Cómo mejorar la dieta

Controla tu ambiente. Las preocupaciones debidas al peso particularmente más que todo son debidas a algún ritmo natural que fue interrumpido en tu vida (recientemente o por un largo tiempo en tu vida), y esto te puede llevar a la falta de: ejercicio. No hay sustituto para la actividad física. Trata de caminar por lo menos una hora cada semana.

Mira a tu dieta aditivamente. Es decir donde empiezas con los esenciales y agregas las cosas que quieres. La mayoría de las personas hacen esto intuitivamente asegurándose de comer por lo menos un alimento con “proteína” cada día. Los esenciales en los que piensas se llaman proteínas, ya sea una proteína completa de las carnes/pescados, lácteos o huevos, o una uno “proteína casi completa” de la soya, la quinua, el amaranto, etc. Lo más probable es que sólo necesites una de estas cada día. El resto, granos y legumbres, vegetales, frutas, calcio, verduras, omega 3, fácilmente completan la imagen.

Come poco. Disfruta cantidades más pequeñas más a menudo, no hay reglas de cuantas comidas tengas en día. Muchas culturas lo hacen (por ejemplo en España, tienen lo que llaman “tapas” y es muy común tener más de seis comidas). Trata de comer por lo menos una ensalada en el día.

Toma bebidas gaseosas con 0 calorías. Guarda las bebidas gaseosas para ocasiones extraordinarias, o cuando necesites energía específicamente (no sólo “algo dulce”).

Toma jugo de frutas en lugar de bebidas azucaradas. Limita la cantidad de bebidas gaseosas azucaradas en tu dieta tomando jugo de frutas.

Cocina. Cocinar en casa te da la intimidad con las comidas que ingieres, junto con el entendimiento de lo que agregas a tu cuerpo.

Suplementa tu dieta con semillas de linaza. Las semillas de linaza son mejores que el aceite de linaza (además de ser más económicas), el cual es muy bueno para las ensaladas pero tiene un sabor raro al cocinar con él. Algunas personas sugieren quebrar las semillas de linaza. Son buenas con las ensaladas, cereales, y, algunas salsas.

Usa aceites saludables. Si sustituyes algunos de los aceites que saben bien por los que son saludables, y no escoges particularmente los que tienen sabor, lo peor que pasará es que probarás los otros ingredientes en tu comida. La mayoría de las personas en el mundo occidental tienen problemas tratando de obtener suficiente omega 3 (de acuerdo con extensas investigaciones, hasta el gobierno canadiense recientemente lista oficialmente esos pasivos como vitales para la nutrición adecuada). Aunque el omega 6 también es saludable, el omega 3 es probablemente el que necesites suplementar en tu dieta. La mantequilla de cáñamo (aceite de cáñamo) no sólo tiene una cantidad saludable de omega 3 y omega 6, en las proporciones adecuadas, sino que a diferencia del aceite de linaza, imparte poco sabor al usarse para cocinar, su única desventaja (aparte del costo/disponibilidad) al usarse para cocinar es que no se puede calentar a altas temperaturas y básicamente tienes que usarlo como se usa la mantequilla. El aceite de aguacate es probablemente el aceite más saludable de altas temperaturas. El aceite de Canola (semilla de colza) y el aceite de oliva son aceites más saludables que otros (por ejemplo, la mantequillas, la manteca, el aceite de maní, el aceite de palma, etc.) el aceite de canola es bueno a temperaturas bajas/medias con un sabor suave, el aceite de oliva tiene un sabor un poco más fuerte pero se puede calentar a temperaturas muy altas (la variedad común y refinada)

Come pescado. Si no eres vegetariano. Muchas culturas (España, Grecia, Japón) que tienen acceso a los animales terrestres y marinos, principalmente mariscos, y la salud de sus dietas ha atraído la atención de muchos científicos. Esta es la razón por la cual la gente te dice que debes tomar aceite de pescado, pero personalmente, prefiero comer pescado.