Cómo caramelizar ajo

Aplasta y pela el ajo con la parte plana de la hoja de un cuchillo. Coloca la parte plana de la hoja del cuchillo sobre un diente de ajo y aplástalo rápidamente presionando con tu mano sobre el cuchillo. Una vez que esté aplastado, pelarlo es una tarea muy sencilla.

Corta las raíces o los extremos del ajo. No es obligatorio hacerlo, ya que no influye en el sabor pero generalmente es una buena práctica y una muestra de cortesía hacia los invitados.

Cubre la sartén con aprox. 1 cm (de ¼ a ½ pulgada) de aceite de oliva y coloca la hornilla o el fogón fuego medio. Si deseas puedes escatimar en el aceite de oliva, pero el aceite de oliva resultante es tan sabroso y de lujo que prácticamente pide ser utilizado después de cocinar. (Ve la sección inferior en busca de ideas sobre cómo utilizar el aceite de oliva de ajo).

Cocina el ajo de unos 6 a 7 minutos, volteándolo regularmente para evitar que se queme. Si es necesario, ajusta la temperatura de tu cocina, para que los dientes de ajo se doren y desprendan mucho aroma después del tiempo previsto.

• Los dientes de ajo que has caramelizado rápidamente deberán estar dorados y ligeramente crujientes por fuera y dulces y ligeramente suaves por dentro, así sabrás que están bien cocinados.

Retira los dientes de ajo con una espumadera y sírvelos. El ajo caramelizado va muy bien en cualquier plato y se prepara en tan solo 10 minutos.

Usa el ajo caramelizado en la pizza. ¿Qué pizza no sabe mejor con el ahuyenta vampiros?

Usa el ajo caramelizado en la pasta. ¡Es dulce, picante y fuerte a la vez! El ajo caramelizado definitivamente le da a la pasta un toque espectacular.

Frota ajo caramelizado sobre los crostini, que son rebanadas de pan tostado, y que a menudo sirven de base para las bruschettas. Los crostini son fáciles de hacer y difíciles de satanizar.

Usa el ajo caramelizado en el cordero. Frótalo por toda la pierna del cordero o mete el ajo dentro del cordero. Es muy difícil fallar con el cordero y el ajo.