Cómo dictar una clase amena
Dictar una clase amena no siempre es sencillo. Todo influye para que el desarrollo de una clase sea bueno, desde la materia y el horario de la clase, hasta la situación política del país. Sin embargo, recae en el profesor utilizar toda su energía e imaginación para convertir una clase normal y aburrida en un espacio de aprendizaje donde el estudiante esté siempre dispuesto a volver y a aprender con la misma intensidad cada vez. Existen diferentes técnicas y aspectos a tener en cuenta al momento de dictar una clase amena. Sigue leyendo para descubrir cuáles son y cómo las puedes aplicar a tu metodología de enseñanza.
AnuncioPasos
- 1Cree en tu trabajo. Los estudiantes se sienten motivados cuando quien les enseña está inmerso en el tema y siente un verdadero interés por el mismo. Es importante estimular a los estudiantes teniendo la actitud que tú esperas de ellos.Anuncio
- 2Deja atrás el viejo método. La idea de un profesor, sentado en su silla o parado hablando toda la clase es bastante antigua y es exactamente el tipo de clase que tienes que evitar.
- 3Establece una conexión directa y personal. Debes hacer un esfuerzo por conocer a tus estudiantes, aprender sus nombres y sus características. De esta forma lograrás un ambiente propicio y la comunicación será más fluida. Un entorno flexible y agradable ayudará a:
- Aumentar la participación y asistencia a clases.
- Mejorar la receptividad de la información.
- 4Dirige tu enfoque a formar más que a informar. Hoy en día los estudiantes están atestados de información. Tú debes encargarte de brindarles las herramientas necesarias para poder procesar la información de manera útil y entretenida.
- 5Estimula el pensamiento crítico. Ayuda a tus estudiantes a entender el por qué y el cómo de la información, no te conformes con que simplemente acepten los conceptos enseñados. Mientras más indaguen en el tema, más dudas surgirán y mayor será su capacidad de aprendizaje.
- 6Estimula la formulación de preguntas y respuestas. Deja que algunas preguntas queden en el aire y permite que ellos mismos descubran las respuestas. Ofrécete a responder las preguntas si es que nadie llega a una respuesta después de un tiempo. Considera que los estudiantes desarrollan confianza en sí mismos cuando descubren que tienen los conocimientos suficientes en un tema. Así se alegrarán cada vez que vayan a tu clase al saber que son capaces de hacer cosas por sí mismos.
- 7Organiza el plan académico. Es completamente necesario que sepas los contenidos de la materia que vas a dictar en el curso y el orden en el que vas a dictarlos. Esto te permitirá tener una idea del tiempo que puedes invertir en cada tema y cuánto te puedes distender en el mismo empleando diferentes técnicas de discusión y aprendizaje.
- 8Trabaja con el factor de atención de tu clase. Este factor es muy variable y afecta la forma en que los estudiantes se ven envueltos en la materia. Mientras más larga y monótona sea la clase, menor será la atención de los alumnos.
- Ten en cuenta que los alumnos tienden a perder el hilo de la clase a partir de los 45 minutos dependiendo del grupo y del tema. Entonces, procura crear lecciones que no duren más de 45 minutos (30 minutos si el tema es bastante árido).
- Si tienes asignada una clase de más de 45 minutos, es conveniente que utilices unos 10 minutos de tu tiempo para hacer una actividad no directamente relacionada con el tema. Así la mente de tus estudiantes se relajará y estarán listos para volver a empezar. Si no puedes hacer esto, un simple descanso de 10 minutos puede ayudarles a recuperar fuerzas.
- 9Refuerza el aprendizaje. Al crear una clase participativa y dinámica, podrás ir obteniendo diferentes opiniones de tus estudiantes. Tómalas todas, sin descartar las erradas, y rescata lo mejor de cada intervención.
- 10Controla la clase a través de diferentes métodos. Esto no significa que te pases pidiendo a tus alumnos que se callen o cosas similares. Existen varios métodos para controlar tu clase sin que el alumnado se de cuenta:
- Organiza grupos de trabajo y pide que un estudiante tome el mando del grupo. Este estudiante te ayudará a organizar el grupo de trabajo y a llevar la clase.
- Mantén a tus estudiantes ocupados. Procura crear una ambiente en el cual los estudiantes no se distraigan con cosas del exterior. Esto evitará que tengas que pedir a alguien que atienda en clases, pues la clase será más interesante que cualquier elemento exterior.
- Explica claramente el objetivo de la clase y consulta al final de la misma si este objetivo fue alcanzado. Puedes colocar este objetivo en una parte visible de la clase e invitar a los estudiantes a opinar al respecto unos minutos antes de que termine la clase. Esto mantendrá a los estudiantes conscientes de lo que tienen que aprender y les hará saber que la clase fue útil para ellos. En el proceso, ellos tenderán a autocontrolarse y tratar de llegar al objetivo planteado. Esta forma es particularmente útil en materias técnicas.
- Establece las reglas con tus alumnos. Guerra avisada no mata soldado. Al principio del curso puedes proponer que los estudiantes diseñen un conjunto de reglas relacionadas a su comportamiento y a la entrega de deberes o tareas. Negocia aquellos "extras" que quizás los estudiantes puedan pedir para ganar tarea extra o trabajos que te gustaría que los estudiantes hiciesen, pero que no harían en condiciones normales. Usa tu astucia como profesor para lograr un trato que beneficie a ambas partes.
- 11Haz tu clase dinámica. Lo que sirvió un día en tu clase, puede que no funcione al día siguiente. Los estudiantes se aburren cuando hacen lo mismo todos los días. Trata de cambiar el método y hacer las mismas cosas pero de diferente forma.
- Cambia la pizarra por diapositivas. Si vas a hablar de Cálculo estructural, lleva fotos de las estructuras en las que se aplica lo que van a aprender ese día en clases.
- Si vas a hablar de arte rupestre, lleva un poco de pinturas naturales y papel; luego invita a tus alumnos a tratar de reproducir los grabados que tienen en los libros y luego a crear otros de su propia imaginación.
- 12Aplica el refuerzo positivo. Es cierto que tus estudiantes van a cometer errores, pero debes guiarlos a que aprendan de ellos. Invítalos a seguir tratando a través de refuerzos positivos.
- Si ves que tu clase se está esforzando, dales un premio extra fuera del paquete de reglas previamente acordado.
- Si ves que un estudiante se destaca, dale más información y oportunidades para seguir creciendo.
- Si ves que un estudiante no está rindiendo como debería y no se esfuerza por hacerlo, habla con él/ella y comunícale lo valioso/a que es para tu clase. Pregúntale porqué no le interesa la materia o qué asignaturas son las que más le agradan. Indagando podrás encarar la clase de una forma interesante para todos en general.
- 13Sonríe. Sin importar lo que te haya pasado en casa o si tuviste algún problema con algún colega, sonríe. Esto llevará a que tus estudiantes entiendan que tú disfrutas tu materia y será mucho más sencillo para ellos tener una actitud más relajada con respecto al tema del día.
- 14Reconoce la clase de grupo que tienes. Todas las personas que han enseñado alguna vez saben que existen diferentes clases de estudiantes. Identifica cuál es la clase de actividad que es mejor recibida y cuál es la forma en la que ellos aprenden más rápido. Es muy posible que una actividad de discusión abierta funcione muy bien en un grupo de estudiantes que guste de hablar mucho.Anuncio
Consejos
- Prepara un plan B y, si es posible, un plan C. Es necesario que conozcas a tu clase para poder formular un plan en relación a sus necesidades. En caso de que la clase se esté poniendo un poco tediosa, siempre es bueno tener un plan B o hasta un plan C debajo de la manga, de modo que los alumnos se vean contagiados por tus ganas de tener una clase entretenida.
- Recuerda tu época de estudiante en la universidad o en la escuela. La identificación con el estudiante y sus necesidades puede hacer que ellos se sientan identificados contigo. Este factor es importante pues ayuda a que los estudiantes respondan a lo que dices y valoren tu juicio.
- Invita a los estudiantes a voluntariamente repasar algún tema pasado y exponerlo en clases. Como los estudiantes ya conocen la lección, se sentirán mucho más seguros de sí mismos a la hora de mostrar el contenido. Esto también ayudará a que el resto de los alumnos entiendan el concepto de la boca de otro estudiante y reforzará la lección. Esta técnica es especialmente útil cuando se ve falencias en el aprendizaje de una determinada lección. Ej.: Si los alumnos no entendieron muy bien cómo es el proceso de fijación del coral en el lecho marino, pide a un grupo que muestre un video o presente el tema de una forma diferente.
- Evita dar metamensajes negativos. Expresiones como "Yo sé que no les gusta esta materia, pero les va a servir", "Denme 5 minutos más de su tiempo y luego acabamos, esta parte no es tan difícil" no son para nada aconsejables. Esta clase de frases lleva un mensaje oculto: "La materia es difícil y aburrida, por eso mi clase es aburrida". Esta clase de mensajes predispone al estudiante a no atender en clase, no desear asistir a la materia, hacer la tarea por obligación, etc.
- Crea grupos de trabajo con otros profesores para discutir diferentes formas de hacer que las clases sean mejores. Compartir experiencias desde un punto de vista de colaboración puede hacer que la relación en el puesto de trabajo mejore y eso redundará en una mejor enseñanza para los estudiantes y una mejora del nivel académico de la institución.
Advertencias
- Equilibra tu necesidad de una clase amena con la necesidad de cubrir tu plan académico. Es probable que veas que tus estudiantes la están pasando bien en clases, eso es bueno, pero trata que el tema no se desvíe del elemento de estudio.
- Es posible que a pesar de utilizar todas estas técnicas, la clase no sea tan amena como tú deseas. Los grupos de estudiantes son bastante variables a nivel emocional e intelectual. Además, existen muchos otros factores que deciden si una clase es amena o no. Lo esencial es quitar al profesor de esta fórmula. Esto se puede lograr esforzándose en diseñar una clase y lograr divertirse a medida que uno enseña y los estudiantes aprenden.
- El respeto debe ser parte de todas las clases y materias. Es muy importante mantener el respeto y la cordialidad entre profesores y estudiantes para que el aprendizaje sea efectivo y para que la clase resulte realmente amena.