Un viejo chiste dice que si tocas la mandolina durante 30 años, pasarás 15 años afinando el instrumento y los otros 15 tocándolo desafinado. Siendo verdad el hecho de que la mandolina no es un instrumento fácil de afinar, se puede aprender fácilmente con la guía correcta. Al aprender los conocimientos básicos para afinar un instrumento de cuerdas y bregando el instrumento correctamente, deberías estar en tocando como un experto en un dos por tres. Lee el artículo a continuación para aprender más.

Método 1
Método 1 de 3:
Conocimientos básicos de afinación

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    Debes afinar la mandolina como a un violín: la mandolina tradicionalmente se afina Sol, Re, La, Mi, desde la más grave a la más aguda, con cada par de cuerdas afinadas en el mismo tono. En otras palabras, este instrumento se afina Sol Sol, Re Re, La La, Mi Mi, si tomamos en consideración cada cuerda individualmente. Cuando sostienes la mandolina correctamente, la cuerda más aguda debería ser la correspondiente al Mi y debería ser la más cercana al suelo.
    • Si tocas la guitarra, puede resultarte útil pensar en ella como si fueran las cuatro cuerdas más graves (Mi, La, Re, Sol), pero al revés. Tener esto en consideración también te puede resultar útil a la hora de aprender a tocar las primeras notas.
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    Debes reconocer los afinadores correctos para cada cuerda: en la mayoría de las mandolinas, los afinadores para los Sol y los Re suelen estar en el costado del cabezal más próximo a ti, mientras que los de La y Mi suelen estar en el lado más cercano al suelo, en orden.
    • Cuando afinas, generalmente querrás hacerlo en sentido de las agujas del reloj, alrededor del cabezal, comenzando por la nota más grave hasta la más aguda.
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    Debes afinar cada cuerda individualmente y luego el par: lo que hace que afinar una mandolina sea más difícil que afinar un violín, por supuesto, es que tiene 8 cuerdas y no 4, lo que te obliga a ser muy preciso con la afinación; de lo contrario, el instrumento sonará desafinado. Puede resultar complicado distinguir cuál cuerda es la que está desafinada cuando las tocas al unísono.
    • Puedes utilizar los “golpes de descanso” (en los cuales amortiguas cada cuerda con la púa luego de tocarla) para aislar cada nota individual a medida que estés afinando. Esto te permitirá obtener una nota más clara para afinar con un afinador electrónico o cualquier otro método que estés utilizando.[1]
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    Debes afinar hacia arriba y no hacia abajo: como en cualquier instrumento de cuerdas, por lo general debes afinar desde el bemol hacia el sostenido, subiendo el tono de la cuerda antes que bajándolo de una nota más aguda hacia una más grave. Esto se debe a que es preferible resolver la tensión de la cuerda hacia el engranaje y no fuera de él. Cuando afinas hacia abajo, te arriesgas a que el engranaje suelte la tensión hacia la cuerda a medida que tocas, bajando así la nota. Esto es especialmente cierto para las cuerdas nuevas.
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    Debes utilizar cuerdas nuevas: las cuerdas gastadas u oxidadas suelen desafinarse más rápidamente y estropear tus dedos mientras estás aprendiendo. Asegúrate de cambiar las cuerdas con frecuencia para mantener el instrumento afinado. No es necesario cambiar de cuerdas todos los días, a menos que seas Tim O’Brien, pero puedes considerar cambiarlas cada 4-6 semanas si la utilizas mucho.
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    Primero debes acercar las cuerdas a las notas y luego afinarlas al detalle: puede ser muy frustrante afinar las cuerdas ni bien las pones en la mandolina, ya que luego de unos minutos se desafinarán. Luego de haber colocado cuerdas nuevas, cada una ejerce una tensión muy grande sobre el mástil del instrumento y la madera tiende a doblarse un poco. Puedes solucionar esto acercando las cuerdas a las notas correspondientes, luego dejar descansar el instrumento durante unos minutos, para luego volver a afinar. De esta manera podrás afinar el instrumento más rápidamente y con más precisión.

Método 2
Método 2 de 3:
Utilizar un afinador electrónico

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    Debes conseguir un afinador electrónico de buena calidad: el modo más preciso y eficiente de afinar tu mandolina es utilizando un afinador electrónico hecho para ese fin. Un afinador de violín o un afinador electrónico de mandolina son apropiados para hacerlo.
    • Los afinadores cromáticos que se enganchan al cabezal de varios instrumentos acústicos son recomendables si vas a afinar regularmente durante la práctica o un concierto. Puedes dejarlo enganchado al instrumento, listo para afinar cuando lo precises. Estos elementos pueden variar en costo entre u$s10 y u$s30.
    • También existen algunos afinadores en línea que reproducen las notas para que las puedas replicar, pero suelen ser menos precisos que los afinadores que captan los sonidos. Si tienes un buen presupuesto, puedes considerar descargar alguna aplicación de afinación gratuita para el teléfono celular, que suelen ser de buena calidad y baratas o incluso gratuitas.
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    Ahora debes encender el afinador y asegurarte de que esté captando los sonidos: si el afinador con el que cuentas tiene algunas características de configuración para varios instrumentos, debes colocarlo en el modo de violín o mandolina y encontrar alguna habitación silenciosa para afinar y que esté libre de ruido de fondo que afecte la eficacia de la afinación.
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    Debes tocar cada cuerda individualmente: debes ajustar la cuerda para aproximarte a la nota correspondiente. No es necesario que sea exacto aún, ya que vas a volver a afinar cuando hayas terminado una primera pasada con todas las cuerdas. Puedes continuar con todas las cuerdas, apretando las clavijas para llegar a la tensión deseada mientras observas detenidamente el afinador.
    • Ahora puedes hacer otra pasada de afinación, más exacta, para acercarte a la nota en cada cuerda. Puedes guiarte observando el afinador. Algunos te indican si estás en un bemol o un sostenido y otros te indican cuando la nota exacta con una luz verde o con un guiño.
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    Debes utilizar tus ojos y oídos: ahora puedes volver a afinar todas las cuerdas nuevamente tocando cada par de cuerdas para asegurarte de que estén afinadas. Debes tocar ambos Sol y escuchar. Puede ser muy tentador depender del afinador, pero debes utilizar los oídos también. Los afinadores tampoco son perfectos y además cada instrumento tiene sus propios hábitos y peculiaridades. Debes escuchar con atención cada par de cuerdas para saber si necesitan más ajustes.

Método 3
Método 3 de 3:
Utilizar métodos alternativos de afinación

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    Puedes aprender a afinar la mandolina consigo misma: si bien es importante conseguir cada nota en la afinación, no lo es tanto a menos que vayas a tocar con otras personas. También puedes aprender a afinar la mandolina utilizándola como referencia, para poder tocar y practicar sin que suene mal. Puede ser que no siempre tengas un afinador a mano, así que es muy importante aprender esta habilidad.
    • Debes practicar controlando los armónicos y los intervalos tocando las notas en el 12º traste para asegurarte de que esté en el tono correcto. Debes controlarlo 2 veces más, al menos.
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    Puedes utilizar el 7º traste: debes ajustar las cuerdas Mi hasta que suenen iguales, luego debes poner el dedo en el 7º traste de la cuerda La y lograr que suene como la 1º cuerda al aire. Luego puedes repetir la operación utilizando las demás cuerdas en el mismo modo.
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    También puedes afinar utilizando otro instrumento: puedes utilizar un piano o una guitarra para afinar la mandolina. Debes conseguir algún compañero que pueda tocar cada nota (Sol, Re, La, Mi; ¡debes memorizarlas!) y tomarte tu tiempo para afinar. Esta es una habilidad importante a desarrollar para entrenar tu oído, ya que te ayuda a reconocer microtonos, bemoles y sostenidos. Serás mejor intérprete si puedes reconocer de oído cuando estás afinado y cuando no.
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    Puedes aprender algunas afinaciones alternativas para ampliar tu repertorio: se puede afinar el violín con otras notas que no sean las tradicionales. Lo mismo sucede con la mandolina. La mayoría de los intérpretes suelen afinar en Sol, Re, La, Mi, pero esto no significa que no puedas afinar en otras notas. Algunos intérpretes americanos suelen llamar “italiana” a la afinación tradicional. Puedes experimentar con notas diferentes y hacer los acordes de otra manera, verás que se abre un mundo nuevo de posibilidades. Puedes intentar con:
    • Afinación de aserradero (Sol, Re, Sol, Re)
    • Sol abierto (Sol, Re, Sol, Si)
    • Afinación irlandesa (Sol, Re, La, Re)

Consejos

  • Debes conseguir un buen afinador.
  • Recuerda que debes afinar el instrumento con regularidad

Advertencias

  • Debes tener cuidado de no apretar demasiado las cuerdas porque se pueden cortar. Siempre que afines debes volver tu rostro hacia lado opuesto al puente del instrumento, ya que puede ser peligroso porque se pueden cortar las cuerdas y dar un latigazo a tus ojos o rostro en general, causando mucho daño.

Cosas que necesitarás

  • Una mandolina
  • Un afinador electrónico de violín o diapasón (si tienes buen oído)
  • Una habitación silenciosa donde no haya interferencias sonoras.

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Categorías: Instrumentos musicales