Cómo diagnosticar un timoma

Deja que tu médico realice un examen físico. El proceso para diagnosticar un timoma generalmente comienza con un examen físico de rutina. El médico verificará si hay signos de enfermedad, como bultos inexplicables u otros síntomas inusuales.

• Como parte del examen físico, el médico también realizará un historial minucioso, preguntándote acerca de cualquier enfermedad o tratamientos anteriores y tu salud en general.
• Si el médico observa algo sospechoso durante el examen físico o el historial, solicitará otros exámenes de diagnóstico.

Realiza una radiografía. El siguiente paso en el proceso de diagnóstico es obtener una radiografía. Las radiografías utilizan rayos de luz para capturar imágenes de las estructuras dentro del cuerpo, ayudando al médico a identificar cualquier cosa fuera de lo común. Posteroanterior (PA), así como radiografías de tórax laterales son capaces de detectar un gran número de timomas.

Sométete a una tomografía computarizada. Según la radiografía, el médico puede solicitar una tomografía computarizada. Esta puede producir imágenes más detalladas del timoma, e incluso localizar timomas demasiado pequeños para ser detectados por la radiografía.

• Una tomografía computarizada de tórax es la herramienta más común para diagnosticar timomas. Las imágenes emitidas en la tomografía se pueden observar en una pantalla de computadora conectada a la máquina de tomografía computarizada.
• A veces, se inyecta un medio de contraste en el paciente por vía intravenosa antes de una tomografía computarizada. Esto puede ayudar al médico a determinar dónde se encuentra el timoma en relación con el sistema vascular.
• Esta información puede ser muy importante más adelante, cuando el cirujano intente extirpar el timoma.

Prepárate para una imagen por resonancia magnética. Los médicos también pueden solicitar una imagen por resonancia magnética para confirmar la presencia y el tamaño de un timoma. Este procedimiento también se realiza con el fin de determinar la fuente de los síntomas. La máquina de resonancia magnética utiliza ondas de radio, un imán, y una computadora para capturar imágenes detalladas de las estructuras internas del cuerpo.

Sométete a una PET. Otra herramienta de diagnóstico es la PET (tomografía por emisión de positrones). En este procedimiento, se le inyecta glucosa al paciente antes que el escáner gire alrededor del cuerpo, capturando imágenes. Estas imágenes captan la glucosa en el cuerpo.

• Esto es útil ya que el crecimiento anormal, como el timoma se identifica con mayor facilidad que otras estructuras corporales. De esta manera, la PET puede confirmar la presencia de un timoma maligno invasivo.
• La PET también sirve para ayudar a los médicos a determinar la gravedad de la condición estadificando el grado del timoma, sin excluir otras estructuras vasculares.

Realiza una mediastinoscopia. Esta es otra prueba de diagnóstico realizada por un oncólogo con el fin de diagnosticar timomas cancerosos. En esta prueba, se realiza una incisión (corte pequeño) de unos 2 cm en la parte frontal de la pared torácica y el médico inserta un instrumento con luz y una cámara. Esto permite que el médico tenga una visión clara del timo y de cualquier anomalía en su interior.

Deja que el médico realice una aspiración con aguja fina (FNA, por sus siglas en inglés). Con el fin de diferenciar el timoma, se puede realizar una técnica de aspiración con aguja fina. Este procedimiento de diagnóstico es capaz de determinar si el tumor es realmente un timoma, y se considera que es una de las pruebas de diagnóstico más importantes en todo el proceso.

Ten en cuenta que necesitarás varios análisis de sangre. Se te realizarán varios análisis de sangre durante el proceso de diagnóstico y tratamiento de un timoma.

• Los análisis de sangre verifican los anticuerpos específicos, controlan el recuento de células sanguíneas y supervisan el efecto de los medicamentos en el cuerpo, en particular durante el tratamiento de quimioterapia para timomas cancerosos.
• Esto es particularmente importante si el paciente presenta alguna enfermedad autoinmune subyacente o trastornos neuromusculares como miastenia grave (que es común en las personas con timomas).

Estadifica y trata el timoma. El estadio del tumor se refiere a la extensión de la propagación a otros órganos, tejidos y sitios distantes del cuerpo. Por lo tanto, estadificar el timoma es una parte esencial para determinar el mejor curso de tratamiento. El método de estadificación utilizado con mayor frecuencia para los timomas es el sistema de estadificación de Masaoka.

• Estadio I. Es un tumor encapsulado sin invasión microscópica o macroscópica. La escisión quirúrgica es el tratamiento de elección.
• Estadio II . Es un timoma con una invasión macroscópica de la grasa o pleura mediastínica o la invasión microscópica de la cápsula. Por lo general, el tratamiento consiste en una completa escisión con radioterapia postoperatoria con el fin de reducir la incidencia de recurrencia.
• Estadio III. Se produce cuando el tumor ha invadido los pulmones, los grandes vasos, y el pericardio. La escisión quirúrgica completa es necesaria junto con radioterapia postoperatoria para que no se produzca la recurrencia.
• Estadio IVA y IVB. En estas etapas finales se presenta propagación pleural o metastásica. El tratamiento es una combinación de citorreducción quirúrgica, radiación y quimioterapia.

Comprende lo que es un timoma. Los timomas son la forma más común de tumores que se originan en el timo. Pueden ser benignos o malignos, y con mayor frecuencia ocurren en personas de entre 40 y 50 años de edad. Los timomas afectan a los hombres y mujeres por igual.

Ten en cuenta lo que causa el timoma. La causa del timoma es relativamente desconocida, pero se encuentra a menudo asociada con los diferentes síndromes sistémicos.

• La mayoría de las personas que se ven afectadas por un timoma presentan síntomas de miastenia gravis (una condición anormal que se caracteriza por fatiga y debilidad muscular generalizada).
• Otras personas (5 por ciento) experimentan síndromes sistémicos como el lupus eritematoso sistémico (LES), aplasia de células rojas, el síndrome de Cushing y síndrome de secreción inadecuada de la hormona antidiurética (SIADH, por sus siglas en inglés).