¿Tienes una hoja de papel que desearías no haber enrollado, doblado por error, convertido en un avión o incluso haberte sentado en ella? Por lo general, se verá presentable y será útil después de humedecerla ligeramente con agua destilada y luego aplanarla entre libros pesados o plancharla debajo de una toalla. Estos métodos corren el riesgo de que la hoja de papel se rompa o pierda color, así que ten cuidado. Es posible que quieras llevar las hojas de papel importantes a un archivista profesional para su conservación.

Método 1
Método 1 de 3:
Aplanando la hoja de papel

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    Rocía ligeramente el papel con agua destilada. Cuando el papel está arrugado, sus fibras se dañan y se rompen. El agua puede suavizar estas fibras para que queden planas de nuevo, lo cual reduce la visibilidad de las arrugas y las líneas de doblez.[1] Usa solamente agua destilada, ya que el agua del grifo contiene minerales que pueden hacer que el papel se ponga crujiente o duro.[2] Rocíalo ligeramente a una altura de por lo menos 30, 50 cm (1 pie) con una botella de spray o dale toques ligeros con una toalla apenas húmeda.
    • Advertencia: el agua puede arruinar la acuarela, la tiza, la pintura al pastel y las tintas solubles en agua. Si tu papel contiene estos materiales, rocíalo muy ligeramente en la parte posterior. Como alternativa, presiona el papel mientras lo secas para hacerlo plano, pero no elimines las líneas de las arrugas.
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    Coloca el papel entre material absorbente. Si el papel está mojado, colócalo entre dos capas de papel absorbente, fieltro de lana u otros materiales que absorban el agua.[3]
    • Las toallas de papel pueden servir, pero el patrón de textura de la toalla posiblemente quede impreso sobre la superficie del papel.[4]
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    Coloca el papel en medio de una pila de objetos pesados. Coloca el papel y el material absorbente alrededor de él sobre una superficie plana y dura. Alísalo con tus manos para asegurarte de que no haya pliegues grandes o arrugas. Cubre el papel por completo con un objeto pesado y plano. Por lo general se usa una pila de libros grandes y pesados para este propósito.
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    Espera hasta que se seque y revísalo a diario. El papel debe secarse en una superficie plana (de preferencia, libre de arrugas), pero puede tomar algún tiempo para que lo haga. Échale un vistazo todos los días y sustituye el material absorbente si está empapado.
    • El papel completamente mojado toma generalmente tres o cuatro días para secarse, pero una hoja de papel ligeramente rociada toma menos de dos.[5]
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Método 2
Método 2 de 3:
Planchando el papel

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    Ten en cuenta los riesgos. Planchar una hoja de papel debajo de una toalla o un paño hará que se aplane, pero las líneas de las arrugas y los dobleces por lo general seguirán siendo visibles. Si usas vapor o mojas ligeramente el papel, tal como se describe casi al final de esta sección, es posible que elimines las líneas de las arrugas, pero también aumenta el riesgo de decoloración y ruptura.
    • Si tu hoja de papel es valiosa o irremplazable, intenta este método primero con una hoja de prueba o usa el método más seguro (pero más lento) de colocarla en medio de una pila de libros grandes.
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    Coloca el papel debajo de una toalla o un paño. Alisa el papel tanto como sea posible con tus manos para evitar los dobleces y las arrugas de más. Extiende una toalla de mano, funda de almohada u otra tela a prueba de calor sobre el papel para protegerlo del calor directo de la plancha.
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    Ajusta una plancha de ropa a calor bajo. Se recomienda empezar por el nivel más bajo para minimizar el riesgo de dañar tu hoja de papel. Demasiado calor puede secar el papel, haciendo que sea quebradizo y amarillento.
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    Presiona la plancha contra la toalla. Una vez que la plancha se haya calentado, presiónala contra la toalla y muévela por toda la superficie, tal cual como plancharías una prenda de ropa.
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    Haz los ajustes necesarios. Después de planchar la toalla por aproximadamente un minuto, levántala y mira el papel. Si todavía no está plano, puedes subir el nivel de calor e intentarlo de nuevo. Si el papel ya está caliente al tacto, deja la plancha en un nivel bajo y en su lugar rocía el papel o dale toques con una pequeña cantidad de agua destilada antes de plancharlo de nuevo. Esto ayudará a eliminar las arrugas, pero puede aumentar el riesgo de que se rompa.
    • No apliques agua a una superficie de papel con acuarelas, tiza u otros materiales solubles en agua.
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Método 3
Método 3 de 3:
Aprendiendo acerca de los tratamientos profesionales

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    Lleva tus documentos valiosos a un profesional. Los archiveros y los restauradores son profesionales que se especializan en la preservación de artefactos históricos, incluyendo el papel. Ellos deben ser capaces de aplanar y preservar todos los materiales de papel en una calidad alta, incluyendo las acuarelas, el papel viejo o frágil y otros objetos que pueden ser difíciles de aplanar de manera segura en el hogar.
    • Busca en línea servicios de archiveros en tu área o pídele a un bibliotecario que te ayude a encontrar uno.
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    Aprende acerca de las técnicas de humidificación. Como se mencionó en los otros métodos, mojar o “humedecer” el papel puede ayudar a eliminar las arrugas causadas por las fibras rotas y desplazadas. Los archiveros suelen utilizar herramientas especiales y un cuidado extremo para aumentar la humedad del papel de manera significativa. Si eres valiente y tienes un par de hojas de papel de prueba para intentarlo primero, puedes tratar de imitar algunos de estos métodos en casa antes de aplanar tu papel. Uno de los más fáciles es el “método de humidificación Horton”. Primero, coloca el papel enrollado en un vaso de plástico, expuesto al aire. Luego, coloca el vaso en un bote de basura de plástico. Ahora, añade agua al fondo del bote. Finalmente, cierra la tapa del bote de basura.[6]
    • Esto puede causar el crecimiento de moho en el papel, lo cual es difícil de tratar en casa. Algunos archiveros utilizan productos químicos anti fúngicos, tales como timol u ortofelinol, pero estos materiales pueden ser muy peligrosos para el usuario y el papel si se usan de manera incorrecta.[7]
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    Busca maneras para mantener el papel en su sitio mientras se seca. Aplastar el papel suele ser eficaz, pero también se pueden usar pinzas además de los objetos pesados si se necesita ejercer más presión. Otro método que se puede utilizar por sí solo o además de aplastar implica el uso de pegamento. Al pegar el papel a otra superficie (usando un pegamento especial que se desprenda de él cuando se seque), este se mantendrá en su lugar mientras se seca en vez de recogerse o estirarse cuando una parte de él pierde agua y se encoje.[8]
    • Incluso los archiveros tienen dificultades para controlar el cambio de tamaño del papel después de la humidificación. Si bien esto apenas es perceptible en una hoja individual de papel, la diferencia se puede sentir de manera notable en una pila de papeles, papeles pegados para formar una hoja más grande o un libro encuadernado.[9]
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    Guarda los materiales en un sobre de preservación. Las herramientas de archiveros están disponibles para su venta comercial. Compra sobres de plástico de calidad para guardar tus documentos importantes, antecedentes familiares y otros documentos de seguridad durante décadas (si no siglos). Esto los protegerá de la humedad y la luz ultravioleta.
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Consejos

  • Si no tienes tiempo o una plancha para aplanar el papel, una forma más sencilla de eliminar las arrugas y los dobleces es rodar el papel repetidas veces en el borde de una mesa o escritorio. Tal vez no eliminará todos los desperfectos, pero sí quitará algunas arrugas.
  • También puedes tratar de fotocopiar el papel. Los centros de copiado o las bibliotecas pueden tener una fotocopiadora grande que pueda aplanar el papel, en caso de que una copiadora casera todavía produzca la aparición de líneas.
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Advertencias

  • Cuando planches papel impreso con tóner (fotocopiadoras, impresoras láser, etc.), ten en cuenta que usar un nivel de calor alto puede fundir el tóner y hacer que se pegue a la tabla de planchar. Empieza con un nivel de calor bajo y súbelo gradualmente a medida que el papel se aplana para evitar esto.
  • Sigue las instrucciones del fabricante cuando uses una plancha.
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Cosas que necesitarás

  • Una plancha de ropa
  • Una tabla de planchar u otra superficie plana resistente al calor
  • Una toalla
  • Objetos pesados
  • Una botella de spray
  • Agua destilada

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Categorías: Manualidades con papel
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