Si quieres tener la piel más clara, puedes aclararla un par de tonos con productos naturales sin los efectos secundarios severos que causan los productos blanqueadores químicos. El simple hábito de alejarte del sol también evitará que la piel se oscurezca más. No existe una poción mágica que te aclare la piel más de uno o dos tonos, así que asegúrate que tus expectativas sean realistas; y lo más importante, recuerda que la piel oscura también es hermosa.

Método 1
Método 1 de 3:
Usar aclaradores naturales

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    Aplícate una solución de jugo de limón. El jugo de limón se ha utilizado durante miles de años para aclarar la piel de forma natural. Contiene ácidos que blanquean ligeramente la piel y exfolian la capa superior de las células de la piel más oscura. Debido a que el jugo de limón puro puede ser irritante para la piel, prepara una solución de jugo de limón haciendo una mezcla con partes iguales de jugo de limón y agua. Toma una bola de algodón y esparce la solución sobre la piel. Déjala reposar durante 15 minutos y luego quítatela con agua tibia.
    • Aplícate la solución de jugo de limón únicamente dos o tres veces por semana porque si lo haces con más frecuencia, podría irritarte la piel. Aplícate una crema hidratante después de quitarte el jugo de limón porque el jugo puede resecarte la piel.
    • Deberás empezar a ver los resultados tres o cuatro semanas después de usar la solución varias veces por semana. Aunque el jugo de limón no te proporciona efectos blanqueadores inmediatos, es la solución natural más eficaz que hay disponible.
    • Ten cuidado si alguna vez intentas ponerte zumo de cítrico en la cara. La fitofotodermatitis puede producirse a causa de una reacción entre la luz UV y los productos químicos de la fotosíntesis encontrados en las frutas cítricas.[1] Si bien es correcto usar jugo de limón en la piel, deberás lavarla bien antes de exponerte al sol.[2]
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    Prueba con un baño de leche con limón. Para hacerte un tratamiento relajante y blanqueador de cuerpo entero, empieza llenando la bañera (tina) con agua tibia. Vierte una taza de leche entera y exprime el jugo de un limón en la bañera. Agita la mezcla para que la leche y el limón se distribuyan de manera uniforme en la bañera. Sumérgete en la bañera durante 20 minutos y luego enjuágate con agua limpia.
    • La leche tiene enzimas que aclaran suavemente la piel. También hidrata la piel, contrarrestando las propiedades desecantes del jugo de limón.
    • Trata de hacer el baño de leche una vez por semana. De esa forma, verás los resultados más o menos después de un mes.
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    Prepara una mascarilla de yogur y miel. Al igual que la leche, el yogur contiene enzimas que pueden aclarar suavemente la piel. La miel tiene propiedades hidratantes y antibacterianas. Los dos ingredientes juntos crean una mascarilla nutritiva. Mezcla una parte de miel y una parte de yogur; luego extiende la mezcla sobre el rostro y el cuerpo. Déjala reposar durante 15 minutos y luego enjuaga con agua tibia.
    • Asegúrate de usar yogur natural sin azúcar. El yogur con azúcar o con sabor se pondrá demasiado pegajoso.
    • En lugar de miel, intenta hacer un puré de aguacate o usar aloe. Ambos ingredientes tienen un efecto hidratante maravilloso.
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    Prueba una pasta blanqueadora. Para obtener beneficios más concentrados, intenta hacer una pasta espesa con ingredientes naturales que te ayuden a blanquear la piel. Extiende la pasta sobre el rostro recién lavado, déjala reposar 15 minutos y luego enjuaga con agua tibia. Estas son dos recetas de pastas blanqueadoras naturales:
    • Pasta de harina de garbanzos. Vierte ¼ de taza de harina de garbanzos en un recipiente. Agrégale suficiente jugo de limón o leche para hacer una pasta espesa.
    • Pasta de cúrcuma. Vierte 1 cucharada de cúrcuma en un recipiente. Agrégale suficiente jugo de limón o leche para hacer una pasta espesa.

Método 2
Método 2 de 3:
Cambiar tus hábitos para tener la piel más radiante

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    Exfóliate la piel. La acumulación de células muertas en la superficie de la piel puede hacer que la piel luzca un poco opaca. Para realzar la belleza de la piel, es importante exfoliarla con regularidad. Una forma excelente de hacerlo es con un exfoliante corporal de azúcar o sal. En la bañera o en la ducha, moja la piel y frota el exfoliante con un movimiento suave y circular por todo el cuerpo. De esta forma, puedes “pulir” la piel hasta que tenga un brillo saludable.
    • Para exfoliar el rostro, usa un exfoliante facial suave. La avena o las almendras molidas tienen buenas propiedades exfoliantes que no dañan la piel frágil del rostro.
    • Otro método exfoliante bueno es usar un cepillo seco para cepillar las células muertas de la piel del cuerpo. Busca un cepillo de fibras naturales y cepíllate el cuerpo antes de meterte en la bañera o en la ducha.
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    Mantenla hidratada. Mantener la piel hidratada evitará que las células muertas de la piel se acumulen y las eliminará muy rápidamente. Para tener la piel más radiante, usa diariamente una crema hidratante después de salir de la bañera o la ducha. Elige una crema humectante que no contenga alcohol, ya que el alcohol en realidad puede resecar la piel.
    • El aceite de coco es otro hidratante excelente que mantiene la piel con un aspecto radiante y juvenil. Esparce el aceite de coco en los brazos y en las piernas después de salir de la ducha. Antes de ponerte la ropa, espera diez minutos para que la piel lo absorba.
    • El aceite de jojoba también tiene propiedades hidratantes y es excelente para la piel. El aceite de oliva o el aceite de almendras también funcionan de maravilla.
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    Limita la exposición al sol. Es difícil alejarse del sol todos los días, pero la exposición al sol oscurece la piel. Aunque no es necesario que te encierres, dedica un tiempo para preparar la piel para exponerte al sol antes de salir en el día. Para evitar broncearte demasiado, toma las siguientes medidas:
    • Usa protector solar con un FPS (factor de protección solar) alto. Es mejor que uses un FPS de 30 o mayor, ya que un FPS menor, aún permite que los rayos del sol bronceen la piel. Vuelve a aplicarlo durante todo el día si fuera necesario.
    • Usa un sombrero de ala ancha. Esto protegerá el rostro, el cuello y los hombros del sol.
    • Usa camisas de manga larga y pantalones largos. Durante el verano, elige telas frescas y ligeras para que no sientas mucho calor.
    • Ten cuidado de no alejarte del sol por completo. Tu cuerpo depende de un poco de exposición al sol para producir vitamina D, que es esencial para la salud de los huesos y otras funciones vitales.

Método 3
Método 3 de 3:
Tener en cuenta lo que debes evitar

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    Nunca uses lejía (cloro) u otros productos químicos peligrosos en la piel. Circulan algunos mitos peligrosos con respecto al uso de lejía, amoniaco y otros productos de limpieza para el hogar para tratar de blanquear la piel. Estos productos químicos son extremadamente perjudiciales para la piel y pueden causarle daños a largo plazo. La piel dañada en realidad se ve más oscura, por lo que el uso de estos productos químicos causará el efecto contrario de lo que quieres. Evítalos.
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    No caigas en los falsos patrones de belleza. No importa cuál sea el color de tu piel, es hermoso tal y como es. Para aclarar un poco la piel está bien usar los productos seguros como el jugo de limón, pero no trates de cambiar completamente el color de tu piel de su estado natural. En lugar de tratar de cambiar el color de tu piel, acéptate por lo que eres. Si naciste con la piel oscura, acepta tu belleza y no dejes que nadie te diga que cambies.
    • Muchas mujeres de todo el mundo se rigen por los patrones de belleza que valoran la piel clara más que la oscura. Muchas otras mujeres hacen todo lo posible por broncearse la piel y pagan por introducirse en las camas de bronceado, con lo cual corren el riesgo de contraer cáncer en la piel, solo por broncearse unos cuantos tonos. No tiene mucho sentido, ¿verdad?
    • Cuando se trata de tener una piel hermosa, lo más importante que puedes hacer es mantener la piel saludable. Es el órgano más grande del cuerpo y merece mucha atención. Come bien, hidrátate y exfolia e hidratada la piel para mantenerla con un aspecto vibrante y saludable.

Consejos

  • También puedes aplicarte puré de tomate en el rostro y dejarlo reposar durante 20 minutos.
  • No evadas el sol por completo. La luz solar tiene ondas ultravioleta dañinas, pero también ayuda al organismo a producir vitamina D.
  • Si te aplicas esta mezcla cada dos noches, el tono de tu piel puede aclararse drásticamente. No te olvides de proteger completamente la piel de la exposición directa al sol durante el día para evitar un mayor oscurecimiento de la piel.
  • ¡Bebe mucha agua! Usa bloqueador solar.
  • Aplícate una pasta de vinagre de sidra de manzana y harina de trigo dos veces a la semana. Seguramente te ayudará a aclarar la piel.
  • Utiliza un recipiente pequeño. Vierte una cucharada de harina en un recipiente. Mezcla un poco de cuajada en la harina. Aplícate la mezcla en la cara (y en alguna otra parte del cuerpo), déjala por 15 a 20 minutos y enjuágate con agua fría.
  • Utiliza una mezcla de bicarbonato de sodio y limón. Esta burbujeará, pero a la larga se formará una buena pasta. Espárcela sobre tu cara a modo de mascarilla y déjatela ahí hasta que la superficie del bicarbonato de sodio se endurezca. Luego, límpiate con agua tibia. Repite este procedimiento cada dos días.
  • También puedes aplicar una mezcla de cúrcuma, harina, jugo de limón y miel. Esto limpiará y aclarará tu piel.
  • Utiliza papas crudas, córtalas a la mitad y utiliza los jugos internos para frotarte la cara. Déjatela allí por 15 a 20 minutos y luego enjuágate. Repite el procedimiento a diario.
  • Simplemente recuerda que todos los tonos de piel son hermosos en su forma original. No hay necesidad de cambiarlos, a menos que así lo quieras.
  • Solo recuerda que, si aplicas jugo de limón en tu cara, deberás tener cuidado de que no entre en tus ojos.

Advertencias

  • Las personas con piel sensible deben tener cuidado de no usar demasiado jugo de limón, ya que puede resecar la piel.

Acerca de este wikiHow

Lydia Shedlofsky, DO
Coescrito por:
Dermatólogo
Este artículo fue coescrito por Lydia Shedlofsky, DO. La Dra. Lydia Shedlofsky es dermatóloga residente que se unió a Affiliated Dermatology en julio del 2019 después de completar una pasantía tradicional rotativa en Larkin Community Hospital en Miami, Florida. Obtuvo una licenciatura en biología en Guildford College en Greensboro, Carolina del Norte. Después de graduarse, se mudó a Beira, Mozambique y trabajó como asistente de investigación y pasante en una clínica gratuita. Completo un programa de posbachillerato y posteriormente obtuvo una maestría en educación médica, además de un doctorado en medicina osteopática (DO) del Lake Erie College of Osteopathic Medicine. Este artículo ha sido visto 1 246 610 veces.
Categorías: Cuidado de la piel