3 métodos:Cheetos esponjosos (horneados)Cheetos crocantes (fritos)Cheetos bajos en carbohidratos

Los Cheetos, crocantes y con sabor a queso, les gustan a muchas personas. Si disfrutas cocinar y te encantan las hojuelas con sabor a queso, puedes impresionar a otros fanáticos de los Cheetos preparando los tuyos en casa. Los Cheetos caseros son un poco diferentes de los que venden en las tiendas, pero son igual de sabrosos y además puedes disfrutarlos frescos.

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Ingredientes

Cheetos esponjosos (horneados)[1]

Rinde de 8 a 10 porciones

  • Ingredientes para las hojuelas
    • 4 cdas. (60 ml) de mantequilla sin sal fría, cortada en cubos de 1,25 cm (1/2 pulgada)
    • 1/2 cdta. (2,5 ml) de sal
    • 1/8 cdta. (0,6 ml) de ajo en polvo
    • 1 taza (250 ml) de harina común
    • 1 ½ cdtas. (7,5 ml) de harina de maíz amarillo
    • 1 taza de (250 ml) queso Monterrey Jack, rallado finamente
  • Ingredientes para la cobertura
    • 2 cdas. (30 ml) de queso cheddar en polvo
    • ½ cdta. (2,5 ml) de suero de leche en polvo
    • ½ cdta. (2,5 ml) de sal
    • ½ cdta. (2,5 ml) de maicena

Cheetos crocantes (fritos)[2]

Rinde de 8 a 10 porciones

  • Ingredientes para las hojuelas
    • 1 cdta. (5 ml) de sal
    • 1 ¾ tazas (440 ml) de harina de maíz blanco
    • ½ taza (125 ml) de leche
    • 2 claras de huevo
    • Aceite de canola, para freír
  • Ingredientes para la cobertura
    • 6 cdas. (90 ml) de perlas pequeñas de tapioca
    • 1 taza (250 ml) de queso cheddar fuerte rallado
    • ½ cdta. (2,5 ml) de agua
    • ½ cdta. (2,5 ml) de sal

Cheetos bajos en carbohidratos[3]

Rinde de 3 a 4 tazas (750 a 1000 ml)

  • 3 claras de huevo
  • 1/8 de cdta. (0,6 ml) de cremor tátaro
  • 3 yemas de huevo
  • 85 g (3 oz) de queso crema, suavizado
  • 2 a 4 cdas. (30 a 60 ml) de sazonador de sabor a queso para palomitas de maíz

Método 1 de 3: Cheetos esponjosos (horneados)

  1. 1
    Mezcla y bate la mantequilla, la sal y el ajo en polvo. Coloca los tres ingredientes en el tazón de una batidora con soporte. Utilizando el aditamento de paleta, bátelos a velocidad media-baja durante aproximadamente 1 o 2 minutos.
    • Cuando estén combinados, utiliza una espátula para raspar los restos de mantequilla y condimentos de las paredes del tazón e incorporarlos a la mezcla.
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  2. 2
    Añade el resto de los ingredientes para las hojuelas. Agrega la harina, la maicena y el queso rallado a la mezcla de mantequilla y enciende la batidora a velocidad baja. Revuélvela por un par de minutos, hasta que la masa sea firme.
  3. 3
    Enfría la masa. Usa tus manos para formar un disco con la masa y cúbrela por completo con film plástico para alimentos. Guárdala en la nevera por 1 hora.
    • La masa debe estar firmemente envuelta. Si tiene contacto con el aire, puede secarse y empezar a desmoronarse.
  4. 4
    Precalienta el horno a 180 °C (350 °F). Prepara dos bandejas de horno forrándolas con papel manteca.
    • Toma en cuenta que puedes usar bandejas de horno de silicona en vez de papel manteca. No utilices papel aluminio, papel encerado o aceite en aerosol antiadherente.
  5. 5
    Forma rollos con la masa. Retira la masa de la nevera. Utiliza tus dedos para pellizcar pequeños trozos y formar rollos cuidadosamente, usando la palma de tus manos. Colócalos sobre las bandejas de horno forradas.
    • Los rollos deben medir entre 5 y 6,25 cm (2 a 2,5 pulgadas) de largo y de 0,6 a 1,25 cm (1/4 a 1/2 pulgada) de ancho.
    • Al colocar los rollos de masa sobre las bandejas de horno, colócalos cerca pero no permitas que se toquen entre sí.
  6. 6
    Hornea las hojuelas de 12 a 15 minutos. Cuando estén listas, habrán perdido su brillo y empezado a dorarse en los extremos.
    • Retíralas del horno y trasládalas inmediatamente a una rejilla de metal. Deja que se enfríen a temperatura ambiente.
  7. 7
    Muele y combina los ingredientes para la cobertura. Coloca el queso en polvo, el suero de leche en polvo, la sal y la maicena en un procesador de alimentos miniatura. Procesa los ingredientes de 10 a 15 segundos o hasta que estén uniformemente mezclados.
    • Si no tienes un procesador de alimentos miniatura, puedes usar un molino para especias.
  8. 8
    Cubre las hojuelas. Coloca la cobertura de queso en una bolsa plástica grande, resellable. Añade las hojuelas frías, sella la bolsa y sacúdela suavemente. Repite este paso las veces que sea necesario para cubrir bien todas los hojuelas.
  9. 9
    Sírvelos y disfruta. El proceso está completo. Puedes comer las hojuelas ahora o guardarlas para más tarde.
    • Para guardar las hojuelas, colócalas en un recipiente hermético y almacénalas a temperatura ambiente hasta por una semana.
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Método 2 de 3: Cheetos crocantes (fritos)

  1. 1
    Precalienta el horno a la temperatura más baja posible. Prepara una bandeja de horno forrándola con papel manteca.
    • Si es posible, enciende el horno a 80 °C (170 °F). Si tu horno no tiene un ajuste tan bajo, simplemente elije la temperatura más baja posible. No utilices una temperatura menor que 80 °C (170 °F).
  2. 2
    Muele las perlas de tapioca. Coloca las perlas de tapioca en un molinillo de café y muélelas durante 1 minuto o hasta obtener un polvo fino.
    • Colócalas a un lado mientras sigues con la preparación.
  3. 3
    Combina el agua y el queso. Coloca ambos ingredientes en una cacerola pequeña. Calienta la mezcla a temperatura media, revolviendo constantemente con una cuchara o un batidor hasta que el queso se derrita por completo.
    • La salsa de queso resultante no debe tener grumos y debe ser muy aguada.
  4. 4
    Mezcla la salsa de queso con la tapioca. Coloca la salsa de queso en un procesador de alimentos. Añade la tapioca a la máquina y combina ambos ingredientes a velocidad alta hasta que se formen gránulos gruesos. Tomará aproximadamente 30 segundos.
    • Toma en cuenta que si la mezcla no forma gránulos y más bien presenta la textura de una masa, puede que necesites añadir 1 cdta. (5 ml) más de tapioca molida. Añádela y sigue procesando.
  5. 5
    Traslada los gránulos a tu bandeja de horno. Esparce los gránulos de queso en una capa delgada sobre la bandeja preparada.
  6. 6
    Hornéalos durante 45 minutos. Coloca los gránulos de queso en el horno y cuécelos hasta que la mezcla esté completamente seca al tacto.
    • Cuando estén listos, retira la bandeja del horno. Permite que se enfríen durante 10 minutos sobre la bandeja de horno antes de continuar.
  7. 7
    Muele el polvo junto con la sal. Coloca el polvo de queso en el molinillo de café y añade la porción de sal para la cobertura, 1/2 cdta. (2,5 ml). Muélelos juntos por 1 minuto o hasta obtener un polvo muy fino.
    • Reserva la mezcla. Ya está lista la cobertura de queso, la cual no necesitarás hasta las hojuelas estén listas.
  8. 8
    Calienta el aceite en una cacerola mediana. Vierte 5 cm (2 pulgadas) de aceite de canola en la cacerola y caliéntala a temperatura alta. Permite que alcance los 180 °C (350 °F).
    • Revisa la temperatura del aceite usando un termómetro para caramelo.
  9. 9
    Prepara tus estaciones de antemano. Apenas las hojuelas estén fritas, deberás cubrirlas con el polvo de queso rápidamente y drenar el exceso de aceite. Para acelerar ese proceso puedes preparar tus estaciones de una vez.
    • Forra una bandeja de horno con varias capas de papel toalla limpio. Esta es tu estación de drenaje.
    • Cubre una segunda bandeja de horno con el queso en polvo.
  10. 10
    Combina los ingredientes de la masa de hojuelas. Coloca la harina de maíz, la leche, la clara de huevo y la parte de la sal para las hojuelas en un tazón grande. Mezcla los ingredientes con una cuchara o bátelos hasta que la mezcla se vuelva uniforme y libre de grumos.
  11. 11
    Traslada masa de hojuelas a una pistola de galletas. Con una cuchara, coloca la masa en una pistola de galletas. Asegúrate de que tenga la consistencia adecuada para pasar por la pipeta.
    • Si la mezcla es demasiado seca para pasar por la pipeta, vuelve a colocarla en el tazón y mézclala con 1 cda. (15 ml) adicional de leche.
    • Si la mezcla es demasiado húmeda y no mantiene la forma después de salir de la pistola, vuelve a colocarla en el tazón y añade otra 1 cda. (15 ml) de harina de maíz.
  12. 12
    Forma y fríe las hojuelas. Con la pistola de galletas, deja caer pequeñas porciones de masa directamente dentro del aceite caliente. Fríe cada una durante 15 segundos y luego utiliza una cuchara ranurada para voltearla. Fríela por otros 15 segundos o hasta que esté dorada antes de retirarlas del aceite con la cuchara ranurada.
    • Cada bombeado de la pistola de galletas debe resultar en una hojuela.
    • Puedes freír de 4 a 6 hojuelas a la vez. Evita freír más al mismo tiempo, ya que podrías llenarla demasiado accidentalmente.
    • Continúa hasta que hayas usado toda la masa.
    • Mientras fríes las hojuelas, presta atención a la temperatura del aceite. Debe permanecer en o cerca a los 180 °C (350 °F). Ajusta los controles de temperatura de tu estufa según sea necesario para mantener esta temperatura.
  13. 13
    Escúrrelas y cúbrelas. Traslada las hojuelas fritas directamente a la bandeja de horno forrada con papel toalla. Déjalas secar de 15 a 20 segundos y luego cúbrelas rápidamente con el queso en polvo. Hazlo de forma que todos los lados queden cubiertos.
    • Traslada las hojuelas escurridas y cubiertas a un plato aparte. Deja que se enfríen a temperatura ambiente.
  14. 14
    Sírvelas y disfruta. En este punto, las hojuelas están listas para comer. Cómelas ahora o guarda algunas para después.
    • Si decides guardar las hojuelas, colócalas en un recipiente hermético y almacénalas a temperatura ambiente de 3 a 4 días.
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Método 3 de 3: Cheetos bajos en carbohidratos

  1. 1
    Precalienta el horno a 150 °C (300 °F). Prepara una bandeja de horno: fórrala con papel manteca.
    • En vez de papel manteca, puedes utilizar una lámina para hornear de silicona. Evita usar papel aluminio o papel encerado.
    • Si es tu única opción, también puedes usar aceite antiadherente en aerosol.
  2. 2
    Bate juntos los huevos y el cremor tátaro. Combina ambos ingredientes en un tazón grande. Hazlo utilizando un batidor eléctrico a velocidad alta de 3 a 5 minutos o hasta punto nieve.
    • Si es posible, utiliza un tazón de vidrio o de metal. Es más fácil batir claras de huevo a punto nieve cuando están dentro de tazones de esos materiales, en vez de en uno de plástico.
  3. 3
    Combina las yemas de huevo y el queso crema. En un tazón mediano aparte, incorpora las yemas al queso crema utilizando un batidor eléctrico.
  4. 4
    Incorpora la mezcla de queso crema a las claras de huevo. Traslada la mezcla de queso crema al tazón que contiene las claras batidas. Con una espátula, incorpora cuidadosamente el queso crema a las claras de huevo.
    • No revuelvas la mezcla con fuerza o presiones demasiado sobre las claras de huevo mientras la incorporas. Si eres muy brusco, las claras de huevo se desinflarán, lo que hará que las hojuelas resultantes sean planas y gomosas en vez de redondeadas y ligeras.
  5. 5
    Forma rollos de 5 cm (2 pulgadas) con la masa. Con una cuchara, coloca la mezcla dentro de una manga pastelera con una boquilla redonda de 1,25 cm (½ pulgada). Con la manga, forma rollos de masa de 5 cm (2 pulgadas) de largo.
    • Si no tienes una manga pastelera, puedes usar una bolsa plástica para emparedados o una bolsa para alimentos de un litro. Corta la esquina de la bolsa, de forma que quede una apertura de 1,25 cm (½ pulgada) por la que expulsar la masa.
  6. 6
    Hornéalas de 15 a 20 minutos. Coloca las hojuelas en el horno y cuécelas hasta que se doren ligeramente.
    • Deja que se enfríen lo suficiente, solo lo necesario para poder manipularlas con tus manos.
  7. 7
    Cúbrelas con el sazonador para palomitas de maíz. Traslada las hojuelas a un tazón grande. Espolvorea el sazonador y revuelve hasta que todas estén totalmente cubiertas.
  8. 8
    Seca las hojuelas por completo. Ajusta el horno a la temperatura más baja, mantén la puerta ligeramente abierta usando una cuchara de madera o una toalla de cocina doblada, y hornéalas por 1 o 2 horas más.
    • Si tienes un deshidratador, puedes colocar las hojuelas dentro por 2 horas en vez de usar el horno.
    • Otra alternativa consiste en dejar las hojuelas reposar descubiertas, durante toda la noche, sobre el mostrador.
  9. 9
    Sírvelas y disfruta. Has terminado la receta. Puedes comer las hojuelas ahora o guardarlas para más tarde.
    • Para almacenar las hojuelas, colócalas en una bolsa plástica (o de papel) semi sellada, a temperatura ambiente, y consérvalas hasta por un día.
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Cosas que necesitarás

Cheetos esponjosos (horneados)

  • Batidora eléctrica con soporte y aditamiento de paleta
  • Film plástico para alimentos
  • Bandejas de horno
  • Papel manteca o forro de silicona
  • Procesador de alimentos miniatura o molino de especias
  • Bolsa plástica grande, resellable
  • Recipiente hermético

Cheetos crocantes (fritos)

  • 3 bandejas de horno
  • Papel manteca
  • Molinillo de café
  • Batidor o cuchara para mezclar
  • Tazones
  • Procesador de alimentos
  • Cacerola mediana
  • Cuchara ranurada
  • Pistola de galletas con una pipeta circular de 1,25 cm (1/2 pulgada)
  • Papel toalla limpio
  • Recipiente hermético

Cheetos bajos en carbohidratos

  • Bandeja de horno
  • Papel manteca
  • Tazón grande de vidrio o metal
  • Tazón mediano, de cualquier material
  • Batidora eléctrica
  • Espátula
  • Manga pastelera o bolsa plástica
  • Tazón grande, de cualquier material
  • Deshidratador de alimentos (opcional)
  • Bolsa de plástico o de papel

Acerca del artículo

Categorías: Recetas | Bocadillos para fiestas