Cómo cultivar un jardín

Decide qué tipo de jardín quieres tener. Los jardines son personales. Todos tenemos un enfoque diferente y los factores como el espacio, el clima y tus propios gustos determinan qué tipo de jardín es el adecuado para ti. Algunas personas tienen jardines que son una mezcla de vegetales y flores y otras personas tienen jardines que están dominados por un tipo de planta. Escoge el equilibrio que sea el más adecuado para ti.

• ¿Quieres poder comer lo que cultives? Quizás la opción adecuada sería un huerto. También podrías tener un jardín más pequeño de hierbas y aún así disfrutar de tus plantas en la cocina.
• Si tu principal deseo es agregarle color y belleza a tu patio, decide qué tipo de jardín de flores te gustaría tener.
• Si vives en un clima caliente y seco, podrías tener un jardín suculento.

Selecciona plantas para cultivar. Ahora que has decidido qué tipo de jardín quieres, es hora de escoger las plantas. Si es tu primera vez como jardinero, necesitarías escoger plantas que no requieran cuidados bastante exigentes, para cultivar. Existen bastantes vegetales y flores preciosas que se adaptan muy bien sin una poda y fertilizado excesivos. Aquí hay algunos otros factores que tendrás que tomar en cuenta:

• Tu clima. Las plantas que escojas deben poder crecer muy bien en tu región de cultivo específica. ^[1] La temperatura, la humedad y las estaciones tienen una gran incidencia en las plantas.
• Las condiciones en tu patio o área de cultivo. ¿Tienes luz solar durante todo el día o casi siempre tu jardín tiene sombra? Escoge plantas que se adapten bien con la cantidad de luz solar que tengas, ya que esto es difícil de controlar.
• La composición química del suelo. Compra un equipo para pruebas de suelos y descubre el pH y los niveles de acidez de la tierra. Algunas plantas se adaptan bien a todo tipo de suelos, mientras que otras necesitan condiciones específicas.
• Conversa con un empleado de la tienda de jardinería o del vivero de tu zona, para obtener más información sobre lo que crece bien en la zona donde vives.

Elige un espacio para el jardín. Busca un área que esté relativamente lejos de rocas, raíces, árboles grandes y de otros objetos que puedan dificultar el labrado de la tierra y la plantación del jardín. Elige un lugar con buen drenaje del suelo y luz solar. Elige hacer tu jardín en una forma geométrica o plántalo a lo largo de un borde o de la curva natural de tu patio.

• Los huertos generalmente necesitan bastante luz solar, mientras que algunos jardines de flores se desarrollan bien con sombra parcial. Descubre las condiciones que necesitas para los tipos de planta específicos que vas a cultivar.
• Planea tener el jardín con vista desde la casa, para que puedas disfrutarlo desde la ventana.
• Cualquiera puede tener un jardín, incluso los que no tienen un patio. Si tu tierra no es muy buena, puedes tener un jardín de lecho elevado; si no tienes mucho espacio, prueba con un jardín de macetas.

Consigue accesorios para jardinería. Hacer un jardín requiere de toda una variedad de equipos y accesorios, pero luego de que inviertas en herramientas de jardinería, no necesitarás gastar tanto los siguientes años. Determina cuáles de los siguientes accesorios necesitarás para el tipo de jardín que vas a cultivar. Las herramientas manuales simples son perfectas para jardines pequeños, pero cualquier cosa que mida más de unos cuantos metros cuadrados sería más fácil de manejar con máquinas más grandes.

• Compra semillas o plantones. Pasa por el vivero de tu zona u ordena por catálogo. Las semillas generalmente se plantan en un lugar cerrado, unos meses antes de que empiece la temporada de siembra, mientras que los plantones se deben comprar solo uno o dos días antes de plantarlos.
• Compra el tipo de fertilizante que necesites para las plantas que vas a cultivar. Los fertilizantes como la harina de huesos, la harina de sangre o el abono le agregan nutrientes a la tierra y eso ayuda a que las plantas crezcan saludables y fuertes.
• Se necesita mantillo y tierra superficial para proteger algunos tipos de plantas en las etapas tempranas de crecimiento.
• Se requiere bastante de equipos de jardinería básicos como una pala y un rastrillo de jardinería. Estos los puedes comprar en tiendas de descuentos.
• Un arado es una máquina que es muy conveniente tener, para jardines grandes. Los arados se utilizan para romper la tierra hasta que su textura sea lo suficientemente fina para que nuevas plantas penetren.
• Una manguera para jardín podría no ser estrictamente necesaria, pero necesitarás una a menos que quieras cargar agua desde el grifo de tu casa hasta el jardín.
• En el caso de huertos, podrías considerar comprar cercas para crear una pequeña barrera que mantenga alejados a los animales que quieran comerse tus cultivos.

Planta en el momento adecuado. Además de asegurarte de que tus plantas tengan las condiciones adecuadas de crecimiento, tienes que plantarlas en el momento adecuado del año. Por ejemplo, algunas semillas no germinan hasta después de la última helada. Otras crecen bien al plantarlas cuando aún está frío y otras se deben plantar durante el otoño, de manera que tienen todo el invierno para prepararse para brotar. Conoce tus plantas y crea un programa, de manera que te asegures de plantar en el momento correcto.

• Si vas a sembrar plantas desde las semillas, podrías necesitar sembrar los plantones dentro de la casa, unas cuantas semanas o meses antes de que estén listas para colocarlas en el suelo.
• Los plantones se deben comprar unos cuantos días antes de que estés listo para plantarlos.

Prepara el área del jardín. Ve afuera y marca las esquinas donde va a estar tu jardín. Retira las rocas, ramas, adornos del patio y cualquier otro objeto, del área donde estará el jardín. Jala la maleza grande y asegúrate de que el césped esté bien corto. Utiliza el arado para romper la tierra y tirar terrones de suciedad y de césped. Ara la tierra nuevamente a una profundidad de aproximadamente 30 cm (12 pulgadas).

• Retira las rocas que estén enterradas en la tierra mientras la aras.
• Ara el abono o el fertilizante en la tierra, si fuera necesario, para los tipos de plantas que vas a cultivar.

Siembra los plantones. Cava agujeros a profundidades apropiadas para las plantas que vas a cultivar. Asegúrate de que estén espaciadas aproximadamente 15 cm (6 pulgadas) o más, en el caso de plantas que requieren bastante espacio. Coloca los plantones en el suelo de manera que sus raíces queden dentro de los agujeros que has hecho, pero los tallos y las hojas deben quedar por encima del suelo. Rellena el área alrededor de las raíces con tierra y mantillo adicional, y golpéala ligeramente alrededor de los tallos para mantener las plantas erguidas.

• Si tus plantas requieren de un fertilizante especial, dispérsalo en los agujeros que cavaste antes de colocar las plantas en el suelo.
• Si tus plantas requieren de una cubierta superior, dispersa el mantillo, la paja o la tierra alrededor de las raíces para mantenerlas seguras contra bajas temperaturas y vientos.

Riega el jardín. Luego de plantar, lo primero que debes hacer es regar ligeramente el jardín, asegurándote de que esté saturado de agua pero no empapado. Un jardín recién plantado nunca debe secarse, así que revísalo unas cuantas veces al día para asegurarte de que esté lindo y húmedo. Riega el jardín en la mañana, en lugar de hacerlo por la noche, ya que el agua que no se evapore podría hacer que crezca moho en tu jardín.

Provee suficiente agua. Sigue regando el jardín a diario, de acuerdo a las necesidades específicas de las plantas que vas a cultivar. Demasiado riego así como muy poco riego puede ser perjudicial para la vida útil de la planta, así que haz lo más que puedas para darle a cada planta la cantidad de agua que necesita, no más, ni menos.

Fertiliza cuanto sea necesario. Algunas plantas requieren de fertilizante adicional unas cuantas veces a lo largo de la temporada de cultivo; otras estarán bien luego de colocarlas en el suelo. Depende ti resolver qué tipo de fertilizante necesita cada una de tus plantas y asegúrate de darles los suficientes nutrientes para que crezcan bastante y fuertes.

• Fertilizar demasiado las plantas puede, en realidad, dañarlas, así que asegúrate de no usar más de lo necesario.
• Es preferible usar fertilizantes naturales en vez de los fertilizantes químicos, los cuales, con el tiempo, pueden ser perjudiciales para la tierra.

Desmaleza el jardín. Más o menos cada semana, tendrás que ponerte de rodillas y jalar la maleza. La maleza, que crece de forma silvestre, deja fuera a los vegetales y a las flores, tomando los nutrientes y el agua de la tierra. Sujeta la maleza cerca a las raíces y jala suavemente para retirarlas del suelo, con raíz y todo. La maleza volverá a crecer si la arrancas desde el tallo y dejas las raíces en el suelo.