Quizás decidas aclararte la piel si tienes manchas oscuras o decoloración. El peróxido de hidrógeno es un agente blanqueador natural cuyo uso suele ser seguro en la piel durante períodos breves. Si quieres aclararte todo el rostro, haz una mascarilla facial para aplicar una vez por semana. Si tienes manchas oscuras o cicatrices, aplica el peróxido de hidrógeno directamente en la mancha que quieras desvanecer. Si tienes áreas oscuras en el cuerpo, haz una pasta con un jabón suave y peróxido de hidrógeno, y aplícala en la piel.

Método 1
Método 1 de 3:
Hacer una mascarilla facial en crema

  1. 1
    Incorpora harina, leche y peróxido de hidrógeno al 3 % en un recipiente plástico. Mide 20 gramos de harina, 15 ml de leche y 30 ml de peróxido de hidrógeno al 3 %, que puedes comprar en la farmacia local. Al medir los ingredientes, incorpóralos en un recipiente plástico.[1]
    • Procura que las medidas sean tan precisas como sea posible. El peróxido de hidrógeno es un agente blanqueador potente, y podría irritarte la piel si no logras el equilibrio correcto con la leche y harina.
    • La leche hidrata la piel y podría exfoliar las células cutáneas muertas para revelar la piel más joven.[2]
  2. 2
    Revuelve los ingredientes para formar una pasta con una cuchara de plástico o una espátula de madera. Usa una cuchara de plástico o una espátula de madera, dado que no reaccionarán con el peróxido de hidrógeno. Revuelve lentamente los ingredientes para mezclarlos. Sigue hasta que la pasta tenga una consistencia uniforme.[3]
    • No uses una cuchara de metal, dado que el peróxido de hidrógeno podría crear una reacción química.
    • La pasta probablemente esté muy espesa, y eso está bien. Tendrás que diluirla en el próximo paso.
  3. 3
    Incorpora la cantidad necesaria de agua para que la pasta esté lo suficientemente diluida para aplicar como mascarilla. Incorpora algunas gotas de agua tibia en la pasta y revuelve para mezclar con los otros ingredientes. Sigue agregando unas pocas gotas de agua a la vez hasta que la pasta alcance una buena consistencia para la mascarilla.[4]
    • La pasta debe estar lo suficientemente líquida para esparcirla en el rostro con facilidad. De todas formas, no debe estar tan líquida que no puedas aplicarla de manera uniforme o que se deslice de la piel.
  4. 4
    Aplica la mascarilla en el rostro con la mano o un pincel. Usa la punta de los dedos para esparcir la mascarilla en el rostro como opción sencilla. Si tienes un pincel para rostro, úsalo para aplicar la mascarilla. Una vez que la mascarilla esté en su lugar, lávate las manos o el pincel con un jabón suave y agua tibia.[5]
    • Ten cuidado de que la mascarilla no toque la línea del cabello ni las cejas, dado que podría teñirlas. Si entra en contacto con el cabello, enjuaga de inmediato.
  5. 5
    Permite que la mascarilla actúe por 10 minutos o hasta que se seque. Configura un cronómetro para 10 minutos y relájate mientras la mascarilla actúa. Usa la punta de los dedos para tocar la mascarilla cada algunos minutos y ver si está seca. Si se seca antes de los 10 minutos, enjuágala.[6]
    • Después de que la mascarilla se seque, podría secarte la piel si la dejas por más tiempo.
    • Si sientes que la mascarilla se seca muy rápido, agrega más agua la próxima vez que hagas el tratamiento. Esto ayudará a mantener la mascarilla húmeda por más tiempo.

    Advertencia: si notas irritación o ardor en la piel, enjuaga la mascarilla del rostro de inmediato.

  6. 6
    Enjuaga la mascarilla con agua tibia. Salpica agua en la mascarilla para ablandarla. Luego, usa la punta de los dedos para quitarla con suavidad. Una vez que la quites, rocía el rostro con agua para enjuagarlo hasta que esté limpio.[7]
    • No te frotes la piel, dado que podría causar irritación.
  7. 7
    Sécate el rostro dando golpecitos con una toalla limpia. Sécate suavemente el rostro con una toalla para quitar el exceso de agua. Ten cuidado de no frotarte, dado que podrías irritar la piel.[8]
    • Los restos de mascarilla podrían blanquear la toalla. Por lo tanto, asegúrate de enjuagarte bien el rostro.
  8. 8
    Usa la mascarilla una vez por semana para aclarar la piel con el paso del tiempo. Es posible que observes resultados después de un solo uso. Sin embargo, probablemente necesites tratamientos semanales por un mes o más para observar los resultados deseados. Repite el tratamiento una vez por semana hasta que la piel luzca más clara.[9]
    • Deja de usar el tratamiento con peróxido de hidrógeno si la piel se irrita o enrojece.

Método 2
Método 2 de 3:
Tratar las manchas faciales y la decoloración

  1. 1
    Sumerge una bola de algodón en peróxido de hidrógeno al 3 %. Usa peróxido de hidrógeno al 3 %, que se encuentra disponible sin receta para el tratamiento de heridas. Usa un hisopo para aplicar el peróxido en la piel.[10]
    • Usa una bola de algodón pequeña para no aplicar accidentalmente el producto en la piel saludable.

    Consejo: es mejor probar el peróxido de hidrógeno en un área pequeña antes de aplicarlo en un área grande que quieras tratar. Por ejemplo, aplícalo en una parte diminuta de la mandíbula o en un punto decolorado pequeño. Luego, permite que actúe hasta por 10 minutos para ver si te irrita la piel. De ser así, lávate el rostro de inmediato.

  2. 2
    Aplica peróxido de hidrógeno en el área decolorada. Presiona la bola de algodón en el área que quieras aclarar. Cubre el área decolorada con peróxido de hidrógeno. Ten cuidado de tocar solo la piel a tratar, no la piel saludable circundante.[11]
    • Si el peróxido de hidrógeno toca la piel no decolorada, también la aclarará. Esto hará que la piel no luzca uniforme.
  3. 3
    Permite que el peróxido de hidrógeno actúe en el rostro durante 10 minutos. Configura un cronómetro para 10 minutos y relájate mientras el producto actúa. El peróxido de hidrógeno podría secarse en la piel, y eso está bien.[12]
    • Si sientes comezón o ardor en la piel, enjuágate el rostro de inmediato.
  4. 4
    Enjuágate la piel con agua a temperatura ambiente. Rocía agua tibia en el rostro para humedecerlo. Luego, usa los dedos para aplicar el agua directamente en el área tratada con peróxido de hidrógeno. Rocía el área varias veces para enjuagar bien el producto.[13]
    • No dejes actuar el peróxido por más tiempo, dado que podría causar ardor e irritación en la piel.
  5. 5
    Seca la piel dando golpecitos con una toalla limpia. Usa una toalla limpia para no ensuciarte la piel y obstruir los poros. Seca suavemente la piel para quitar el exceso de agua. No la frotes, dado que podrías dañarla.[14]
    • Ten en cuenta que el peróxido de hidrógeno podría dejar manchas claras en la toalla si quedan restos en el rostro.
  6. 6
    Repite el tratamiento una vez por semana hasta obtener los resultados deseados. Es posible que notes los resultados después de un tratamiento, pero generalmente se necesitan varias aplicaciones para observarlos. Aplica el peróxido de hidrógeno una vez por semana hasta que las manchas oscuras se vean más claras.[15]
    • Deja de usar el peróxido de hidrógeno si la piel se enrojece o sientes ardor o comezón.
    • No apliques el peróxido de hidrógeno más de una vez por semana. De lo contrario, podría quemar o irritar la piel.

Método 3
Método 3 de 3:
Aclarar parches oscuros en la piel

  1. 1
    Ralla 30 gramos de una barra de jabón suave en un recipiente plástico. Usa una barra de jabón suave sin fragancia para crear el aclarador de piel. Pasa el jabón por un rallador de queso hasta tener 30 gramos de jabón. También puedes usar un cuchillo para cortar la barra de jabón. Incorpóralo en un recipiente plástico.[16]
    • Los pedazos pequeños hacen que sea más fácil revolverlo en el peróxido de hidrógeno.

    Consejo: este método es ideal para aclarar la piel oscura del cuerpo, como las rodillas, los codos y las axilas.

  2. 2
    Incorpora 30 ml de peróxido de hidrógeno al 3 % en el recipiente. Mide el peróxido de hidrógeno con una cuchara medidora. Luego, viértelo en el recipiente plástico con el jabón. Es posible que se formen burbujas, y eso está bien.[17]
    • También puedes usar una taza medidora de 1/8 para tomar la cantidad correcta de peróxido de hidrógeno. La misma contiene 30 ml.
  3. 3
    Usa una cuchara de plástico o una espátula de madera para crear la pasta. Revuelve el jabón y el peróxido de hidrógeno con un utensilio plástico o de madera. Sigue revolviendo hasta formar una pasta.[18]
    • Es probable que notes que se forma mucha espuma al revolver, y eso es normal.

    Advertencia: no uses una cuchara de metal para revolver el jabón y el peróxido de hidrógeno, dado que el metal podría tener una reacción química con el peróxido de hidrógeno.

  4. 4
    Aplica la pasta en un parche oscuro de piel con una cuchara o espátula. Toma una pequeña cantidad de pasta con la cuchara plástica o la espátula de madera. Luego, úntala en los parches oscuros de piel. Aplica una capa fina y uniforme en toda el área que quieras tratar.[19]
    • Por ejemplo, puedes aplicarla en las rodillas o las axilas oscuras.
    • Asegúrate de que la pasta no toque la piel que no quieras aclarar. La pasta aclarará la piel al entrar en contacto.
  5. 5
    Permite que la pasta actúe por 10 minutos. Configura un cronómetro para 10 minutos y relájate mientras la pasta actúa. Quédate tan quieto como puedas para que la piel no se mueva ni pliegue mientras el producto actúa. De esta forma, el peróxido de hidrógeno tendrá tiempo para actuar.[20]
    • No dejes la pasta en la piel por más de 10 minutos, dado que podría quemarla.

    Advertencia: si notas comezón o ardor en la piel, enjuaga la pasta de inmediato. Si decides volver a usarla, hazlo por menos tiempo para evitar la irritación de la piel.

  6. 6
    Enjuaga la pasta con agua tibia. Rocía agua tibia en la pasta para ablandarla. Luego, aplica más agua en la piel para enjuagar la pasta. Usa los dedos para quitarla por completo.[21]
    • No te frotes la piel, dado que podrías irritarla. Sé tan suave como puedas al enjuagar la pasta.
  7. 7
    Usa el tratamiento una vez por semana hasta que la piel se aclare. Es posible que notes resultados después de un tratamiento, pero probablemente no sean muy significativos. Repite el tratamiento una vez por semana hasta que estés conforme con el aspecto de la piel.[22]
    • Si la piel se irrita, deja de usar los tratamientos con peróxido de hidrógeno de inmediato.
    • Probablemente notes resultados notorios después de uno o dos meses.

Consejos

  • Prueba el peróxido de hidrógeno en un área pequeña para ver cómo reacciona en la piel. Si se enrojece o irrita, enjuaga de inmediato y deja de usar el peróxido.

Cosas que necesitarás

Hacer una mascarilla facial en crema

  • 20 gramos de harina para todo uso
  • 15 ml de leche
  • 30 ml de peróxido de hidrógeno al 3 %
  • agua
  • pincel facial (opcional)
  • toalla

Tratar las manchas faciales y la decoloración

  • peróxido de hidrógeno al 3 %
  • bolas de algodón
  • agua
  • toalla

Aclarar parches oscuros en la piel

  • 30 gramos de barra de jabón suave sin fragancia
  • cuchillo o rallador de queso
  • recipiente plástico
  • 30 ml de peróxido de hidrógeno al 3 %
  • cuchara plástica o espátula de madera
  • agua
  • toalla

Acerca de este wikiHow

Personal de wikiHow
Coescrito por:
wikiHow Staff Writer
Nuestro equipo de editores e investigadores capacitados han sido autores de este artículo y lo han validado por su precisión y amplitud.

wikiHow's Content Management Team revisa cuidadosamente el trabajo de nuestro personal editorial para asegurar que cada artículo cumpla con nuestros altos estándares de calidad. Este artículo ha sido visto 47 095 veces.
Categorías: Cuidado de la piel