2 métodos:Con la llaveSin la llave

Si estás tratando de abrir un misterioso armario, huir de la policía o simplemente tienes la mala suerte de haberte quedado atrapado en un baño, aquí te presentamos tu ruta de escape. Mantén la calma y sigue leyendo.

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Método 1 de 2: Con la llave

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    Identifica qué cerradura necesitas abrir. La mayoría de las puertas tienen un cerrojo de seguridad, una cerradura de manija o ambas. Las cerraduras con manija, también conocidas como cerraduras con perno de resorte, son mucho más fáciles de abrir en comparación con los cerrojos de seguridad.
    • Si tu puerta no tiene un cerrojo de seguridad, considera comprarte uno. Es muchísimo más seguro ya que son mucho más difíciles de manipular. La mayoría de ladrones entran por la puerta principal.

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    Busca la llave que coincida con la cerradura. Si la puerta que estás tratando de abrir es una puerta de tu casa o de tu centro de trabajo, el arquitecto o propietario debe haberte dado esta llave. Si no tienes ninguna llave, esperemos que sepas el porqué.
    • Si no eres el propietario principal, deberás pedir prestado una llave o sacarle un duplicado para que puedas abrir la puerta. Incluso, ahora puedes sacar duplicados de llaves en los supermercados en cuestión de minutos.
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    Introduce la llave en la cerradura que quieras abrir. Según el diseño que tenga la llave, deberás ingresarla de diferentes formas. A veces los dientes de la llave deben ir para arriba o para abajo.
    • Si la llave no ingresa con facilidad, es posible que tengas la llave incorrecta. Intenta con otras llaves si te has olvidado cuál de todas es la correcta.
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    Gira la llave hasta que escuches un clic. Si la puerta es antigua, es posible que tengas que empujar o jalar la puerta mientras intentas girar la llave.
    • Si te has mudado de casa o paras prestándote la llave del propietario principal, comunícate con la persona responsable y cuéntale que tienes problemas con la cerradura. Es posible que alguien que use con frecuencia la puerta sepa los mejores trucos para abrirla.
    • Si escuchas el clic y sientes que la puerta está floja, ya se abrió. Si aún no puedes abrirla, revisa que no haya otra cerradura (un cerrojo de seguridad o una cerradura de manija). Si ya has abierto todas las cerraduras posibles y aun no puedes abrir la puerta, podría haber otra cerradura interna que no se puede abrir desde afuera.
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Método 2 de 2: Sin la llave

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    Para una cerradura de baño o dormitorio, usa un destornillador plano pequeño. Este tipo de destornillador tiene dos puntas; el destornillador estrella tiene cuatro. En realidad, cuanto más pequeño sea el destornillador, mejor. Es posible que quieras usar el tipo de destornillador que se usa para ajustar monturas de lentes y esas cosas. Si no tienes uno de estos destornilladores, utiliza el cuchillo de mantequilla más pequeño que tengas.
    • Revisa la cerradura. Algunas cerraduras tienen agujeros que se deben presionar o girar para poder abrir la puerta. Si no sabes cómo funciona la cerradura, intenta ambos movimientos con tu herramienta.
      • Si fuiste tú quien instaló la cerradura (o la instalaron cuando estabas presente), puede ser que esta haya venido con una herramienta pequeña. ¿Te acuerdas dónde la dejaste? Esta herramienta está diseñada para estos casos.
  2. Imagen titulada Unlock a Door Step 6 preview
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    Usa una tarjeta de crédito para abrir cerraduras con manija. Si bien este método no sirve para los cerrojos de seguridad, sí sirve para las cerraduras con tornillo de resorte (el tipo de cerradura que es inclinado y tiene un mango). Escoge una tarjeta que sea barata y que no sea muy importante, de modo que si se rompe no haya ningún problema.
    • Mete la tarjeta entre la cerradura y el marco de la puerta; la tarjeta debe estar pegada al marco. Dobla la tarjeta hacia el marco, haciendo que la cerradura se separe de la puerta para poder abrirla. Para estos casos, es mejor usar una tarjeta laminada porque son más flexibles.
  3. Imagen titulada Unlock a Door Step 7 preview
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    Usa una llave de tensión y un sujetapapeles. Si tienes algunas de estas herramientas a la mano, tienes suerte. Coge un sujetapapeles y aplánalo con un martillo. Ponlo sobre el piso o sobre alguna superficie dura y martilla. Esta será tu herramienta.
    • Mete la llave de tensión en la cerradura y gírala como si estuvieras abriéndola. Cuando no puedas llegar más al fondo, usa el sujetapapeles aplanado. Tantea por todos lados; si puedes ir más al fondo, eso quiere decir que has alzado el primer perno.

    • Sigue forzando el sujetapapeles seguido de la llave de tensión hasta que hayas alzado todos los pernos y puedas abrir la puerta.

  4. Imagen titulada Unlock a Door Step 8 preview
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    Retira las bisagras. Coloca un destornillador plano de tamaño estándar entre la bisagra y el pin. Golpea con un martillo hacia abajo el mango del destornillador. Retira el pin cuando esté lo suficientemente suelto.
    • Repite este procedimiento con todas las bisagras. Si el pin no sale con facilidad, tal vez puedas lograrlo con un destornillador estrella.

  5. Imagen titulada Unlock a Door Step 9 preview
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    Aniquila con un martillo. Este paso está al último porque debe tomarse como último recurso. Por ejemplo, si estás en una habitación que se llena rápidamente de monóxido de carbono, puedes usar este recurso. De caso contrario sería más fácil llamar a un cerrajero o esperar que venga alguien con herramientas o con la llave.
    • Básicamente, toma el martillo y golpea. Si golpeas lo suficientemente fuerte, la perilla caerá (luego de doblarse y estropearse), exponiendo la cerradura. Luego de esto, necesitarás una perilla y cerradura nueva.

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Consejos

  • Si la gente te ve tratando de abrir tu propia puerta, pueden pensar que estás tratando de robar tu casa o puedes darles ideas de robarla cuando tú no estés.
  • Si notas que es fácil entrar a tu casa, compra una nueva cerradura.
  • Asegúrate de que la puerta que tratas de abrir sea tuya o que tengas permiso de abrirla, sino puedes tener serios problemas.
  • Asegúrate de tener la llave correcta de la puerta que intentas abrir.
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Advertencias

  • Tu comportamiento parecerá sospechoso. Debes estar preparado para ser interrogado.
  • Si abres una puerta que no es tuya, puedes meterte en problemas. Siempre pide permiso al dueño antes de recibir alguna llave o entrar a una casa o trabajo.

Cosas que necesitarás

Con la llave

  • Llave

Sin la llave

  • Destornillador plano o cuchillo de mantequilla
  • Tarjeta de crédito (o cualquier otra tarjeta de plástico)
  • Llave de tensión
  • Sujetapapeles
  • Martillo
  • Destornillador de estrella

Acerca del artículo

Categorías: Puertas y ventanas