Cómo bañar a un conejo

Prepara tus implementos. Coloca lo necesario para la limpieza cerca de un lavabo o fuente de agua. Necesitarás agua a temperatura corporal (no debe sentirse ni caliente ni fría al medir la temperatura con tu codo), una toalla, un recipiente grande para el agua, toallas secas y un paño o una toalla pequeña para la cara.^[1]

• Quizá sea mejor pedirle ayuda a alguien, sobre todo si tu conejo se pone inquieto. Esta persona puede sostener al conejo con firmeza y cuidado mientras tú limpias las manchas.

Sujeta a tu conejo. Para poder limpiar el área de la cola del conejo, colócalo sobre su espalda, con el estómago hacia arriba, y sostenlo con cuidado. La forma más segura de hacerlo es colocar una mano como si fuera un asiento en forma de pala y utilizar la otra para acomodar su espalda baja en dicho “asiento”. Lo ideal será que sujetes al conejo suavemente del cogote para que no se mueva.^[2] Coloca al conejo mirando hacia el lavabo y con la cola hacia el agua.

• Puedes cubrirle los ojos con una toalla pequeña para facilitar el proceso. La oscuridad podría ayudar a calmarlo. Asimismo, puedes hablarle con un tono de voz calmado y suave para tranquilizarlo.

Retira los restos que encuentres en su pelaje. Antes de limpiar el área, deshazte de los restos de heces que hayan quedado pegados en su pelaje. Desenreda su pelo tanto como sea posible y luego rocía el agua del recipiente en el área manchada. Déjala remojar por un momento y luego continúa desenredando el pelaje para deshacerte de los restos hasta que se hayan suavizado y puedas quitarlos.

• Quizá sea mejor que utilices guantes para mantener tus manos limpias. Asimismo, sería ideal que consigas un peine de dientes anchos para poder alcanzar el área del pelaje entre la piel y los restos.^[3]

Moja y enjuaga el área. Hazlo repetidas veces a fin de limpiar el pelaje manchado. Si un área de su pelaje se encuentra demasiado sucia (por ejemplo, el área de su cola), el proceso podría tomar mucho tiempo y paciencia. Si vas a limpiar manchas de orina, tendrás que hacer lo mismo, pero enjuagarlas con abundante agua hasta que esta se limpie por completo. Asegúrate de reponer constantemente el agua sucia que se acumula en el lavabo. Siempre haz un último enjuague con agua limpia.^[4]

• No es necesario utilizar champú para limpiar manchas; el agua sola es suficiente. Además, el champú para personas puede dañar el pelaje y la piel de tu conejo, ya que tiene un pH diferente. Si realmente crees que necesitas emplear un champú, pídele al veterinario que te recomiende o recete uno.

Seca a tu conejo. Una vez que termines, rápidamente traslada a tu conejo a una toalla grande. Envuélvelo y frota el área con cuidado hasta que se seque. La piel de los conejos es delicada y puede arañarse fácilmente, así que no seas muy brusco al secarlo con la toalla.^[5] Una vez que esté seco, mantenlo en una habitación cálida por entre 12 y 24 horas. De esta manera evitarás que se enfríe demasiado.

• Evita utilizar una secadora de cabello si solo necesitas secar un área del pelaje. El ruido puede asustar a tu conejo y el aire de la secadora podría sobrecalentarse.

Prepara tus implementos. Para darle un baño completo a tu conejo necesitarás 2 tazones o tinas planas, un recipiente para el agua, champú (recetado por el veterinario), una toalla seca y una toalla adicional o una alfombra antideslizante. Dobla una de las toallas y coloca uno de los lados del tazón o la tina encima para crear un lado profundo y uno superficial. Llena el recipiente con agua tibia y asegúrate de que el lado superficial no tenga más de 2,5 cm (1 pulgada) de agua y coloca la alfombra antideslizante o la otra toalla en el fondo de la tina.

• Asegúrate de que la habitación sea cálida. La temperatura debe estar lo suficientemente cálida como para que tú mismo te sientas cómodo vistiendo únicamente un traje de baño.

Moja al conejo. Colócalo en el agua, con la cabeza hacia el lado superficial del recipiente. Toma una jarra y vierte el agua sobre el conejo con cuidado, empezando por sus cuartos traseros y avanzando hacia su cabeza. Evita mojar su cabeza y asegúrate de que el agua no entre a sus ojos ni orejas.^[6]

• Quizá sea mejor que le pidas ayuda a alguien, especialmente si tu conejo se pone inquieto o intenta escapar. Que la otra persona lo sostenga con cuidado y firmeza mientras tú lo bañas.

Utiliza el champú si el veterinario recetó su uso. Si tu conejo está en tratamiento por alguna enfermedad, es posible que el veterinario le haya recetado un champú. Una vez que hayas mojado bien al conejo, vierte una pequeña cantidad del producto en la palma de tu mano y frota tus manos mojadas. Luego, frota tus dedos enjabonados en el pelaje para que el champú actúe.

Enjuaga el champú. Revisa la temperatura del agua de la tina nuevamente para asegurarte de que aún esté tibia. Llena el recipiente y vierte el agua sobre el conejo. Una vez que hayas enjuagado a tu mascota unas cuantas veces, colócala en el otro tazón o tina. Llena la jarra nuevamente y vuelve a enjuagar a tu conejo hasta que el agua que corra esté limpia.

• Asegúrate de que el nivel del agua siempre permanezca alrededor de 2,5 cm (1 pulgada). De ser necesario, coloca al conejo en el otro tazón y vierte el exceso de agua del recipiente que estabas empleando.^[7]

Seca a tu conejo. Mueve a tu conejo rápidamente hacia una toalla seca. Envuélvelo y frótalo suavemente para secar su pelaje. Quizá necesites utilizar toallas adicionales para poder secarlo por completo. Recuerda que su piel es delicada y puede arañarse con facilidad, así que no seas brusco al secarlo con la toalla.^[8] Una vez que tu conejo esté seco, mantenlo en una habitación cálida por entre 12 y 24 horas. De esta manera, no se enfriará demasiado.

• Utiliza una secadora de cabello con mucho cuidado, ya que es posible que asuste a tu conejo. Si debes emplearla, asegúrate de que esté en la temperatura más fría y sostén el aparato a una distancia de al menos 30 cm (12 pulgadas) de tu mascota.^[9]

Comprende los riesgos que conlleva bañar a tu conejo. Dado que estos animales viven en la tierra y cavan túneles, podría parecerles poco natural estar sumergidos en agua. Posiblemente esta sea la razón por la que tienden a entrar en pánico, en cuyo caso podrían retorcerse de forma extraña y lastimarse a sí mismos. También es posible que intenten saltar para escapar del agua, por lo que podrían caer de una gran altura.^[10] Por ello, es necesario que tengas en cuenta que:

• dado que la anatomía de los conejos está diseñada para que puedan bajar su cabeza para pastar, no pueden levantarla demasiado, por lo que están en peligro de ahogarse incluso si el agua no es tan profunda;
• los conejos se enfrían rápido, por lo que bañarlo a una temperatura incorrecta incrementa la posibilidad de que esto suceda;
• al bañar a tu conejo, le quitas los aceites naturales del pelaje que ayudan a acondicionarlo y hacen la piel impermeable para protegerla de la lluvia;
• el pelaje del conejo es muy suave y tiende a enredarse cuando está mojado, lo que podría hacer que quede incluso más enredado de lo que estaba antes del baño.

Intenta asear a tu conejo. Considera la razón por la que piensas que tu conejo necesita un baño. Si su pelaje está enredado, será mejor utilizar un peine y cepillo para arreglarlo. Estos animales mudan su pelaje en grandes cantidades y por ello, este puede tener una apariencia abultada en ocasiones. Sin embargo, por lo general, puedes arrancar este exceso de pelaje sin causar dolor ni necesidad de darle un baño.^[11]

• Nunca bañes a tu conejo por motivos estéticos, como para hacer que huela mejor o que su pelaje brille. Tu conejo no debería oler mal, pero en caso de que sea así, llévalo al veterinario para que descarte un problema médico o limpia el piso de su jaula. Limpia su casa todos los días y cambia el heno o paja sucios del fondo de su jaula por un manojo fresco para evitar que tu mascota huela mal.