Si tienes un cuero cabelludo muy activo que produce demasiado aceite, no le agregues aún más a tu cabello. Sin embargo, si tienes un cabello reseco por naturaleza o un cabello que ha perdido sus aceites naturales por un uso continuo de champú, podrías aplicarte aceite. Agregar humedad a través de un aceite puede ser un paso clave para mantener la salud de tu cabello y tu cuero cabelludo.[1] Aplicar aceite a tu cabello también puede hacerlo más resistente, suave y brillante.

Método 1
Método 1 de 4:
Elige tus aceites

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    Decide cuántos aceites usarás. Puedes usar uno, dos o hasta tres aceites en tu cabello. Todo depende de cuánto dinero quieras gastar y cuán intenso deseas que sea el tratamiento.
    • Los dos tipos básicos de aceites son los excipientes y los aceites esenciales.
    • Los excipientes se usan como una base en la que se mezclan los aceites esenciales más concentrados.
    • Muchas personas eligen usar solo un excipiente en su cabello. No tienes que usar aceites esenciales si no lo deseas.
    • Los aceites esenciales suelen ser más concentrados. Después de diluirlos en un excipiente, solo debes aplicarlos en el cuero cabelludo y en las raíces.
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    Elige un excipiente o aceite base. Sin importar si vas a diluir o no un aceite esencial en un aceite base, aún así necesitarás este último. Existe una gran variedad de opciones que puedes elegir, cada una ofrece diferentes beneficios y desventajas.
    • Aceite de almendra[2] : el aceite de almendra es rico en vitamina E y grasas saludables que hacen maravillas en el cabello.
    • Aceite de argán[3] : el aceite de argán es un producto marroquí rico en antioxidantes. Si bien sus consumidores juran que produce mejoras significativas en el cabello y en la piel, puede ser costoso. Es probable que todo aceite de argán que encuentres en el mercado a un precio económico no sea auténtico y no valga la pena.
    • Aceite de palta[4] : el tratamiento de palta para el cabello es el favorito de los afroamericanos que arreglan su cabello de forma natural. Lo adoran debido a su potencia súper humectante ¡y a su módico precio!
    • Aceite de castor[5] : se piensa que el aceite de castor estimula el crecimiento del cabello y reduce la pérdida del mismo, trata el cuero cabelludo reseco, evita las puntas partidas y aumenta el brillo. Sin embargo, es un aceite espeso y gelatinoso que produce una sensación que a muchos les desagrada. Si vas a usarlo, debes diluirlo con un aceite más líquido, como el aceite de pepitas de uva.
    • Aceite de coco[6] : además de darle humedad a tu cabello y tu cuero cabelludo, el aceite de coco también es rico en proteínas. Esto puede ayudar a curar el cabello dañado, que está compuesto en su mayoría de proteínas. Una desventaja es que el aceite de coco permanece en estado sólido en casi todas las temperaturas, salvo las más calurosas. A algunas personas no les agrada el trabajo adicional de calentarlo antes de aplicárselo.
    • Aceite de oliva extra virgen[7] : se piensa que este aceite previene la pérdida del cabello, trata el cuero cabelludo reseco y mejora la humedad y el brillo. También tiene propiedades antibacterianas y antimicóticas que protegen al cuero cabelludo de problemas como la caspa. Sin embargo, podría ser muy fuerte para el cabello delgado.
    • Aceite de pepitas de uva[8] : el aceite de pepitas de uva es un aceite más ligero que podría ser el más útil para las personas que no necesitan un aumento considerable de humedad. Por otro lado, si tienes un cabello saludable, úsalo como un humectante que le dé equilibrio.
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    Elige un aceite esencial.
    • Aceite esencial de romero[9] : el aceite de romero tiene una gran variedad de usos, pero se sabe que estimula el flujo sanguíneo. Aplicártelo en el cuero cabelludo mejora la salud de los folículos y las raíces, y puede ser de ayuda para tratar y prevenir la pérdida del cabello. Es normal sentir un hormigueo cuando te lo aplicas en el cuero cabelludo.
    • Aceite esencial de toronja[10] : este aceite esencial aromático se usa para estimular el crecimiento del cabello y equilibrar el cabello grasoso.
    • Aceite esencial de rosas[11] : el aceite esencial de rosas se usa para fortalecer las raíces del cabello y prevenir la pérdida del mismo. Además, ¡tiene un aroma maravilloso!

Método 2
Método 2 de 4:
Aplica solo un aceite base

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    Prepara tu cabello. La única regla general para aplicar aceite en tu cabello es que debes peinarlo para evitar que se enrede y que lo apliques de forma desordenada. Asimismo, hay un debate sobre si el cabello debe estar limpio antes de aplicar el aceite. Algunos aseguran que la aplicación de aceite funciona mejor cuando el cabello ya está un poco grasoso y sucio; es decir, dos o tres días después de la última aplicación de champú. Otros insisten en que la aplicación de aceite funciona mejor inmediatamente después de haber usado champú en tu cabello, momento en el que está limpio y puro. Prueba ambas formas y elige la que prefieres.
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    Protege el área de las salpicaduras de aceite. Hay una gran probabilidad de que causes un desastre, en especial si es la primera vez que te aplicas aceite en el cabello.
    • Coloca toallas viejas o papeles toalla alrededor del área en la que vas a realizar el procedimiento. Esto incluye a las superficies de las mesas y a los pisos.
    • Ten un paño adicional a la mano para limpiar las áreas en las que derramaste aceite.
    • Si vas a dormir con el aceite en tu cabello, protege las almohadas con protectores de plástico para fundas de almohada.
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    Trata las raíces y el cuero cabelludo. Vierte una cucharadita de aceite en la palma de tu mano. Frótate las manos para esparcir el aceite. Aplicarás el aceite principalmente con las puntas de tus dedos, así que enfócate en esparcirlo allí.
    • Usa las puntas de tus dedos para aplicar los aceites en tu cuero cabelludo.
    • Usa un movimiento tipo masaje para aplicar el aceite y estimular el cuero cabelludo. Además, ¡se siente grandioso!
    • Asegúrate de cubrir toda el área del cuero cabelludo, incluida la parte posterior de tu cabeza, justo arriba del cuello y detrás de tus orejas.
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    Divide tu cabello en dos secciones. Divídelo justo en la parte media de tu cuero cabelludo y coloca una sección sobre tu hombro izquierdo y la otra sobre el hombro derecho. Esto hará que sea más fácil aplicar el aceite base en los tallos capilares.
    • Puedes sujetarte una sección haciéndote una cola al costado para mantenerla alejada mientras te encargas de la otra sección.
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    Trata el largo de tu cabello. Si tienes cabello largo, podrías sentir la tentación de aplicar una cantidad abundante de aceite en tus manos. Pero esto siempre hará que el aceite se derrame. Sin importar con cuánto cabello trabajes, vierte una cucharadita de aceite en tu palma para una aplicación y agrega más aceite si lo necesitas.
    • Pasa tus manos por todo el largo de tu cabello.
    • No olvides el cabello que está en la parte posterior de tu cabeza.

Método 3
Método 3 de 4:
Aplica aceites esenciales con excipientes

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    Prepara tu cabello y el área en la que trabajarás. Tal como lo harías en una aplicación sencilla de aceite base, peina tu cabello seco para eliminar las partes enredadas. Tu cabello puede estar recién lavado o puede ser el segundo o tercer día después de la última aplicación de champú. Coloca toallas viejas o papeles toalla como protección contra las salpicaduras de aceite.
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    Mezcla tu excipiente con tu aceite esencial. Los aceites esenciales son demasiado fuertes como para aplicarlos directamente en cantidades abundantes en el cuero cabelludo. Incluso con este sistema de aplicación diluida, podrás sentir un extraño hormigueo en tu cuero cabelludo. No te preocupes, es perfectamente normal. ¡Esto indica que el aceite esencial está haciendo su trabajo!
    • Vierte una cucharadita del excipiente que elegiste en la palma de tu mano.
    • Agrega 2 o 3 gotas del aceite esencial que elegiste.
    • Frótate las manos para mezclar los aceites y esparcirlos en tus palmas y en las puntas de tus dedos.
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    Frota la mezcla sobre tus raíces y tu cuero cabelludo. Los aceites esenciales no serán de utilidad en los tallos capilares ni en las puntas de tu cabello. Debes aplicarlo en tu cuero cabelludo, los folículos y las raíces.
    • Usa las puntas de tus dedos para aplicar los aceites en tu cuero cabelludo.
    • Recuerda tratar todo el cuero cabelludo, no solo la parte superior de tu cabeza.
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    Peina tu cabello nuevamente y divídelo en dos secciones. Usa un peine de dientes gruesos para peinar tu cabello y desenredarlo. Esto también esparcirá el aceite a los cabellos que no trataste con tus dedos. Usa tu mano a partir de cada sección media para que puedas trabajar con tu cabello en dos secciones, en lugar de hacerlo con una sola.
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    Aplica el excipiente o aceite base en todo el largo de tu cabello. Vierte una cucharadita de tu excipiente o aceite base en la palma de tu mano. Frótate las manos para esparcirlo en tus palmas y en las puntas de tus dedos.
    • Si vas a usar aceite de castor, mezcla ½ cucharadita de aceite de castor con ½ media cucharadita de un aceite más ligero y líquido (como el de pepitas de uva). EL aceite de castor es espeso y gelatinoso.
    • Pasa tus dedos y tus palmas en tu cabello para transferir el aceite.
    • Empieza en donde el tratamiento de aceite esencial y excipiente termina, cerca de tu cuero cabelludo.
    • Pasa tus manos hasta alcanzar las puntas de tu cabello.
    • Aplícalo en una sección completa del cabello, prestándole atención al cabello que está en la parte posterior de tu cabeza.
    • Aplica el mismo tratamiento a la segunda sección del cabello.

Método 4
Método 4 de 4:
Aplícate aceite en el cabello para diferentes fines

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    Aplica una cantidad moderada de aceite en tu cabello para realizar un tratamiento diario. Si tienes un cabello particularmente reseco, es probable que necesites una aplicación diaria de aceite. Por ejemplo, muchos afroamericanos con cabello natural consideran que la aplicación diaria de aceite es beneficiosa. Esta aumenta la humedad y el brillo del cabello.
    • No apliques aceite en el cuero cabelludo todos los días. El cuero cabelludo produce sus propios aceites, por lo que el cabello que está más cerca de él suele estar muy saludable. Aplicar más aceite de forma diaria podría lastimarlo en lugar de ayudarlo, haciendo que el cabello en las raíces se vuelva grasoso.
    • Aplica una capa delgada de aceite en los tallos capilares, enfocándote en las puntas. El aceite del cuero cabelludo va de las raíces hasta las puntas de tu cabello. Sin embargo, es un recorrido más largo para las personas con cabello largo, por lo que las puntas suelen estar resecas y quebradizas. El cabello rizado también tiende a resecarse en la base, ya que los rizos y los cabellos crespos detienen el paso del aceite en las hebras.
    • No apliques una cantidad excesiva de aceite en tu cabello si vas a aplicarlo a diario. Tu cabello no debe estar completamente cubierto. ¡No quieres que luzca aplastado y grasoso todo el tiempo!
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    Rocía aceite en tu cabello como un tratamiento diario sin enjuague. Compra una botella pequeña con rociador que te permita esparcir el aceite en un área amplia del cabello. Esta producirá un rocío fino, en lugar de la capa gruesa que aplicas con tus dedos. Diluye el aceite con agua para que no obstruya el rociador.
    • Rocía la mezcla de aceite y agua en tu cabello inmediatamente después de tomar tu ducha diaria. Tu cabello aún debe estar húmedo.
    • Peina tu cabello para eliminar las partes enredadas y esparcir el aceite en las hebras.
    • Deja que tu cabello seque al aire y continúa con tus actividades diarias.
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    Usa el aceite como un acondicionador sin enjuague. Una vez a la semana o cada dos semanas, debes usar el aceite para realizar un tratamiento de acondicionamiento profundo con mascarilla.
    • Cubre tu cabello con el aceite. Para una aplicación diaria de aceite, podrías usar solo una capa delgada de aceite, pero para un tratamiento sin enjuague, debes aplicar una capa gruesa.
    • Sujeta tu cabello formando un moño. Esto protegerá a los hombros y la parte posterior de tu ropa contra el aceite.
    • Cubre tu cabello con un gorro de ducha si lo deseas. Esto es útil en especial si no cuentas con un protector de plástico para la funda de tu almohada.
    • Si no usas un gorro de ducha, cubre tu almohada con una funda de vinilo o con dos capas de toallas viejas para protegerla de las manchas de aceite.
    • Déjate el aceite al menos por ocho horas o hasta que tomes una ducha al día siguiente.
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    Aplica aceite cuando el cabello está húmedo, en especial al cabello quebradizo. Muchos consideran que el cabello quebradizo y reseco es el que más se beneficia de la aplicación de aceite, cuando se le aplica estando húmedo. Aplica un aceite base en lugar de tu acondicionador habitual, dos veces a la semana, inmediatamente después de enjuagarte el champú. El champú elimina los aceites naturales del cabello, dejándolo reseco. Este es un buen momento para aumentar la humedad.
    • Aplícate champú y luego el aceite tan pronto como empieces a ducharte. Deja que el aceite se moje en tu cabello durante el resto de la ducha, mientras continúas tu rutina de aseo en la ducha.
    • Trata de dejarte el aceite de 5 a 10 minutos.
    • Colocar un gorro de ducha sobre tu cabello para protegerlo del agua ayudará a evitar enjuagarlo antes de tiempo.
    • Ten cuidado cuando te apliques aceite en la ducha. Cuando te lo enjuagas, la bañera puede volverse muy resbalosa.

Consejos

  • Trata de evitar que el aceite entre en contacto con tu rostro, ya que podría causar erupciones.
  • Masajear tu cabello con aceite puede incrementar su crecimiento.

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