812343. doi:10.1007/s00428-013-1441-1.
  62. Hawass, Zahi (17 de febrero de 2010). «Ancestry and Pathology in King Tutankhamun's Family». JAMA 303 (7): 642-645. PMID 20159872. doi:10.1001/jama.2010.121. Consultado el 27 de agosto de 2019.
  63. Hawass, Zahi (1 de septiembre de 2010). «King Tut's Family Secrets». National Geographic Magazine. Consultado el 16 de junio de 2019.
  64. Hawass y Saleem, 2016, pp. 96–97.
  65. Hawass, Zahi. «Tutankhamon, segreti di famiglia». National Geographic (en italiano). Archivado desde el original el 20 de mayo de 2013. Consultado el 2 de junio de 2013.
  66. Hawass, Zahi (17 de febrero de 2010). «Ancestry and Pathology in King Tutankhamun's Family». JAMA 303 (7): 638-47. PMID 20159872. doi:10.1001/jama.2010.121. Consultado el 27 de agosto de 2019.
  67. Hawass y Saleem, 2016, p. 206.
  68. Ikram, Salima (2013). «Some Thoughts on the Mummification of King Tutankhamun». Études et Travaux (Institut des Cultures Méditerranéennes et Orientales de l’Académie Polonaise des Sciences) XXVI: 291-301. Consultado el 8 de mayo de 2020.
  69. Harrison, R. G.; Abdalla, A. B. (March 1972). «The remains of Tutankhamun». Antiquity 46 (181): 11. doi:10.1017/S0003598X00053072.
  70. Hawass y Saleem, 2016, pp. 101–102.
  71. Boyer, RS; Rodin, EA; Grey, TC; Connolly, RC (2003). «The skull and cervical spine radiographs of Tutankhamen: a critical appraisal.». AJNR. American Journal of Neuroradiology 24 (6): 1142-7. PMID 12812942. Consultado el 15 de septiembre de 2019.
  72. Knapp, Alex. «Forensic Experts Claim That King Tut Died In A Chariot Accident». Forbes (en inglés). Consultado el 2 de septiembre de 2019.
  73. Harer, W. Benson (2011). «New evidence for King Tutankhamen's death: his bizarre embalming». The Journal of Egyptian Archaeology 97 (1): 228-233.
  74. Harrison, R. G.; Abdalla, A. B. (March 1972). «The remains of Tutankhamun». Antiquity 46 (181): 9. doi:10.1017/S0003598X00053072.
  75. Forbes, Dennis; Ikram, Salima; Kamrin, Janice (2007). «Tutankhamen's Missing Ribs». KMT 18 (1): 56.
  76. Hawass y Saleem, 2016, p. 252.
  77. "The Golden Age of Tutankhamun: Divine Might and Splendour in the New Kingdom", Zahi Hawass, p. 61, American University in Cairo Press, 2004, ISBN 977-424-836-8
  78. Mascort, Maite (12 de abril de 2018). «How Howard Carter Almost Missed Finding King Tut's Tomb». National Geographic. Consultado el 12 de julio de 2019.
  79. T. G. H. James (2006). Howard Carter: The Path to Tutankhamun. Tauris Parke Paperbacks. p. 191. ISBN 978-1-84511-258-5.
  80. Davis, Theodore M. (2001). The tombs of Harmhabi and Touatânkhamanou (Paperback edición). Duckworth Publishers. ISBN 0-7156-3072-5.
  81. Richard H. Wilkinson; Kent R. Weeks (2016). The Oxford Handbook of the Valley of the Kings. Oxford University Press. p. 491. ISBN 978-0-19-993163-7.
  82. Howard Carter (23 de octubre de 2014). The Tomb of Tutankhamun: Volume 1: Search, Discovery and Clearance of the Antechamber. Bloomsbury Publishing. p. 59. ISBN 978-1-4725-7687-3.
  83. Reeves y Wilkinson, 1996, p. 81.
  84. Howard Carter; A. C. Mace (19 de octubre de 2012). The Discovery of the Tomb of Tutankhamen. Courier Corporation. p. 178. ISBN 978-0-486-14182-4.
  85. Williams, A. R.; 24, National Geographic PUBLISHED November (24 de noviembre de 2015). «King Tut: The Teen Whose Death Rocked Egypt». National Geographic News. Consultado el 26 de noviembre de 2015.
  86. Daniela Comelli; Massimo D'orazio; Luigi Folco; Mahmud El‐Halwagy; Tommaso Frizzi; Roberto Alberti; Valentina Capogrosso; Abdelrazek Elnaggar; Hala Hassan; Austin Nevin; Franco Porcelli; Mohamed G. Rashed; Gianluca Valentini. «The meteoritic origin of Tutankhamun's iron dagger blade - Comelli - 2016 - Meteoritics & Planetary Science - Wiley Online Library». Meteoritics and Planetary Science 51 (7): 1301. Bibcode:2016M&PS...51.1301C. doi:10.1111/maps.12664.
  87. Walsh, Declan (2 de junio de 2016). «King Tut's Dagger Made of 'Iron From the Sky,' Researchers Say». The New York Times. Consultado el 4 de junio de 2016.
  88. Reeves, Nicholas (2015). «(PDF) Tutankhamun's Mask Reconsidered (2015) | Nicholas Reeves - Academia.edu». Bulletin of the Egyptological Seminar 19. Consultado el 7 de septiembre de 2019.
  89. Peter Hessler (28 de septiembre de 2015). «Inspection of King Tut's Tomb Reveals Hints of Hidden Chambers». National Geographic Society - National Geographic Partners, LLC. Consultado el 7 de septiembre de 2019.
  90. Seidel, Jamie (12 de mayo de 2019). «Was King Tut a fraud?» (en inglés). Herald Sun. Consultado el 12 de julio de 2019.
  91. Reeves, Nicholas (2003). «THE GOLD MASK OF ANKHKHEPERURE NEFERNEFERUATEN». Journal of Ancient Egyptian Interconnections. https://journals.uair.arizona.edu/index.php/jaei/article/viewFile/18746/18402 (Vol.7 No.4). doi:10.2458/azu_jaei_v07i4_reeves. Consultado el 3 de septiembre de 2019.
  92. Nicholas Reeves,Tutankhamun's Mask Reconsidered BES 19 (2014), pp. 523–24
  93. «8 things you (probably) didn't know about Tutankhamun» (en inglés). History Extra. Consultado el 12 de julio de 2019.
  94. Michael McCarthy (5 de octubre de 2007). «3,000 years old: the face of Tutankhaten». The Independent (Londres). Archivado desde el original el 5 de noviembre de 2007.
  95. Nada Deyaa’ (3 de febrero de 2019). «Long awaited for Tutankhamun's tomb reopened after restoration - Daily News Egypt». Daily News Egypt. Consultado el 2 de septiembre de 2019.
  96. Hankey, Julie (2007). A Passion for Egypt: Arthur Weigall, Tutankhamun and the 'Curse of the Pharaohs'. Tauris Parke Paperbacks. pp. 3–5. ISBN 978-1-84511-435-0.
  97. Kathryn A. Bard (27 de enero de 2015). An Introduction to the Archaeology of Ancient Egypt. John Wiley & Sons. p. 249. ISBN 978-0-470-67336-2.
  98. Carl Nicholas Reeves (1993). Howard Carter: Before Tutankhamun. H.N. Abrams. pp. 62-156. ISBN 978-0-8109-3186-2.
  99. Lorna Oakes; Lucia Gahlin (2005). Ancient Egypt: an illustrated reference to the myths, religions, pyramids and temples of the land of the pharaohs. Hermes House. p. 495. ISBN 978-1-84477-451-7.
  100. Gordon, Stuart (1995). The Book of Spells, Hexes, and Curses. Carol Publishing Group. pp. New York, New York. ISBN 978-08065-1675-2.
  101. David Vernon in Skeptical – a Handbook of Pseudoscience and the Paranormal, ed. Donald Laycock, David Vernon, Colin Groves, Simon Brown, Imagecraft, Canberra, 1989, ISBN 0-7316-5794-2, p. 25.
  102. Bill Price. (21 de enero de 2009). Tutankhamun, Egypt's Most Famous Pharaoh. Harpenden : Pocket Essentials. p. 138. Published Pocket Essentials, Hertfordshire. 2007. ISBN 9781842432402.
  103. "Death Claims Noted Biblical Archaeologist", Lodi News-Sentinel, 8 de septiembre de 1961.
  104. Carter, Howard; Mace, A.C. (1977). The Discovery of the Tomb of Tutankhamen. Dover Publications. ISBN 0486235009.
  105. «The First Family's Pets». hoover.archives.gov. The Herbert Hoover Presidential Library and Museum. 8 de mayo de 2017. Consultado el 12 de julio de 2019.
  106. Sarah Anne Hughes (20 de junio de 2019). Museum and Gallery Publishing: From Theory to Case Study. Taylor & Francis. p. 36. ISBN 978-1-317-09309-1.
  107. William Carruthers (11 de julio de 2014). Histories of Egyptology: Interdisciplinary Measures. Routledge. p. 168. ISBN 978-1-135-01457-5.
  108. Thomas R.H. Havens (14 de julio de 2014). Artist and Patron in Postwar Japan: Dance, Music, Theater, and the Visual Arts, 1955-1980. Princeton University Press. p. 134. ISBN 978-1-4008-5539-1.
  109. «Record visitor figures». British Museum. Consultado el 9 de diciembre de 2018.
  110. Mona L. Russell (2013). Egypt. ABC-CLIO. p. 260. ISBN 978-1-59884-233-3.
  111. Riggs, 2018, p. 216.
  112. Paul Cartledge; Fiona Rose Greenland (20 de enero de 2010). Responses to Oliver Stone's Alexander: Film, History, and Cultural Studies. Univ of Wisconsin Press. p. 330. ISBN 978-0-299-23283-2.
  113. Jenny Booth (6 de enero de 2005). «CT scan may solve Tutankhamun death riddle». The Times (London: Times Newspapers Limited).
  114. Ronald H. Fritze (15 de noviembre de 2016). Egyptomania: A History of Fascination, Obsession and Fantasy. Reaktion Books. p. 242. ISBN 978-1-78023-685-8.
  115. Proceedings of the 1st International Conference in Safety and Crisis Management in the Construction, Tourism and SME Sectors. Universal-Publishers. p. 254. ISBN 978-1-61233-557-5.
  116. Staff writer (16 de junio de 2018). «Tutankhamun exhibition to be hosted in Sydney in 2021 - Egypt Today». Egypt Today. Egypt Today. Consultado el 30 de agosto de 2019.
  117. Mira Maged (20 de marzo de 2019). «King Tutankhamun exhibition in Paris sells 130,000 tickets - Egypt Independent». Al-Masry Al-Youm. Al-Masry Al-Youm. Consultado el 30 de agosto de 2019.

Bibliografía

Bibliografía adicional

  • Carter, Howard; tr Portell, Rosa (1976). La Tumba de Tutankhamón. Editorial Destino. ISBN 84-233-1684-X.
  • Desroches Noblecourt, Ch., tr Cela, Ana (1989). Vida y muerte de un faraón. Tutankhamen. Barcelona.
  • Reeves, Nicholas (2001). Todo Tutankamón. El rey. La tumba. El tesoro real. Barcelona, edit. Crítica. ISBN 84-8432-485-0.
  • Barry J. Kemp; tr. Tusell, Mónica (1989). El Antiguo Egipto. Barcelona, edit. Crítica. ISBN 84-8432-485-0.
  • Ian Shaw y otros (2007). Historia Del Antiguo Egipto. La Esfera De Los Libros, S.L.
  • Manetón (2008). Historia de Egipto. Madrid: Akal Ediciones. ISBN 978-84-460-2551-1.
  • O`connor, Forbes, Lehner y otros (1996). Egipto: Tierra de los Faraones, Segunda parte. Barcelona: Ediciones Folio, S.A. ISBN 84-413-0155-7.
  • Mascort Roca, Maite (2006). «El tesoro de un faraón Tutankhamón». la revista Historia National Geographic, número 24. ISSN 1696-7755.

Enlaces externos

Predecesor:
Neferneferuatón
Faraón
Dinastía XVIII
Sucesor:
Ay
Este artículo ha sido escrito por Wikipedia. El texto está disponible bajo la licencia Creative Commons - Atribución - CompartirIgual. Pueden aplicarse cláusulas adicionales a los archivos multimedia.