Cómo plantar semillas de tomate
5 métodos:Elige tu métodoFermentar tus propias semillasPlantar tus semillasTransplantar tus plantasCuidado de las plantas
¿Quieres plantar algunas plantas de tomate? Utilizando algunos pocos tomates sanos de los que seguramente tengas en tu cocina podrás crecer unas cuantas plantas de tomates en tu jardín. Estudia el proceso que describimos a continuación para aprender a cultivar tomates, sea que utilices tus propias semillas o las compres.
AnuncioPasos
Método 1 de 5: Elige tu método
- 1Compra las semillas a un proveedor confiable. Puedes comprarlas en bancos de semillas online, o puedes comprarlas en tiendas de plantas o pedirles a conocidos que ya tengan.Anuncio
- 2Seca las semillas de un fruto de tomate. Puedes tomar las semillas del tomate y luego hacer una planta a partir de ellas. Dirígete a la sección 2 debajo para saber cómo preparar las semillas antes de plantarlas.
- 3Elige una variedad. Existen más de mil variedades diferentes de plantas de tomate. La mayoría de ellas pueden ser clasificadas en tres categorías que podrán ayudarte a decidir.Anuncio
- Tradicionales o híbridos: Los tradicionales son tomates que no han sido genéticamente reproducidos durante varias generaciones sin haber cruzado especies. Básicamente, se trata de tomates puros. Los híbridos son los que han resultado de la cruza de dos variedades.
- Determinados o indeterminados: Según esta clasificación, se distinguen las plantas por el periodo de tiempo durante el cual la planta produce el fruto. Las plantas determinadas los producen durante algunas semanas, mientras que las indeterminadas producen continuamente durante la temporada de crecimiento hasta que el clima se vuelve demasiado frío.
- Forma: También pueden clasificarse por su forma: redondos (los más populares), beefsteak (los más grandes), de pulpa (utilizados para hacer salsas) y cherry (los más pequeños), utilizados para ensaladas.
Método 2 de 5: Fermentar tus propias semillas
- 1Escoge los tomates de una planta saludable. Asegúrate de que la planta no sea un híbrido. Si es una planta de tomate híbrida, o si utilizas semillas alteradas genéticamente, los resultados pueden no ser los esperados.
- 2Corta los tomates a la mitad y vierte su fruto en un recipiente plástico. Lo más conveniente es un recipiente con una tapa suelta para cubrir la pulpa. Aparecerá una capa de moho sobre las semillas. Este proceso puede favorecer la aparición de algunas enfermedades que se pasarán a las nuevas generaciones de plantas.
- 3Etiqueta el recipiente. Si estás fermentando distintos tipos de semillas, lo más prudente es etiquetar los recipientes con la información de cada una de las semillas en fermentación. Coloca la tapa sobre el recipiente, pero no lo sellas para permitir que el oxígeno interactúe con la pulpa.
- 4Coloca la pulpa en un lugar cálido, fuera de la luz directa del sol. El proceso de fermentación no da un aroma agradable para el olfato, así que procura colocarlo en algún lugar donde no invada otros espacios.
- 5Revuelve el recipiente hasta que se forme una capa de moho sobre la superficie. Generalmente tarda unos 2-3 días en aparecer. Asegúrate de cosechar las semillas poco después de la formación de moho para que las semillas no germinen dentro del recipiente.
- 6Cosecha las semillas. Con guantes, quita la capa de moho. Las semillas se habrán ido al fondo del recipiente.
- 7Coloca agua dentro del recipiente para ablandar la mezcla. Deja que las semillas se asienten en el fondo y continúa enjuagando todo lo que no sea semillas. Ten cuidado de no perder semillas haciendo esto.
- 8Junta las semillas con la ayuda de un colador y enjuágalas bien.
- 9Esparce las semillas sobre una superficie que no sea pegajosa para que se sequen durante algunos días. Un vaso de cerámica o un plato playo, una ventana o cualquier otra cosa que puedas utilizar para esta operación resultará adecuada. Si utilizas tela o papel, remover las semillas cuando estén secas te resultará más difícil. Cuando estén secas, puedes guardarlas en una bolsa plástica hasta que llegue el momento de plantarlas. Escribe en la bolsa qué tipo de semillas son.
- 10Guarda las semillas en un lugar fresco y oscuro. También puedes ponerla en un recipiente ventilado dentro de la heladera para simular un clima invernal. Pero no pienses en ponerlas en el freezer o las arruinarás.Anuncio
Método 3 de 5: Plantar tus semillas
- 1Comienza con las plantas entre 6 y 8 semanas antes de la última helada. Para preparar la planta antes de trasplantarla, comienza con plantines mientras afuera sigue fresco. Las temperaturas frescas en primavera pueden detener el crecimiento de las plantas o incluso matarlas. Comienza con tus semillas bajo techo para que su crecimiento esté asegurado.
- 2Compra pequeñas macetas para hacer los plantines. Puedes comprarlas en cualquier vivero.
- 3Llénalo con una mezcla de tierra abonada.
- 4Entierra 2/3 semillas a una profundidad de 1 cmt. Cúbrela con tierra.
- 5Deja los contenedores en un cuarto con una temperatura media de 20° C. Cuando las semillas germinen, ponlas al sol o debajo de luces de crecimiento.
- 6Rocía con poca agua las semillas durante los primeros 7-10 días. Cuando las semillas comiencen a brotar, podrán comenzar a regarlas con menos frecuencia. Muchas más plantas mueren si hay demasiada agua (pudre las raíces) que por lo contrario, así que riégalas con moderación después de que broten.
- 7Revisa las macetas todos los días. Una vez que las plantas hayan roto la tierra, crecerán rápidamente.Anuncio
Método 4 de 5: Transplantar tus plantas
- 1Comprueba que las plantas hayan crecido por lo menos 20 cmts. Cuando no habrá más heladas fuera, la planta alcanzó la temperatura adecuada, podrás pasarlas al aire libre.
- 2Prepara las plantas. Una semana antes de trasplantarlas necesitas acostumbrar gradualmente a la planta a las temperaturas de afuera. Primero durante unas pocas horas y luego más tiempo, coloca las plantas en un lugar con sombra para que la planta pueda guarecerse.
- 3Prepara el sector del jardín en el que las plantarás. Lo mejor es un suelo bien drenado con bastante material orgánico.
- Piensa en la posibilidad de agregar turba al suelo para mejorar el drenaje. Aunque la turba puede absorber entre 10 y 20 veces su peso en agua, se considera nociva sobre el medio ambiente y es un poco cara. La producción de la turba implica varios costos ambientales asociados desde su obtención hasta su transporte.
- Sin embargo, si de todas formas decides utilizar turba, no quites más de la mitad de tierra en el espacio donde plantarás las plantas y mézclala con la turba. Luego vuelve a colocar la mezcla en el mismo lugar.
- Si estás preocupado por los efectos de la turba, mejor será que intentes construir un cantero elevado con dos tablas de cedro. Lo bueno del cedro es que no se pudre con el paso del tiempo, a diferencia de otras maderas.
- 4Chequea el nivel de pH del suelo. Los tomates crecen mejor cuando están plantados en una tierra con entre 6 y 7 de pH.
- Puedes acercarte a la autoridad local de tu zona y pedir las informaciones que ellos puedan facilitarte para tener éxito en la preparación del suelo.
- Si el nivel de pH es inferior a 6, enriquece el suelo utilizando compost ácido o abono.
- Si el pH está por encima de los 7, mezcla un poco de sulfuro granulado y disminuirás el nivel de pH.
- 5Cava un hoyo de unos 60 cmts de profundidad. Debe ser lo suficientemente profundo como para que puedas plantar tus plantines de forma tal que solamente ¼ de la planta salga de la tierra. Coloca una capa de compost en el fondo del hoyo para que la planta tenga energías extra, y además moderarás el efecto que sentirá la planta al ser trasplantada.
- 6Quita con cuidado las plantas de los recipientes y colócalas en el suelo. Intenta no dañar las raíces al hacerlo. Coloca la planta hasta una altura que la tierra llegue hasta las primeras hojas de la planta. Apelmaza con un golpeteo la tierra alrededor de la planta.
- 7Puedes fertilizar la tierra con alimento para peces, abono para pollo o mezclas bajas en nitrógeno, altas en fósforo y riega abundantemente. Deberás repetir el proceso de fertilización cada año.
- 8Coloca guías junto a las plantas. Así podrán crecer fácilmente y además será más fácil que puedas cosechas los tomates. No dañes las raíces al colocar las guías.Anuncio
Método 5 de 5: Cuidado de las plantas
- 1Riega las plantas con frecuencia. Riega la base de la planta para evitar que crezca moho sobre las hojas. Rocía las plantas con algas líquidas y compost todas las semanas para aumentar la producción de tomates.
- 2Quita los retoños de las plantas. Si quieres generar un óptimo crecimiento, quita los retoños para que la energía de la planta no se diversifique. Los retoños los encontrarás sobre el tallo principal. Deja solamente algunos.
- 3Cosecha la fruta en su momento más alto. Unos 60 días después de ser trasplantadas, los tomates estarán listos para ser cosechados. Una vez que las plantas comiencen a madurar, contrólalas diariamente. Para cosecharlos, en vez de jalar, gíralos suavemente.Anuncio
Consejos
- Algunas semillas llevan bastante tiempo antes de secarse. Deja que las semillas se sequen durante algunas semanas (o más) si es necesario.
- Los ventiladores de techo son un gran complemento para el crecimiento de plantas de tomate bajo techo.
- Ten en cuenta que hay distintos tipos de tomates: algunos que son mejores para comer en sandwichs o ensaladas, y otros que son ideales para cocinar y hacer pulpa. Los tomates cherry son populares en las ensaladas.
Advertencias
- Las plagas pueden atacar tu planta. Por mencionar algunas, gusano cortador, moscas blancas y nematodos.
- Enfermedades como fusarium y verticillium también son comunes, pero puedes evitarlas tomando cuidados para que tu jardín esté libre de pestes.
- Nunca pongas las semillas frente al sol a mayor temperatura que 29°C. Incluso a menores temperaturas, el sol puede arruinar tus semillas.
Acerca del artículo
Categorías: Siembra y cultivos