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La falta de comunicación es algo que ocurre con facilidad sin importar la persona con quien estés hablando o la situación en que te encuentres.
Veamos por qué sucede y cómo se puede solucionar.
Un motivo es no escuchar atentamente. Muchas veces nos concentramos en hablar, pero escuchar a los demás puede ser muy significativo.
Si en una conversación ambas partes se prestan atención, la comunicación mejorará.
Cuando eres un buen oyente, eres más receptivo y comprensivo a lo que te dicen, esa es la diferencia entre escuchar y simplemente oír.
La falta de empatía es otra razón. Sin esta habilidad es difícil entender las emociones de los demás.
Desarrollar esta capacidad puede ser difícil, pero si te dispones a reconocer otras formas de pensar, lograrás comprender a la otra persona, sus sentimientos y el porqué de su opinión.
Si tienes dudas sobre cómo lograrlo, simplemente pregúntate: ¿por qué esa persona se siente así? o ¿cómo me sentiría si estuviera en su situación?
Cuando eres empático y escuchas con atención, transformas la falta de comunicación en comunicación efectiva.
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