Cómo lavar la lechuga

2 métodos:Lava la lechuga Seca la lechuga

Siempre es buena idea lavar la lechuga y otras verduras de hojas verdes antes de que las comas. Si la lechuga vino de un huerto doméstico, del mercado de una granja, o de una tienda de comestibles, podría llevar organismos que causan enfermedades transmitidas por alimentos, tales como la E. coli, o restos de pesticidas. La tierra y otros desechos también pueden adherirse a la lechuga y necesitan eliminarse.

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Método 1 de 2: Lava la lechuga

Lava la lechuga justo antes de usarla. Sin embargo, ten en cuenta de que no se almacena tan bien después de lavarla.

1
Elimina cualquier hoja exterior de la lechuga que esté oscura, machucada o marchitada y descártala.

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2
Corta cualquier raíz que permanezca en la lechuga. Debes eliminar el centro de las lechugas arrepolladas o de las lechugas de cogollo, por ejemplo, antes de lavarlas. Es el tallo duro en la parte inferior y central de la cabeza. Córtalo con un cuchillo afilado. Luego, corta la lechuga arrepollada en 4 piezas.
3
Coloca la lechuga en un fregadero limpio.
4
Llena el fregadero con agua fría y deja remojando la lechuga por 5 minutos.
5
Escurre el agua y deja la lechuga en el fregadero.
6
Enjuaga la lechuga con agua limpia y fría del grifo.
- Separa las hojas de lechuga de hojas sueltas o del tipo romana para que cada una pueda ser examinada y enjuagada.
- Deja correr el agua sobre todas las superficies de las hojas.
- Enjuágalas minuciosamente para que todas las señales visibles de tierra sean eliminadas.
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Método 2 de 2: Seca la lechuga

Debes secar la lechuga antes de usarla en ensaladas o sándwiches.

1
Escurre la lechuga en un colador limpio o con toallas de papel limpias por unos cuantos minutos antes de usarla.
2
Una centrifugadora de ensalada, de las que se venden en los pasillos de artefactos de cocina, extraerá rápidamente el agua de la lechuga.

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Consejos

No se necesita jabón para limpiar la lechuga si está minuciosamente enjuagada. Las investigaciones muestran que lavar los vegetales con agua limpia es tan eficaz para eliminar las bacterias y la tierra como lavarlas con soluciones jabonosas, vinagre o agua salada.
Almacenar la lechuga en el cajón de las verduras del refrigerador hasta que estés listo para lavarla es lo mejor para preservar su frescura.
No dejes en remojo la lechuga por mucho tiempo. La excepción para esto es si la lechuga luce ligeramente marchita. Puedes probar remojar la lechuga marchita en agua muy fría por 15 minutos y ver si luce mejor.
La FDA (Departamento de Control de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU., por sus siglas en inglés) dice que la lechuga empacada y otras verduras que dicen estar pre-lavadas o listas para comer no necesitan lavarse antes de usarlas.^[1]

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Advertencias

Limpia tu fregadero con agua caliente y jabón o quita grasas en polvo y enjuágalo bien antes de usarlo y lavar la lechuga y otros productos. El fregadero de la cocina a menudo tiene tantos gérmenes como los tiene un inodoro. También es importante limpiar las encimeras y las tablas de picar antes de colocar lechuga limpia y otras verduras en ellas.
Lava tus manos con jabón y agua caliente antes de lavar la lechuga.
Aún las lechugas cultivadas orgánicamente necesitan lavarse. Pueden estar contaminadas con microorganismos que causan enfermedades transmitidas por los alimentos tan fácilmente como las lechugas cultivadas convencionalmente.