Cómo congelar col rizada

Selecciona la col rizada. Elige col que esté fresca, en muy buenas condiciones y libre de manchas.

Limpia la col. Enjuaga la col bajo el grifo para retirar la tierra y mugre.

Recorta la base del tallo. No es necesario retirar la parte del tallo que está entre las hojas, pero algunas personas prefieren hacerlo.

Llena una olla o cacerola con agua. Lleva a hervor. Al mismo tiempo, prepara un bol de agua helada (con cubos de hielo) y colócalo a un lado.

Blanquea la col rizada. Este paso es importante para evitar que la col se marchite y conserve su frescura y color verde.

• Añade la col al agua hirviendo en tandas. Blanquea por tres minutos.
  
• Repite con cada tanda que estés preparando para congelar.
  

Retira la col y sumérgela en el bol de agua helada inmediatamente. Esto detiene el proceso de cocción instantáneamente.

Escurre la col. Primero déjala escurrir a través de un colador, presionando para ayudar a eliminar más líquido. Luego, colócala sobre papel toalla absorbente para eliminar el resto de agua.

Empaqueta en una bolsa resellable o contenedor hermético para congelador. Coloca entre 1 y 2 tazas por bolsa o contenedor, suficiente para una comida o plato estándar. Es preferible tener varios paquetes pequeños que uno tan grande que no se puede usar. Presiona la bolsa para eliminar tanto aire como sea posible antes de sellarla.

Etiqueta y anota la fecha. Coloca en el congelador.