Cómo llegar a un acuerdo

Ten una comunicación abierta. Tienes que asegurarte de tener una comunicación abierta antes de tratar de llegar a un acuerdo. Esto te permite ser honesto en tu acuerdo. Si no actúas así, tu pareja sabrá que tratas de conseguir algo y tendrá menos disposición para llegar a un acuerdo.^[1]

• Desde un principio, expresa lo que quieres conseguir y luego escucha lo que tu pareja tenga que decir. De esta forma, las intenciones de ambos estarán claras.
• Ten un comportamiento calmado. Harás que tu pareja pierda de inmediato el interés en tu punto de vista si te comportas molesto, sarcástico o burlón.

Asegúrate que lo que pides sea razonable. Considera con detenimiento lo que le pedirás como acuerdo a tu pareja. Hay acuerdos positivos y acuerdos negativos. Un ejemplo de acuerdo negativo es cuando le pides a tu pareja que modifique su forma de ser.

• Hazte algunas preguntas acerca de lo que le pide a tu pareja. ¿Le pides que cambie? ¿Le pides demasiado?
• Es posible que te des cuenta que el acuerdo que pides es imposible si este proviene de una necesidad profunda de hacer que tu pareja cambie. Por ejemplo, podrías tener que considerar que no puedes compartir un lugar con tu pareja si necesitas que dicho lugar esté totalmente limpio y que tu pareja necesite tenerlo desordenado. Sin embargo, no será necesario que tengas que considerar esta opción si encuentras un equilibrio para esta situación.
• Un acuerdo positivo es que le pidas a tu pareja tener una mejor comunicación o que tome más responsabilidad en ciertos asuntos. Por ejemplo, es completamente razonable que le pidas a tu pareja que se haga más responsable de los quehaceres del hogar si sueles hacerlos todos. De igual forma, puedes pedirle llegar a un acuerdo para cumplir las necesidades de ambos.

Ve las cosas desde la perspectiva de tu pareja. Es posible que estés muy comprometido con lo que pides, pero tienes que percibir lo que tu pareja necesita. Esta estará tan comprometida con su perspectiva como tú con la tuya. Habrá mayor probabilidad de que lleguen a un acuerdo que sea beneficioso para ambos si puedes notar la manera en que piensa y la razón por la que piensa así.

• Asegúrate de pedirle que te exprese sus pensamientos y de pedirle que lo haga de manera tan detallada como sea posible. Solo se puede llegar a un acuerdo a través de una comunicación efectiva. Hazle algunas preguntas sin alternativas fijas. Puedes preguntarle "¿Por qué te sientes así?" y "¿Qué puedo hacer para ayudar a que este acuerdo sea beneficioso para ti?". Asimismo, pídele a tu pareja que te ayude a comprender el problema de manera más clara.
• Por ejemplo, asegúrate de comprender las razones de tu pareja si tienen una discusión acerca de las vacaciones: tú podrías querer tomar un mes de vacaciones y tu pareja podría querer realizar vacaciones pequeñas durante el año. La perspectiva de tu pareja se podría deber a que se le es más difícil pedir el tiempo necesario de descanso en su trabajo para ese tipo de vacaciones o a que quiera utilizar una parte de sus vacaciones para visitar a su familia en las fechas festivas de invierno. Estas razones son completamente válidas y debes entenderlas.

Escucha. Una parte de llegar a un acuerdo efectivo es escuchar efectivamente. Tu pareja no sentirá que comprendes su perspectiva si no la escuchas.

• Tienes que escucharle realmente cuando hable. Realiza contacto visual con tu pareja si puedes. No mires tu teléfono ni juegues con los objetos.
• Pídele que repita lo que dijo si te desconcentraste y perdiste el hilo de lo que decía. Para ello, puedes decir: "Disculpa, estaba muy concentrado pensando en lo que dijiste acerca de X que no escuché lo que acabas de decir. ¿Podrías repetirlo?".

Defiéndete apropiadamente. Defender tus necesidades es muy importante. Las mujeres, en especial, han aprendido a ser conciliadoras, en vez de defensoras de tus propias necesidades. Sin embargo, hay maneras apropiadas de lograrlo y hay maneras que dañarán a tu pareja o que causarán una fricción mayor, en vez de tener un acuerdo positivo.

• Algunos ejemplos de defenderte apropiadamente son cuando hablas con claridad, explicas lo que quieres y tienes fijos algunos asuntos para los que tienes menor disposición de llegar a un acuerdo.
• Algunos ejemplos de defenderte de manera inapropiada son cuando gritas, interrumpes a tu pareja cuando habla, golpeas a tu pareja, dices comentarios sarcásticos acerca de tu pareja, le insultas y le obligas a que acepte tus planes "por su propio bien".

Sé honesto. Tendrás que serlo si quieres asegurarte que ambos sepan con claridad lo que necesitas y que tu pareja comprenda lo que quieres y la razón por la que lo quieres. Algunas veces, puede ser difícil ser honesto, en especial si no quieres herir a tu pareja con tu honestidad. Hay algunas formas de ser honesto y que pueden minimizar las probabilidades de herir sus sentimientos.^[2]

• Sin embargo, no estalles sin importar cuán cierta sea tu afirmación. Por ejemplo, tu pareja ha estado postergando conseguir un trabajo y necesitas separarte de esta, así que esperas que consiga un trabajo, aunque sea uno temporal. En lugar de decirle a tu pareja que es una persona holgazana (quizás es cierto, pero ese no es el punto), di que realmente necesitas separarte de esta y que realmente necesitas ayuda en cuanto al ingreso económico.
• Es recomendable que combines la crítica con la gratitud o con algo positivo que tu pareja ha estado haciendo. Por ejemplo, tu pareja y tú tratan de llegar a un acuerdo acerca de los quehaceres del hogar. En esa situación, dile "Realmente valoro que saques la basura a la semana, pero necesito que me ayudes a cocinar y a limpiar. Sé que cocinas muy bien, así que realmente me encantaría que me ayudaras con eso".

Reconoce que un acuerdo no tiene que ser igualitario. No tendrás un acuerdo igualitario y perfecto cuando acuerdes con tu pareja. Solo tienes que asegurarte que ambos cedan de alguna forma y no que solo uno de ustedes lo haga.^[3]

• Por ejemplo, tu pareja y tú discuten acerca del color con el que pintarán la habitación del bebé: tu pareja quiere el color rosado y tú quieres el color azul. Combinar ambos colores no funcionará. En lugar de ello, ve una forma de proponer otro color que le guste a ambos. Puede ser el color amarillo o verde pálido. De igual forma, pueden llegar a un acuerdo en el que una persona decida el color de la habitación del bebé y la otra escoge los muebles de dicha habitación.
• Asegúrate que la próxima vez tu pareja obtenga todos los acuerdos si en esta oportunidad tú los obtienes o considera ceder por completo.

Lidia con asuntos más importantes. Algunas veces, los problemas para los que estás tratando de llegar a un acuerdo están asociados con asuntos más importantes. Tendrás dificultades mayores después si no lidias con estos.

• Por ejemplo, el problema no será simple si tratan de acordar una hora para reunirse y tomar un café. Al contrario, el problema más importante es que tu pareja se ha rendido antes y tú tienes menos interés de modificar tu horario por tu pareja.
• Deberán tratar esta situación con calma y amabilidad mientras ingenian un acuerdo adecuado para ambos. Asimismo, debes explicarle a tu amigo o pareja que sientes que no valora tu tiempo cuando no se presenta a la reunión que acordaron y que ni si quiera te avisa que tiene que cancelarla.

Haz una actividad divertida. Los acuerdos y las discusiones serias pueden ser muy difíciles y extenuantes. Puedes hacer una actividad divertida después de acordar un asunto de modo que sea más fácil de asimilar para ambos, en especial si se trata de un asunto muy importante. Permite que la persona que tendrá que ceder más escoja la actividad divertida.

• Por ejemplo, pueden salir a cenar o hacer un picnic si han llegado a un acuerdo acerca de un asunto importante, el cual puede ser qué familia visitarán para las fechas festivas. Esto hará que el acuerdo sea menos desagradable para ambos.

Cálmate. Los acuerdos, incluso los que suceden en el trabajo, pueden ser sensibles y frustrantes para todas las personas involucradas en el asunto. Debes contener tus emociones antes de expresar toda la información detallada a todas las personas para que obtengan lo que quieren.

• Tómate un tiempo para ir a algún lugar por tu cuenta, aunque sea por unos minutos, para reflexionar acerca de lo que quieres o necesitas del acuerdo. Esto es muy importante si se trata de algo que debes hacer con tu jefe o si hay muchos asuntos involucrados con ese acuerdo.
• Respira profundo tres veces, hasta llegar al diafragma, si no puedes tener un poco de tiempo a solas. Esto te ayudará a calmar tu sistema nervioso, te facilitará más el proceso de la información y te ayudará a presentar efectivamente tu punto de vista.

Comienza brindando preguntas sin alternativas fijas y afirmaciones. Debes obtener una idea general de lo que quiere la persona del acuerdo. Asimismo, debes hacer que sienta que le prestas atención. La mejor forma de conseguir un acuerdo es escuchando realmente la perspectiva de la persona.^[4]

• Puedes preguntar lo siguiente: "¿Por qué piensas así acerca de X?" y "¿Cómo podemos mejor este asunto?".
• Puedes decir las siguientes afirmaciones: "Ayúdame a entender más acerca de esta situación" o "Ayúdame a entender más tu perspectiva".

Sé respetuoso. Tienes que ser respetuoso con la perspectiva de la persona, aunque no estés de acuerdo con esta, si quieres conseguir algún tipo de acuerdo. Respeta a la persona y a su idea, y demuéstralo.

• No insultes ni utilices palabras como "tonto" o "inútil" ni digas "¿Por qué propondrías eso?" o "¡Eso nunca funcionará!". Denigrar a una persona solo hará que se afiance en su perspectiva y dificultará más la posibilidad de llegar a un acuerdo.
• Por ejemplo, no hables acerca de cuán mal es una idea o de las razones por la que es una mala idea si alguien en tu trabajo propone una que es diferente a la tuya. No puedes señalar sus defectos y ser respetuoso al mismo tiempo. Al contrario, puedes proponer formas para hacer que el plan de esa persona sea más factible.

Crea puntos en común. Recuerda que ambos quieren llegar a algún tipo de acuerdo. Estar en un atasco no hace que nadie obtenga lo que quiere. Trata de encontrar algo en lo que puedan acordar, aunque sea un tema pequeño. Esto generará una buena voluntad entre ambos.^[5]

• Señaliza tu compromiso para arreglar el desacuerdo. De esta forma, la persona sentirá que tienen el mismo objetivo, aunque tengan puntos de vista diferentes. Esto quiere decir que debes escuchar con detenimiento a la persona, preguntar si hay alguna forma de combinar sus ideas con las tuyas y demostrar que comprendes por qué le es importante.^[6]
• Un punto en común podría ser algo sencillo como una broma, con tal de que cree algún tipo de vínculo entre ambos. Por ejemplo, puedes comenzar una reunión diciendo que posiblemente todos estén esperando la hora del almuerzo.

Presenta tu perspectiva. Es recomendable que des tu versión o perspectiva de un asunto de una manera calmada y racional. Este es el momento para demostrar por qué quieres lo que propones y los beneficios de este.

• Brinda hechos. En cuantas más formas haya para que valides tus sentimientos y opiniones, mayores serán las probabilidades de que las personas con las que razonas consideren tu perspectiva.
• Por ejemplo, no digas que quieres establecer una semana laborable de cuatro días en tu centro de trabajo (suerte con eso) porque siempre estás cansado y necesitas un descanso mejor. En lugar de ello, presenta estadísticas y estudios que se hayan realizado acerca de la productividad laboral y del rendimiento mejorado que tienen los empleados cuando tienen un descanso mejor.

Ofrece más de un acuerdo factible. Una buena forma de encontrar un acuerdo que sea favorable para todas las personas es ofreciendo más posibilidades. Combina varias ideas de diferentes formas y ve si pueden ingeniar soluciones creativas para un problema.

• Intercambia ideas con la oposición. Responde a las siguientes preguntas: ¿Qué tratan de conseguir?, ¿Cómo tratarías el problema si no hubiera un obstáculo? y ¿Cuál sería la mejor solución para ambos?
• Aporta a la discusión diferentes opciones para lo que tengas la disposición de ocuparte con la ayuda de la persona.