Cómo comer menos sal

Entender los peligros de usar demasiada sal. La sal se ha relacionado con la hipertensión y la presión sanguínea. El aumento de la presión arterial es una de las causas de la enfermedad cardíaca y puede provocar una muerte prematura. El exceso de sal también puede exacerbar o contribuir al cáncer de la diabetes, cataratas, enfermedades renales, la osteoporosis y el estómago. La sal también aumenta las posibilidades para la hinchazón o la retención de líquidos.

Aprende a saborear las comidas. Prueba siempre la comida antes de añadir sal. Si eres del tipo de persona que habitualmente añades sal a la comida, pruébala antes. Te darás cuenta de cómo la sal enmascara los sabores auténticos y deliciosos de tu comida.

Recorta. Hay varios aspectos claves para lograr reducir el uso de la sal en tu comida casera, en la mesa o cuando sales a cenar a un restaurante. Añade la sal con moderación. Algunos alimentos, como las sopas, realmente tienen mejor sabor con poca sal. Aquí encontrarás algunas formas para reducir la sal en tu dieta:

• En la cocina - deja de añadir sal a la comida, a no ser que sea absolutamente necesario. Reduce a la mitad las cantidades de sal que solías echar a tus comidas. Agrega otros condimentos en lugar de sal.
• En la mesa - no pongas cerca el salero. Cuando lo uses agítalo una sola vez en lugar de hacerlo varias veces y poco a poco deja este hábito. Ten cuidado con los condimentos, muchas salsas y otros ingredientes tienen un alto contenido en sal.
• Pide una ensalada o una patata al horno, en su lugar
  Comiendo fuera de casa - Evita los alimentos que sabes que son salados. El sabor de las Patatas fritas, encurtidos, galletas y otros alimentos se obtiene añadiéndole una buena porción de sal.
• Recomendado leer.
  Compra de comestibles - Aprende a leer las etiquetas de nutrición. En particular, mira las cantidades de sodio que llevan los alimentos. También puedes leer los ingredientes, pero solo solo te informará de que hay sal en la comida, no de la cantidad.
• Ten cuidado con los alimentos procesados y preparados, especialmente con aquellos que aseguran que son bajos en grasas. A menudo, tratan de recuperar el sabor perdido añadiendo sal. Lee las etiquetas. Lo peor de todo es que la sal se esconde bajo alimentos que nunca pensaríamos como los dulces, el pan, el queso, los cereales e incluso la cerveza y el café. Come menos alimentos procesados y reduce en gran medida la posibilidad de ingerir sal oculta.

Sustitutos de la sal. Hay una gran variedad de deliciosas alternativas a la sal que puedes utilizar para reducir tu consumo de sal. Algunos de ellos son:

• Hierbas - frescas y secas
• Especias - buenas y frescas.
• Limón, jugo de lima - recién exprimida es mejor
• Ajo - fresco
• Vegetales y carne fresca - asegúrate de que los alimentos que compras son frescos y los consumes rápidamente, mientras los sabores son excelentes. Almacena los alimentos adecuadamente para conservar su sabor por más tiempo.
• Sal vegetal - puede ayudar a hacer el cambio y a usar menos sal.
• Orégano, jugo de limón y pimienta] - pueden hacer cosas maravillosas con estos ingredientes, como el pollo u otras carnes.
• Come verdura en lugar de bocadillos - las verduras son buenos sustitutivos de los bocadillos, por ejemplo haz zanahorias y humus en lugar de patatas fritas.

No empieces. Si sabes que no puedes comer una sola patata frita o alimentos salados porque puede que no pares de hacerlo, no los comas. Mejor aún, no compres bolsas de patatas fritas en el supermercado, elige algo más saludable. Busca alternativas, hay productos con poca sal o sin sal que son muy buenos.