Cómo cambiar tu imagen

Piensa por qué quieres cambiar tu imagen. Si es porque quieres ser popular, o para encajar en cualquier grupo en particular, o de cualquier forma porque crees que cambiar convencerá a alguien para que le gustes, no te molestes. Si es porque quieres sentirte seguro de ti mismo, adelante.

Imagina como a querrías cambiar. ¿Cómo describirías tu imagen actual? ¿Cómo te hace sentir tu imagen en el presente? ¿Cómo preferirías sentirte? ¿Y cómo puedes vestirte y lucir para poder sentirte de esta forma?

Encuentra gente que tenga elementos de la imagen que te gustaría conseguir. ¿Te gusta la dureza del superhéroe que viste en esa película? ¿O la sensualidad de esa diva en la entrega de premios? ¿Quizá la clase y sofisticación de las estrellas del cine antiguo? Probablemente quieras mezclar y combinar diferentes imágenes para crear la tuya.

Vete introduciéndolo poco a poco. Los cambios tan drásticos son exagerados y llaman la atención, pero por lo general no suelen durar. Si quieres encontrar tu propia imagen, necesitas ir construyéndola despacio, pieza a pieza, hasta que un día te mires al espejo antes de salir de casa y pienses “Ese soy yo”.

Renueva tu armario. Eso no necesita que vayas y compres un armario completamente nuevo. Simplemente empieza a mirar de forma crítica lo que tienes en él. Si cada vez que sacas ese jersey rojo algo en tu mente te dice “¡Este no soy yo!, entonces regálalo. Reemplázalo con algo que sea adecuado para ti, tanto física como emocionalmente. No tiene que ser nuevo o caro; puedes comprar en tiendas de segunda mano o incluso reciclar tus propias prendas.