La arcilla polimérica se pone dura mientras más vieja es, haciendo que sea difícil o incluso imposible de moldear y de usar, especialmente si se ha dejado sin cubrir. Aunque muchos no se dan cuenta de que incluso la arcilla más dura se puede salvar. Puedes usar varios métodos para revitalizarla, desde amasarla a mano hasta añadirle aceites o diluyentes. Usar uno o varios de estos métodos puede transformar la arcilla dura como una roca en una maleable y flexible, ¡lista para moldear!

Método 1
Método 1 de 3:
Calentar y amasar la arcilla

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    Calienta la arcilla con el calor corporal. Si la arcilla solo está un poquito dura, podrías ablandarla calentándola y amasándola con tus manos. Antes de que comiences a amasarla, sostenla en tus manos para calentarla. También puedes calentarla con el calor de tu cuerpo sentándote arriba de ella.[1]
    • El calentarla ayuda a revitalizar la arcilla. Si solo está un poquito dura, podrías restaurar su blandura usando el calor corporal.
    • Sin importar qué método uses para ablandar la arcilla, siempre caliéntala primero.
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    Calienta la arcilla usando una fuente de calor. Si está bastante dura, podrías necesitar el uso de una fuente de calor para ablandarla. Coloca una botella de agua caliente sobre la arcilla por veinte minutos para ayudar a que se ablande.[2]
    • También puedes usar una lámpara de calor, pero asegúrate de no calentarla más allá de la temperatura corporal. Esto puede causar que la arcilla comience a hornearse, lo que la hará inservible.
    • También, puedes poner la arcilla en el microondas por 10 segundos hasta que esté caliente.
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    Estira la arcilla con tus manos. Una vez que esté caliente, hazla rodar entre tus manos hasta obtener la forma de una serpiente, luego amásala hasta formar una bola. Estirarla crea fricción, lo que ayuda a ablandarla.[3]
    • También puedes cortar la arcilla en piezas pequeñas, y luego estirarla.
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    Estírala con un rodillo. Si la arcilla todavía está dura para estirarla con las manos, puedes usar más fuerza. Coloca la pieza de arcilla sobre una tabla de cortar limpia o sobre la mesada, luego presiónala para aplastarla tanto como puedas. Después estírala con un rodillo. Luego de estirarla, debe estar lo suficientemente caliente para que puedas estirarla con las manos.
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    Calienta la arcilla con un mazo. Si la arcilla está demasiado dura para estirarla con un rodillo, necesitarás mayor cantidad de fuerza. Parte la arcilla en las piezas más pequeñas que puedas, luego coloca las piezas en una bolsa de plástico cerrada. Envuelve la bolsa con un trapo y ponla en el piso o en el cemento o en el pavimento del exterior.[4]
    • Usa un mazo de goma para golpear la arcilla durante varios minutos. Al hacerlo partirás la arcilla y le añadirás fricción lo que la ablandará.
    • Después de haber usado el mazo de goma, saca la arcilla de la bolsa y amásala con tus manos formando una bola.
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    Amasa la arcilla. Después de haberla estirado, amásala con tus manos sobre la mesada como lo harías con una masa. Usa la fuerza que necesites para separar y remodelar la arcilla.[5]
    • Al amasarla te asegurarás de trabajar con el área entera de la superficie de la arcilla.
    • También puedes usar una máquina para amasar arcilla si no quieres hacerlo con las manos.

Método 2
Método 2 de 3:
Agregar agentes ablandadores a la arcilla

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    Añade un diluyente líquido. Se trata de un producto en el mercado que ablanda la arcilla inutilizable. Muchos diluyentes están hechos por compañías que hacen arcilla polimérica, y están hechos específicamente para rejuvenecer la arcilla vieja.
    • Usa diluyentes líquidos si calentar y amasar la arcilla no funciona para ablandarla.
    • Añade los diluyentes líquidos una gota a la vez mientras amasas la arcilla. Si añades demasiado puedes ablandarla mucho.
    • Los diluyentes líquidos se pueden usar como un pegamento, y por lo tanto la pueden dejar pegajosa. Si la arcilla comienza a ponerse pegajosa, envuélvela con una toalla de papel para absorber un poco de humedad.[6]
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    Usa una barra de ablandador de arcilla. También hay varios ablandadores que vienen en forma de barra. En lugar de añadir líquidos, las barras están hechas de un compuesto de mezcla neutra que ayuda a la arcilla a volverse más maleable.
    • Usa una parte del ablandador de arcilla sólido en cinco partes de arcilla. Caliéntala, luego añade el ablandador en barra y amásala hasta que la arcilla y el ablandador estén mezclados.
    • Los ablandadores de arcilla sólidos son de color blancuzco, y por lo tanto funcionan mejor con arcilla altamente saturada. Ten en cuenta que añadir una proporción demasiado alta de ablandador de arcilla en barra puede diluir el color de la arcilla.
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    Añade arcilla líquida. La arcilla polimérica líquida es otro material que se puede usar para hacer que la arcilla dura sea más flexible. Usa el polímero líquido de la misma manera que usarías el diluyente, agrega gota a gota y amasa la arcilla entre cada gota hasta que alcance la consistencia correcta.[7]
    • Trata de usar arcilla líquida incolora para que no afecte el color de la arcilla.
    • También puedes usar arcilla líquida con color, pero cambiará un poco el color original.
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    Añade aceite mineral. Aunque el aceite mineral no está hecho específicamente para ayudar a ablandar la arcilla, hace maravillas para suavizar y mejorar la textura de la arcilla polimérica. Añade una gota a la vez de aceite mineral, amasándola entre cada gota hasta que la arcilla sea maleable.[8]
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    Frota la arcilla con vaselina. La vaselina es un producto común de la casa que puedes usar si no tienes acceso al ablandador de arcilla comercial. Para usar vaselina, unta un poquito en tus dedos y frótala en la arcilla. Luego amásala para que la vaselina se mezcle. Sigue añadiendo más hasta que alcances una consistencia óptima.[9]
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    Combina la arcilla endurecida con arcilla nueva. Otra opción que tienes es simplemente mezclar arcilla nueva con la arcilla endurecida, luego amásalas juntas. Mientras más arcilla nueva añadas, más blanda será la arcilla combinada. Asegúrate de añadir arcilla que sea del mismo color, a no ser que no te importe que se mezclen los colores.[10]
    • Amasa la arcilla con tus manos hasta que se sienta totalmente consistente.

Método 3
Método 3 de 3:
Cortar la arcilla

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    Corta la arcilla con un cuchillo. Si vas a trabajar con una arcilla muy endurecida, quizás necesites usar un procesador de alimentos para realmente romperla y calentarla. Antes de poner los trozos de arcilla en el procesador, usa primero un cuchillo afilado o un cuchillo de carnicero para cortar la arcilla en los trozos más pequeños que puedas.
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    Coloca la arcilla y un agente ablandador en el procesador de alimentos. Una vez que la hayas cortado tanto como puedas, toma los trozos y ponlos en el procesador. Si lo deseas, también añade unas cuantas gotas de diluyente o de arcilla polimérica líquida al procesador de alimentos para ayudar más a ablandarla. Luego coloca la tapa en el procesador.[11]
    • También puedes usar un molinillo de café, pero quizás tengas que moler en varias tandas.
    • Trata de conseguir un recipiente y una cuchilla separada para mezclar la arcilla porque a no ser que los limpies extremadamente bien no es aconsejable que uses los mismos para la comida y para la arcilla.
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    Muele en intervalos de 10 segundos. Utiliza la velocidad máxima del procesador de alimentos para moler la arcilla. Al molerla se separará en partes más pequeñas y se ablandará, haciendo que sea más fácil para trabajar. Muele de uno a tres minutos, hasta que la arcilla esté blanda.
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    Saca la arcilla y mezcla los trozos. Después de que la arcilla esté blanda, sácala del procesador de alimentos. Tal vez necesites usar una cuchara para raspar los lados y sacar la arcilla de los rincones y grietas del procesador de alimentos. Una vez que la saques toda, presiona los trozos juntos y mézclalos.
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    Amasa la arcilla en tus manos. Después de cortarla en el procesador de alimentos, debe estar blanda y flexible. Amásala en tus manos para unir completamente los trozos. ¡Debe estar blanda y lista para usar!

Consejos

  • Recuerda siempre envolver la arcilla con una envoltura de plástico cada vez que la uses para evitar que se seque.
  • Trata de calentar y de amasar la arcilla antes de tomar otras medidas para ablandarla.

Cosas que necesitarás

  • rodillo
  • procesador de alimentos
  • agente ablandador de arcilla (como diluyente, arcilla líquida, aceite mineral o vaselina)
  • mazo de goma

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Categorías: Manualidades