Cómo trapear

Despeja el área. Retira mesas, sillas, alfombras u otros obstáculos que encuentres.

• Si vas a limpiar esos muebles también, hazlo primero. Así no caerá suciedad al suelo cuando esté limpio.
• Si vas a limpiar mesas u otras superficies, límpialas primero.
• Pide a cualquiera que pudiera caminar por esa área que se vaya un momento.

Barre el suelo o pasa la aspiradora primero. Puede ser redundante limpiar algo que estás a punto de limpiar, pero los trapeadores no son muy buenos recogiendo migas, polvo, pelo y demás elementos sólidos. Si trapeas un suelo que no esté barrido, solo empujarás la suciedad de un lado para otro. Además, pueden quedar marcas en el suelo.

Pon el detergente que quieras en el cubo y llénalo de agua caliente hasta que cubra el mocho del trapeador por completo. Deja suficientemente vacío el cubo para que el escurridor no entre en contacto con el agua. Otra opción es que no uses el cubo y más bien laves el trapeador en el fregadero con agua corriente en vez de hacerlo con el agua del cubo. En este caso, deberás echar el limpiador que quieras directamente al trapeador o al suelo.

• Usa el detergente según las instrucciones del envase. Generalmente se necesita poco para que saque espuma. No utilices más detergente del necesario, sino podrían quedar residuos en el suelo que lo podrían dañar.
• Es posible utilizar líquido lavavajilla en el agua. Con un chorrito basta.

Empapa bien el trapeador en el agua y deja que absorba bien. A veces, un trapeador seco y tieso tiene que estar algo más de tiempo en el agua para que se ablande.

Quita el exceso de agua en el escurridor. Deberá estar húmedo, pero no chorreante. Sin embargo, para suelos excesivamente sucios, la suciedad se disolverá mejor con un trapeador más húmedo, luego vuelve a pasar el trapeador, pero esta vez más seco, para secar el agua sucia.

Empieza en una esquina de la habitación. Mueve el trapeador alrededor del área que quieras limpiar. Cuando hayas cubierto un área pequeña o cuando el trapeador parezca sucio, vuelve a mojarlo y escurrirlo antes de seguir.

• Para suelos de madera con acabado de poliuretano, pasa el trapeador en dirección a la veta de la madera.^[1]
• Para suelos con textura, mueve el trapeador haciendo ochos pequeños.^[2]

Para la suciedad persistente, quizá debas limpiar el área dos veces. La primera vez frota más de lo normal. Déjalo que asiente por unos minutos mientras limpias la siguiente área. Con este descanso le darás tiempo al detergente para que disuelva la mancha. Entonces moja de nuevo el trapeador y pásalo una segunda vez sobre la mancha. Vuelve para recoger el agua sobrante o vuelve a frotar si es una mancha especialmente difícil.

Continúa por todo el suelo hasta que termines.

Trabaja de espaldas a la puerta y evita pisar lo que hayas trapeado. Cualquier suciedad que lleves en la suela se quedará pegada por la humedad del suelo. Si caminas por un área mojada, pasa el trapeador para limpiar tus huellas.

Deja que la zona se seque bien. Abre una ventana o puerta para que la circulación del aire acelere el proceso de secado. No es necesario secar el suelo a mano, deja que el aire haga el trabajo.

Vuelve a poner los muebles en su sitio.