Durante los meses de invierno, con frecuencia es necesario encender la calefacción de la casa. Desafortunadamente, también suele ser bastante caro. Sin embargo, hay algunas maneras de ahorrar en la factura de la calefacción de la casa. Algunas soluciones gratuitas, como ajustar el termostato y cerrar el regulador de la chimenea, pueden ayudarte a reducir la factura de forma rápida y fácil, mientras que las mejoras, como los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado de alta eficiencia energética y las ventanas para tormentas, pueden ayudarte a ahorrar mucho dinero a largo plazo. Con solo unos pocos ajustes, podrás comenzar a ahorrar en la factura mensual de calefacción y aun así mantenerte caliente.

Método 1
Método 1 de 3:
Reducir los costos de calefacción de forma gratuita

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    Baja la temperatura del termostato. Una forma de ahorrar en la factura de la calefacción es simplemente usando menos calor. Bajar la temperatura del termostato, aunque sea en pequeñas cantidades y por períodos cortos, puede ayudarte a ahorrar en calefacción.
    • Una opción es bajar la calefacción unos tres grados cuando uses la calefacción. Por cada grado o más que bajes en la calefacción, estarás viendo un ahorro de entre 2 y 3 % en tu factura mensual.
    • Otra opción es bajar la calefacción cuando no estés presente. Una reducción de siete a diez grados de calor durante ocho horas al día puede ahorrarte hasta un 10 % en la factura mensual. Baja la calefacción cuando estés en el trabajo o fuera de la casa para ayudarte a ahorrar.[1]
    • Ponte ropa y mantas calientes cuando bajes la temperatura para mantenerte abrigado aunque haga un poco más de frío en la casa.
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    Minimiza los extractores. Los extractores sacan activamente el aire caliente que sube al techo de la casa. Usa los extractores de la cocina y el baño con moderación. Apágalos inmediatamente después de usarlos.[2]
    • Trata de no usar más de un extractor de aire a la vez en los momentos en que sean necesarios.
    • Utiliza los extractores durante el mínimo tiempo que se necesite para airear el espacio. No los dejes encendidos durante períodos de tiempo prolongados. Cambia a ventiladores regulares u otras formas de aire en movimiento tan pronto como sea posible.
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    Cierra el regulador de la chimenea. El calor se eleva, así que un regulador abierto permitirá que el aire caliente se escape de la casa. Mantén la compuerta cerrada a menos que tengas un fuego activo para evitar corrientes de aire innecesarias.
    • Recuerda apagar el fuego por completo y dejar que el humo se disipe antes de cerrar la compuerta del regulador.
    • Abre el regulador justo antes de encender un fuego en la chimenea. Puedes causar que el humo se acumule dentro de la casa si te olvidas de hacerlo.
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    Mantén los conductos de calefacción despejados. Los respiraderos bloqueados por alfombras o muebles impiden que el aire caliente circule por la casa. Elimina cualquier obstáculo alrededor de los conductos de calefacción, así como los que están alrededor de los radiadores o los calentadores en los zócalos.[3]
    • Evita colocar muebles grandes delante de las rejillas de ventilación, así como encima de ellas. Esto todavía puede disminuir el flujo de aire caliente alrededor de la habitación.
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    Enciende los ventiladores de techo. Como el calor sube, el aire alrededor del techo de la casa estará más caliente que el aire más cercano al suelo. Ajusta el ventilador de techo a baja velocidad para que impulse suavemente el aire caliente hacia abajo. Si enciendes el ventilador a mucha velocidad, el aire se enfriará al circular.[4]
    • Si es posible, ajusta el ventilador en modo inverso para darle una rotación en el sentido de las agujas del reloj. Este es un ajuste instalado por el fabricante de algunos ventiladores. Poner el ventilador en modo inverso ayudará a impulsar el aire caliente hacia abajo desde el techo y a extraer el aire frío del suelo.
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    Usa cobertores de ventanas. Abre las cortinas, persianas u otros cobertores de las ventanas durante el día para que el sol pueda calentar la casa. Ciérralas por la noche para evitar que el aire caliente se escape.[5]
    • Si no tienes ningún tipo de cobertor para las ventanas, puedes hacer unos temporales para el invierno colgando una manta o una sábana delante de la ventana.
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Método 2
Método 2 de 3:
Modificar la casa para conservar el calor

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    Calafatea alrededor de las ventanas. Con el tiempo, la masilla vieja se seca, se encoge y se agrieta permitiendo las fugas de aire. Retirar la masilla vieja alrededor de las ventanas y reemplazarla con masilla nueva y resistente a la intemperie puede ayudarte a detener algunas de esas fugas.[6]
    • Puedes comprar herramientas para quitar la masilla vieja, así como masilla fácil de aplicar y resistente a la intemperie en una tienda de mejoras para el hogar de tu localidad.
    • Siempre que sea posible, retira la masilla vieja antes de aplicar una nueva.
    • Después de aplicar la masilla nueva alrededor de la ventana, asegúrate de usar una herramienta de alisado para aplanarla y distribuirla uniformemente a través del marco de la ventana. Esto ayudará a bloquear mejor las fugas de aire.
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    Usa burletes para puertas. Si notas un espacio entre la parte inferior de las puertas exteriores y los marcos, usa burletes para puertas para sellar las fugas. Los burletes pueden encontrarse en línea o en la mayoría de las ferreterías y tiendas de mejoras para el hogar.[7]
    • La mayoría de los burletes para puertas son fáciles de instalar. Simplemente deslízalos por la parte inferior de la base de la puerta y luego atorníllalos.
    • Puede que quieras usarlos en puertas interiores también, si notas que el aire frío tiende a circular rápidamente de una habitación a otra.
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    Aísla el ático. Añádele más aislamiento al ático para evitar que el calor se escape por el techo. Revisa el aislamiento del ático y busca las áreas que estén oscurecidas. Las áreas oscuras son creadas por la suciedad y el polvo y te mostrarán los puntos por donde se escapa el aire. Reemplaza o agrega el aislante en esas áreas.
    • Si planeas hacer este proyecto por tu cuenta, coloca rollos de fibra de vidrio y usa malla metálica para crear barreras alrededor de las áreas que necesitan estar expuestas, como los respiraderos.
    • Recuerda usar equipo de protección como gafas, guantes y una mascarilla cuando instales el aislamiento.
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Método 3
Método 3 de 3:
Renovar los aparatos domésticos para ahorrar calor

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    Hazle mantenimiento a la caldera. Reemplaza el filtro de la caldera de acuerdo con las sugerencias del fabricante para mantenerla funcionando de manera eficiente. Si crees que la caldera no funciona correctamente, llama a un técnico de mantenimiento para que la inspeccione.
    • Mantener la caldera limpia y correctamente ajustada puede ahorrarte hasta un 5 % en la factura mensual de la calefacción.
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    Compra electrodomésticos de bajo consumo. Ten en cuenta la conservación de la energía cuando reemplaces los artículos de la casa. Los electrodomésticos y las calderas de bajo consumo energético gastan en promedio un 15 % menos que los modelos más antiguos.[8]
    • Haz que tu equipo de climatización sea evaluado cada diez años para asegurarte de que funcione bien.
    • También puedes considerar la instalación de un termostato programable o un termostato inteligente para asegurarte de que el calor solo se encienda cuando lo quieras. Puedes encontrarlos a partir de 30 dólares, pero algunos alcanzan los 100 dólares.
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    Instala ventanas antitormentas. Si tienes el dinero suficiente, instala unas ventanas resistentes a las inclemencias invernales. Puedes comprar las ventanas antitormentas en una tienda de instalación de ventanas, a través de un contratista o en una tienda de mejoras para el hogar.[9]
    • A menos que seas un profesional experimentado, es mejor que un contratista o un especialista en ventanas instale las ventanas nuevas alrededor de la casa.
    • Si no puedes pagar por las ventanas antitormentas, considera la posibilidad de usar láminas de plástico o envoltura retráctil alrededor de las ventanas para crear una barrera adicional contra el aire frío. Asegúrate de que el adhesivo utilizado para sostener el plástico vaya alrededor de la ventana sin dejar espacios para que entre el aire frío.
    • Durante los meses de invierno, aleja las camas y otros muebles de las paredes exteriores, que suelen ser los lugares más fríos de la casa.
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Consejos

  • Haz que un profesional haga una revisión. Podrás mantener tu calentador funcionando eficientemente por más tiempo si le das el mantenimiento adecuado.
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