Cómo cargar a un bebé

2 métodos:Sostenerlo contra tu pecho Dominando otras formas de cargarlo

No importa si eres una madre primeriza cargando a su bebé o un orgulloso pariente abrazando al nuevo integrante de la familia, es necesario que sepas cómo cargar apropiadamente a un niño. Hay distintas maneras correctas de hacerlo, desde la clásica forma de ponerlo contra tu pecho hasta aquella en la que se miran frente a frente, dependiendo de cómo quieres interactuar con tu bebé. Solo debes recordar que es muy importante sentirte tranquila y segura antes de cargarlo, para que así, él también esté relajado antes de interactuar.

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Método 1 de 2: Sostenerlo contra tu pecho

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“Relájate y siéntete segura” antes de cargarlo. Generalmente, los bebés sienten si estás incómoda o molesta. Relájate. No son tan frágiles como crees, aunque sí es importante tener mucho cuidado.

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Apoya su cabeza con un brazo y el final de su espalda con el otro. La cabeza de un recién nacido es la parte más pesada de todo su cuerpo y requiere de mucha apoyo al igual que su cuello. Normalmente, debes sostener su cabeza con delicadeza empleando una mano. Usa tu brazo derecho para sostenerlo por abajo. Mientras haces esto, sigue apoyando su cabeza con la otra mano.
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Acomódalo en tu pecho. Acércalo a tu pecho para que pueda apoyarse sobre él. Instintivamente, los bebés se sienten cómodos al oír tus latidos. Tu brazo y mano derecha deben cargar la mayoría de su peso, mientras que tu mano izquierda debe sostener y proteger su cabezo y su cuello.
- Debes asegurarte de que esté mirando hacia un lado que le permita respirar.
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Disfruta al interactuar con tu bebé. Cargarlo puede ser muy relajante para ambos. Es una buena oportunidad para cantarle, leerle y jugar con él hasta que llegue la hora de alimentarlo, cambiarle el pañal o tomar una siesta. Será necesario que cambies de mano de rato en rato. Cuando lo hagas, siempre recuerda sostener su cabeza con una mano mientras haces el cambio.
- Escucha a tu bebé. A cada bebé le gusta que lo carguen de cierta manera. Si llora o se nota incómodo, trata de cambiar de posición.
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Método 2 de 2: Dominando otras formas de cargarlo

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Practica la posición de cuna. Probablemente, esta es la forma más común de cargar a tu bebé y la mejor manera de mirarlo a los ojos y también es la técnica más natural y fácil para cargarlo. Es mucho más sencillo cargarlo de esta manera cuando tu bebé está envuelto. Debes seguir los siguientes consejos:
- Para cargarlo así, primero debes recostarlo y luego levantarlo deslizando una mano bajo su cuello y su cabeza y la otra bajo su traserito y sus caderas.
- Extiende tus dedos todo lo que puedas para que lo acerques hacia tu pecho y logres sostenerlo lo mejor posible.
- Suavemente desliza la mano que sostiene su cabeza por su espalda. De esta manera, su cabeza y su cuello se apoyarán en tu antebrazo acomodándose en el ángulo que forman tu brazo y tu codo.
- Mantén la otra mano donde estaba, sosteniendo sus caderas.
- Acerca a tu bebé hacia tu cuerpo y mécelo suavemente de atrás hacia adelante.
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Ponlo frente a frente. Es una buena forma de sostenerlo para poder interactuar con tu bebé. Sigue estas instrucciones para hacerla correctamente:
- Coloca una mano detrás de su cabeza y su cuello.
- Sostenlo desde abajo con la otra mano.
- Sostenlo frente a ti, justo debajo de tu pecho.
- Diviértete sonriéndole y haciéndole muecas graciosas a tu lindo bebé.
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Sostenlo por la barriga. Esta técnica es perfecta para tranquilizarlo cuando empiece a aburrirse. Esto es lo que debes hacer para dominar esta técnica:
- Coloca su cabeza y su pecho sobre tu antebrazo.
- Asegúrate de que esté mirando hacia el exterior y se apoye en el ángulo de tu brazo.
- Acaricia o masajea su espalda con la otra mano.
- Revisa su cabeza y su cuello para asegurarte de que no estén colgando.
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Cárgalo como si fuera una pelota de fútbol. Esta forma es excelente para alimentarlo y también funciona así estés parada o sentada. Hazlo de esta manera:
- Pon una mano debajo de su cabeza y su cuello y apoya su espalda en la parte interna del mismo brazo con el que estés sosteniéndolo. Puedes usar la otra mano como soporte debajo de su cabeza mientras te acomodas, siempre y cuando estés segura de que tanto su cabeza como su cuello están apoyados todo el tiempo.
- Haz que doble su cuerpo por un costado del tuyo y que mantenga sus piernas estiradas detrás de ti.
- Acércalo a tu pecho o a tu cintura.
- Usa tu mano libre para alimentarlo o para apoyar su cabeza con más firmeza.
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Puedes cargarlo de manera que pueda ver hacia adelante. Es una buena técnica en caso tengas un bebé curioso y quieras dejarle ver lo que sucede alrededor. Debes hacer lo siguiente:
- Apoya su espalda contra tu pecho para que su cabeza tenga donde recostarse.
- Cárgalo con un brazo desde abajo.
- Pon el otro brazo alrededor de su pecho.
- Asegúrate de que su cabeza no deje de apoyarse contra tu pecho.
- Si estás sentada, puedes apoyar a tu bebé sobre tu regazo y así ya no tienes que cargarlo desde abajo.
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Puedes sostener a tu bebé contra tu cadera cuando ya pueda erguir su cabeza. Después de cierto tiempo, más o menos cuando ya tenga entre 4 o 6 meses de edad, debería ser capaz de levantar su cabeza por sí mismo. Cuando ya lo haga, podrás apoyarlo contra tu cadera:
- Apoya a tu bebé de costado contra tu cadera. Por ejemplo, apoya su lado derecho contra el lado izquierdo de tu cadera para que pueda ver hacia adelante.
- Usa el brazo del mismo lado para sostenerlo desde abajo y apoyar su espalda.
- Usa tu otra mano como apoyo extra debajo de sus piernas para alimentarlo o desarrollar otras actividades.
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Consejos

La primera vez que lo cargues hazlo mientras estás sentado(a). Esa es la manera más fácil de empezar.
Juega o interactúa con tu bebé antes de cargarlo. Así, podrá familiarizarse con tu voz, olor y apariencia.
Si estás atento(o) a su cabeza y tienes cuidado, todo saldrá bien.
Antes de hacerlo, observa a alguien que ya tenga experiencia cargando bebés.
Otro método consiste en apoyar su cabeza en el costado de tu codo lo que te impide usar la mano derecha para sostener su cuerpo.
A los bebés les encanta que los carguen y es probable que lo hagas muy a menudo. Usar portabebés te deja las manos libres, relaja a tu niño y hace que las tareas del hogar sean más fáciles de realizar.

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Advertencias

No sostener correctamente la cabeza de tu bebé puede causarle daño permanente.
No lo cargues cuando estés manipulando líquidos calientes, comida o mientras cocinas.
Sostener a tu bebé contra tu pecho cuando todavía no pueda sentarse por sí mismo puede dañar su columna.
Sacudirlo o realizar movimientos repentinos puede lastimarlo.