Cómo ser un humanitario

Ser un humanitario no necesariamente implica subirse a un avión rumbo a un país del tercer mundo, abrazar niños y perpetuar el típico estereotipo de benefactor occidental. De hecho, el humanitarismo es una tradición rica que acompaña a una variedad de actividades políticas, sociales y económicas que atraen a todo el espectro de la humanidad.

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Pasos

1
Edúcate. Un error popular es creer que los humanitarios apoyan en extremo a las Naciones Unidas. De hecho, no todos los humanitarios lo hacen. Sin embargo, esto no significa que varios documentos elaborados en Naciones Unidas (aunque rara vez son impuestos) pierdan toda su relevancia; a menudo el problema está en las instituciones que tienen la tarea de entregar resultados decentes, más que en los bienintencionados documentos. Dicho lo anterior, la Declaración Universal de los Derechos Humanos es un documento invaluable que debería ser leído por todos los humanitarios. Averigua todo lo que puedas, con solo escribir humanitarismo en cualquier máquina de búsqueda en Internet tendrás una amplia gama de fuentes. Indaga en las citas de algunos sitios humanitarios.

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2
Selecciona tu área. El humanitarismo es un campo amplio, así que es inteligente elegir qué aspecto te interesa más, ya sea el empresariado social o elevar la conciencia sobre los desastres humanitarios. Publicita un orden global más humanitario, justo y cooperativo.
3
Sé socialmente responsable. Promueve el humanitarismo y la lealtad a la especie humana en tu comunidad local, educa al público, habla en reuniones y eventos. No hay ningún individuo que pueda existir en aislamiento, porque la existencia es un conglomerado cohesivo de energía. Los sistemas tecnológicos de comunicación y transporte globales, y una infraestructura biológica empática, todo apoya la idea de que la humanidad es una familia interconectada, cuya supervivencia y bienestar es esencial asegurar.
4
Familiarízate con los símbolos humanitarios y los roles de las organizaciones humanitarias. Si lo encuentras de utilidad, únete a una organización no gubernamental o inicia una tú mismo. Ofrécete de voluntario en línea y comunícate con organizaciones que promuevan el avance de la humanidad.
5
Capacítate. Si no tienes una habilidad o pasatiempos, es importante, tanto para ti mismo como para tus convicciones, que adoptes uno. Puedes ser creativo y unir tus intereses personales con tus creencias humanitarias y combinarlos para crear un apoyo efectivo. Comienza leyendo mucho, cuanto más leas y comprendas, mejor, y más posible será que formes tu propia mezcla maravillosa de ideas y soluciones para las crisis humanitarias.

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Consejos

No caigas en la trampa de pensar que el humanitarismo está limitado a aquellas áreas afectadas por los desastres a gran escala. Todo humanitarismo es una lealtad altruista a la humanidad y su avance.
Es absolutamente vital respetar el valor incondicional de cada y toda persona viva para sí misma y la humanidad, como expresión única de la especie más dignificada de cuya existencia se sepa, al igual que a tener una pasión incansable por actualizar y maximizar el potencial positivo de la existencia.
Basa tus actividades en la lógica. Si funciona, hazlo. No caigas en la trampa de adoración ciega a un héroe o de alianza ciega a una organización en particular. Además, tampoco caigas en la trampa de llevar los problemas del mundo sobre tus hombros, eso no cambia nada y solo te hace sentir mal. Es importante, sin embargo, evitar el hedonismo y darse cuenta de que la responsabilidad social debe venir primero que toda la semblanza del ego y amor por ti mismo. El humanitarismo es, como ha sido ampliamente aceptado, una ideología del colectivo más que del individuo. Por lo tanto, es necesario no proyectar las creencias específicas políticas y sociales sobre las actividades personales, sino, más bien, abogar por las muy sencillas premisas del humanitarismo: la necesidad de autoridades supranacionales, la imposición independiente de los derechos humanos, y la consolidación del humanitarismo, pasando de ser una confusión elocuente de grandes ideas a un movimiento fuerte y bien definido.
Identifica y magnifica lo mejor de ti mismo y de otros.

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