Cómo limpiar ladrillos

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   Piensa en el tipo de mancha o suciedad que tienes que eliminar. Para el moho, los hongos o las algas se necesitan métodos diferentes a los usados para limpiar manchas de óxido, cemento y argamasa.
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   Limpia los ladrillos con una solución de cloro si tienes problemas con hongos o moho.

   • Mezcla cloro con agua en un cubo grande, en proporciones iguales.
   • Vierte esta solución en un pulverizador con bomba de presión y rocía los ladrillos.
   • Moja una sección de la pared (o del patio, si vas a limpiar adoquines) con una manguera.
   • Pulveriza la solución blanqueadora sobre la superficie, comenzando desde arriba, si es en una pared, hasta que la empapes totalmente.
   • Deja que la solución blanqueadora actúe sobre las manchas durante unos pocos minutos, pero no dejes que se seque.
   • Enjuaga una pequeña sección de la pared para ver si la solución surte el efecto deseado.
   • Para manchas difíciles, frota la pared con cloro puro usando un cepillo para ácidos en un mango de escoba.
   • Enjuaga la pared completamente con agua. Ten cuidado de no dejar que el cloro se seque sobre la pared antes de enjuagarla.
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   Usa una solución ácida para limpiar manchas de argamasa, de óxido de la irrigación del tanque de agua u otro tipo de mancha que la solución de cloro no limpie satisfactoriamente.

   • Compra ácido muriático o un ácido a base de detergente de albañilería que se vende en tiendas de arreglos del hogar, ferreterías o centros de implementos para edificios.
   • Llena un cubo de plástico con 2/3 de agua limpia. Agrega el ácido en una proporción de 1 parte de ácido por 3 de agua, pero no llenes el cubo demasiado para que no se derrame ni salpique accidentalmente.
   • Moja la pared u otra superficie a tratar con una manguera de jardín.
   • Cepilla la pared con el ácido diluido, frotando mientras lo aplicas con un cepillo para ácido.
   • Después de aplicar y frotar la solución ácida, deja que el ácido actúe de unos 10 a 15 minutos, teniendo cuidado de no dejar que la pared se seque.
   • Después de dar tiempo a la solución para que haga efecto, quítala completamente con una buena cantidad de agua.
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   Enjuaga todas las superficies expuestas a cualquiera de las soluciones limpiadoras antes mencionadas, usando mucha agua para diluirlas y prevenir cualquier daño en las superficies o plantas cercanas.
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   Piensa en la posibilidad de sellar el ladrillo para prevenir futuras manchas o suciedad. Usa un sellador de siloxano o de siliconas aplicándolo según las instrucciones del fabricante.
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Alquila una hidrolimpiadora en el caso de que tengas manchas muy difíciles de quitar. Ten cuidado de no tallar las uniones de la mampostería ni los ladrillos con este método.

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   Reúne todos los materiales antes de empezar con esta tarea. Necesitarás un cubo de agua, cloro, cepillo para fregar y una manguera o hidrolimpiadora.
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   Mezcla una solución de mitad de cloro y mitad de agua.
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   Rocíala con un aplicador de botella o con un cepillo.
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   Rocía los ladrillos en áreas pequeñas y manejables.
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   Frótalos antes de que se sequen.
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   Enjuágalos. Ahora estarán limpios.
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