Es un trastorno del habla que involucra vacilación involuntaria, repetición ("pu-pu-pu-puede") o prolongaciones ("cccccomo") al hablar.

Aproximadamente el 5% de los niños en edades de 2 a 5 años pasan por un corto período de tartamudeo, pero esta fase es muy breve. Para un bajo porcentaje de ellos (menos del 1%), el tartamudeo progresa desde una simple repetición de consonantes hasta una repetición de palabras y frases. Más adelante, se desarrollan espasmos vocales acompañados de un sonido forzado, casi explosivo, en el habla.

El tartamudeo tiende a darse en familias, sin embargo no está claro hasta qué punto los factores genéticos son importantes. También, existe evidencia de que el tartamudeo puede estar asociado con eventos neurológicos, como un accidente cerebrovascular o lesiones cerebrales traumáticas. Los componentes psicológicos tienden a empeorar o mejorar los síntomas dentro de cada caso.

El tartamudeo se considera en muy pocas ocasiones un problema psicológico. Sin embargo, las situaciones de estrés social y ansiedad pueden hacer empeorar los síntomas. Sorprendentemente, las personas con dificultad significativa en el habla a menudo no tartamudean cuando cantan o cuando están hablando solos. El tartamudeo tiende a persistir hasta la edad adulta con más frecuencia en los hombres que en las mujeres.

Los síntomas del tartamudeo pueden abarcar:

• Vacilación al empezar oraciones o frases
• Pausas prolongadas al hablar
• Repetición de sonidos, sílabas o palabras
• Sonidos muy largos dentro de las palabras

Otros síntomas que podrían verse con el tartamudeo abarcan:

• Parpadeo del ojo
• Movimientos involuntarios de las partes de la cabeza u otras partes del cuerpo
• Movimiento espasmódico de la mandíbula

Los niños con tartamudeo leve son a menudo inconscientes de su problema. En casos más severos, los niños pueden mostrar conciencia mayor, acompañada de movimientos faciales, ansiedad y aumento del tartamudeo cuando les piden que hablen.

Usualmente no se necesita ningún examen. El diagnóstico del tartamudeo puede requerir una consulta con un logopeda.

No existen terapias perfectas para el tratamiento del tartamudeo. La mayoría de los casos tempranos duran poco y se resuelven espontáneamente. En los casos persistentes, la logopedia puede ayudar. La investigación sobre terapias es continua y se debe investigar para determinar qué tipos de ayuda pueden ser los más útiles.

La terapia farmacológica para el tartamudeo NO ha demostrado que sirva.

La logopedia puede servir en los siguientes casos si:

• El tartamudeo ha durado más de 6 a12 meses.
• El tartamudeo sucede la mayoría de las veces en que el niño está hablando.
• El niño o la familia se sienten muy avergonzados por el tartamudeo o el niño tiene miedo de hablar.

La investigación sobre terapias para el tartamudeo es continua y se debe investigar para determinar qué tipos de logopedia pueden ser los más útiles

La manera como la familia, los amigos y los profesores responden al tartamudeo de un niño es muy importante:

• Evite las situaciones sociales estresantes, cuando sea posible.
• Estimule el discurso lento permitiéndole al niño el tiempo suficiente para hablar.
• Use un discurso lento y relajado al hablar con el niño.
• Cuando el niño parezca frustrado, está bien aceptar el tartamudeo y la frustración.

Algunas personas que tartamudean descubren que no presentan el problema cuando cantan o leen en voz alta.

En la mayoría de los niños que tartamudean, la fase es pasajera y su habla vuelve a ser normal al cabo de 3 ó 4 años. El tartamudeo que comienza después de que el niño tenga de 8 a 10 años, es más probable que perdure hasta la edad adulta.

El tartamudeo es más frecuente entre las edades de 3 y 5 años. Los padres deben evitar hacer comentarios o mostrar demasiada preocupación, lo cual puede realmente llevar a que las cosas empeoren, haciendo que el niño se torne más tímido.

Las posibles complicaciones del tartamudeo comprenden problemas sociales causados por el temor a hacer el ridículo, lo cual puede llevar a que el niño evite hablar del todo.

Consulte con el médico si el tartamudeo está interfiriendo con el desarrollo emocional o el rendimiento escolar de su hijo, si el niño se siente avergonzado o ansioso al hablar o si los síntomas duran más de 3 a 6 meses.

No existe una forma de prevención conocida para el tartamudeo.

La atención afectuosa de los padres, sin hacer énfasis en el tartamudeo, puede ayudar al niño a sentirse mejor acerca del problema.

Escuche pacientemente al niño, mírelo a los ojos, no lo interrumpa, ignore el tartamudeo, y muéstrele amor y aceptación. Si el tartamudeo continúa por más de 6 meses, el "bloqueo" en el habla dura varios segundos o el niño muestra tensiones faciales evidentes al tartamudear, busque ayuda profesional.

Prasse JE, Kikano GE. Stuttering: an overview. Am Fam Physician. 2008;77(9):1271-1276.