Cómo cocinar rápidamente

Empieza por decidir anticipadamente lo que quieres cocinar. Planifica para 3 o 4 comidas principales (que queden un poco de sobras).

Revisa los gabinetes y el refrigerador para verificar la cantidad de ingredientes que tienes (si tienes de todo acelerarás el proceso).

Prepara una lista de lo que necesitas.

Haz un solo viaje para comprar todo lo que necesitas para las comidas.

Cuando estés listo para cocinar organiza los ingredientes. Si la lacena está organizada y tiene todos los ingredientes que necesitas, puedes proceder con el siguiente paso. Si no es así, saca todos los ingredientes y colócalos sobre una superficie como una mesa o encimera.

Piensa en todo lo que tienes que hacer. Decide lo que toma más tiempo preparar (el arroz, los frijoles, las papas cocidas, etc.). Piensa en las cosas que pueden descansar sin que se enfríen mientras que otras se cocinan (el arroz, las papas machacadas, el guisado).

Piensa en las cosas que deben cocinarse y servirse inmediatamente. Este es un factor muy importante de la organización.

¿Necesitas calentar el horno antes de cocinar? ¿Necesitas algún electrodoméstico especial? Empieza por preparar o reunir estas cosas.

Empieza por el ítem que lleva más tiempo de preparación (por ejemplo, puedes lavar las papas y colocarlas en el horno o empezar por calentar el arroz en la hornilla o arrocera).

Empieza por los ítems de tiempo de cocinado medio o prepara los ítems que pueden descansar y esperar mientras trabajas en otras cosas (por ejemplo prepara la ensalada, corta las verduras para una sopa o para saltearlas, organiza la fruta para el postre).

Ahora enfoca la atención en los ítems que necesitan más tiempo de cocinado y ajusta las temperaturas, condimentos y demás cosas que necesitas.

Prepara los platos y tazones para servir la comida. Calienta o enfría los platos que lo necesitan.

Si aún no lo has hecho, pide ayuda para que alguien prepare la mesa o bufé.

Ahora prepara los ítems que deben cocinarse y servirse inmediatamente, como por ejemplo la carne. Hazlo 5 minutos antes de lo que estimas que debes hacerlo. Esto te da tiempo para compensar por algún error que puedas cometer (por ejemplo se te olvidó calentar la parrilla de gas). También te da tiempo a cambiar los planes. Por ejemplo, la carne aún está fría y decides enviar a tu pareja a comprar pollo asado, una salsa de barbacoa y una panecillos. Puedes calentar el pollo en una sartén y servirlo en los panecillos tostados. Ahora si todo va bien con el proceso normal, puedes empezar a cocinar lo que hace falta. Saltea los filetes de pollo con limón y alcaparras, asa el filete de salmón, etc.

Mientras se termina de cocinar el último ítem puedes preparar los demás ítems en platos servidores. Pon las verduras rostizadas en un platón calentado, saca la ensalada de la refrigeradora, coloca el arroz en un tazón hondo con tapa (si no tiene tapa, cúbrelo con un plato invertido)

Verifica si el último ítem está cocinado y debidamente condimentado.

Coloca los utensilios junto a los ítems que ya están preparados y pídele a alguien que los coloque sobre la mesa o bufé.

Pide a los invitados que se sienten a la mesa y sirve las bebidas.

Saca el último ítem del fuego u horno y colócalo en el plato de servir. Pon un adorno sobre el plato para impresionar a los invitados (rocía un poco de perejil seco sobre el plato de pescado y coloca unas rodajas de limón al costado si tienes tiempo). Ignora este paso si no tienes tiempo o si no es algo que te gusta hacer. La presentación no es primordial.