Cómo dar un masaje en los pies

3 métodos:Preparándose para el masaje Masaje de pie básico Perfeccionando otras técnicas

No hay mejor manera de tratar un amigo o a tu pareja que haciéndole unos buenos masajes en el pie. Aquí tienes algunas técnicas para hacer un masaje que cualquier persona disfrutará.

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Método 1 de 3: Preparándose para el masaje

1
Coloca a la persona en la posición correcta. Comienza con ellos boca arriba. Durante el masaje girarán para quedar boca abajo para que puedas hacer masajes diferentes en sus pies y tobillos.

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2
Cubre el pie con una toalla. Así evitarás que las cremas o el aceite que utilices se derrame sobre tu área de trabajo.
3
Lava sus pies. Coloca los pies dentro de una palangana con agua caliente durante 10 minutos.
- Si quieres, añade aceites esenciales o espuma en gel al agua.
- Suavemente, frota los pies para quitar suciedades que se hayan desprendido para ayudar a que la persona se relaje.
- Seca los pies con una toalla cuando acabe este proceso.
4
Elige una crema, aceite o loción para trabajar. Las cremas suelen ser más densas que las lociones y funcionan bien para los masajes de pies. Los aceites son buenos para ablandar las partes ásperas del pie.
- Puedes comprar cremas y aceites pensados para el masaje de pies en muchas tiendas de artículos de belleza.
- Crea tu propia combinación de cremas para hacer un buen masaje. Combina las esencias que sean de tu agrado. Algunas de las combinaciones que recomendamos son eucalipto, lavanda, almendra y vainilla.
5
Calienta el aceite o la crema. Esto hará que para la persona resulte más cómodo todavía.

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Método 2 de 3: Masaje de pie básico

1
Sostén el pie por debajo con ambas manos. Comienza frotando la parte superior del pie, lentamente avanzando hacia abajo. Aplica más presión a medida que te acercas al talón. Cambia el sentido del masaje y haz lo opuesto, presionando con mayor intensidad cuando te acercas a los dedos.
2
Frota el talón. Utiliza tus pulgares, haciendo pequeños círculos aplicando presión media/media fuerte. Muévete por todo el talón. Repite esta acción.
3
Aplica fricción en sentido contrario en el talón. Mientras que un pulgar va hacia arriba, el otro debe moverse hacia abajo.
4
Masajea alrededor del tobillo. Utiliza ambas manos para frotar en círculos el hueso de ambos lados.
5
Utiliza un masaje de puño para el arco del pie. Con tu mano cerrada en puño, utiliza los nudillos para aplicar presión en el arco. Gira hacia adelante y hacia atrás tu mano para relajarlo.
6
Masajea los dedos. Dedica varios minutos a cada uno.
- Toma cada uno de los dedos y jala de ellos. Esto puede causar un sonido, pero a menos que incomode a la persona, hazlo en todos los dedos.
- Mete tu dedo índice entre dedo y dedo. Muévelos hacia adelante y hacia atrás, tomándolos entre el índice y el pulgar de la otra mano.
- Con suavidad, coloca los cinco dedos de tu mano entre los dedos del pie, sin dejar de masajear cada uno. ^[1]
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Método 3 de 3: Perfeccionando otras técnicas

1
Aplica la técnica de ordeñe. Para hacerlo, sostén el pie entre ambas manos y da diez tirones de cada lado. Imagina el movimiento que harías si estuvieras ordeñando una vaca.
2
Utiliza la técnica del frotamiento hindú. Sostén el pie, apoyando ambos pulgares en el medio del arco. Mueve tus manos hacia adelante y hacia atrás como si estuvieras escurriendo una toalla mojada. Permite que el pie tenga movimiento mientras haces esto.
3
Prueba petrissage en el tendón de Aquiles. El petrissage es un tipo de masaje que implica tensar y apretar los músculos para estimularlos.
- Comenzando por el talón y el tobillo, utiliza una mano para apretar y tirar de un pie. Comienza suavemente, pero aplica más presión y velocidad cuanto más tiempo repitas la técnica.
- Presiona los músculos, comenzando por el tendón de Aquiles y moviéndote hacia los dedos. Así trabajarás con los músculos del pie.
- Lentamente llega hasta la parte posterior de la pantorrilla. Los músculos de la pantorrilla están conectados a los del pies, y utilizar la técnica de petrissage puedes relajar el pie.
4
Masajea el músculo que comienza en el tendón de Aquiles y termina en la rodilla, y tiene mucho que ver con los movimientos del pie.
- Pide a tu pareja que estire verticalmente su pierna y utiliza tu antebrazo para aplicar presión sobre el pie. Lentamente mueve tu brazo para aplicar más presión con el codo.
- Con tu pareja recostada, levanta su pie desde el talón, con el pie apoyado sobre tu antebrazo. Empuja el pie hacia la rodilla, aplicando una presión suave al comienzo y luego lentamente haciendo más fuerza.
5
Rota el tobillo. Sostén el pie hacia arriba y utiliza una mano para rotar el pie sobre el tobillo. Mueve el pie en círculos diez veces en una dirección y luego diez veces en la otra. Las articulaciones del tobillo pueden sonar, pero a menos que cause dolor o alguna molestia, no hay de qué preocuparse.

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Consejos

Lo mejor es que la persona que reciba el masaje esté recostada contra una almohada. Asegúrate de que esté comoda y pueda relajarse. Poner un poco de música y algunas velas aromáticas puede preparar la atmósfera.
Intenta dar atención por igual a ambos pies, ya que el cuerpo

Try to give equal attention to both feet, as the body abhors asymmetry.

Cuando enjuagas los pies, una toalla caliente se sentirá agradable.
masajea suave y lentamente para inducir a la relajación y masajea más rápido pero profundamente para inducir la estimulación.
Mientras das el masaje, si sientes tensión en tus manos, relájate sacudiéndolas.
Utiliza una voz suave y calma para comunicarte mientras das el masaje. No hables rápido ni a un volumen muy alto. Procura que todo lo que digas aplaque a quien recibe el mensaje.
Subraya la importancia de que la persona consiga relajarse para disfrutar del masaje.
Algo útil y efectivo es que haya una música suave de fondo mientras das el masaje, ayudará a que la persona se relaje.

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Advertencias

No abuses del aceite o la crema que utilices, de lo contrario tus manos estarán patinosas y no podrás dar un buen masaje.
Si estás masajeando a una persona embarazada o que sufra de alta presión o diabetes, evita usar demasiada presión en sus pies, ya que con ello puedes provocar trabajos de parto en la mujer embarazada o agravar una condición preexistente.
Asegúrate de que las rodillas de la persona que recibe el masaje no estén trabadas mientras las masajeas. No habrá una adecuada circulación sanguínea si esto sucede. Coloca un almohadón enrollado en una toalla debajo de la rodilla de la pierna que estés masajeando para mantenerla levemente flexionada.
Si la persona que recibe los masajes tiene dolores en los pies, busca ayuda profesional.
Ten cuidado con aplicar demasiada presión para no causar incomodidades en la otra persona, pero aplica la suficiente presión como para que la persona no sienta cosquillas. Puedes dificultar la relajación con cosquillas.