Vinkensport
El vinkensport (traducido del neerlandés "deporte del pinzón"), también denominado vinkenzetting (que se puede traducir como "la sesión del pinzón"), es un deporte de competencia popular en Flandes, Bélgica, en el cual se hace que compitan una serie de pinzones comunes para ver cual de ellos emite el mayor número de llamadas dentro de lapso de una hora.
Los orígenes del Vinkensport se remontan a una competencia que ya realizaban los mercaderes flamencos en 1596, y se le considera parte de la cultura flamenca. Para el 2007, se estimaba que había más de 13,000 entusiastas que practicaban este deporte, denominados vinkiniers ("pinzoneros"), los cuales crían más de 10,000 aves todos los años. Los activistas de derechos humanos se han opuesto desde siempre a este deporte.
Descripción
En una competencia, en una fila de pequeñas cajas, se alinea a 2 m de distancia a lo largo de una calle. La proximidad de las jaulas aumenta el número de llamadas, ya que las aves cantan para sus compañeros y para establecer el territorio.[1] Un cronometrador comienza y termina la competencia con una bandera roja. Cada vez que un pájaro canta su llamada la cual concluye con un susk-e-wiet se realiza una marca con una tiza sobre un palo largo. El pájaro que canta su canción la mayor cantidad de veces durante una hora gana el concurso. Los pinzones campeones por lo general cantan cientos de llamadas durante un concurso.[1]
Historia
Los primeros registros conocidos de vinkeniers datan de 1596 (hay quienes sostienen que existen registros que se remontan a principios de 1593) y dan cuenta de competencias entre comerciantes flamencos.[1] A finales del siglo XIX, la popularidad de vinkenzetting había disminuido significativamente, pero resurge después de la Primera Guerra Mundial. A partir del 2007, se estima que hay más de 13,000 vinkeniers que crían 10,000 aves cada año. Sin embargo, la popularidad de este deporte está disminuyendo en el siglo XXI.[1] Existe un museo del deporte (Nationaal Volkssportmuseum Vinkensport) en el pueblo de Hulste, en el municipio Harelbeke, Bélgica.[2]
Prácticas
Los vinkeniers utilizan una variedad de métodos para aumentar la cantidad de llamadas que realizan sus aves. Las técnicas para desarrollar la aptitud del canto incluyen programas de cría selectiva, dietas altas en proteínas y estimulación con música. Como los pinzones salvajes generalmente comienzan a cantar durante la temporada de apareamiento de primavera, a veces los cuidadores también colocan luces artificiales en los aviarios para incentivar las aves a cantar.
Referencias
- Dan, Bilefsky (21 de mayo de 2007). «One-Ounce Belgian Idols Vie for Most Tweets per Hour». The New York Times (The New York Times Company). Consultado el 23 de mayo de 2007.
- Lawson, Kristan (1999). Weird Europe: A Guide to Bizarre, Macabre, and Just Plain Weird Sights. Macmillan. p. 32. ISBN 978-0-312-19873-2.