Cómo hablar con labia

Agrégale cumplidos cuidadosamente. Dile a tu profesor: “hable con mi amigo (aquí dices el nombre de tu amigo) porque no quería que interrumpa la clase y eso interrumpiría la lección que estaba dando, pero como es mi amigo, no quise que se avergonzara o que se meta en problemas. Lo siento, la próxima vez hablaré con usted”. Si quieres zafarte de la situación adulando, nunca intentes usar palabras que no entiendas. Podría ser que en realidad sea una palabra que usa un ladrón o un gánster, etc., sabes a las que nos referimos. Si la persona a la que intentas convencer o mentir es lo suficientemente inteligente como para darse cuenta, debes decir un comentario de inmediato.

Cuando estés diciendo tus cumplidos, busca signos de comprensión y supuestos reveladores de que no eres una amenaza, como arrugar las comisuras de los ojos (es una señal de una sonrisa escondida), hacer puños y que los hombros se relajen y se inclinen ligeramente. Eso quiere decir que creerán tus mentiras o verdades.

Siempre debes respetar a tu oponente y nunca, NUNCA intentes ser autoritario. Te verán como que estás a la defensiva y ese es el primer signo de la mentira. Actúa como si supieses quien está a cargo (sí, correcto) y sé sumiso, pero no tanto porque pensarán que eres el autor de un crimen. Si haces esto, por lo general es muy tarde y la conversación continuará para siempre.

Siempre debes ser cuidadoso con lo que dices. Nunca dejes de lado algún detalle y nunca agregues nada. Nunca dejes que tus verdaderas intenciones estén a la vista y tampoco des un indicio de ellas. Es posible que esto pase cuando no estés pensando. Quizás lo aprendas de la forma más difícil.