Cómo elegir a quién amar

Refleja el amor que ya has experimentado pero que no te ha sido correspondido. ¿Te ha ocurrido alguna vez que te has enamorado de alguien? Le ha pasado a la mayoría de las personas. Pero como ya sabrás, no siempre es mutuo. Y tener una relación de una sola persona es terrible. El principal problema es que, cuando te enamoras, especialmente cuando lo haces por primera vez, sientes que la otra persona es perfecta. Y crees en lo más profundo de tu corazón que nunca podrás encontrar a una persona como esa.

Esto, por supuesto, te lleva a la obsesión. Te obsesionas con esa persona, y probablemente sufrirás hasta que seas capaz de olvidarla, y seguir adelante con tu vida. El problema es que puede ocurrirte otra vez. Así que, como ya podrás saber, el mejor tratamiento es prevenir que ocurra desde un principio.

Deja de pensar que el amor es algo pasivo. El amor no es algo que simplemente te toca. Puede que no lo sepas, pero el amor es una elección. Tú eliges a quién amar. Aún así, puede que esto parezca una simple frase bonita, porque lo más probable es que no la entiendas todavía. Puedes cambiar tu percepción de la palabra amor: en realidad el amor es la manifestación de tu propio ser. Esto es, que depende del pensamiento que pongas en algo, lo mucho que te importe algo o alguien. Vamos a ver un ejemplo:

• Digamos que ves un perro (asumiendo que te gusten los perros, podría ser un gato, o un pingüino). Bueno, puede que pienses que es lindo y demás, pero si le pasa algo, no te importará demasiado e incluso si es así, no te molestará durante mucho tiempo. Si asumimos que cuidas de este perro, piensas en él, lo alimentas. Entonces se vuelve parte de ti. Se convierte en una manifestación de ti. Ahora, cuanto más tiempo, esfuerzo y pensamiento pongas en algo o alguien, más vas a quererlos.

Date cuenta de que nos relacionamos con nosotros mismos mucho mejor de lo que nos relacionamos con los demás. Nos queremos más a nosotros de lo que queremos a los demás (sí, puede que parezca peculiar para algunas personas que no se quieren demasiado, pero es sólo un sentimiento temporal, por supuesto que te preocupas mucho más por ti mismo que de cualquier otra persona). Ahora, cuando invertimos una parte de nosotros mismos en algo o alguien, empezamos a quererlo. Y esto es porque nos queremos a nosotros, nos sentimos conectados a esa personas por las acciones y pensamientos que hemos invertido en esa persona. Y cuanto más tiempo pensemos e imaginemos a esa persona, más nos preocuparemos por ella. Debido a que esa persona se convierte en algo de lo que somos, una parte de nosotros está incrustada en ella, y una parte de nuestra alma es ahora parte de esa persona. Por ello la amas.