Cómo quitar puntos negros

Utiliza miel y canela. La miel es un antibiótico natural que sirve para eliminar la suciedad de los poros abiertos. Mezcla 1 cucharada de miel con ½ cucharadita de canela, y aplícate la mezcla sobre la piel seca con tus dedos. Masajea con movimientos circulares durante 3 minutos, luego lávate con agua tibia.

Prueba con una mascarilla de clara de huevo. La clara de huevo ayuda a cerrar y a eliminar cualquier suciedad que obstruya los poros, dándote una piel suave y limpia. Saca las claras de 2 huevos y frótalas creando una fina capa sobre tu rostro. Deja que seque por 2 minutos y luego aplica una segunda capa con el resto de las claras. Dale a la mascarilla completa un tiempo adicional de 10 o 15 minutos para que seque o hasta que las claras se sientan suaves al tacto y tu piel se sienta tersa. Limpia las claras de tu rostro con agua tibia.

Hazte una mascarilla de arcilla. Existen muchos tipos de arcilla cosmética disponibles en forma de polvo, cada uno con la propiedad de secar los poros grasos y eliminar cualquier residuo no deseado. Mezcla 1 cucharada de arcilla en polvo con suficiente vinagre de manzana para crear una pasta, y frota la mezcla sobre tu rostro. Deja que repose entre 10 a 15 minutos hasta que se sienta seca al tacto, después enjuágate con agua tibia.^[1]

Límpiate con avena y yogur. El ácido láctico en el yogur y las características calmantes de la avena se mezclan para crear una fórmula para bloquear los puntos negros. Haz una pasta con 3 cucharadas de yogur, 2 cucharadas de avena entera y un par de gotas de jugo de limón y aceite de oliva. Mézclalo entre tus dedos y aplícatelo en la piel masajeando el área afectada. Déjalo actuar 10 minutos y luego enjuágate con agua tibia.

Utiliza una pasta de fenogreco. ¿Fenogreco? Así es, utiliza esta hierba mezclada con agua tibia y forma una pasta. Además de sus numerosos beneficiosos para la salud, el fenogreco ha demostrado excelentes resultados en la eliminación de puntos negros. Frótate esta pasta sobre el rostro y deja que repose durante 10 minutos, luego enjuágate.

Prueba con cúrcuma y jugo de menta. La menta y la cúrcuma ayudan a limpiar los poros sucios de la piel, y probablemente tengas ambas especias en la alacena de tu cocina. Haz una infusión de té de menta y deja que se enfríe. Luego, mezcla 2 cucharadas del té con 1 cucharada del polvo de cúrcuma y aplícalo sobre tu rostro. Déjalo actuar 10 minutos y luego enjuágate con agua tibia.

Crea una solución limpiadora con sal de Epsom. La sal de Epsom mezclada con yodo forma una sustancia que combate las bacterias, perfecta para eliminar los puntos negros. Mezcla 1 cucharada de sal de Epsom con agua caliente y algunas gotas de yodo. Deja que la mezcla repose, revolviendo ocasionalmente para disolver completamente la sal en el agua caliente. Luego, utiliza un pedazo de algodón para aplicar la mezcla sobre tu piel, dejando que seque sobre tu rostro. Después enjuágate suavemente con agua tibia.

Prueba con un exfoliante de sal y limón. Las propiedades purificadoras del limón junto con el efecto abrasivo de la sal ayudan a eliminar toda la suciedad enterrada en los poros. Mezcla el jugo de limón con 1 cucharada de yogur, 1 cucharada de sal y un poco de miel. Utiliza esta mezcla para frotar las áreas propensas a los puntos negros durante 2 o 3 minutos, luego enjuágate con agua tibia.

Hazte una limpieza con té verde. El té verde es una bebida deliciosa, pero también es fantástico para refrescar la piel. Lleno de nutrientes, una limpieza con té verde sirve para eliminar la suciedad mientras provee a tu rostro de saludables antioxidantes. Mezcla té verde con un poco de agua y aplícalo sobre tu rostro. Si lo deseas, déjalo actuar durante 2 o 3 minutos y luego enjuágate con agua tibia.

Utiliza bicarbonato de sodio para exfoliarte. El bicarbonato de sodio es una de esas sustancias mágicas que es ideal para muchas cosas. Aparte de ser un limpiador natural, los finos granos de polvo eliminan las células muertas de la piel. Mezcla bicarbonato de sodio y un poco de agua hasta formar una pasta, luego frota la mezcla con movimientos circulares en toda la superficie de tu rostro. Si tienes puntos negros particularmente graves, aplica una capa gruesa de la pasta sobre el área afectada y déjala secar durante 5 o 10 minutos, antes de enjuagarte.

Mezcla harina de maíz con jabón facial. La harina de maíz es un exfoliante abrasivo cuando se combina con el jabón facial líquido que utilizas normalmente. Mezcla 1 cucharada de harina de maíz con tu limpiador facial favorito y masajea tu rostro suavemente con movimientos circulares. Ten cuidado de no masajearte muy bruscamente, sino podría dañar tu piel. Enjuaga el jabón y la harina de maíz con agua tibia.

Utiliza una mezcla de leche y nuez moscada. Posiblemente el exfoliante con mejor aroma, el ácido láctico de la leche combinado con los gránulos de la nuez moscada eliminan los puntos negros rápidamente y sin dolor. Mezcla 1 cucharada de leche (particularmente suero de leche) con suficiente nuez moscada para crear una pasta. Aplícate esta mezcla sobre el rostro mientras lo masajeas suavemente para eliminar la piel muerta y la suciedad. Luego, utiliza agua tibia para enjuagar la mezcla de tu piel.^[2]

Prueba con un exfoliante comprado en la tienda. Si no te agrada la idea de hacer tu propio exfoliante en casa, busca en los productos exfoliantes en tu tienda de belleza o farmacia local. Utilízalo de forma regular para limpiar tus poros y eliminar esos molestos puntos negros.

Utiliza tiras limpiadoras de poros. Estas son tiras pequeñas de algodón con una solución ultra pegajosa que seca el rostro. Sigues las instrucciones del paquete, humedece tu rostro y ponte las tiras en las áreas propensas a la aparición de puntos negros. Espera 15 minutos para que las tiras sequen y luego arráncalas rápidamente para sacar las espinillas. Esta opción ofrece resultados inmediatos, pero la debes utilizar junto con una de las rutinas de limpieza mencionadas anteriormente a fin de obtener resultados a largo plazo.

Prueba hacerte un peeling facial. Los geles que contienen ácido salicílico disuelven la piel muerta y la suciedad atrapada en los poros. Compra un exfoliante de ácido salicílico en la farmacia más cercana o visita el spa local para recibir un tratamiento profesional. Aplícate una capa fina sobre el área afectada, luego déjala actuar y enjuágate con agua tibia.

Hazte una microdermoabrasión. Este es un tratamiento especial de spa en el que se usa un cepillo especializado y un químico limpiador para eliminar las células muertas de la piel. Suele estar disponible en spas o en consultorios dermatólogicos, pero algunas tiendas de belleza ofrecen una versión casera. Hazte el tratamiento de forma regular con el fin de obtener los mejores resultados.

Utiliza un limpiador con retinoides. Los limpiadores con retinoides están llenos de vitamina A, la que ayuda al crecimiento de la piel y evita la acumulación de aceites. Puedes encontrar cremas y limpiadores con retinoides en tu farmacia favorita. Utilízalo de 2 a 3 veces a la semana, además de tu rutina regular de limpieza para mantener tus poros libres de espinillas.

Hazte una facial. Si bien utilizar una herramienta para eliminar los puntos negros por tu cuenta puede dañar a tu piel, te puede dar los mismos resultados de una facial profesional. Pregúntale a tu dermatólogo o esteticista acerca de los diferentes faciales disponibles, y escoge el mejor para tu tipo de piel. Hacerse una facial cada 2 o 4 semanas ayuda a mantener la piel limpia con el paso del tiempo.^[3]

Nunca te toques ni revientas las espinillas. Utilizar los dedos para intentar eliminar los puntos negros en realidad aumenta la suciedad y las bacterias en los poros, haciendo que una piel llena de puntos negros empeore. Por difícil que sea, evita tocarte la piel y sacarte las espinillas a la fuerza, en todo momento.

No utilices tus propias herramientas para eliminar los puntos negros. Muchas tiendas ofrecen utensilios para que uno mismo elimine los puntos negros con un tratamiento facial en casa. Sin embargo, estos utensilios suelen llenarse de bacterias y pueden dejar cicatrices en la piel. Deja el uso de herramientas metálicas a los profesionales y mantente con el uso de limpiadores y exfoliantes.

Evita los exfoliantes ultra abrasivos. Si tienes piel sensible, utilizar exfoliantes agresivos solo puede irritar la piel y empeorar las espinillas. Si alguna vez sientes dolor debido a un exfoliante, detén su uso y utiliza un limpiador más suave. Intenta utilizar la avena, ya que es el exfoliante más suave si tienes problemas con los exfoliantes más fuertes.

Lávate el rostro 2 veces al día. La causa de las espinillas es la piel sucia, así que asegúrate de que tu piel esté limpia lavándola una vez en la mañana y otra vez en la noche. Asegúrate siempre de quitarte todo el maquillaje antes de lavar tu piel (si usas maquillaje). Sigue tu rutina de limpieza facial con una crema hidratante facial suave para evitar que la piel produzca grasa en exceso, lo cual es la causa de las espinillas.

Lava la funda de tus almohadas. Las fundas atrapan las células de piel muerta y excesos de grasa del rostro al dormir por la noche. Lávalas una vez a la semana para eliminar la acumulación de suciedad de la tela y mantener tu rostro libre de puntos negros.