La sábila es un ingrediente presente en muchos productos farmacéuticos y cosméticos, incluyendo productos para el cuidado del cabello. Puedes comprar el gel de aloe vera (sábila) en una farmacia o en un centro comercial. Sin embargo, también tienes la opción de extraerlo de manera directa de la planta de sábila. Puedes usarlo en lugar del acondicionador que sueles usar a manera de acondicionador sin enjuague o como un acondicionador profundo.

Método 1
Método 1 de 3:
Usar el gel de aloe vera de una planta

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    Corta en trocitos una hoja de sábila. Puedes comprar la planta en línea o en un invernadero de tu ciudad. Para extraer el gel, debes cortar la hoja de la planta por la mitad. Mueve despacio el cuchillo para evitar que te cortes por accidente o que hagas un mal movimiento.[1]
    • Asegúrate de usar un cuchillo afilado, ya que será difícil que hagas un corte limpio con uno que esté desafilado.
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    Extrae el gel. Usa una cuchara para extraer dos cucharadas de gel de aloe vera. Enfócate en el gel transparente que está en el interior de la hoja. También habrá un poco de gel amarillento cerca del fondo de la hoja. No extraigas este gel, ya que solo usarás el gel transparente para tu cabello. Échalo en un pequeño contenedor que puedas llevar contigo a la ducha, tal como un contenedor de plástico.[2]
    • Dependiendo del tamaño de la planta, podrás extraer suficiente gel de una hoja. Sin embargo, si la planta es pequeña, tendrás que extraerlo de otra planta hasta que tengas dos cucharadas de este.
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    Aplícate el gel cuando estés en la ducha. Usa el gel en lugar de tu acondicionador cuando te estés bañando. Aplícatelo en el cabello, desde la raíz hasta las puntas.[3]
    • Aplícatelo de la misma manera en la que usas tu acondicionador. Por ejemplo, si sueles dejarte el acondicionar por unos minutos, haz lo mismo con el gel.
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    Enjuágate el gel. Luego de que te hayas aplicado el gel en tu cabello, enjuágatelo. Asegúrate de enjugarlo bien, en especial, aquellos grumos pegajosos. Si tu cabello responde al gel, entonces este se verá notablemente más suave.[4]

Método 2
Método 2 de 3:
Usar un acondicionador que no requiere enjuague

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    Mezcla el gel de aloe vera con agua. En un recipiente, coloca dos cucharadas de gel de aloe vera y dos cucharadas de agua. Con una cuchara, mezcla ambos ingredientes y continúa haciéndolo hasta que el líquido quede completamente uniforme.[5]
    • Puedes comprar el gel de aloe vera en cualquier farmacia. Si lo prefieres, puedes extraerlo de manera directa de una planta de sábila.
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    Añade aceites esenciales. Si no tienes lo aceites o si no deseas agregarlos, no es obligatorio que lo hagas. Sin embargo, los aceites esenciales le dan al acondicionador el beneficio añadido de una fragancia agradable. Si lo deseas, puedes usar un aceite esencial con una fragancia que te guste, tal como lavanda. Añade un par de gotas de aceite a la mezcla del gel de aloe vera con agua.[6]
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    Mezcla los ingredientes en una botella con atomizador. Vierte la mezcla de agua en una botella con atomizador y agítala con fuerza para que los ingredientes se mezclen. Continúa haciendo lo anterior hasta que todo se haya mezclado de manera uniforme.[7]
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    Usa el gel en lugar de la laca que sueles usar. Luego de que te hayas lavado y enjuagado el cabello, usa el gel y rocíatelo tal como lo harías en las mañanas con tu spray para cabello habitual. Si tu cabello responde bien al gel de aloe vera, este tendrá una textura un poco más suave.[8]

Método 3
Método 3 de 3:
Usar un acondicionador profundo

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    Calienta aceite de coco en el microondas. Usa la cantidad que necesites de este aceite. Esto dependerá de cuánto acondicionador quieras hacer. Vierte el aceite de coco en un recipiente pequeño que sea apto para para microondas y caliéntalo en este.[9]
    • Debes calentar el aceite hasta que se vuelva líquido. El tiempo de cocción dependerá del microondas y de la cantidad de aceite.
    • Calienta el aceite en pequeños periodos, como 10 segundos, y luego revísalo. Continúa calentándolo hasta que se haya derretido.
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    Mézclalo con el gel de aloe vera. Añade una cucharada del gel de aloe vera al aceite de coco y mézclalo. Puedes comprar el gel de aloe vera en una farmacia o puedes comprarlo en línea. También puedes extraerlo de una planta de sábila.[10]
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    Mezcla los ingredientes. Usa una batidora manual o un tenedor. Bate poco a poco para que los ingredientes se mezclen. Mantente haciéndolo hasta que obtengas una mezcla uniforme. El aceite burbujeará un poco cuando lo mezcles, pero no debes preocuparte por eso.[11]
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    Aplica el gel en tu cabello. Luego que te hayas aplicado tu champú, coloca una pequeña cantidad de gel en la palma de tu mano y luego aplícatelo en el cabello. Comienza por las raíces y luego conduce el gel hasta las puntas. Continúa aplicándote la mezcla hasta que tu cabello esté cubierto por el gel de aloe vera.[12]
    • Debes envolver tu cabello con una toalla en caso la mezcla gotee.
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    Deja que el gel actúe por unos 10 minutos. Fíjate en la hora y espera 10 minutos. Una vez que se haya cumplido el tiempo, quítate la toalla y enjuágate el cabello. Si el gel tuvo efecto, tu cabello tendrá una textura más suave.[13]

Consejos

  • Se recomienda usar un recipiente cuando se transporte las hojas de sábila dentro y fuera de la casa, ya que la sustancia en su interior comenzará a gotear una vez se haya cortado la hoja.

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