Cómo hacer Gulab Jamun

Calienta el azúcar, el agua, el cardamomo, el azafrán y el agua de rosas en una sartén durante 5 minutos. Mezcla los ingredientes muy bien. No sobrecalientes los ingredientes o el jarabe se volverá caramelo. Si el jarabe empieza a caramelizarse, agrega un poco de agua, vuelve a mezclar los ingredientes y caliéntalos una vez más.

Apaga el fuego. Pon el jarabe a un lado; lo necesitarás después, cuando remojes las bolas de masa en el mismo. Otra opción es que dejes la sartén calentándose a fuego lento.

Mezcla la leche en polvo con el Bisquick y la mantequilla. Hazlo en un tazón hasta que queden completamente incorporados. Es mejor que derritas la mantequilla un poco antes de mezclarla con los demás ingredientes. Estos ingredientes son los que le dan una textura única a este delicioso postre.

Vierte la leche entera sobre los ingredientes secos hasta que la masa se vuelva firme. Sigue mezclando los ingredientes hasta que obtengas una masa espesa y cremosa. Si la masa no está lo suficientemente cremosa, entonces sigue agregando más leche hasta que tenga esa textura.

Divide la masa en 20 porciones. Las cantidades no tienen que ser exactas y las porciones no tienen que ser idénticas. Simplemente divide los 20 trozos al cálculo con tus manos, para después hacer bolas con ellos. Trata de que cada pelota sea más pequeña que una lima. Van a crecer bastante cuando las frías, así que no es bueno que sean demasiado grandes.

Forma una bola de masa con cada porción. Puedes formar las bolas de masa con tus manos o rodando la masa en una superficie limpia, como una tabla de cortar. Trata de que las pelotas sean lo más lisas posible, porque si tienen grietas, los Gulab Jamuns se desmenuzarán cuando los remojes en el jarabe. Para obtener los mejores resultados, unta tus manos con grasa o mantequilla clarificada mientras formas las bolas. Cuando hayas terminado, colócalas todas en un plato y prepárate para freírlas.

Calienta el aceite a fuego alto. Cuando esté caliente, disminuye el fuego a medio o lento. Puedes usar aceite vegetal común o mezclar aceite con mantequilla clarificada en partes iguales. Debes mantener el fuego a temperatura media o lenta para evitar que el aceite se salpique por todas partes.

Coloca las bolas de masa en el aceite caliente, una a la vez, desde un costado de la sartén. Ten cuidado con el aceite caliente; mantente alejado de la sartén para evitar que el aceite te salpique encima. Puedes usar una espátula o una espumadera para colocar cada pelota de masa en el aceite.

Deja que las bolas de masa se hundan hasta el fondo de la sartén. Esto es parte del proceso, así que no trates de moverlas. Después flotarán a la superficie por sí solas.

Fríe las bolas de masa durante 3 minutos. Dales la vuelta constantemente para que ambos lados se cocinen de manera uniforme. No es recomendable que frías más de un puñado a la vez; si no, la temperatura del aceite bajará demasiado y la masa se remojará mucho. Asegúrate de que cada bola de masa esté dorada uniformemente y luego retíralas del aceite. Es mejor que uses una espumadera para esto, porque así podrás escurrir el aceite sobrante.

Coloca las bolas de masa en una toalla de papel. Esto ayudará a que el aceite sea absorbido más fácilmente. También puedes hacerlo dándole unos toquecitos a cada bola de masa con otra toalla de papel.

Calienta el jarabe a fuego lento. Puedes recalentarlo o simplemente mantenerlo caliente a fuego lento durante el proceso de cocción.

Pon el jarabe tibio en un tazón. También puedes usar un recipiente, un tazón o una bandeja profunda.

Coloca el Gulab Jamun en el jarabe por lo menos durante 1 a 2 horas. Asegúrate de que las bolas de masa estén completamente empapadas de jarabe. A algunas personas les encanta remojarlas en el jarabe durante toda la noche para que lo absorban por completo.