Cómo arreglar toda tu vida

Descubrir tus pasiones. Cuando llevas una vida que te apasiona, habrá pocas cosas que arreglar. Lo más probable es que no te apasione ahora. Si no, regresa al inicio y averigua lo que realmente necesitas para llevar una vida satisfactoria y feliz.^[1] Toma un papel y un bolígrafo, y completa los ejercicios que están líneas abajo. En el papel, responde lo siguiente: ^[2]

• "¿Dónde estoy?". Considera tu propósito actual en la vida y las variables que contribuyeron al hecho de que estés donde estás ahora.
• Crea una lista de 20 a 50 cosas que te hagan feliz.
• ¿Qué es lo mejor que te ha pasado?
• ¿Cuáles son las cinco cosas que te gustan de ti?
• Lista tres características que los demás usarían para describirte.
• "Mi sueño es…".
• Después de haber respondido todo lo mencionado anteriormente, únelo. ¿Cómo puedes realinear tu propósito actual con el hecho de alcanzar tus sueños? ¿Cómo puedes rodearte de más cosas que te hagan feliz? ¿Cómo puedes hacer que los demás vean las cualidades o habilidades que ves en ti?

Haz memoria para recordar el momento y la forma en que dejaste de ver estas pasiones. Ahora que sabes bien las cosas que te hacen feliz, mira tu vida y discierne lo que te llevó a desconectarte de esas pasiones.

• Por ejemplo, a veces uno tiene metas y aspiraciones en la vida que no encajan con las metas de sus padres o familiares. Es posible que dejes tus pasiones para complacer a los demás. Hacerlo puede brindarte placer por poco tiempo, pero al final te volverá infeliz porque no estarás satisfaciendo tus pasiones principales.
• Considera otro ejemplo. A lo mejor alguna vez tuviste la pasión de ayudar a los demás antes de ir a la universidad. Cuando te graduaste y entraste en la carrera, te desconectaste de esa pasión por hacer dinero y pagar las cuentas.

Dale prioridad a tus pasiones y valores, independientemente de a dónde te lleve la vida. Como probablemente hayas adivinado, te desconectaste de tus pasiones cuando empezaste a darle prioridad a las pasiones de los demás o a aspectos menos importantes de la vida sobre las cosas que realmente te hacen feliz. Puedes arreglarlo. Cuando le des prioridad a la positividad o planees tu día para que esté lleno de cosas que evoquen naturalmente emociones positivas, tendrás mejores probabilidades de sentirte de esa manera con más frecuencia. Algunas investigaciones demuestran que este método de darle prioridad a las buenas vibras es más eficaz que buscar la felicidad constantemente y en todo momento.^[3]

• Mira la lista de las cosas que te hacen feliz. Considera maneras de ser proactivo y de incorporar algunas de estas cosas o actividades en tu vida cotidiana. De esta manera, siempre que tengas la oportunidad, participarás en actividades que le traigan alegría y paz a tu mente.
• Por ejemplo, si te gusta la naturaleza, puedes programar caminatas a diario en la mañana o en la noche con tu perro, tu pareja o un amigo.

Vive en el presente. Vive en el momento presente, no en el pasado o en el futuro. Pensar en las situaciones pasadas y preocuparte por las situaciones futuras solo te saca de tu vida actual. Crea activamente tu propia felicidad al concentrarte en el aquí y el ahora.

• Haz una pausa a lo largo del día y esfuérzate por concentrarte en el presente. Respira hondo muchas veces. Piensa en tu ambiente y sensaciones físicas. ¿Qué ves, hueles o escuchas? ¿Qué sientes en tu cuerpo? Sigue respirando hondo a medida que te orientes hacia lo que sucede en este momento.^[4]

Hazlo despacio. Arreglar toda tu vida puede ser un proyecto abrumador. Debes comprender que no puedes implementar un cambio significativo de la noche a la mañana. Cambiar un mal hábito puede suponerte todo un reto. Debes saber que está bien y que se espera que sigas pequeños pasos.^[5]

• Recuerda que el primer paso en un cambio significativo es saber dónde están tus problemas.^[6] Ser honesto contigo mismo y descubrir cuáles son tus hábitos es sumamente determinante para arreglar tus problemas.
• Para desarrollar confianza sobre tu proyecto de desarrollo personal, debes empezar despacio. Escoge un área a la vez que te gustaría mejorar. Trabaja solamente en esta área hasta que veas un desarrollo marcado y después sigue con otra área. Es posible que te parezca que los cambios positivos que haces en un área de tu vida se filtran en otras áreas sin que ni siquiera lo intentes.^[7]

Examina los patrones de un comportamiento problemático. Para arreglar tu vida, debes mirar atentamente los factores que hacen que te quedes atrapado. Es difícil reconocer que eres la persona que obstruye tu felicidad. Sin embargo, reconocerlo te da poder, ya que eres el único que puede hacer cambios para mejorar tu vida. Piensa en los comportamientos que realizas constantemente y que hacen que te sientas insatisfecho con tu vida.

• Las personas que son muy infelices por lo general comparten hábitos parecidos. Esos hábitos son los siguientes:^[8]
  • hacerse la víctima;
  • uso de alcohol, drogas, alimentos el sexo u otros comportamientos adictivos con los cuales lidiar;
  • sensación de impotencia para cambiar su estado emocional;
  • descuido de su salud;
  • tener relaciones complicadas.

Pregúntate si tus pensamientos te ponen triste. Es normal que tengas pensamientos negativos de vez en cuando. Sin embargo, si tu vida constantemente te pone triste, es posible que tus pensamientos sean los culpables de ello. Lo que dé vueltas por tu cabeza todo el día tiene el poder de perjudicarte en gran medida y de hacer que sientas que no puedes mejorar tu vida. Estos son ocho patrones de pensamientos negativos que experimentan las personas infelices. Fíjate si eres culpable de algunos de ellos:^[9]

• hablarte de forma contraproducente: “No puedo…” o “No soy lo suficientemente bueno…”;
• pensar constantemente de forma negativa en el pasado: rebobinar o recordar los acontecimientos horribles o estresantes que te ocurrieron anteriormente;
• suponer lo peor: suponer lo peor en todas las situaciones o mirar la vida con la actitud de que “el vaso está medio vacío”;
• compararte con los demás: ver a los demás como más atractivos, más adinerados o con mejores vidas;
• hacerte la víctima: considerarte una persona débil o que no puede lidiar con las personas o situaciones difíciles;
• tener problemas para perdonarte: hundirte en la culpa por errores pasados;
• culpar a otras personas: atribuirles tus desgracias a los demás;
• miedo al fracaso o a los errores: establecer estándares demasiado altos y ser perfeccionista.

Mira atentamente tus relaciones. Si tu vida es indeseable ahora, es posible que sea necesario que evalúes tu círculo social. Lo ideal es que quieras rodearte de personas optimistas, que te inspiren y que te valoren como persona. Ese tipo de relaciones son fundamentales para tu felicidad. Sin embargo, si tus relaciones te consumen, desmotivan o contribuyen a que mantengas malos hábitos, entonces tal vez sea necesario que las reevalúes.^[10]

• Si eres un adulto, entonces debes asumir la responsabilidad de tu papel en cualquier relación dañina. Independientemente de lo que creas, solo tú tienes el poder de liberarte. Por lo tanto, si decides permanecer en esa relación, debes reconocer que lo haces a costa de tu bienestar.

Mejorar tu salud física. Si descuidas tu salud, puede ser difícil disfrutar tu vida. No comer o dormir bien y a la vez ser activo puede deteriorar tu salud física y causarte obesidad; sin embargo, descuidar tu salud también puede conducirte a la depresión, ansiedad e incluso envejecimiento prematuro. Haz cambios positivos en tu salud para mejorar tu bienestar y satisfacción en la vida. Esfuérzate por hacer lo siguiente:^[11]

• llevar una dieta balanceada;
• hacer ejercicios con frecuencia y dormir bien;
• mantener un peso saludable;
• dejar de fumar;
• limitar tu consumo de alcohol;
• ir al doctor para tus chequeos regulares.

Recibe ayuda psicológica para tus comportamientos adictivos. El abuso de sustancias, las apuestas o la adicción al sexo pueden ser sumamente difíciles de superar sin una ayuda profesional. Da el primer paso para eliminar estos comportamientos poco saludables al consultar con un psicólogo.^[12]

Desarrolla una actitud positiva. Si todas las mañanas te despiertas y piensas que tu vida es un desastre, entonces lo creerás una y otra vez. Crea un cambio en tu forma de ver el mundo y tu vida al hacer estos pequeños cambios:^[13]

• Felicítate cada vez que logres el éxito (por muy pequeño que sea). Debes ser tu fan número uno. En vez de decir “No puedo”, di “Sí puedo” con más frecuencia.
• Debes tener paciencia. Crea una profecía que te satisfaga cuando esperes resultados en un periodo de tiempo irreal. Dale a tu vida tiempo para moldearse. Concéntrate en los cambios positivos que haces a diario.

Presta atención a tus pensamientos. Los pensamientos negativos dan lugar a un estado de ánimo negativo, mientras que los pensamientos positivos dan lugar a un estado de ánimo positivo. Presta atención cuando tengas pensamientos negativos e intenta transformar esos pensamientos en unos que sean más realistas y positivos. Vuelve a estructurar tu pensamiento al hacer lo siguiente:^[14]

• Escucha los pensamientos negativos o inútiles al controlar tu manera de hablarte.
• Cuando te veas pensando en algo negativo, modifica tus pensamientos para convertirlos en unos que sean más realistas o útiles. Por ejemplo, “¡Arruiné la entrevista! ¡Nunca conseguiré un trabajo!” puedes convertirlo en “No sabré cómo me fue en la entrevista por varios días. Puede haberme ido mejor de lo que creo; tendré que ser paciente y esperar”.

Practica la gratitud. En vez de concentrarte en lo que va mal o cosas por las que no te sientes feliz en tu vida, presta atención a las cosas por las que te sientes afortunado, como tener una casa, amigos que se preocupan por ti y un trabajo estable.

• Empieza a escribir un diario de agradecimientos.^[15] Puede ser un diario típico o una aplicación de celular. Comprométete a escribir por lo que te sientes agradecido varias veces por semana. Pueden ser cosas que pensaste que irían mal en tu día, pero no fue así, cosas de las que no podrías prescindir o personas que han sido útiles en tu vida.

Cuídate. Descansa de forma habitual. La vida puede parecer poco satisfactoria cuando pasas cada momento del día trabajando. Programa tiempo para ti y haz algo que te traiga paz.

• Mantenerte en contacto con tu estado mental es fundamental para tu salud emocional.^[16] Esfuérzate por comprometerte en actividades que reduzcan tu estrés a diario. Estas actividades pueden ser leer una novela, jugar con tu mascota, meditar, hacer yoga o pintar.