Este artículo fue coescrito por Lauren Baker, DVM, PhD. La Dra. Baker es veterinaria y candidata a un PhD en Ciencias Biomédicas Comparativas. La Dra. Baker recibió su título de médica veterinaria en la Universidad de Wisconsin en 2016, y continuó para recibir un PhD a través de su trabajo en Comparative Orthopaedic Research Laboratory.
A medida que tu perro envejezca, es posible que quieras llevarlo al interior de la casa en lugar de dejarlo en el patio. Con un poco de paciencia y supervisión, el perro puede adaptarse a la vida adentro de la casa. Para ayudarlo en la transición, acostúmbralo poco a poco a la idea de estar dentro de casa, entrénalo para que aprenda a comportarse en el interior y dale mucho ejercicio y estimulación mental.
Pasos
Método 1
Método 1 de 3:Traer al perro al interior
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1Empieza poco a poco. Si quieres convertir a tu perro un perro de interior, no debes simplemente meterlo en casa y esperar que se quede quieto. Tienes que acostumbrarlo a estar dentro de casa poco a poco, ya que ha vivido su vida al aire libre hasta ese momento.
- Prueba a traer al perro al interior utilizando una correa o simplemente llevándolo adentro. Deja que permanezca dentro durante unos minutos y luego vuelve a sacarlo. Poco a poco puedes aumentar el tiempo de permanencia en el interior de la casa.
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2Dale al perro bocadillos para animarle a entrar. Si el perro se resiste o se pone nervioso al entrar en casa, utiliza un refuerzo positivo. Relaciona el hecho de estar dentro con bocadillos y elogios. Coloca bocadillos en la puerta o pon una línea de bocadillos para atraer al perro hacia el interior.
- Una vez dentro, dale otro bocadillo y muchos elogios y cariños para que aprenda que estar dentro de la casa es algo bueno.
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3Utiliza la comida para hacer que el perro entre en casa. Otra forma de animar al perro a entrar en casa es aprovechar la hora de comer. Puedes usar la hora de comer para acostumbrarlo poco a poco al interior de la casa y ayudar a que se adapte al nuevo entorno.
- Alimenta al perro sobre una alfombrilla en el exterior. Una vez que se haya acostumbrado a comer en la alfombrilla, colócala justo dentro de la puerta. Si el perro no se acerca al plato, ponle una correa y llévalo al interior para que pueda comer. A medida que el perro se sienta más cómodo, mueve la alfombrilla cada vez más hacia el interior de la casa.
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Método 2
Método 2 de 3:Ayudar al perro a adaptarse
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1Supervisa al perro en los primeros días dentro de casa. Deberás vigilar de cerca a tu perro durante las primeras semanas que esté dentro de casa. Es recomendable mantenerlo con una correa o no dejarlo sin supervisión durante largos periodos de tiempo. Esto puede ayudarte a entrenarlo para que no ensucie la casa, no muerda objetos ni tenga otros comportamientos negativos.
- Después de unas tres semanas, puedes dejar de vigilar al perro tan de cerca si no se comporta mal.
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2Entrena a tu perro en casa. Una de las cosas que tendrás que hacer cuando lleves al perro dentro de casa es adiestrarlo. Estará acostumbrado a ir al baño cuando y donde quiera, por lo que tendrá que aprender a ir solo afuera.
- Saca al perro para que vaya al baño por la mañana, antes de acostarse, después de las comidas y en cualquier otro momento en que creas que pueda necesitarlo. Al principio puede ser útil sacar al perro con más frecuencia, cada dos o tres horas, para que se adapte.
- Premia el buen comportamiento de tu perro con bocadillos y elogios positivos. Elige algo que le guste mucho a tu perro y asegúrate de recompensarlo en cuanto haya hecho sus necesidades. No esperes a estar dentro de casa o el perro podría no entender la razón de la recompensa.
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3Lleva el perro al veterinario. Si el perro muestra un comportamiento extraño, debes llevarlo al veterinario para una revisión. Cosas como la agresividad, los ladridos, la masticación excesiva, los cambios en los hábitos alimenticios o de bebida o la incapacidad para ser entrenado en casa pueden apuntar a un problema médico. Es una buena idea llevar a tu perro a una revisión médica solo por si acaso.
- Si no has llevado el perro al veterinario en un tiempo, es posible que quieras hacerle un chequeo cuando decidas llevarlo a casa para asegurarte de que sigue sano.
- Asegúrate de que el perro está al día con la prevención de pulgas y garrapatas en este punto también, para evitar traer bichos no deseados al interior de la casa.
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4Inscribe al perro en clases de obediencia. Si tienes miedo de que tu perro no se comporte bien en casa o si no consigues adiestrarlo, quizás debas plantearte buscar ayuda. Puedes inscribirlo en clases de obediencia o contratar a un adiestrador de perros profesional.
- El adiestramiento profesional puede ayudar a que tu perro esté adiestrado para el hogar, aprenda las órdenes básicas y deje de ladrar o morder.
- Asegúrate de contratar a adiestradores que utilicen técnicas no crueles. El perro no debe sufrir ni ser maltratado mientras aprende. Asegúrate de que las clases de adiestramiento utilizan el refuerzo positivo y los elogios.
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5Mantén al perro en un área designada hasta que se adapte. Algunos perros se adaptarán inmediatamente a estar dentro de casa. Otros pueden tardar más tiempo. Si este es el caso, contempla la posibilidad de mantener al perro en una habitación apta para perros o en una jaula cuando no estés en casa. También puedes utilizar puertas para bebés para mantener al perro en determinados espacios.
- Esto ayuda a que el perro no se meta en líos cuando no estás en casa. Por ejemplo, el perro no tendrá la oportunidad de ensuciar el suelo o morder los muebles si lo colocas en una habitación específica.
- Deja los juguetes del perro y el agua fresca cuando no estés. Sin embargo, puedes considerar la posibilidad de recoger la comida si el perro no está acostumbrado a alimentarse libremente o tiene tendencia a comer en exceso.
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6Mantén al perro bien aseado. Cuando lleves al perro al interior, debes asegurarte de mantenerlo limpio y bien cuidado. Báñalo con regularidad y péinalo y córtale el pelo si es una raza de pelo largo. Mantén las uñas siempre bien cortadas. Si no quieres hacer todo esto por tu cuenta, puedes llevarlo a una peluquería canina.
- Si tu perro tiene pulgas o garrapatas, puedes hablar con el veterinario para que recomiende una medicación que ayude a eliminarlas.
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Método 3
Método 3 de 3:Velar por el bienestar del perro
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1Ejercita al perro. Los perros que viven en el exterior pueden estar más acostumbrados a correr por el patio y gastar su energía. Cuando son llevados al interior, es posible que no tengan el mismo nivel de ejercicio. Esto puede hacer que ladren más o que muerdan cosas. Procura que tu perro haga el ejercicio suficiente.
- Esto puede significar sacar al perro a pasear todos los días. También puedes sacarlo al patio y dejar que corra o jugar a la pelota contigo.
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2Consigue juguetes para el perro. Cuando lleves a tu perro al interior de la casa, debes comprar algunos juguetes o traer los juguetes favoritos que tu perro tenía en el exterior. Sin juguetes, el perro puede aburrirse. Los perros necesitan estimulación mental y los juguetes los mantienen entretenidos.
- A los perros también les gusta masticar y los juguetes le darán algo que masticar para que no muerda los muebles, los zapatos u otros objetos de la casa.
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3Dale a tu perro un lugar para dormir. Cuando traslades al perro al interior, deberás decidir dónde va a dormir. Muchos expertos sugieren que el perro duerma en una jaula porque así tendrá su propio espacio. Algunas personas dan a los perros una cama en su habitación. Determina dónde quieres que duerma tu perro y enséñale a hacerlo cada noche.[1]
- No dejes que el perro duerma en los muebles si no quieres que lo haga siempre. Deja claras las normas sobre dónde duerme el perro cuando lo lleves al interior de la casa, y sé coherente para ayudar a fomentar un buen comportamiento.
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