Cómo actuar serio

Mantén una cara seria. Trata de no sonreír para nada, ni siquiera cuando una sonrisa pueda resultar amistosa y bienvenida (por ejemplo cuando te presentan a alguien). Tampoco frunzas el ceño, simplemente no muestres ninguna expresión facial en particular. Pon una expresión contemplativa en tu rostro que no sea ni feliz ni triste, sino siempre pensativa.

Evita tener pensamientos divertidos o alegres. Si necesitas pensar en algo triste, hazlo, tienes que hacer todos los esfuerzos necesarios para ser un actor, o actriz, una vez que digas tus líneas, piensa que tienes otras cosas que decir que tampoco son graciosas, y concéntrate en escuchar lo que está diciendo la otra persona. Podría ser difícil, especialmente si te dicen que no rías, pero esto es muy importante de recordar, o te descubrirás riendo cuando no debes lo que podría generar algunas situaciones incómodas.

Piensa en algunos problemas serios de la vida. Éstos podrían ser de cualquier tipo, desde política hasta maneras de mejorar el medio ambiente. Si no se te ocurren ideas, podrías encontrar que estar al día con las noticias locales te puede ayudar. De ser posible, intenta encontrar al menos un tema en el que estés genuinamente interesado, de esa manera, te sentirás mucho más inclinado a pensar en ello. Cuanto más lo hagas, más probable será que genuinamente estés serio y parezcas estarlo.

Usa un diálogo apropiado. No cuentes demasiados chistes, no hagas comentarios graciosos aunque seas una persona naturalmente chistosa. Serio es lo opuesto a gracioso, así que evita hacer reír a la gente, no importa cuántas ganas tengas de hacerlo. Usar un lenguaje formal y evitar hablar de cosas casuales también podría ayudar.