Cómo montar bicicleta

Encuentra un lugar seguro para practicar. El cemento es la superficie más sencilla para andar en bicicleta pero es muy doloroso si te caes (aunque con la técnica de frenado correcta y un asiento ajustado apropiadamente, esto no debe ser un problema. Ver los pasos abajo para más detalles). Un pasto corto o incluso grava arreglada pueden ser alternativas aceptables para cualquiera que tema caerse, pero ten en cuenta que estas superficies hacen que balancearse sea más complicado y aplican más resistencia en las llantas de bicicleta. Donde sea que termines yendo, asegúrate de que sea un lugar que tenga tanto áreas planas como pendientes moderadas (para ayudarte a crear momentum) pero sin espacios cerrados, pendientes empinadas o tráfico.

Baja tu asiento para que puedas poner la mayor parte de tus pies sobre el suelo mientras estés sentado. También debes revisar la presión en las llantas, los frenos y demás. Si llevas unos jeans largos u otro tipo de pantalones largos, asegúrate de enrollar la pierna derecha para que no quede atrapada con los mecanismos del lado derecho de la bicicleta. Evita las faldas largas o ropa holgada (que pueda quedarse atrapada en los engranes o en las llantas) y zapatos frágiles o abiertos de los dedos (que puedan evitar que puedas frenarte en caso de que decidas no utilizar los frenos). Lo ideal son zapatos con suela normal, que se cojan bien al pié, flexibles y planos.

• El casco puede ser necesario y útil, si te hace sentir más seguro. Pero no te debes preocupar. Éste aprendizaje no es de riesgo, porque partimos de una situación en la que te encuentres seguro para pedalear.

Asegúrate de saber cómo frenar. Mientras practicas, es buena idea frenar con anticipación y de forma progresiva para que no lo hagas bruscamente y te puedas sentir preparado de bajarte de la bici de ser necesario.

• Si tu bici tiene frenos en el manubrio, realiza pruebas para ver cuál freno controla la llanta trasera y cuál la delantera, ya que esto varía dependiendo del país y puede ser modificado para ajustarse a las manos de cada persona. Para hacer esto, levanta la parte frontal de la bicicleta, gira la llanta manualmente y prueba con ambos frenos uno después del otro. El freno trasero es utilizado normalmente por principiantes por simplicidad y menor brusquedad. El frontal es el freno de precisión y acompaña al trasero: Si el freno trasero no es suficiente para detenernos entonces debe utilizarse el freno delantero de manera gradual hasta que la bicicleta se haya detenido. Es mucho mejor sentirse cómodo con el freno delantero, ya que éste te permitirá detenerte en mucha menos distancia que el trasero. Además, saber cómo frenar solo con un freno es importante en caso de que uno falle.
• Si tu bicicleta no tiene frenos en el manubrio, debe tener frenos back-pedal. Para frenar, deberás acomodar los pedales para que estén más o menos horizontales uno con el otro y presionar el pedal que haya quedado atrás como si fueras a pedalear hacia atrás. Lo que ocurrirá es que activarás el freno y la bicicleta disminuirá su velocidad o se detendrá. Aplica más o menos presión como veas necesario.
• Si tu bicicleta es de piñón fijo y no ha sido modificada, no tiene frenos. En lugar de frenar deberás disminuir la velocidad de la bicicleta ya sea reduciendo tu velocidad en los pedales hasta que te detengas, o derrapando, lo cual te hará frenar más rápido. Para frenar derrapando, lleva tu cuerpo hacia adelante para retirar una parte de tu peso de la llanta trasera, luego ponte de pie y acomoda los pedales en una posición horizontal. Ya que los pedales controlan la llanta trasera (la cual ha sido liberada de tu peso), se trabará, llevando la bicicleta a frenar derrapando. Andar en una bici de piñón fijo es mucho más complicado que andar en una bicicleta tradicional y no es recomendado para principiantes.

Monta tu bicicleta. Con el asiento hecho para abajo, esto debe ser muy sencillo.

Practica balancearte en la bicicleta. Empújate con los pies a lo largo de una superficie plana y siente cómo la bicicleta se inclina y da vuelta. Mira al frente, no bajes la mirada a los pedales. Te ayudará a mantener el equilibrio. Haz esto hasta que te sientas bien y más confiado sobre dar vuelta. Trata de empujarte con más velocidad y de "deslizarte" con tus pies en el aire, girando solo con tus manos. Nota la tendencia de tu cuerpo a inclinarse ligeramente con la curva para balancearse cuando estás utilizando solo tus manos para girar. Cuando sientas que lo hayas dominado, en lugar de utilizar tus manos, trata de dar la vuelta con tu cuerpo y deja que la bicicleta te siga; notarás que la llanta frontal también dará la vuelta automáticamente. Esta es la habilidad clave para andar en bicicleta: balancearte y dar vuelta. Tómate el tiempo necesario con este paso ya que debes sentirte seguro.

• Es más sencillo mantener el equilibrio cuando vas más rápido y miras al frente. A velocidad muy lenta cuesta más mantener el equilibrio. Si tu freno está en el manillar, coloca la mano abierta encima sin apretarlo para reaccionar más rápido cuando lo necesites.

Practica ir de bajada sobre pendientes ligeras. Lleva tu bicicleta caminando a la cima de una pendiente que termine en un área horizontal amplia, móntate sobre ella (manteniendo uno o ambos pies sobre el suelo hasta que estés listo), mantén la mirada en el horizonte, coloca la mano abierta encima del freno y deslízate hacia abajo, permitiéndote bajar la velocidad naturalmente en el área horizontal de al final. Desmonta la bicicleta y repite las veces que sean necesarias hasta que te acostumbres al sentimiento de velocidad, balancéate (que debe ser más sencillo ahora que la velocidad ha aumentado) e inclínate.

• Cuando te sientas seguro puedes poner tus pies sobre los pedales y andar sin pedalear durante unos cuantos pies, trata de no bajar los pies para entrenar tu equilibrio y acostumbrarte a frenar con el freno y no con los pies.
• Cuando te sientas seguro poniendo ambos pies sobre los pedales, practica frenar con gentileza mientras bajas la pendiente. Hazlo hasta que ya no sientas la necesidad de bajar los pies para agarrarte.
• Cuando te sientas seguro sin pedalear, pedaleando y frenando en una línea recta, practica dar giros ligeros a la izquierda o a la derecha.

Pedalea por la pendiente y hasta la zona plana. Utiliza las técnicas que aprendiste yendo de bajada para pedalear y dar vuelta, solo que esta vez, en lugar de detenerte al final, continúa andando por la superficie plana. Practica dando vueltas graduadas, luego más pronunciadas. Frena completamente y trata de sacar sólo un pie para equilibrarte.

Prepárate para pedalear en la zona plana. Levanta el asiento un poco, pero mantenlo lo suficientemente bajo para que puedas tocar el suelo con el pié mientras estés sentado. Frena la bicicleta. Levanta uno de los dos pedales lo más arriba posible para dar el mayor impulso a tu bicicleta. Suelta el freno y comienza a pisar el pedal con ese pie mientras levantas el otro y lo colocas en el otro pedal y comienzas a pedalear. Realiza esto hasta que te sientas seguro comenzando y deteniéndote en una superficie horizontal.