Cómo leer la Biblia
4 métodos:Antes de empezarConsejos generalesLeerla y estudiarlaLeer por motivos religiosos
Hay varias razones para desear leer la Biblia. Quizá eres cristiano, pero nunca hayas leído ningún extracto de la Biblia o no la hayas leído por completo. Quizá no eres cristiano, pero desees leer el texto para que la comprendas mejor y puedas debatir sobre ella con tus compañeros. Quizá quieras leerla por motivos académicos, por ejemplo, para tener un mejor entendimiento sobre la historia de Oriente Próximo. A continuación te brindaremos algunas sugerencias que te ayudarán a empezar a leer la Santa Biblia.
AnuncioPasos
Método 1 de 4: Antes de empezar
- 1Decide qué traducción es buena para ti. Una vez que hayas decidido por qué leer la Biblia, deberás decidirte por una traducción para empezar. Existen muchas y hay algunas diferencias entre versiones.Anuncio
- Si vas a leerla por motivos religiosos, tal vez desees comenzar con la traducción más usada en tu comunidad religiosa y más tarde leer otra versión para comparar las diferencias de traducción. Conocer bien las traducciones empleadas por otras denominaciones religiosas te dará una mejor comprensión de tu propia traducción y te ayudará a pensar por ti mismo, a discernir mejor y a ser más abierto de miras.
- Si la vas a leer para comprender mejor el cristianismo desde fuera, puede ser buena idea que leas unas cuantas traducciones diferentes. Así tendrás una mejor idea de las diferencias entre denominaciones, así como una mejor visión de cómo el texto se ha refinado a lo largo del tiempo.
- Si la vas a leer para estudiar la historia de la religión, deber leer las traducciones más fieles al texto original, siempre que puedas leer en el lenguaje al que fueron traducidas.
- La Nueva Versión Internacional (NVI): esta traducción al español se efectuó en 1979, pero ha sido actualizada desde entonces por un grupo de eruditos. Se ha convertido en una de las traducciones más usadas en la comunidad hispana
- La King James Version: esta traducción se elaboró en el siglo XVII, concretamente por la iglesia anglicana. Su uso es muy común en Estados Unidos, especialmente por las iglesias evangélicas. El lenguaje usado en esta versión ha tenido un gran impacto en el idioma inglés en conjunto. También existe la New King James Version, que es una modernización del texto y también es muy popular.
- La Reina-Valera: es la traducción más usada por los cristianos evangélicos de lengua castellana. Fue elaborada por el erudito Casiodoro de Reina y revisada por Cipriano de Valera (1602, 1868, 1869, 1877, 1909, 1960, 1977, 1989, 1990 y más), aunque la revisión más usada es la de 1960.
- La Nueva Biblia Latinoamérica: traducida por Ramón Ricciardi y Bernardo Hurault, es probablemente la más usada en idioma español por los católicos. Existen varias versiones de esta traducción dependiendo del uso que se le quiera dar.
- Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras: es la traducción usada por los testigos de Jehová, aunque se han distribuido más de 200 millones de ejemplares en más de 70 idiomas. Se destaca por el uso del nombre personal de Dios, Jehová, en lugar de títulos como “Señor”. También ha sido destacada por ser una traducción muy literal. No se consigue en las librerías, puesto que su distribución corre a cargo de los propios testigos.
- La Joseph Smith Translation: esta versión incluye notas y cambios hechos por Joseph Smith, el fundador de la iglesia mormona. Se ha de leer conjuntamente con el libro del Mormón. Querrás leer esta versión si eres mormón o deseas entender el mormonismo.
- 2Decide cuánto leerás. ¿Estás interesado en leer el texto completo o algunos libros específicos? ¿Te interesa el Antiguo Testamento (el texto escrito originalmente en idioma hebreo sobre el que se basan muchas creencias religiosas) o solo el Nuevo Testamento (la porción escrita originalmente en idioma griego que comprende la vida y enseñanzas de Jesús y sus discípulos)? Decide cuánto quieres leer y el orden en que lo harás para prepararte mejor. Ten en cuenta que los libros que la componen no están colocados en perfecto orden cronológico.
- 3Lee un poco cada día. Lo importante es la constancia.
- 4Consíguete una guía. El lenguaje bíblico puede resultar muy complejo debido a la antigüedad del contexto cultural olvidado en que se desarrolla. Es importante comprender qué pretendían los escritores originales, así como el contexto histórico en el que vivieron y cómo les afectó. Consigue una guía que te ayude a leer el texto bíblico entre líneas.
- 5Consigue provisiones. Puede ser útil tomar notas de lo que vayas leyendo. Es texto es largo, dependiendo del libro (la Biblia se compones de más de 60 libros), y podrías olvidar los detalles con facilidad. Ten papel y lápiz a mano para anotar referencias de pasajes significativos, líneas de tiempo, árboles genealógicos, personajes relevantes y cualquier pregunta que desees averiguar más tarde.
- 6¡Consíguete una Biblia! Necesitarás una o varias copias, dependiendo de los libros y traducciones que escojas leer. Son muy fáciles de adquirir en iglesias locales, librerías, librerías cristianas o por Internet. Si consigues una guía bíblica, quizá contenga el propio texto que te interesa o parte de él. Averígualo para asegurarte de no comprar más de lo que necesitas.Anuncio
Método 2 de 4: Consejos generales
- 1Sé abierto. Lee con amplitud de miras. Quizá te encuentres con información que no te esperabas y que desafíe tus conceptos previos de religión e historia. La experiencia será más enriquecedora si tienes la mente abierta y estás dispuesto a asimilar esa información. Recuerda que cada cual tiene su opinión, lo cual es positivo. Solo se obtienen beneficios del intercambio de ideas y filosofías.
- 2Sigue un programa. Ya que el texto es extenso y complicado, puede ser tentador saltarse ciertos libros o pasajes, así que prepara un plan de lectura para abarcarlo todo. También te ayudará a procesar la información y no leer a toda prisa. Planea pasar bastantes semanas para abarcarlo todo e investigar por un período aún mayor y de esa forma retener más información en el proceso.
- Debes seguir un plan que se ajuste a tus posibilidades. Lo mejor es leer un poco cada día. Si tienes un horario ajustado, puedes apartar 1 o 2 horas cada noche antes de irte a la cama para leer la Biblia. Si tus tardes son muy ajetreadas, tal vez sea mejor dedicar el tiempo de tu descanso a mediodía para leer. Si te es muy difícil apartar tiempo durante la semana, puedes programar los fines de semana (como el domingo) para leer por más tiempo. No es tan efectivo, pero tal vez sea la única forma de hacerlo. Trata de apartar el momento del día en el que estás más tranquilo y sin distracciones. Si estás muy cansado por la noche, tal vez prefieras madrugar un poco para leer por la mañana.
- 3Lee meditativamente. Analiza el texto conforme lo vayas leyendo. Pregúntate qué conoces sobre el pasaje, qué crees y cómo afecta a lo que sabes. Hacerlo así te hará más listo y confiado en cuanto a tus creencias y tu entendimiento del texto. El pensamiento crítico te hará ver más allá de lo que está escrito en la página.
- Piensa en cómo te hacen sentir las enseñanzas y los acontecimientos descritos en la Biblia. ¿Coincide con lo que sabías sobre el mundo? ¿Se ajusta a tus creencias personales? Quizá encuentres que tus creencias difieran del texto bíblico o incluso cambien después de leerlo.
- Piensa en las diferencias culturales de aquel tiempo comparándolo con el actual. Han pasado miles de años desde que se escribieron el Antiguo y el Nuevo Testamento. Los valores del mundo y la gente que lo habita han cambiado. Piensa que, aunque en el Antiguo Testamento se ordenaba la lapidación de ciertos pecadores, esta ya no es una práctica aprobada por los cristianos actuales. Piensa en cómo la religión moldeaba las prácticas de aquellas sociedades en comparación a cómo nuestro entorno y cultura afectan nuestras prácticas hoy en día.
- Busca metáforas, alegorías y recursos literarios. No todo lo que se dice en la Biblia se ha de entenderse literalmente. No porque a los cristianos se les llame “ovejas” significa que sirven para hacer ponchos de lana. No porque a Jesús se le llame “la viña” significa que le salían racimos de uvas de las manos. Piensa en el texto que lees y busca los pasajes en los que el escritor daba a entender más que lo que se entiende con una lectura rápida.
- Compara el tono y el contenido con los demás libros de la Biblia. Las escrituras hebreo-arameas son muy diferentes de las griegas. ¿Qué aprendes de eso? Busca las diferencias en los valores y creencias, y piensa en qué significan los cambios. Piensa en cómo estos cambios afectaron a las religiones y cómo te hacen sentir.
- 4Busca en diccionarios. Si no entiendes algo, ¡búscalo! El texto es muy complicado y antiguo. Según qué versión uses, puede contener palabras que ya no se emplean cotidianamente o que hacen referencia a cosas que no comprendes. No dudes en buscar su significado en línea, en libros de la biblioteca local o consultando con un entendido en la materia.
- 5Toma clases o consulta con expertos. Si quieres adquirir mayor entendimiento del texto, puedes tomar un curso bíblico o consultar con quien sabe más del tema. Las iglesias locales y las universidades suelen ofrecer este tipo de cursos. Puedes consultar con personas religiosas o profesores de tu localidad o centro de estudios para comprender los pasajes y su contexto vital.Anuncio
Método 3 de 4: Leerla y estudiarla
- 1Estudia la historia. Lee sobre la historia de la religión y sobre aquellos períodos históricos antes de comenzar con la propia Biblia. Esto te dará una idea general de los acontecimientos, las personas e ideas de aquel tiempo. Busca en libros de historia del Oriente Próximo, el antiguo Israel, historia bíblica, historia del cristianismo y el judaísmo, así como de las iglesias mismas para comprender cómo se transmitió y se tradujo el texto original.
- No olvides que la gente se equivoca. Es muy difícil publicar un libro y los autores pueden decir cualquier cosa con tal de que sea atractivo. Investiga para estar seguro de que recibes información seria y precisa; mejor busca textos revisados.
- 2Prepara preguntas. Piensa en lo que esperas entender mejor y por lo que sientes curiosidad. ¿Hay algunos vacíos en tu conocimiento que quisieras rellenar? ¿Hay asuntos que consideras confusos? Anótalos para recordarlos y revisarlos mientras lees. Puedes anotar las respuestas que encuentres e investigar más a fondo las que no hayas podido contestar con tu lectura personal, preguntando a un profesor.
- 3Lee cronológicamente. Lee los libros en el orden en que fueron escritos para lograr mayor entendimiento de cómo las ideas fueron cambiando a lo largo del tiempo. También puedes leer en el orden en que están colocados en la Biblia, pero la lectura cronológica te ayudará a comprender mejor el conjunto.
- 4Toma notas más amplias. toma notas de todo lo que leas. Hay una gran cantidad de material y puede ser difícil seguir los argumentos. Para asegurarte de no mezclar épocas, gente o ideas, trata de ir tomando notas. Te serán muy útiles si planeas hablar con otros del tema o piensas escribir algo académicamente.
- 5Lee información suplementaria. Lee lo que los estudiosos han investigado, especialmente información contrastada y revisada como artículos académicos, para conocer mejor el contexto y comprender a fondo la historia. La mayor parte de la Biblia ha sido discutida y analizada por muchas personas. Algunos libros han sido excluidos completamente de su canon y otros pasajes se han considerados espurios o añadidos (los escritores católicos los llaman deuterocanónicos, que significa “del segundo [o posterior] canon”, a diferencia de los protocanónicos. Estos escritos que se añadieron son: Tobías, Judit, Sabiduría (de Salomón), Eclesiástico (no Eclesiastés), Baruc, Primero y Segundo de los Macabeos, añadiduras al libro de Ester y tres añadiduras a Daniel: el cántico de los tres jóvenes, la historia de Susana y la historia de Bel y el dragón. No se puede precisar con exactitud cuándo se escribieron, pero se sabe que no fue antes del siglo II o III a. E.C.). Puedes aprender mucho de la Biblia si averiguas lo que se considera canónico y lo que no.Anuncio
Método 4 de 4: Leer por motivos religiosos
- 1Ora. Haz una oración antes de leer la Biblia. Pide a Dios que abra tu corazón y tu mente y te guíe en el camino correcto. Pídele que te ayude a entender las respuestas a tus preguntas, tus dudas y cualquier malentendido que tengas. Esto te ayudará a ponerte en la actitud mental necesaria para beneficiarte espiritualmente de su lectura.
- 2Consulta con tu sacerdote o pastor. Habla con tu guía espiritual personal o con alguno de la localidad si no perteneces a ninguna denominación. Plantéale tus preguntas y dudas acerca de lo que leíste y pídele sugerencias para mejorar tu comprensión lectora sobre ciertos pasajes o libros. Puedes apartar tiempo para leer ciertas secciones con él o ella y sacarle mayor beneficio a la lectura. Asegúrate de que las respuestas que obtengas sean bíblicas y no simples filosofías.
- Si tienes dudas en cuanto a tu fe, tu guía espiritual puede dirigirte a pasajes que contesten tus dudas. Habla de lo que te preocupe.
- Si encuentras difícil explicar tu fe a los no creyentes, tu guía debería ser capaz de sugerirte pasajes concretos que contesten esos asuntos en particular.
- 3Prepara preguntas. Escribe todas tus preguntas, así como las que trataste con tu pastor. Así podrás anotar tus propias impresiones de las respuestas que recibiste y las que encontraste con tu propia investigación. Esto te ayudará a recordar qué tratas de aprender específicamente y no perderte en el texto de nuevo sin aclarar tus dudas.
- 4Lee pasajes relacionados. La Biblia se entrelaza entre libros y puedes hallar pasajes relacionados con el mismo tema (familia, profecía, fe, cualidades, etc.) en diversos lugares. Para comprender mejor un asunto, no te limites a leer un pasaje. Busca la relación entre pasajes y entenderás mejor lo que la Biblia enseña realmente.Anuncio
- Quizá desees hablar de lo que entendiste con tu pastor o profesor. Háblale de cómo te sentiste al leerlos y meditar en ellos. Tal vez te ayude a comprenderlos mejor o a encontrar pasajes que amplíen tu comprensión.
Advertencias
- Para sacar lo mejor de la Biblia, intenta no elegir y leer ciertos versículos, dejando de lado otros. Intenta leer la Biblia entera de principio a fin. De esta manera tendrás una mejor comprensión del contexto bíblico y de lo que la Biblia realmente enseña en su totalidad.
wikiHows relacionados
Acerca del artículo
Categorías: Filosofía y religión