Cómo cocinar en la cárcel

Ten en cuenta las diferencias entre conseguir alimentos en la cárcel y alimentos en la prisión. En la cárcel tienes menos trabajo en lo que respecta a la comida y recursos. En la cárcel, existen dos fuentes principales de alimentos: la primera son tus comidas, generalmente una bandeja de desayuno, una bandeja de almuerzo y otra para la cena. Una manera de conseguir comida adicional es presentando una solicitud médica que indique que eres diabético o estás por debajo del peso ideal. A veces, según el lugar, se puede conseguir un bocadillo adicional por la tarde que generalmente consiste en un sándwich de mantequilla de maní y tal vez, una naranja o algo parecido. Por naturaleza y en muchos casos, la comida de la cárcel está diseñada para ser lo menos comestible como sea posible.

• Tu bandeja consistirá en un trozo de carne, uno o dos panes, una fruta y un vegetal. Ahora que sabes con lo que vas a trabajar, verás por qué es importante aprender a cocinar tus propios alimentos en la cárcel.

Haz uso de la mayor parte de la fuente más importante de alimentos comestibles: la cafetería. Allí es donde se les permite a los reclusos con dinero en sus cuentas que pidan artículos comestibles de un menú. Todas las instituciones tienen distintos menús y distintos límites sobre cuánto se puede pedir. Un alimento básico principal que está disponible en todas las instituciones del país es el fideo ramen. El ramen es un alimento básico en la cultura culinaria de las prisiones y cárceles y es la base de muchos platos de las prisiones. Al más popular se le conoce por muchos nombres: estofado, “breakdown”... como sea, es lo mismo. Empieza con una base de sopa de fideos ramen y con varios otros ingredientes que se le añaden.

• Prepara ramen picante con carne: prepara los fideos, escurre el agua y añade el sobre con el condimento. Luego, corta en pedazos una tira de carne, una tira de queso, desmenuza un puñado de patatas picantes dentro y sazónalo con salsa picante al gusto. Realmente es muy bueno.
• Muchas veces, bastantes reclusos tendrán sopa ramen y un producto adicional, combínalos en un gran estofado y luego divídelo equitativamente. Es tanto un evento social como una forma de comer.

Usa agua caliente para cocinar. Ya que la mayoría del tiempo no tendrás acceso a microondas u otras formas de cocinar, el agua caliente es la mejor opción para cocinar en la cárcel o en prisión. Si esto no está disponible, entonces por lo menos y con suerte el agua tibia estará disponible. Por lo general, también puedes comprar un bol de plástico con tapa en la cafetería. Pon los fideos allí, agregas agua caliente, colocas la tapa encima, llévalo a tu litera y cúbrelo con sábanas y almohadas para mantener el calor. Generalmente, este método es muy efectivo y después de 10 minutos más o menos tendrás tu ramen listo.

Intenta hacer otras cosas. Por ejemplo, guarda el huevo sancochado de tu bandeja del desayuno, combínalo con sobres de mayonesa de la cafetería y corta en trozos un pepinillo de la cafetería y tal vez un sobre de mostaza. Guarda tu pan de la bandeja del almuerzo o de la cena, así tendrás una ensalada de huevo. Puedes hacer lo mismo con latas de atún que a veces están disponibles en la cafetería.

Intercambia. A menudo, si no tienes dinero para la cafetería, puedes intercambiar una bandeja (desayuno, almuerzo, cena) por una o si es una bandeja particularmente popular ese día, puedes cambiarla por 3 productos de la cafetería.

• Por ejemplo, una persona podría cambiarte su bandeja del almuerzo por un paquete de fideos ramen. Pero si es domingo el día que vas a intercambiar, digamos dos pedazos de torta de café, sémola, huevos y tostadas o galletas y salsa de carne del día, podrías recibir una sopa ramen y una bolsa de patatas fritas.
• Algunos de los productos más populares para intercambiar en la cafetería son golosinas, patatas picantes y el rey de todos los reclusorios: café instantáneo. Un recluso inteligente podría pedir bastante de estos productos más populares; luego, aproximadamente a mitad de semana cuando lo demás se agote, haz préstamos; por ejemplo, dale una taza de café a alguien y en día de cafetería te deberá dos tazas.

Usa envases. Otra manera de cocinar el estofado es usar bolsas grandes de patatas o una bolsa de basura limpia. Llénala de agua caliente y si no estuviese disponible, pon la bolsa debajo del agua tibia de tu lavabo y deja que corra sobre la bolsa por diez minutos más o menos. Si eres lo suficientemente suertudo como para conseguir pan de maíz, puedes recoger varios trozos, combinarlos con un poco de agua y hacer una masa. Usa lo que sea que puedas encontrar, como un tubo de papel toalla relleno con papel toalla y envuélvelo con el plástico transparente de otro producto alimenticio para hacer un rodillo y amasar la masa, luego envuelve tu relleno (por lo general es estofado) y deja que seque o colócalo en el lugar más cálido posible para que seque rápido. Así tendrás un "burrito" grande.